martes, 22 de septiembre de 2015

Los Muertos: ¡Hay casa sola!

texto ARTURO PERALES

Retratar las diversiones de las clases altas de México se está volviendo tema recurrente con los nuevos cineastas, tal es el caso del largometraje del director Santiago Mohar. Una vez más las cámaras de cine se cuelan a una fiesta a la cual nunca se les invito, para contar de forma gradual la noches de un grupo de ninis sin con mucho dinero para gastar de sus padres.

Los muertos es el título de esta película que parte desde los ataúdes de metal a vuelta de rueda y esquivando retenes por una ciudad de México que para ellos es agobiante. Estos chicos se dirigen a una fiesta que para mal de muchos se prolonga toda la noche, estos anti-caifanes mimados se pasan emborrachándose y quejándose entre risas sobre lo difícil que es vivir en un país como México. Poco a poco y como lo es en todas las fiestas las relaciones de amistad se van desnudando: la novia celosa y resentida, el hermano incestuoso, el junior dueño de la casa que se folla a quien quiere, en fin, todos y nadie.

La película como patadas de ahogado va tomando elementos para recrearnos un detallado retrato de este verdadero laberinto de la superficialidad en la que están atrapadas las generaciones actuales recicladoras de cultura pop. Sin un movimiento musical importante que identifique estas décadas, y sin Fuentes ni Paz para reprenderlos, estos jóvenes víctimas de los smartphones hacen de cada noche una borrachera estúpida, monótona y sin sentido: licuados de comida, esculturas con muebles apilados y juegos con armas peligrosas.. ¿Pero? ¿Qué tan peligrosa resulta un arma cuando se está muerto?

Uno se queda en la película como el chico que ya se quiere largar de la fiesta pero no consigue taxi ni hay quien lo lleve. Por fin, algo muy sorpresivo aparece en pantalla pero el sopor en que nos deja “los muertos” no nos permite ya asimilarlo. Muchos amigos cineastas me han dicho que el cine no tiene por que entregarte siempre un mensaje, metáfora, un momento agradable o desagradable, sin embargo, es bueno saber el motivo por las cuales la cosas se hacen, si no, siempre publicaras al siguiente día desde tu móvil “que fiesta tan chafa”.

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