miércoles, 30 de septiembre de 2015

Entrevista a Josián López

por SETH ÁLVAREZ

Durante el Festival Internacional de Cine del Desierto 2012, Tuve la oportunidad de conocer a Josian López, un joven director, productor y guionista. Años después y con motivo de la presentación de su más reciente cortometraje Luter, tuvimos una pequeña charla.

Platícame ¿cómo llegaste al medio cinematográfico?
Siempre me ha gustado contar historias. Desde chico contaba relatos como cuentos a mis amigos y a veces escribía historias cortas. A veces me la pasaba dibujando y creando personajes de súper héroes. También veía películas de El Santo o las de la época de oro del cine mexicano. Algo normal, según creo. Pero no pensaba que pudiera involucrarme con el cine para seguir contando historias. Hasta que estudié la licenciatura en Comercio Internacional. Pero curiosamente durante la carrera me adentré a los cine club y a la crítica de cine.

En ese tiempo, obtuve un premio nacional de crítica que organizaba la revista DICINE, por allá en los noventas y por ese premio, supe que no estaba loco en pensar que el cine era un medio para seguir contando historias. Digamos que con ese premio vi que había un mundo real alcanzable en el medio de cine. Y pues de ahí me enrolé en cursos y me fui metiendo en eso. Preparándome, escribiendo, haciendo experimentos, etc.

Conocí esa revista, muy buena ¿Y tu familia estuvo de acuerdo con esto del cine?
Mi familia siempre me ha apoyado. Como terminé una carrera "normal" no le vieron inconveniente. Aunque siempre han pensado que el mundo del cine es algo de locos, que no somos normales, yo ya estaba grande cuando dije "quiero irme al DF a estudiar cine" y pues, no tuvieron más remedio.

¿Estudiaste en el maravilloso Defectuso?
Sí, tomé curso de dirección en el DF, en la AMCI y en la New York Film Academy en Los Angeles.

Algunos de tus maestros que te hayan influido.
Híjole. Pues, María Novaro creo y espero haberle aprendido mucho.

Y alguna película mexicana que te haya influenciado o que te guste mucho.
Hay muchas. Creo que depende el momento histórico. Puedo escoger a Cronos, Amores Perros, La mujer de benjamín y de los clásicos Una Familia de Tantas.

Muy buenas. Yo le voy a Cronos. ¿Cuál es tu fuerte? ¿Escribir, producir, dirigir?
Yo creo que puedo hacer las 3 cosas. Pero siempre voy a optar por escribir y dirigir. Aunque he producido mis trabajos. Esa labor organizativa y de administración también la hago.

Que bien, y ¿Cómo es tu proceso creativo a la hora de dirigir?
El proceso ha ido cambiando. Al principio, en los primeros cortos, todo era más mecánico y académico. Contar la historia con la cámara de manera muy básica. Pero eso creo que ha cambiado. He tratado de poner en práctica lo que he ido aprendiendo de maestros. Entonces, ahora trato de separar cada escena y desmenuzarla, buscar su propio universo. A veces se logra, a veces no. Pero quiero explorar ese camino. Todo el crew debe saberlo, sobre todo el fotógrafo y los actores. Saber el universo que en cada escena estoy buscando.

¿Cómo escribes tus guiones? utilizas las estructuras y todo eso, o te llevas más por tus instintos?
Mi forma de escribir los guiones también ha cambiado. He escrito sin estructura, solo armando he hilvanando las escenas, pero sé a dónde voy, en mi cabeza. También he probado la forma que dicen los libros o manuales de guión. Preparando todo, la estructura, biografía de personajes, etc. Algo muy formal. También he probado el escribir toda la historia como un cuento. Así fue Luter. Un cuento que funciona así, sin la película. Y luego escribí el guión de ese cuento. Entonces, no estoy casado con algún método. Creo que depende. Lo que sí, es siempre saber a dónde vas o al menos creerlo.

Bueno, entonces, hablamos de Luter ¿Cómo nació ese proyecto? ¿Es historia tuya?
Si. Luter como corto, nació al revés. Con el propósito de conocer más a un personaje del guión de un largometraje titulado Tres Días, donde aparece Luter. Quise explorar el antecedente de él. No solo para conocer al personaje y darle mayor dimensión, sino probar mi habilidad de dirigir la historia de lo que va ser el largo. Queria plantearme la puesta en cámara, la atmósfera, el ritmo y el tipo de película que quiero que sea Tres Días. Así escribí esta precuela, que es Luter. Y algo bueno es que pude trabajar con el actor que quiero que interprete a Luter, en el largometraje.

Y veamos, ¿Cómo fue trabajar con Luis (Arrieta)? ¿Cómo lo conseguiste para tu corto?
Luis fue una sorpresa. Estuvimos buscando a varios actores sin lograr enganchar a nadie al proyecto, sobre todo por las fechas de rodaje y los compromisos. Mi propósito era convencerme, que quien hiciera Luter, pudiera quedarse para mi largometraje. Entonces, Luis había participado en una película de un buen amigo, Diego Ibarrola, de San Luis Rio Colorado. Contacté a Diego preguntándole por Luis, me dio su email, y así Luis leyó el guión de Luter, le gustó y se sumó al proyecto. Trabajar con él fue una grata experiencia. De mucho aprendizaje. Luis tiene la experiencia de guionista y productor. Entendía perfecto el trabajo que estábamos haciendo. Fue muy participativo y abierto. Creo que tuvimos una buena conexión. Luego de Luter, leyó el guión de Tres Días y pues ahora, ya no me imagino a nadie más, en ese personaje.

Que bien. ¿Tienes alguna anécdota que compartir sobre el rodaje?
En el corto hay una escena con cucarachas. Sabía que la escena era complicada, pero nunca que tanto. Y tampoco pensé que hubiera tanta gente con fobia a las cucarachas (Risas). Entonces, algunos del crew e incluso Luis, estaban algo aterrados. Hicimos la escena con cucarachas de Madagascar, que curiosamente, compras en una veterinaria. Una vez que filmamos con ellas, no puedes soltarlas así no más. Las tuvimos que sacrificar. Eso fue hasta hace poco, que las dimos como alimento a una tarántula. (Risas).

(Risas) Algo de eso comento Luis, y ¿Más menos de que va la historia?
Luter es un joven de una familia clase mediera, de ciudad obregón, que han perdido todo, y tienen fuertes problemas económicos. Entonces tiene que tomar una decisión, ante la salida que le propone el mundo del crimen.

Que bien, pero, por qué no me pláticas un poco sobre el proceso de la realización del corto. ¿Dónde se realizó? ¿Conseguiste algún apoyo? ¿Cuánto tiempo duró toda la producción?
Todo fue en ciudad obregón. Tuvimos un apoyo inicial económico de parte del Programa de desarrollo Cultural Municipal. De ahí hicimos una co-producción con 2 casas productoras más, que aportaron mucho de trabajo y equipo. Luego sumas apoyo de otras instituciones culturales, patrocinadores, a la familia y a los amigos. Todo se vuelve un trabajo colectivo. El rodaje de Luter fue de 2 días, el trabajo de pre-producción fue de un par de meses y la post producción 3 meses. En gran parte es porque el trabajo lo combinas con otras cosas que estás haciendo, por tal motivo, no puede salir tan rápido como quisieras.

¿Y cómo te sentiste con los resultados?
Estoy contento. Además, de que la experiencia de hacer Luter, me ayudó a definir por dónde quiero llevar al personaje y el largometraje. Con este corto pude participar en un laboratorio de cine con los directores Nicolás Pereda y Matías Piñeiro. Algo que fue muy aleccionador.

Y ya por último, ¿Qué proyecto traes rondando por la mente?
Estoy en el trabajo de la financiación del largometraje. Esperamos que se concrete pronto para saber qué pasará con Luter.

lunes, 28 de septiembre de 2015

José Antonio Elo y el Festival Colima de Cine

por SETH ÁLVAREZ

Con motivo del próximo Festival Colima de Cine, entreviste a su director José Antonio Elo, conocido promotor de la producción cinematográfica mexicana, para hablar del evento cine más importante del estado de colima.

¿Cómo llegaste al medio cinematográfico?
Por la Escuela de Escritores de la SOGEM. Ahí te enseñan algo de todos los géneros y el cine me atrapó. Luego por mi experiencia empresarial, a finales del 2003 surgió la oportunidad de organizar un par de eventos de formación cinematográfica representando a la SOGEM y ahí comencé a involucrarme también con la producción.

¿Qué estudiaste?
Estudié la licenciatura en administración de empresas en la UNITEC, misma que ejercí por 20 años en varias empresas. También soy egresado de la Escuela de Escritores de la SOGEM. Como cineasta soy autodidacta, estudiando por mi cuenta y tomando los cursos que puedo. Nunca dejo de actualizarme.

¿De dónde viene tu vena cinera?
No lo sé. No es algo de familia... Sólo sé que soy cinéfilo de toda la vida. Desde muy niño me atrajo el cine y cuando el azar me puso donde se hace el cine, me sentí muy cómodo y me convertí en cineasta. Fue un parteaguas en mi vida.

Bien, dime ¿Qué es lo que te atrae más de la pantalla grande?
La cantidad de posibilidades que tiene para contar historias.

¿Cuáles son tus directores mexicanos, que hay que seguirles la pista?
Son muchos afortunadamente. Entre los más jóvenes te puedo mencionar a Amat Escalante, Mariana Chenillo, Everardo Gout, Fernando Eimbke, Emilio Portes.

¿Y tus Actores? También mexicanos.
¡Uff, son aún más! No sabría decirte, son muchos. Por mencionar a los "no tan mencionados"... Úrsula Pruneda, Kristyan Ferrer, María Renée Prudencio, Silverio Palacios, Francisco Barreiro, Jaime Almeida, Cassandra Ciangherotti, Noé Hernández.

¿Qué es Cinérgica?
En origen es una organización civil de fomento de la escritura y la producción cinematográfica en México, aunque en los hechos podemos decir que nos dedicamos al fomento de la cinematografía en general.

¿Cuáles son los eventos que tiene Cinérgica?
Los principales son: El Seminario de Experiencia para Productores, que en su próxima edición del 02 al 04 de septiembre, cumple 10 años. El Reconocimiento a Escritores Cinematográficos Mexicanos, que lleva 7 entregas anuales. El Festival Colima de Cine, en coproducción con la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Colima, que en octubre próximo llegará a su 4a edición, del 01 al 05 de octubre. Lo demás son cursos, colaboraciones y sinergia con organizaciones cinematográficas y cineastas desde 2007 a la fecha.

¿Cómo nació el Festival Colima de cine?
En una cena informal con Silverio Palacios en el Charco de la Higuera. Ahí me presentó a Rubén Pérez Anguiano, Secretario de Cultura. Nos pusimos a platicar de cine y espontáneamente llegamos a la pregunta: ¿Se puede hacer un festival de cine en Colima? La respuesta ya lleva 4 años.

¿Que ofrece el Festival Colima de Cine?
Principalmente acercar el cine mexicano a la gente colimense, sin distingos de ningún tipo. Todo es gratuito y sin boletos previos. El Festival está planeado con la primordial intención de ser incluyente y de servir y gustar al público.

Paralelamente fomenta el desarrollo de la cinematografía en el Estado a través del concurso Colima en Corto y de las conferencias que se imparten durante el Festival. Acerca a cineastas nacionales y extranjeros con el público y los cineastas colimenses. Al término de cada función hay una charla entre el público y actores o directores, productores y demás. Todos los asistentes califican las películas de la Selección Oficial para el Premio del Público Colimense.

En cada inauguración se hace un reconocimiento a un cineasta mexicano. Se pueden ver largometrajes y cortometrajes. Cada año se presenta una selección de Regard Sur le Court, el certamen de cortometrajes más importante de Canadá y festival hermano del colimense. Asimismo, en cada edición se presenta una película extranjera invitada. En fin, es una fiesta cinematográfica. ¡Cine para todos!

¿Y los premios?
Somos un festival no competitivo. Lo que más nos interesa es la opinión de la audiencia, no de un jurado. Por eso tenemos el Premio del Público Colimense, que se otorga a la película de la Selección Oficial (10 películas mexicanas) que obtiene las mejores calificaciones del público. Se trata de un premio simbólico, representado con la entrega de la máscara de El Señor de la Noche, emblema del Festival. El anuncio y entrega se lleva a cabo en la ceremonia de clausura y la película.

Para el concurso Colima en Corto sí tenemos un premio. Uno sólo al primer lugar, pero es muy jugoso. Nos interesa que los colimenses hagan cine y que los de fuera vengan a hacer cine a Colima, por eso nos hemos esforzado por ofrecer un premio muy atractivo. Desde la primera edición el premio ha ido creciendo y para esta 4a edición del Concurso ofrecemos 100 mil pesos en cheque, más 300 mil pesos en servicios de producción patrocinados por CTT EXP & RENTALS, Chemistry Cine y Chapala Media Park.

Con todo ello los ganadores tienen solucionado gran parte de sus necesidades para su próximo corto ó una parte valiosa para un largometraje. Además está el premio Regard Sur le Court, ya que cada año escogen uno de los finalistas de Colima en Corto, para invitarlo a Saguenay, en Quebec, Canadá, para presentar su película y participar del festival.

Excelente y, ¿que atribuyes el éxito de las tres entregas anteriores?
Pienso que son tres cosas: Principalmente el público tan ávido, participativo y respetuoso de Colima. Luego la gran entrega de la gente de la Secretaría de Cultura, encabezados por Rubén Pérez Anguiano. Y bueno, creo que también logré conectarme bien con los cinéfilos y cineastas colimenses, lo que me permitió diseñar y realizar un evento a su gusto.

¿Anécdotas interesantes?
Todo. Cada momento desde que comenzó éste sueño ha sido interesante para mí, estoy enamorado de Colima y ahora soy en parte Colimense. Sin embargo no hay aventuras interesantes para tus lectores, digamos que nada "de película". Pero eso es una buena noticia porque quiere decir que hasta ahora las cosas nos han salido bien; sin sobresaltos, sin complicaciones graves.

¿Puedes adelantarnos algo del Festival 2015? Las pelis o los invitados.
Aún es pronto, pero te puedo adelantar que presentaremos la película ganadora del Festival de Cine de Beijing, China, "El comienzo del tiempo", dirigida por Bernardo Arellano. También te cuento que por fin hallé una película de terror que pienso les gustará, "Perdidos", dirigida por Diego Cohen, quien por cierto tuvo la premier mundial de su ópera prima aquí, en el Festival Colima de Cine 2013 y se titula "Amaneceres oxidados". Por último te anuncio que presentaremos también a la gran ganadora del Ariel 2015, la película "Güeros", dirigida por Alonso Ruiz Palacios.

Que recomiendas de Colima.
Uff, todo! Su clima, su gente, su comida. ¡Su serenidad! Y esas tardes en el jardín Libertad, las empanadas en Villa de Álvarez, la bohemia en Comala, la sal maravillosa, las caminatas hacia La Cumbre, la eterna presencia de los volcanes, las tardes en que llueve ceniza.

¡Genial! Ya por último, tus próximos proyectos.
Siempre traigo cosas en mente, pero por ahora no hay nada concreto.
Muchas gracias, Pepe.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Me quedo contigo: una borrachera de incongruencias

por EDUARDO CAMPOS ZAVALA

¡Acción! No es difícil asociar el mundo en que se desenvuelven los artistas con todos los adjetivos existentes que describen el término “frivolidad”. Aunque la realidad de los profesionistas de la actuación sea distinta, el estereotipo se encuentra muy arraigado en el pensamiento colectivo. Artemio a secas, como el mismo director firma su obra, lo sabe y explota convenientemente en su visceral ópera prima “Me quedo contigo”.

Contada en dos actos disímiles entre sí, la película inicia con la toma de una barda en donde se lee la frase que la titula. La tipografía aniñada cuenta con matices rosados y es a todas luces femenina, haciendo juego con el entorno que queda pronto al descubierto y en donde la música estilo “tonti-pop” cobra un papel importante.

Es en ese ambiente empalagoso donde Esteban, joven actor interpretado por Diego Luna en una aparición relámpago, invita a Natalia, su novia española, a viajar a México para formalizar la relación. Más música pop de la corrida española. Más gente bonita y algunos guiños que remiten a populares comedias románticas de procedencia estadounidense.

Sin embargo, el espectador se encuentra próximo a recibir un batazo de béisbol en la nuca. Así, adolorido y destanteado, sabrá que la trama ha dado un tétrico giro cuyo desarrollo peca de ser retorcido, incómodo, retador y al mismo tiempo divertido y hasta cómico.

En un México empeñado en proseguir con la malinterpretación vitalicia del término “equidad de género” y cuyos funcionarios públicos (hombres en su mayoría) convierten el “empoderamiento de la mujer” en ventajistas actos de proselitismo; las “Chicas-superpoderosas” de la historia de Artemio demuestran que para bien o para mal, “el sexo débil” es solo una oración mítica de caducidad cercana.

“Me Quedo Contigo” posee bondades múltiples. Destaca la habilidad del novel director para mantener un ritmo ágil y fluido, en especial durante ese segundo acto donde el rumbo de la historia se define y las máscaras iniciales se caen al suelo del mismo modo que los convencionalismos sociales que las sujetaban.

Aquí conviene ejercitar la habilidad de leer entre líneas: las metáforas que se presentan conforme avanza la cinta son bastas en número y de un ingenio digno de aplausos. Todas ellas encuentran soporte en un mismo fenómeno: la superficialidad que animaliza a las altas esferas del país: aquellos segmentos de élite, amigos de los políticos, poseedores a conciencia de un poder magnánimo que los separa de los ciudadanos comunes y corrientes.

Se debe destacar la naturalidad de las interpretaciones entregadas por el cuarteto de actrices principales. Flor Eduarda Gurrola y Ximena González-Rubio aportan escenas por demás valientes que quedarán marcadas en la mente de quien ose ver la película. Sin embargo, es el papel de la ibérica Beatriz Arjona el más rico en sutileza y a la vez en complejidad. Su bien ejecutada “Natalia” nos demuestra que más allá de negaciones y diferencias culturales, la violencia es algo intrínseco e inevitable en el ser humano.

Resulta imposible para quien consume cine de forma habitual el no comparar “Me quedo contigo” con otros trabajos que también tocan el tema de los roles invertidos de poder de forma acertada. Aunque la ópera prima en cuestión logra diferenciarse y brillar con luz propia gracias a los contrastes en su desarrollo, a los novedosos recursos creativos que ofrece, a sus cuantiosas referencias cinematográficas, al cinismo de las protagonistas y a la enfermiza (pero divertida) complicidad que se construye entre ellas y el espectador.

Repulsiva. Ofensiva. Morbosa y grotesca. La lista de calificativos es grande y todos tienen espacio en la descripción del largometraje objeto de esta crítica. Me permito añadir dos adjetivos más: reflexiva e inteligente. ¡Corte!

Matria: la perra sangre que edificó un país

por ÓSCAR PALOMARES

La novela autobiográfica Canción de Tumba, de Julián Herbert, aborda –entre otras cosas- la vida de su madre: ella fue prostituta y padecía leucemia. Parte de la obra fue escrita al lado de la cama de hospital donde la Condenada Maldita –como la llamaba Juana, abuela del autor- moría a diario mientras odiaba el hecho que su hijo, al único a quien gritó “tú ya no eres mi hijo, cabrón, no eres para mí más que un perro rabioso” fuera el responsable de cuidarla. En alguna entrevista Julián comentó que tardó más de dos años en escribirla y no por una cuestión moral ni por conflictos emocionales, simplemente, no encontraba el tratamiento que debía dar al lenguaje. Ganó el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska en 2012.

La desacralización de la figura divina, en cualquiera de las formas que se le presente al creador, al artista, es quizá la gestación más honesta del arte, no la mejor, la más honesta, pues el tránsito que va desde una vena abierta y punzante hacia aquello que aspira a convertirse en un objeto de apreciación es tan doloroso que puede abrir zanjas en el lomo más fuerte.

Matria –juego de palabras entre madre y patria, supongo- que al parecer pretendía mostrar la participación de una persona en la construcción de un país posrevolucionario se inserta en esa dolorosa tradición de forma involuntaria: nos narra la vida de Antolín Jiménez, hombre que de Dorado de Villa pasa a ser miembro fundador del Partido Nacional Revolucionario, diputado, editor y charro, lo anterior mientras de a poco se va descubriendo una historia de ignominia para la familia del realizador. A partir de entonces nos muestra, sin piedad, la llaga aún viva y sangrante de su madre que intenta a toda costa salvaguardar la memoria inmaculada del otrora revolucionario; también la indiferencia de los hijos varones que sencillamente han decidido no odiar, pero tampoco reconciliarse con el padre.

Fernando Llanos, director, se sorprende al encontrar esa veta fértil en su historia y no lo oculta. Los sentimientos mostrados al charlar por primera vez vía telefónica con una sobrina de la primera familia de su abuelo son más intensos que aquellos que podemos percibir cuando escucha –también por teléfono- el llanto suplicante de su madre pidiéndole dejar en paz a los muertos. Ese enfrentarse con la figura materna, con la carga histórica personal, ese bajar del pedestal la figura divina que para ella representa Antolín, humanizarla, exponerla, golpearla donde duele hasta descubrir sus pies de barro en aras de una historia, no sé cuántos seríamos capaces de hacerlo sin que se nos secara la mano.

Matria, como se dijo, ofrece una historia previa, lamentable y triste por ser real: la bola de billar es la prolongación del movimiento de la mano del jugador. Kundera plantea que las consecuencias, por caóticas e inesperadas que puedan parecer o ser, tienen un mismo origen, pues al igual que en una partida de billar, en la vida, el primer movimiento determinará el rumbo completo del juego. En base a lo anterior la construcción de un país y la forma en que opera su realidad actual no es inescudriñable ni mística: habrá que tener buena vista y mirar cincuenta años atrás, setenta años atrás, cien años atrás y preguntarse, quién ganó el lagging y qué bolas golpeó en su primer intento. Antolín Jiménez fue uno de tantos jugadores de aquella mítica partida: sobreviviente de la Revolución Mexicana, quedó como tantos miles: huérfanos de ideales: rodando hacia algo nebuloso y lejano llamado institucionalidad.

De forma involuntaria o quizá voluntaria, pero sin imaginar los alcances que tendría, ayudó a la construcción de lo contemporáneo. Nuestras bases son las fincadas por él y los miles de hijos del movimiento que esperaban ser recompensados por el sistema, y el premio llegó para algunos: que la Revolución me haga justicia fue el eufemismo empleado para la corrupción, el compadrazgo y el abuso. La partida se corrió con ese efecto, y qué puede sorprendernos pues de tal curvatura o destino si antes como ahora los favores o el poder se ganaron con plomazos o billetazos, palabras que al final tienen la misma resonancia, una que viene rompiendo el aire desde que el primer jugador tomo el taco y apuntó su tiro.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Filosofía Natural del Amor: ¿Qué es el amor?

texto DENIS RICALDAY

¿Cómo es el amor? es una pregunta que difícilmente planteamos, no hay respuesta satisfactoria ante esta cuestión que pareciera sumamente complicada, y es que en el amor y en la vida todo es cuestión de filosofía.

Filosofía natural del amor es una película de Sebastián Hiriart que trata de un tema universal desde una perspectiva socio cultural actual. Es una obra que invita a la reflexión crítica en torno al sentimiento de amor como un ámbito meramente sexual. Esto la hace sumamente estimulante. El montaje proyecta situaciones no lineales que plantean de manera ágil y encuadra los extremos de las relaciones humanas: amores ocultos, rencores, doble moral y “visiones amorosas” de la época que nos acontece.

Se manifiesta al amor como capricho de algunos días, una relación ligera, sentimientos que no se acompañan de aprecio, se le expone como costumbre fría, como un gusto que le sigue un rápido y exagerado disgusto, como un arranque a la ceguera de la razón. ¿Será que Hiriat pretendió manejar al amor como algo conductual y no como un valor universal? La cinta se apoya con imágenes de insectos en pleno coito. Destacan escenas de la mantis religiosa y su “canibalismo erótico” para justificar el trasfondo: el humano como un ser meramente instintivo y no consiente. Ante este planteamiento, algunas escenas son oscuras y otras tantas muy obvias.

Hiriart trabaja con tres elementos evidentes: las cuatro situaciones de parejas narradas simultáneamente, historias que por sí solas no funcionarían pero que en conjunto le da al largometraje un resultado oportuno. Las entrevistas a parejas “reales” exponiendo su relación y destacando conductas de dependencia y manipulación emocional y las grabaciones de insectos copulando.

El director presenta una película en la que acertadamente vemos al amor como una imperfección pero en la que las conductas llegan a transgredir a la moral. La historia del hombre que se enamora de la niña, como ejemplo equivocado de un amor triunfante que pasa por alto cualquier prejuicio. En el aspecto socio-cultural, el largometraje resulta preciso. La tensión se incrementa conforme avanza la proyección y sus diversos desenlaces no son decepcionantes, si no que le resultan al espectador bastante complacientes, de ahí que el proyecto cumpla con las expectativas.

Hablar y escribir respecto al amor es difícil, a pesar que todos hemos llegado a experimentarlo de alguna manera. Sin embargo, Hiriart falla en el alcance que pretende darle a la película saturando con historias independientes donde solo una de ellas resulta “triunfante” y cae en lo promiscuo.

El amor no ha sido siempre el mismo: las costumbres, la cultura, el tiempo, lo han matizado y han hecho que cambie de rostro. Sin embargo, y ante cualquier hipótesis o argumento, el amor como sentimiento no duele, no destruye… no falla. ¿De dónde viene nuestra idea moderna del amor como una pasión trágica?

miércoles, 23 de septiembre de 2015

La Danza del Hipocampo: un abundante collage emocional

por BÁRBARA GÓMEZ

Arrecifes de coral que entretejen remembranzas , vetustas y bien seleccionadas cintas pertenecientes a un “yo” asiduo a la recolección de datos familiares y algunos viajes en el tiempo a través de una retórica personal que intenta sumergirnos en el recuerdo de Gabriela Domínguez Ruvalcaba.

La danza del hipocampo es un ejercicio íntimo y circular que nos comparte un proceso catártico de entendimiento detallado de las misteriosas formas en que actúa la memoria. Para lograrlo Domínguez Ruvalcaba recurre a una serie de metáforas que se encargan de comparar el antes y el después, dejando ver lo oscilatorio de la vida.

Estas imágenes se acompañan de una voz que resalta la melancolía familiar y quizá nos aleje de lo que podría ser un recorrido poético. La narrativa se extiende en apreciaciones personales que intentan generar empatía en el receptor, buen recurso siempre y cuando se cumpla.

La película plantea diversos cuestionamientos no resueltos que tienen que ver con la relatividad tiempo – espacio en función del individuo y su recuerdo , el cine y la fotografía como mágicas herramientas que pueden usar la memoria para poderse autoconstruir sin importar o no la supuesta objetividad de una “realidad vivida” a una registrada . Estos planteamientos sumados a un abundante collage emocional que Gabriela ha ido atesorando, anhelan hacernos danzar al ritmo de su hipocampo pero tanto fue el ensimismamiento que olvidó que no todos danzamos al mismo compás.

martes, 22 de septiembre de 2015

Made in Bangkok: el viaje a ninguna parte

texto ANDREI MALDONADO

En muchas ocasiones los documentales nos muestran realidades ocultas, en otras las verdades que no queremos ver. En ese sentido las historias parecen ser contadas por un ojo entrometido que, a diferencia de la ficción, no es el de un dios todopoderoso, sino más bien la de un invitado incómodo, el primo raro que lleva su cámara a todas partes.

En ese sentido Made in Bangkok cumple, mas no encanta. El trabajo de Flavio Florencio deja ver un discurso que busca estar por encima de la técnica, el fondo sobre la forma. Una especie de suprarrealismo que no llega por gestarse y termina por ser simplemente un diario de viaje extendido a manera de película. Una especie de registro familiar proyectado en la pantalla grande.

Es un hecho que no todo es desacertado en esta película. Finalmente el director consigue, a través del proceso de reasignación de sexo al que se somete la protagonista, atrapar al espectador en una realidad que bien podría estar pasando alrededor suyo, pero que no ve o se niega a hacerlo. Bangkok podría ser la esquina de la próxima calle. Morgana podría ser cualquier habitante de la ciudad.

Pero más allá de la emorganamiento que puede provocar la simpática situación -pues a pesar de todo se llega a olvidar que hablamos de un procedimiento quirúrgico realmente invasivo- y que el largometraje cumple con un discurso contemporáneo, la forma se aleja mucho del lenguaje cinematográfico, abriendo la posibilidad de que cualquier viaje a la playa encuentre su propia trascendencia. Al final la Morgana del mundo real termina siendo más que la hecha en Bangkok.

Los Muertos: ¡Hay casa sola!

texto ARTURO PERALES

Retratar las diversiones de las clases altas de México se está volviendo tema recurrente con los nuevos cineastas, tal es el caso del largometraje del director Santiago Mohar. Una vez más las cámaras de cine se cuelan a una fiesta a la cual nunca se les invito, para contar de forma gradual la noches de un grupo de ninis sin con mucho dinero para gastar de sus padres.

Los muertos es el título de esta película que parte desde los ataúdes de metal a vuelta de rueda y esquivando retenes por una ciudad de México que para ellos es agobiante. Estos chicos se dirigen a una fiesta que para mal de muchos se prolonga toda la noche, estos anti-caifanes mimados se pasan emborrachándose y quejándose entre risas sobre lo difícil que es vivir en un país como México. Poco a poco y como lo es en todas las fiestas las relaciones de amistad se van desnudando: la novia celosa y resentida, el hermano incestuoso, el junior dueño de la casa que se folla a quien quiere, en fin, todos y nadie.

La película como patadas de ahogado va tomando elementos para recrearnos un detallado retrato de este verdadero laberinto de la superficialidad en la que están atrapadas las generaciones actuales recicladoras de cultura pop. Sin un movimiento musical importante que identifique estas décadas, y sin Fuentes ni Paz para reprenderlos, estos jóvenes víctimas de los smartphones hacen de cada noche una borrachera estúpida, monótona y sin sentido: licuados de comida, esculturas con muebles apilados y juegos con armas peligrosas.. ¿Pero? ¿Qué tan peligrosa resulta un arma cuando se está muerto?

Uno se queda en la película como el chico que ya se quiere largar de la fiesta pero no consigue taxi ni hay quien lo lleve. Por fin, algo muy sorpresivo aparece en pantalla pero el sopor en que nos deja “los muertos” no nos permite ya asimilarlo. Muchos amigos cineastas me han dicho que el cine no tiene por que entregarte siempre un mensaje, metáfora, un momento agradable o desagradable, sin embargo, es bueno saber el motivo por las cuales la cosas se hacen, si no, siempre publicaras al siguiente día desde tu móvil “que fiesta tan chafa”.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Asteroide: el fino arte de la confrontación

por JHONATAN JUÁREZ

Una de las concepciones ideológicas que decidió llevar a la pantalla Luis Buñuel mientras viajaba a México, fue el cómo la sociedad en nuestro país creía, o cree hasta la fecha, que existe un tipo de “perdón social” tras un exilio. Mostrándonos en “el rio y la muerte” un drama entre familias rivales que, de manera sistemática, buscan eliminarse la una a la otra., Sin existir una razón para continuar realizando dichas acciones. Pero, en pro de salvaguardar el honor de la familia, la lucha debe seguir.

Dejando la responsabilidad de los muertos a su descendencia, sin saber éstos a ciencia cierta cuales fueron sus pecados, o mejor descrito, los motivos que les obligan a continuar con tal afrenta.

Con un hecho parecido en el argumento que Marcelo Tobar utiliza en “Asteroide”. Crítica social en la que el Director, con un montaje basado meramente en planos cerrados sobre los personajes, nos muestra como el sufrimiento; la angustia y los deseos de suprimir la posibilidad misma de sentir algo, coexisten y coartan la “vida” en sus personajes.

Logrando para bien un ritmo lento y voyerista en el que, conforme los hechos obligan a sus protagonistas, descubrimos como las cosas no están afuera, sino adentro, como lo muestran sus encuadres que descubren, o no, a Cristina, la joven cosmopolita; hedonista y hermana de Mauricio, cuyos padres obligaron a salir de la ciudad que la vio nacer en pos de su bienestar, pero olvidando que “lo peor de la situación” como bien maneja el guión, siempre viajaría con ella.

Dejando entre líneas la metáfora del choque del asteroide, y la forma en que de manera subjetiva, se deberían abordar los problemas. No obstante, que se le puede pedir a un asteroide, que a final de cuentas es una roca.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Una nueva catedral para el cine mexicano

texto ERIC EDUARTE VILLA
fotografía ROBERTO CÁRDENAS


Fue un abril de 2009 cuando en Durango nacía el Festival de Cine Mexicano. Empezó aquel certamen como una promesa para posicionar a Durango nuevamente en el mapa cinematográfico como lo había sido durante la época en que John Wayne le mostraba al mundo ese cielo azul del Viejo Oeste, de esa ciudad que vio nacer a grandes estrellas del séptimo arte como Dolores del Rio, Andrea Palma, Julio Bracho, Ramón Novarro, Silvestre y José Revueltas, entre otros. Aquella primavera de hace siete años Durango volvía a encender el proyector no para ver una película gloriosa de vaqueros, sino para darle apertura y oportunidad al cine nacional.

Este año la séptima edición cumplió con las expectativas esperadas. Los jóvenes que habían estado presentes en las más recientes versiones del certamen no escondieron su ánimo por el arranque de la fiesta cinematográfica. Entonces llegó el día esperado, el 10 de junio, y la inauguración fue un desfile de flashes de cámaras y cinéfilos que buscaban llevarse un recuerdo a casa con la presencia de la actriz Martha Higareda y de los actores Luis Felipe Tovar y Rafael Inclán. La fiesta apenas comenzaba. Los días siguientes se enfocaron a las exhibiciones de las producciones en competencia, tanto en largometraje, cortometraje nacional, así como la selección “Hecho en Durango”.


Los talleres de capacitación también tuvieron una gran convocatoria, llevándose así la preparación para las áreas de actuación, guión, crítica y producción. La maestría de los talleres corrieron a cargo de la actriz Mónica del Carmen en el taller de actuación cinematográfica, la enseñanza para llevar una idea a la pantalla fue obra de la guionista Sofía Gómez Córdova, quien también fungió como delegada del Jurado Joven; la responsabilidad de llevar a los jóvenes a una mejor apreciación del cine a través de la crítica fue de Erik Estrada y el taller “¿Cómo hacer cine con bajo presupuesto?” fue impartido por el director guatemalteco Julio Hernández Cordón.

El festival no podía dejar de realizar un homenaje a uno de los directores de cine más grandes de la post-época de oro del cine mexicano, el director aragonés Luis Buñuel, que este 2015 cumple 115 años de natalicio. En la representación de este homenaje viajó desde Calanda, España (misma ciudad donde nació Buñuel) el director de cine y promotor cultural Javier Espada, siendo actualmente director y fundador del Centro Buñuel de Calanda. Su presencia no solo abarcó una charla sobre el cine que realizó Buñuel, también fungió como Jurado Mayor del festival junto a Mónica del Carmen, Julio Hernández Cordón y el director ganador del Festival en 2014 Ricardo Silva.


Pero Buñuel tenía algo más que ofrecer a este festival y fue que entre todos los premios ya previstos para las cintas en competencia la esencia del director aragonés, bajo la influencia carismática de Javier, invitó y provocó la incursión de un nuevo premio para el Festival, el premio Casa Calanda, que galardonó a una de las películas de la selección oficial. Sobre el cierre del festival se dio la charla con los directores de cada uno de los largometrajes y cortometrajes nacionales, compartiendo sus visiones con los asistentes, consiguiéndose así una comunicación entre creador y espectador.

Llegada la tarde del 14 de junio las nostalgias aparecían entre los participantes y cinéfilos, pues se despedía una edición más del Festival de Cine Mexicano. Sólo quedaba ver partir la fiesta con la premiación de las películas, donde estuvo mayormente concentrada la expectación del público. Y fue el Javier Espada quien se encargó de clausurar el festival presentando su documental Tras Nazarín, una obra que se quedará para la posteridad, un trabajo bien realizado que reúne grandes directores de cine, músicos y demás artistas sobresalientes tanto de España y México, un material histórico sobre lo que fue la cinta Nazarín de Luis Buñuel.


A la hora de los premios colegas, amigos y realizadores enfrentaban este festival con sus propuestas cinematográficas, que desde la función de presentación de los cortometrajes duranguenses mostró un lleno total para apoyar a estos jóvenes que demostraron gran ímpetu por sobresalir en el mundo del séptimo arte y sólo uno de ellos se llevaría la gloria de este año, misma que fue para la joven Pamela Velázquez, que con Ni aquí, ni allá se proclamó ganadora, mientras que Come and see, realizado por el cineasta y teatrista José Ángel Soto Favela, recibió una mención honorífica.

Fue Artemio Narro quien conquistó la noche al llevarse el premio a la mejor película del festival con su cinta Me quedó Contigo. El Jurado Joven, integrado por jóvenes de la localidad, tras una reñida deliberación otorgó el premio a Filosofía natural del amor de Sebastián Hiriart. El premio Casa Calanda se lo llevó el documental Matria de Fernando Llanos y el público se dejó encantar por el documental Made in Bangkok del director Flavio Florencio, quien recibió también una mención honorífica del jurado. Así terminaron cinco días de fiesta, que con tantas actividades, cada uno de ellos se hizo largo, lleno de cine aquí y allá. Ahora sólo resta contar los días para la octava edición en 2016.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Gracias Spielberg

texto por JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ

Soy de los que tienen la idea de que no hay que esperar a que alguien muera para poder hacerle un tributo, un homenaje o simplemente agradecerle, y si alguien en estos días merece nuestro agradecimiento (porque creo que muchos le debemos algo a este gran hombre), ese sin duda es Steven Spielberg. Y es que si alguien nos mencionara una patineta voladora, un DeLorian que vuela y viaja en el tiempo o un alien enternecedor que viene a robarnos el corazón sin duda alguna todos pensaríamos en Spielberg.

Nacido en Cincinnati, Ohio, desde muy pequeño tuvo un amor muy arraigado, más que por el cine, por estar detrás de una cámara. A los 13 años filmó su primera película la cual le valió una medalla de su brigada (como amateur y para su tropa de Scouts). Años después a los 16 años filmó el que sería su primer largometraje como tal, independiente, el cual fue exhibido en el cine de su localidad (en ese entonces vivía en Scottsdale, Arizona) y con un presupuesto de 500 dólares. Sólo consiguió un dólar de ganancia.

Pero en esta ocasión no les haré una biografía de dos tomos como tal del director, les conté esta etapa de su vida porque pareciera que es la que más lo influencia, la infancia. Muchas de las historias de la Segunda Guerra Mundial que años después filmaría nacieron a raíz de las historias que le contaba su padre. Hace unos días fui a ver Jurassic World y la verdad no pude evitar remontarme a todos los momentos que vi las películas de Spielberg, que me hicieron vivir mejor mi infancia con todas sus historias

Si bien Wes Anderson y su cine para niños (comentario que hago como un halago y no como un despectivo y del cual me gustaría hablarles más adelante) se cuenta aparte, también podemos ver en el largo recorrido por la cinematografía de Spielberg un gran amor de este por las películas que van destinadas para el público infantil (amor que también se ve palpable en otro gran director que ha llamado a su cine como venganza por todos aquellos que no querían jugar con él de niño: Tim Burton)

Jaws, Indiana Jones, Back To The Future, The Goonies, Jurassic Park, E.T. El Extraterrestre y más recientes Súper 8 y Las Aventuras de Tintín; son películas que sin duda ya las llevamos dentro. Puede o no gustarnos mucho el cine que hace Spielberg (un cine sin duda muy comercial, no por nada lo llaman “El rey Midas de Hollywood”) incluso puede que lo consideremos o no entre los mejores cineastas de todos los tiempos, pero todos, sin excepción alguna, recordaremos al menos una película del grande Steven.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Magnolia: poesía de la cotidianidad

texto por JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ

La poesía no sólo es amor, también es cruel; es amarga como la hiel. La poesía es la vida misma. "Tengo tanto amor para dar y no sé dónde ponerlo", "Puede que nosotros hayamos acabado con el pasado, pero el pasado no ha acabado con nosotros" y "Esta es la parte de la película en la que tú me ayudas", sólo son algunas frases que te enredan en esta película.

Magnolia es un poema a la cotidianidad, a lo que puede pasar y a lo que no puede pasar; a lo que parece que es real, pero no lo es, y a lo que parece que no es real, pero que sin duda lo es. A la rara realidad de cómo pueden ser entrelazadas tantas almas sin siquiera estarlo o sin ellos saberlo. Es una historia que sin una trama o clímax. Tiene tanto en sí y tanto poder ¿La vida es corta? ¿Hay amor en ella? ¿Vale la pena luchar? ¿Sirve de algo este mundo? Muchas preguntas se plantean, pocas tienen respuestas.

Con esta película Paul Thomas Anderson logra crear su primera gran película completa. Si bien con Sydney y Boggie Nights había demostrado que sabía trabajar, y trabajar muy bien detrás de una cámara y detrás de la maquina de escribir, no es hasta con Magnolia que le muestra al mundo que tiene en verdad “madera” para crear historias que involucren tanta complejidad y a tantos personajes como para no abandonar a ninguno y hacerlos a todos brillar desde sus dramáticas y trágicas historias.

Como un niño que rapea frente a un policía para darle el testimonio de quien crea los disturbios en su barrio y que días después salva la vida de una mujer desesperada que pretende suicidarse agobiada de su vida llena de pecados. Los diálogos hacen que esta película aparezca en tu día a día, reproduciendo en tu cabeza lo que tú harías si la vida fuera una película, pero no lo es, así como las historias de los personajes de esta película no sólo vienen de una película.

Con una compleja actuación de todo el elenco que pareciera no les sobrara ni les faltara nada, pues les crees todo como si fuera su propia historia, tienen toda la realidad y la verosimilitud que la ficción les puede permitir. Tom Cruise nos regala una de sus actuaciones más emotivas en la escena en que le llora a su padre mientras no le quiere llorar, John C. Reilly nos muestra el gran actor que puede llegar a ser, y un joven pero perfecto Phillip Seymour Hoffman nos empezaba a enseñar en el monstruo de actor en que se iba a convertir.

Magnolia es una película para entender la escuela, los principios y lo que era P.T. Anderson antes de explorar su lado oscuro con Petróleo Sangriento y El Maestro y que ahora regresa con Vicio Propio. Además es la película con la que los críticos lo adoptan como uno de sus favoritos de aquella nueva generación de directores que venían a reinventar la industria del cine junto con Tarantino, Jonze, Linklater y más, que lo hace acreedor a la nominación al Oscar por mejor guión original y un Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín.

Una película con la que te sentirás identificado porque la vida misma siempre se verá reflejada en el cine, ese cine que siempre se nos hará tan cautivante. Si bien todos buscamos historias que nos transporten a otros mundos o a otras realidades que la humanidad no comprende, siempre nos vamos a sentir más emocionados, más motivados y más identificados con las historias que nos permiten encontrarnos en la pantalla.

Editorial: Somos hijos del Festival

texto por ANDREI MALDONADO
fotografía DANIELA DEL PALACIO


¿Cómo olvidar el día en que Cinéfagos fue presentada a la luz pública? Fue un 4 de junio de 2013, justo un día antes de celebrarse la quinta edición del Festival del Nuevo Cine Mexicano. Ahí, compartiendo mesa con el realizador duranguense David Rodríguez Estrada y el coordinador del certamen Christian Sida Valenzuela, su servidor y mi compañero Eric Villa, con más dudas que respuestas, mostramos por vez primera aquellas incipientes páginas que soñaban con ser una revista.

Fue en esos días calurosos de verano donde Cinéfagos gozó de cubrir una premier, entrevistar a actores, directores y productores de calidad internacional y, sobre todo, saberse generadores de nuevo contenido, un contenido enfocado al séptimo arte, precisamente en la llamada “tierra del cine”. Pero no fue sino hasta vuelta de año, el 5 de junio de 2014, que el proyecto por fin parecía tener alas y desplegarlas con todo su esplendor en el sexto Festival.

Acompañados esta vez por el subdirector de la revista Cine Toma, Sergio Raúl López, del aclamado cineasta duranguense Juan Antonio de la Riva, y nuevamente de Christian Sida, el equipo editorial de Cinéfagos mostró la cara esta vez como un formato completamente digital, cuando se había iniciado como medio impreso. Y no solo eso, pudimos dar a conocer nuestro trabajo a nivel nacional gracias a la difusión hecha por el IMCINE.

Hoy, que la revista celebró más con trabajo que con fiesta su segundo año de vida durante la séptima edición de la fiesta del cine, es que nos damos cuenta de que más que echar las campanas al vuelo el trabajo recolectado nos obliga a entregar mejores productos. Sin embargo no está demás revivir la nostalgia sobre lo que ha dejado el Festival de Cine Mexicano a los duranguenses, como espectadores, críticos, realizadores y generadores de contenidos.

Porque sin duda alguna Durango ya no vive sólo de su nostalgia western, poco a poco despierta verdaderamente como la tierra del cine, y en gran parte se debe a que ya se tiene una fecha oficial donde se puede entrar en contacto con lo mejor, lo actual, del cine de nuestro país. Porque además de forjar audiencias se le está dando espacio a los jóvenes realizadores. Muchos crecerán como hijos del Festival, nosotros, uno de ellos.

martes, 15 de septiembre de 2015

Diente de León: música que vuela con el viento

por ANDREI MALDONADO
fotografía CORTESÍA


“Meciéndose estará, profeta de viento, diente de león en vuelo fugaz…”, así es como Diente de León se presenta, como una propuesta que hace volar sus canciones, canciones que hablan de amor, del encuentro con la naturaleza, de la asimilación de lo humano como entorno etéreo y, al mismo tiempo, una divinidad terrenal palpable.

Bastet Uribe, Shak Hamden, Guelas, Fer Martínez y Monostereo conforman esta nueva propuesta, la cual por primera vez estará en Durango. Al respecto Monostereo platicó con Cinéfagos acerca de su historia, sus expectativas y proyectos a futuro como banda.

¿Por qué el nombre de “Diente de león”?
Porque queremos hacer que nuestras ideas y sentimientos vuelen con nuestras canciones y lleguen a tantas personas como sea posible, como el vuelo de un diente de león.

¿De dónde surge la idea de hacer una banda?
Yo he trabajado con todos los integrantes en proyectos separados, todos traemos una trayectoria atrás, entonces de pronto hubo el deseo de hacer algo nuevo fusionando cada uno de nuestros estilos.

¿Bajo qué genero se definen?
No nos gusta etiquetarnos, dejamos que la gente nos defina. Traemos influencias del rock, el pop y otros géneros. Queremos hacer una fusión que a cualquier público le agrade.

¿Qué bandas o artistas los influyen?
A nosotros nos agrada mucho el rock latino, el rock en español. Nos influye bastante el trabajo de Santa Sabina de la fallecida Rita Guerrero. La verdad es que la diferencia de edad entre los integrantes nos ha llevado a escuchar distintas propuestas, tener contacto con diferentes grupos y eso nos ha nutrido mucho. Bastet, por ejemplo, ha tenido mucho acercamiento con el rock gótico, Shak tocaba con Maná y Rostros Ocultos. Guelas ha trabajado en proyectos de jazz, Fer admira mucho a Cerati, en fin, tenemos esa virtud.

¿De qué hablan sus canciones?
Nos gusta dar mensajes dependiendo de la canción. En nuestro sencillo “Diente de león” hablamos de la naturaleza, de reencontrarse consigo mismo y fusionarse con el medio ambiente. “El compás de ser” es un manual de vida y otras canciones hablan del amor porque ¿quién no le ha cantado al amor?

¿Qué los inspira?
Las ganas de hacer música entre amigos, de compartir nuestras canciones con más gente, pues la música es felicidad.

¿Cuál creen que es el momento que atraviesa la escena musical en el país?
Siendo sinceros estamos sorprendidos por el despertar y el renacer que han tenido las propuestas musicales en el país. En la década de los 90´s y principios de los 2000´s se generaron buenas propuestas pero por diversos aspectos se rompió esta inercia que ahora vuelve, recuperando las raíces y convirtiendo a México en un semillero de grandes bandas y artistas.

¿Cómo es desarrollarse en una ciudad con gran demanda de nuevos grupos como lo es Guadalajara?
Es muy padre, hay gente de otros estados que viene a trabajar aquí. De Durango por acá está Pitt Moreno y Rul de Siddhartha con los que nos llevamos muy bien. El público de Guadalajara es muy exigente y hay mucha competencia, eso te obliga siempre ha innovar, mejorar y contribuir que haya mucho movimiento.

¿Qué proyectos tienen en puerta?
Nos acaban de invitar al Festival Cervantino y estamos en pláticas para tocar en las Fiestas de Octubre aquí en Guadalajara y acompañando a Pitt Moreno en algunas de sus presentaciones.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Martha Higareda: una diva moderna

texto por CINÉFAGOS
fotografía por ROBERTO CÁRDENAS


No todos los días tienes la oportunidad de charlar con Martha Higareda, en el marco del séptimo Festival de Cine Mexicano de Durango en Cinéfagos no podíamos perder la oportunidad. Esto fue lo que nos dijo.

¿Qué es para ti el cine mexicano?
Es nuestro cine, nuestro cine en español, con nuestras historias y con nuestro corazón.

¿Qué tipo de historias te gusta escribir?
A mí me gusta escribir historias que sean muy positivas, pero me gusta todo tipo de cine.

¿Por qué se está dando un ‘boom’ en el cine mexicano?
Lo que pasa es que cada vez estamos haciendo un cine más universal, con historias que pudieron ocurrir aquí o en cualquier parte del mundo, además tienen mucho corazón. En la medida que hagamos películas de gran calidad como Hollywood mejor habrá respuesta del público y más mexicanos estarán consumiendo cine en su propio idioma.

¿Hay respuesta de las distribuidoras?
Sí, cada vez más, quizá la más interesada en esto ha sido Videocine. Creo que gran parte está en los productores, en que seamos capaces de entregar películas de calidad.

¿Cómo permea el cine a la economía?
En el turismo. Siempre que una película viaja la gente se pregunta ´¿Dónde es?, quiero ir’ y es eso, un fuerte aliado del turismo.

¿Todavía es complicado el proceso de producción?
Vender la historia, esa es la parte difícil, pues como no tienes nada filmado debes convencer con palabras a los productores. Después es encontrar una distribuidora. El reto de verdad es hacer una buena película, pues el espectador te dará un cachito de su tiempo y no puedes fallarle. Creo que todos trabajamos para eso, aunque no siempre nos salga bien.

¿Qué opinas del Festival de Cine Mexicano?
Me encanta que esté dedicado plenamente al cine mexicano, al nuevo cine mexicano, y que se apoyen a los jóvenes que hacen cine en Durango.

¿Vendrías a trabajar con alguna película a Durango?
Nunca había venido y me encantó. Aquí se han filmado muchísimas películas y claro, me gustaría mucho. Estoy muy agradecida de que me hayan invitado.

Semana del cine mexicano en Durango

texto y fotografía por ERIC EDUARTE VILLA

Las nostalgias del Festival de Cine Mexicano aún no se lograban digerir cuando ya se inauguraba la Semana del Cine Mexicano, que proyectó películas de años anteriores y que hasta la fecha no han podido ser distribuidas pero que gracias a estas exhibiciones tienen oportunidad de ser mostradas una vez más.

La Semana de Cine Mexicano se inauguró con la proyección de la película Villa: Itinerario de una pasión, co-dirigida por Juan Andrés Bueno y Lourdes Deschamps, siendo la directora quien se dio cita para dar el banderazo acompañada por parte del elenco de la película, entre ellos Alejandro Navarrete, Verónica Jaspeado y Nubia Martí.

La efervescencia que dejó el festival aún se proyectaba durante esta muestra, a la que le acompañaron clases magistrales y talleres, enfocados a la formación de los quehaceres cinematográficos, siendo el primero de ellos el denominado “De la idea a la pantalla” impartida por Lucia Carreras, que exhibió dentro de programación su película Nos vemos papá.

La segunda clase magistral fue con el tema “Narrativa documental” impartida por la también directora de cine Itzel Martínez del Cañizo, quien también tuvo participación dentro de la exhibición de largometrajes con su película El hogar al revés; además el taller de guión fue impartido por el guionista y productor mexicano Edgar San Juan.

Los directores de las películas compartieron con los asistentes sus experiencias y mantuvieron una charla después de cada función. Una exposición de carteles de cine mexicano y proyección de cortometrajes completaron un cierre de la cinematografía mexicana en una segunda vuelta tras la conclusión de un gran festival, teniendo como sede al prestigioso Centro Revueltas (CORE).

Dentro de la Semana de Cine Mexicano se tuvo también la proyección de la cinta “Érase una vez en Durango”, del cineasta duranguense Juan Antonio de la Riva, película que había sido estrenada durante la tercera edición del Festival de Cine Mexicano en 2011, al igual que Itinerario de una Pasión, que tuvo su estreno en la quinta edición del certamen en 2013. Ambas cintas fueron filmadas en Durango.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Continúa la muestra de Paloma Itinerante

por CINÉFAGOS

Con el fin de contribuir al quehacer cinematográfico y difundir la creación de los jóvenes realizadores duranguenses PALOMA ITINERANTE no solo exhibe los cortometrajes más galardonados de la naciente filmografía duranguense, sino que también permite generar nuevas audiencias, conocer más de cómo se realiza el cine en formato cortometraje, los conceptos básicos del lenguaje cinematográfico y cómo difundir a través de festivales nacionales e internacionales.

En su tercera edición PALOMA ITINERANTE integra además cortometrajes de no tan reciente producción que, sin embargo, son indispensables para construir nuevas audiencias entendiendo el contexto histórico que nos rodea.

El programa de Paloma Itinerante 2015 incluirá los cortometrajes: “Polvo Vencedor del Sol” de Juan Antonio de la Riva; “Metástasis” de David Rodríguez Estrada; “Dancing with the dolphin” de Andrei Maldonado y Eric Villa; “Waterroom” de Andrei Maldonado; “Amelia para siempre” de Deniss Barreto y “Entre recuerdos y el olvido” de Eduardo Torres Mireles.

La muestra comenzó el 3 de septiembre en el Museo de Historia y Arte El Palacio de los Gurza y continuará el 9 de septiembre en el Museo Regional de la UJED a las 19:00 horas y seguirá en el Cineclub Korova a partir del 12 y hasta el 30 del mismo mes.

Paloma Itinerante 2015 llegó al Palacio de los Gurza

con información del ICED

Con el objetivo de fortalecer la vocación fílmica y el gusto por las producciones de realizadores locales, y con el apoyo del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED), llegó la tercera edición de Paloma Itinerante, programa que ofreció representativos y premiados cortometrajes de directores duranguenses en las instalaciones del Museo de Historia y Arte El Palacio de los Gurza, la tarde del jueves.

La selección de Paloma Itinerante exhibió trabajos para adolescentes y adultos, que los ubicaron dentro del contexto histórico en el que se encuentra la población, con los cortometrajes Polvo Vencedor del Sol, de Juan Antonio de la Riva; Metástasis, de David Rodríguez Estrada; Dancing whti the dolphin, de Andrei Maldonado y Eric Villa; Waterroom, de Andrei Maldonado; Amelia para siempre, de Deniss Barreto y Entre recuerdos y el olvido, de Eduardo Torres Mireles.