por CINÉFAGOS
La duranguense radicada en Distrito Federal Deniss Barreto prepara el cortometraje "La nuca desnuda de Olivia", un proyecto para competir en festivales nacionales e internacionales, y que narra un fragmento del despertar sexual y amoroso de Perla, una chica adolescente un tanto solitaria que llega a conocer a su vecina Olivia, la chica a la cual ha admirado por mucho tiempo y por quien siente una ligera obsesión.
En el relato Perla es una chica a la cual le gusta la literatura y la poesía, es tímida y reservada, y espera con ansias a que algo maravilloso le suceda. Por otro lado Olivia es una chica extrovertida, coqueta, alegre y siempre dice y hace lo que quiere. De esta forma impulsa y ayuda a Perla a no tener miedo de descubrir y vivir cosas diferentes. Aunque con marcadas diferencias ambas descubrirán que persiguen las mismas cosas.
A decir de la propia realizadora lo que este cortometraje intenta es retratar el despertar sexual en la adolescencia y la admiración mutua entre mujeres. Una oda a la femineidad. Un relato del misterio, misticismo y sexualidad femenina. Un ensayo de belleza y obsesión. El reparto incluye a Danae Reynaud (Club Sándwich) y Andrea de la Torre, originaria también de Durango, además de que en el crew se incluye a otro duranguense, el realizador Luis Martin Gerardo.
Para financiar su trabajo Barreto ha elegido el crowdfunding, que es la participación de las personas por medio de donativos en la plataforma web Fondeadora.mx, por el cual con cada aporte viene una recompensa como material exclusivo y reconocimientos en los créditos del film. El fondo obtenido se utilizará para cubrir los gastos de producción y postproducción como renta de equipo de iluminación, arte, vestuario, maquillaje, locaciones, catering y sonido.
Deniss Barreto es artista visual por la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) y la Universidad de Murcia en España. Actualmente hace estudios multidisciplinarios en el Centro Nacional de las Artes. Su interés hacia las artes la ha hecho diversificar en su obra. Ha dirigido y participado en diversos proyectos cinematográficos y videoarte, así también como Directora de arte en diferentes producciones y con exposiciones de plástica en México y España.
martes, 28 de julio de 2015
miércoles, 15 de julio de 2015
Conociendo a Ricardo Benet
por SETH ÁLVAREZ
Conocí al director Ricardo Benet en el Festival Colima de Cine 2014, cuando presentaba su segundo Largometraje Nómadas. Hace poco, me puse en contacto con él para charlar un poco sobre sus inicios, su trabajo y sus futuros proyectos.
Mi estimado Benet, platícame un poquito cómo llegaste al cine.
Pues por contagio. Mi padre, ingeniero civil, se iba de avanzada con su maquinaria adonde había chamba. Para mi madre era más promisorio quedarnos con los abuelos en mi natal Cardel, Veracruz, y ya una vez establecido, lo alcanzáramos. A ella le encantaba el cine. Desde niña se escapaba a la carpa de los húngaros que llevaban unos inverosímiles programas dobles a los pueblos. Por ejemplo, una ranchera se complementaba con otra de Bergman. Mi madre y yo, desde que tenía los 3 años, esperábamos a mi padre en el Distrito Federal. Entonces, ahí, cargaba conmigo al cine París o al Paseo a ver películas europeas. Yo desde luego me dormía a los 10 minutos, pero aquellas primeras imágenes me contaminaron. El daño estaba hecho.
¿Entonces no viviste mucho tiempo en tu natal Veracruz?
Solo los tres primeros años de mi vida. Luego en el Distrito Federal y casi toda mi niñez en Navojoa, Sonora. Ahí mi padre trabajaba en diversas obras.
¿Y cómo fue que decidiste estudiar cine?
Pues fui un estudiante de cine tardío. Salí joven de prepa. A los diecisiete. Como la carrera de cine implicaba tiempo completo y yo tenía que trabajar, me decidí por el plan B: Arquitectura. Esta carrera las estudié en la UNAM. La ejercí bastante tiempo y cuando tenía ya veintiocho recuperé el viejo sueño del cine. Tras una temporada en Europa, regresé, hice el examen en el CCC y me quedé.
Aparte del CCC ¿estudiaste en otras escuelas?
Pues antes yo había comenzado como muchos cineastas, con la fotografía fija. En París había tomado algún curso. Desde niño era un gran cinéfilo y lector de todo asunto cinematográfico. Pero formalmente hasta la carrera en el CCC. Donde por cierto comencé como cinefotógrafo y luego me decidí por la dirección.
Tu opera prima, “Noticias Lejanas”, ganó muchísimos premios a nivel internacional. Platícame un poco de ese proyecto.
Pues estaba en una etapa muy frágil en mi vida. La carrera de cine se había alargado por razones presupuestales. Agrégale la construcción del nuevo Centro de las Artes y otras cosas. Entonces un día fui a ver un par de malas películas mexicanas. Entre la indignación y la ansiedad veo la nueva convocatoria -2003- para el proyecto Ópera Prima. Esta es una convocatoria para egresados del CCC que aspiran por un largometraje. Me senté y apuré -de entre muchos apuntes y correcciones que ya tenía- a escribir sin parar por tres semanas un guión que resultó en Noticias Lejanas.
Tras casi un año agotador de decisiones y de entre más o menos diecinueve proyectos, finalmente fue el ganador. Ya estábamos en octubre y se nos pedía, por cosas presupuestales, tener listo todo el rodaje antes de fin de año. Entonces nos apuramos. Filmamos tres semanas de noviembre en las altas llanuras de Puebla-Veracruz y una semana de diciembre en el Distrito Federal. Después, a esperar el 2004 para los dineros de post-producción. La película estuvo lista para estrenarse en marzo del 2005, en el Festival de Guadalajara.
Vaya que le fue muy bien, ya que recibió muchos premios, entre ellos 3 Arieles.
Sí. En Guadalajara comenzamos con 3 premios e invitaciones a una decena de festivales. Finalmente se fue a más de sesenta. Se vio y ganó más premios en el extranjero que acá.
Fantástico. Ahora, ¿Cómo es tu proceso para escribir una película?
Usualmente la imaginación y las ganas de filmar se me destapan con la literatura. Un buen libro me emociona y entro en un periodo de ansiedad creativa. Entonces recuerdo lugares, recorro paisajes y ciudades. Luego me viene una preocupación de vida: el desplazamiento, el encierro, la fragilidad del individuo. Entonces trato de armar una historia lo más aterrizada y lo más simple posible en anécdota. Pero sin soltar la preocupación filosófica. Un crítico apuntaba, a propósito de Noticias Lejanas, que "era una película potencialmente plagada de lugares comunes, que sin embargo inauguraba otra mirada".
¿Y qué es lo que más te apasiona, el guión o la dirección?
Ambos. Me gusta mucho la posibilidad de transformar mis preocupaciones éticas y filosóficas en historias e imágenes. Claro, si hay un texto o historia que coincida con mis obsesiones, también. Como en el caso de mi próximo guión y película -la tercera- que estará basada en un hecho real de los años ochenta. Por otro lado, la dirección me da la oportunidad de decirlo de la manera gráfica y estética que yo deseé. Me gusta ver la pantalla como un lienzo donde se puede explorar más allá de la anécdota; con paisajes, rostros, texturas, movimientos de cámara.
Bien. Háblame de Nómadas, tu segundo largometraje.
Fíjate que todo fue armándose de manera extraña. La historia surgió en 2005 cuando, invitado con Noticias Lejanas a Tribeca, vagaba en una tarde de domingo por una parte solitaria y abandonada de Nueva York. De pronto vi a un par de obvios inmigrantes ilegales. Deambulaban en su día libre en una ciudad que no era la suya, tratando de ser invisibles. Esa idea destapó la historia.
Interesante. Y ¿Cómo fue trabajar con Tenoch Huerta y Lucy Lui?
Inicialmente pensé en la relación de un treintañero con una mujer madura que evitara un encuentro convencional. Siempre quise a Susan Sarandon -de hecho el personaje conservó el nombre de Susan- pero fue imposible contactarla; llegar a ella. Con los dineros ya conseguidos y el tiempo encima, nuestros co-productores en California, que se encargaban de casting gringo, le pasaron el guión a Lucy Liu y la atrapó.
A la mañana siguiente pidió un encuentro y a los dos días estaba yo en Beverli Hills almorzando con ella. Claro, había que variar algunos mecanismos en el guión, ya que era mucho más joven que lo que el personaje suponía. Mientras, en D.F., seguía en la búsqueda del actor de treinta años. No tenía a nadie en mente. Mi idea era alguien con carácter; muy mexicano, de clase media, con personalidad. Una especie de Salvador Sánchez o Gómez Cruz a los treinta. Vi algunos de los actores más solicitados y alguien me habló de Tenoch, vi Sin Nombre y llegó al casting. Atrapaba la cámara, tenía esa intuición y carisma necesarios para el personaje. Y se quedó.
¿Cómo fue rodar en el extranjero?
Más arduo de lo que nos dicen o uno supone. A pesar de sus calcomanía de "I Love Filming in NY" al final todo te cuesta. Tienes que pedir permisos para todo. Ir al Actor's guild porque tu película, aunque sea barata y underground, tiene una estrella de Hollywood. Así que nos "robamos" muchas tomas. No teníamos recursos para cerrar la 5th Avenue (Risas), pero fue una experiencia maravillosa para todo el crew -todos mexicanos en los puestos principales-. En esos momentos había la huelga de guionistas en EU y nosotros, muy desfachatados, estábamos filmando por allá.
Que fantástica experiencia. ¿Y cómo le ha ido a la peli?
Bien. Se vendió a Cinépolis, que en 2013 le dio su circuito de arte. Se presentó en más o menos quince ciudades del país. Dos semanas al menos, en cada plaza y siete semanas en Cineteca Nacional. No es un blockbuster, vamos, pero ha encontrado su nicho. Le falta aún más promoción y venta internacional; luego la TV, donde en los canales adecuados capta muy buen público.
Muy bien. Hay que ver cine mexicano. ¿Y qué haces actualmente?
Primordialmente, estoy en la tarea de encontrar recursos para "Buscando a Rita" que será la nueva película que te comentaba. Es sobre una tarahumara que, en los años ochenta, anda en busca de su hijo. La mujer camina desde las Barrancas del Cobre hasta la frontera. No se sabe por meses de ella. De pronto aparece en Kansas City hurgando en la basura y al no entenderla -solo habla rarámuri- la dictaminan loca. La encierran en un psiquiátrico por trece años. Cuando un cambio de custodios trae a alguien cuyo abuelo era tarahumara, logra comunicarse con ella y convence a las autoridades que la mujer no está loca, sino pérdida.
Bueno, también ando en mi chamba cotidiana al frente del Departamento de Cine de la Universidad Veracruzana. Y por supuesto, en mi entrañable actividad que llevo algún tiempo desarrollando: llevar los talleres de cortometraje a el Totonacapan -al norte del estado- de donde han resultado ya veintiún cortos, algunos en lengua totonaca, con buenos resultados y varios premios.
Qué bueno. ¿Hay algún sitio donde se puedan ver?
Están por subirse a la red. Te adelanto aquí el link del único que ahora aparece -uno de los más exitosos-, https://www.youtube.com/watch?v=ELH5MHIZJlI documental llamado "Voladora”.
Pues a verlo. Muchísimas gracias por tu tiempo y esperamos que es proyecto que traes en manos, logre muy pronto financiamiento.
Conocí al director Ricardo Benet en el Festival Colima de Cine 2014, cuando presentaba su segundo Largometraje Nómadas. Hace poco, me puse en contacto con él para charlar un poco sobre sus inicios, su trabajo y sus futuros proyectos.
Mi estimado Benet, platícame un poquito cómo llegaste al cine.
Pues por contagio. Mi padre, ingeniero civil, se iba de avanzada con su maquinaria adonde había chamba. Para mi madre era más promisorio quedarnos con los abuelos en mi natal Cardel, Veracruz, y ya una vez establecido, lo alcanzáramos. A ella le encantaba el cine. Desde niña se escapaba a la carpa de los húngaros que llevaban unos inverosímiles programas dobles a los pueblos. Por ejemplo, una ranchera se complementaba con otra de Bergman. Mi madre y yo, desde que tenía los 3 años, esperábamos a mi padre en el Distrito Federal. Entonces, ahí, cargaba conmigo al cine París o al Paseo a ver películas europeas. Yo desde luego me dormía a los 10 minutos, pero aquellas primeras imágenes me contaminaron. El daño estaba hecho.
¿Entonces no viviste mucho tiempo en tu natal Veracruz?
Solo los tres primeros años de mi vida. Luego en el Distrito Federal y casi toda mi niñez en Navojoa, Sonora. Ahí mi padre trabajaba en diversas obras.
¿Y cómo fue que decidiste estudiar cine?
Pues fui un estudiante de cine tardío. Salí joven de prepa. A los diecisiete. Como la carrera de cine implicaba tiempo completo y yo tenía que trabajar, me decidí por el plan B: Arquitectura. Esta carrera las estudié en la UNAM. La ejercí bastante tiempo y cuando tenía ya veintiocho recuperé el viejo sueño del cine. Tras una temporada en Europa, regresé, hice el examen en el CCC y me quedé.
Aparte del CCC ¿estudiaste en otras escuelas?
Pues antes yo había comenzado como muchos cineastas, con la fotografía fija. En París había tomado algún curso. Desde niño era un gran cinéfilo y lector de todo asunto cinematográfico. Pero formalmente hasta la carrera en el CCC. Donde por cierto comencé como cinefotógrafo y luego me decidí por la dirección.
Tu opera prima, “Noticias Lejanas”, ganó muchísimos premios a nivel internacional. Platícame un poco de ese proyecto.
Pues estaba en una etapa muy frágil en mi vida. La carrera de cine se había alargado por razones presupuestales. Agrégale la construcción del nuevo Centro de las Artes y otras cosas. Entonces un día fui a ver un par de malas películas mexicanas. Entre la indignación y la ansiedad veo la nueva convocatoria -2003- para el proyecto Ópera Prima. Esta es una convocatoria para egresados del CCC que aspiran por un largometraje. Me senté y apuré -de entre muchos apuntes y correcciones que ya tenía- a escribir sin parar por tres semanas un guión que resultó en Noticias Lejanas.
Tras casi un año agotador de decisiones y de entre más o menos diecinueve proyectos, finalmente fue el ganador. Ya estábamos en octubre y se nos pedía, por cosas presupuestales, tener listo todo el rodaje antes de fin de año. Entonces nos apuramos. Filmamos tres semanas de noviembre en las altas llanuras de Puebla-Veracruz y una semana de diciembre en el Distrito Federal. Después, a esperar el 2004 para los dineros de post-producción. La película estuvo lista para estrenarse en marzo del 2005, en el Festival de Guadalajara.
Vaya que le fue muy bien, ya que recibió muchos premios, entre ellos 3 Arieles.
Sí. En Guadalajara comenzamos con 3 premios e invitaciones a una decena de festivales. Finalmente se fue a más de sesenta. Se vio y ganó más premios en el extranjero que acá.
Fantástico. Ahora, ¿Cómo es tu proceso para escribir una película?
Usualmente la imaginación y las ganas de filmar se me destapan con la literatura. Un buen libro me emociona y entro en un periodo de ansiedad creativa. Entonces recuerdo lugares, recorro paisajes y ciudades. Luego me viene una preocupación de vida: el desplazamiento, el encierro, la fragilidad del individuo. Entonces trato de armar una historia lo más aterrizada y lo más simple posible en anécdota. Pero sin soltar la preocupación filosófica. Un crítico apuntaba, a propósito de Noticias Lejanas, que "era una película potencialmente plagada de lugares comunes, que sin embargo inauguraba otra mirada".
¿Y qué es lo que más te apasiona, el guión o la dirección?
Ambos. Me gusta mucho la posibilidad de transformar mis preocupaciones éticas y filosóficas en historias e imágenes. Claro, si hay un texto o historia que coincida con mis obsesiones, también. Como en el caso de mi próximo guión y película -la tercera- que estará basada en un hecho real de los años ochenta. Por otro lado, la dirección me da la oportunidad de decirlo de la manera gráfica y estética que yo deseé. Me gusta ver la pantalla como un lienzo donde se puede explorar más allá de la anécdota; con paisajes, rostros, texturas, movimientos de cámara.
Bien. Háblame de Nómadas, tu segundo largometraje.
Fíjate que todo fue armándose de manera extraña. La historia surgió en 2005 cuando, invitado con Noticias Lejanas a Tribeca, vagaba en una tarde de domingo por una parte solitaria y abandonada de Nueva York. De pronto vi a un par de obvios inmigrantes ilegales. Deambulaban en su día libre en una ciudad que no era la suya, tratando de ser invisibles. Esa idea destapó la historia.
Interesante. Y ¿Cómo fue trabajar con Tenoch Huerta y Lucy Lui?
Inicialmente pensé en la relación de un treintañero con una mujer madura que evitara un encuentro convencional. Siempre quise a Susan Sarandon -de hecho el personaje conservó el nombre de Susan- pero fue imposible contactarla; llegar a ella. Con los dineros ya conseguidos y el tiempo encima, nuestros co-productores en California, que se encargaban de casting gringo, le pasaron el guión a Lucy Liu y la atrapó.
A la mañana siguiente pidió un encuentro y a los dos días estaba yo en Beverli Hills almorzando con ella. Claro, había que variar algunos mecanismos en el guión, ya que era mucho más joven que lo que el personaje suponía. Mientras, en D.F., seguía en la búsqueda del actor de treinta años. No tenía a nadie en mente. Mi idea era alguien con carácter; muy mexicano, de clase media, con personalidad. Una especie de Salvador Sánchez o Gómez Cruz a los treinta. Vi algunos de los actores más solicitados y alguien me habló de Tenoch, vi Sin Nombre y llegó al casting. Atrapaba la cámara, tenía esa intuición y carisma necesarios para el personaje. Y se quedó.
¿Cómo fue rodar en el extranjero?
Más arduo de lo que nos dicen o uno supone. A pesar de sus calcomanía de "I Love Filming in NY" al final todo te cuesta. Tienes que pedir permisos para todo. Ir al Actor's guild porque tu película, aunque sea barata y underground, tiene una estrella de Hollywood. Así que nos "robamos" muchas tomas. No teníamos recursos para cerrar la 5th Avenue (Risas), pero fue una experiencia maravillosa para todo el crew -todos mexicanos en los puestos principales-. En esos momentos había la huelga de guionistas en EU y nosotros, muy desfachatados, estábamos filmando por allá.
Que fantástica experiencia. ¿Y cómo le ha ido a la peli?
Bien. Se vendió a Cinépolis, que en 2013 le dio su circuito de arte. Se presentó en más o menos quince ciudades del país. Dos semanas al menos, en cada plaza y siete semanas en Cineteca Nacional. No es un blockbuster, vamos, pero ha encontrado su nicho. Le falta aún más promoción y venta internacional; luego la TV, donde en los canales adecuados capta muy buen público.
Muy bien. Hay que ver cine mexicano. ¿Y qué haces actualmente?
Primordialmente, estoy en la tarea de encontrar recursos para "Buscando a Rita" que será la nueva película que te comentaba. Es sobre una tarahumara que, en los años ochenta, anda en busca de su hijo. La mujer camina desde las Barrancas del Cobre hasta la frontera. No se sabe por meses de ella. De pronto aparece en Kansas City hurgando en la basura y al no entenderla -solo habla rarámuri- la dictaminan loca. La encierran en un psiquiátrico por trece años. Cuando un cambio de custodios trae a alguien cuyo abuelo era tarahumara, logra comunicarse con ella y convence a las autoridades que la mujer no está loca, sino pérdida.
Bueno, también ando en mi chamba cotidiana al frente del Departamento de Cine de la Universidad Veracruzana. Y por supuesto, en mi entrañable actividad que llevo algún tiempo desarrollando: llevar los talleres de cortometraje a el Totonacapan -al norte del estado- de donde han resultado ya veintiún cortos, algunos en lengua totonaca, con buenos resultados y varios premios.
Qué bueno. ¿Hay algún sitio donde se puedan ver?
Están por subirse a la red. Te adelanto aquí el link del único que ahora aparece -uno de los más exitosos-, https://www.youtube.com/watch?v=ELH5MHIZJlI documental llamado "Voladora”.
Pues a verlo. Muchísimas gracias por tu tiempo y esperamos que es proyecto que traes en manos, logre muy pronto financiamiento.
lunes, 13 de julio de 2015
Tercer Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos
por SETH ÁLVAREZ
Con Motivo del 3er Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos sostuve una pequeña charla con Antonella Samaniego; guionista, directora y miembro activo de Escritores Cinematográficos El Garfio A.C.
¿Cómo llegaste a esto del cine?
Pues desde niña siempre me gustó escribir y dibujaba muchos cómics e historietas, así que ya más grande me sentí atraída por esta cuestión de la imagen y la escritura, que quedaban muy bien unidas en el cine. Aunque en realidad me sigo inclinando más hacia la escritura.
Estudiaste en el CCC.
Sí, en Guión Cinematográfico, de la generación "Aserejés".
¿Y eso?
Es que cada generación del CCC tiene un nombre diferente, y bueno, esa era la canción de moda en el 2002, así que fue el nombre que eligieron para nosotros. Entonces, estudié del 2002 al 2004 en guión.
Bien ¿Y como pasaste a ser miembro de El Garfio?
En el 2006 El Garfio convocó a un concurso de guiones de cortos para un evento llamado "Maratón de guiones", así que mi guión "Corazón robado" quedó como finalista y se realizó una lectura dramatizada en el Maratón de Guiones. De ahí me invitaron a participar en el taller de El Garfio, que en aquel entonces era todos los miércoles y como yo estaba trabajando un guión de largo para mi tesis del CCC, pues me latió la idea, y de ahí me gusto mucho el trabajo del taller, y aquí sigo.
Háblame un poco más de El Garfio.
El Garfio es una asociación civil que reúne a varios guionistas con la finalidad de mejorar la calidad de las historias de cine. Nos reunimos cada semana para tallererar nuestros guiones, ya sean de largo, corto o serie de TV. Y otro de los objetivos de El Garfio es el generar espacios de intercambio y encuentro en torno a la escritura de cine, dar difusión, reflexionar y resaltar el trabajo del guionista.
Excelente ¿Y como nació la idea de los encuentros iberoamericanos de escritores, que en esta ocasión será el tercero?
La idea de un encuentro siempre estuvo presente en El Garfio desde hace ya bastante tiempo, pues había una necesidad de intercambiar reflexiones y experiencias con otros guionistas; estar unidos, pues es el guión el inicio del proceso cinematográfico. Era importante una reunión donde se reflejara la situación actual de cine mexicano e iberoamericano, las diferencias y similitudes que hay. Generar más interés en el guión y la profesionalización del escritor de cine.
Más que excelente. En esta ocasión el tema son los géneros cinematográficos
Sí, este año decidimos hablar sobre los géneros porque hay muchas polémicas al respecto, que si hay géneros puros, que si ya no existen los géneros, que si ahora se fusionan o se rompen, que si unos venden más que otros, que si no son indispensables, y bueno, todo eso lo vamos a discutir en esta tercera edición.
¿Quiénes serán los invitados?
Estarán con nosotros Alicia Luna y Carlos López de España, Guillermo Arriaga, Jacaranda Correa, Michael Rowe, Víctor Ugalde, Julián Hernández, Guillermo Ríos y Marco Julio Linares de México, Eduardo Sacheri de Argentina. De Cuba viene Xenia Ryvery. Ignacio Agüero de Chile. Este año Ecuador es el país invitado, así que estamos a la espera de que nos confirmen quiénes vendrán y otros tantos que nos irán confirmando a lo largo de estos meses.
Existen algunas convocatorias dentro del Encuentro, ¿Cuales son?
Tenemos dos concursos de guión. El primero es el Concurso Iberoamericano de Guión Cinematográfico que es sólo para los asistentes al 3er EnIbEsCine, por lo que hay que completar la inscripción para poder participar. El premio consiste en que 8 guiones serán seleccionados para presentarse en un pitching ante productores, además de que habrá un único premio de $30,000.00 para el mejor guión. El segundo concurso es para obtener una beca y poder asistir al Encuentro, y este está abierto para todos los escritores nóveles de Iberoamérica. Se elegirán hasta 8 becarios. La beca consiste en transporte, hospedaje y la inscripción al encuentro.
En los encuentros pasados han participado escritores cinematográficos de la talla del Sr. Leñero, el Sr. Arraiga y la Sra. Novaro por nombrar algunos. ¿Tienes alguna anécdota que compartir?
Pues en cuanto a Leñero fue curioso porque ya no le entusiasmaba mucho dar conferencias, ya se sentía cansado, pero cuando le propusimos las actividades en las que iba a participar le gustó mucho la idea. En el caso del primer encuentro, la charla con Arriaga, y en el segundo, disfrutó mucho la actividad "Del guión a la pantalla" donde se habló sobre El Crimen del Padre Amaro.
Buenísimas por cierto, con la presencia de Don Carlos Carrera. Por último ¿Dónde se puede obtener más información del Encuentro?
La información se puede obtener a través de la página http://enibescine.com, ahí vienen todas las convocatorias y el formulario de registro para inscribirse al encuentro. La sede, el programa de actividades. Los invitados que se irán actualizado conforme vayan confirmando. También a través de nuestras redes sociales escritores El Garfio AC y en twitter @elgarfioac
Con Motivo del 3er Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos sostuve una pequeña charla con Antonella Samaniego; guionista, directora y miembro activo de Escritores Cinematográficos El Garfio A.C.
¿Cómo llegaste a esto del cine?
Pues desde niña siempre me gustó escribir y dibujaba muchos cómics e historietas, así que ya más grande me sentí atraída por esta cuestión de la imagen y la escritura, que quedaban muy bien unidas en el cine. Aunque en realidad me sigo inclinando más hacia la escritura.
Estudiaste en el CCC.
Sí, en Guión Cinematográfico, de la generación "Aserejés".
¿Y eso?
Es que cada generación del CCC tiene un nombre diferente, y bueno, esa era la canción de moda en el 2002, así que fue el nombre que eligieron para nosotros. Entonces, estudié del 2002 al 2004 en guión.
Bien ¿Y como pasaste a ser miembro de El Garfio?
En el 2006 El Garfio convocó a un concurso de guiones de cortos para un evento llamado "Maratón de guiones", así que mi guión "Corazón robado" quedó como finalista y se realizó una lectura dramatizada en el Maratón de Guiones. De ahí me invitaron a participar en el taller de El Garfio, que en aquel entonces era todos los miércoles y como yo estaba trabajando un guión de largo para mi tesis del CCC, pues me latió la idea, y de ahí me gusto mucho el trabajo del taller, y aquí sigo.
Háblame un poco más de El Garfio.
El Garfio es una asociación civil que reúne a varios guionistas con la finalidad de mejorar la calidad de las historias de cine. Nos reunimos cada semana para tallererar nuestros guiones, ya sean de largo, corto o serie de TV. Y otro de los objetivos de El Garfio es el generar espacios de intercambio y encuentro en torno a la escritura de cine, dar difusión, reflexionar y resaltar el trabajo del guionista.
Excelente ¿Y como nació la idea de los encuentros iberoamericanos de escritores, que en esta ocasión será el tercero?
La idea de un encuentro siempre estuvo presente en El Garfio desde hace ya bastante tiempo, pues había una necesidad de intercambiar reflexiones y experiencias con otros guionistas; estar unidos, pues es el guión el inicio del proceso cinematográfico. Era importante una reunión donde se reflejara la situación actual de cine mexicano e iberoamericano, las diferencias y similitudes que hay. Generar más interés en el guión y la profesionalización del escritor de cine.
Más que excelente. En esta ocasión el tema son los géneros cinematográficos
Sí, este año decidimos hablar sobre los géneros porque hay muchas polémicas al respecto, que si hay géneros puros, que si ya no existen los géneros, que si ahora se fusionan o se rompen, que si unos venden más que otros, que si no son indispensables, y bueno, todo eso lo vamos a discutir en esta tercera edición.
¿Quiénes serán los invitados?
Estarán con nosotros Alicia Luna y Carlos López de España, Guillermo Arriaga, Jacaranda Correa, Michael Rowe, Víctor Ugalde, Julián Hernández, Guillermo Ríos y Marco Julio Linares de México, Eduardo Sacheri de Argentina. De Cuba viene Xenia Ryvery. Ignacio Agüero de Chile. Este año Ecuador es el país invitado, así que estamos a la espera de que nos confirmen quiénes vendrán y otros tantos que nos irán confirmando a lo largo de estos meses.
Existen algunas convocatorias dentro del Encuentro, ¿Cuales son?
Tenemos dos concursos de guión. El primero es el Concurso Iberoamericano de Guión Cinematográfico que es sólo para los asistentes al 3er EnIbEsCine, por lo que hay que completar la inscripción para poder participar. El premio consiste en que 8 guiones serán seleccionados para presentarse en un pitching ante productores, además de que habrá un único premio de $30,000.00 para el mejor guión. El segundo concurso es para obtener una beca y poder asistir al Encuentro, y este está abierto para todos los escritores nóveles de Iberoamérica. Se elegirán hasta 8 becarios. La beca consiste en transporte, hospedaje y la inscripción al encuentro.
En los encuentros pasados han participado escritores cinematográficos de la talla del Sr. Leñero, el Sr. Arraiga y la Sra. Novaro por nombrar algunos. ¿Tienes alguna anécdota que compartir?
Pues en cuanto a Leñero fue curioso porque ya no le entusiasmaba mucho dar conferencias, ya se sentía cansado, pero cuando le propusimos las actividades en las que iba a participar le gustó mucho la idea. En el caso del primer encuentro, la charla con Arriaga, y en el segundo, disfrutó mucho la actividad "Del guión a la pantalla" donde se habló sobre El Crimen del Padre Amaro.
Buenísimas por cierto, con la presencia de Don Carlos Carrera. Por último ¿Dónde se puede obtener más información del Encuentro?
La información se puede obtener a través de la página http://enibescine.com, ahí vienen todas las convocatorias y el formulario de registro para inscribirse al encuentro. La sede, el programa de actividades. Los invitados que se irán actualizado conforme vayan confirmando. También a través de nuestras redes sociales escritores El Garfio AC y en twitter @elgarfioac
sábado, 11 de julio de 2015
No todo es cine: la afección de la música
por ILSE AGUILAR
Es un suceso que al escuchar música nos agrade la sensación que provoca en nosotros por alguna cosa en particular, sea el ritmo, la letra, la armonía, etc. Puede inclusive llevarnos a algún recuerdo en la memoria, despertar algún sentimiento o propiciarnos algún estado mental. La música tiene la cualidad de activar la vida mental así como también la de comunicar emociones más profunda y eficazmente.
En efecto, se puede discutir acerca de una relación directa con la actividad psicológica de una persona porque estimula la memoria, afecta la imaginación y, en el más amplio sentido, nos evoca pensamientos.
En la Grecia Antigua el estudio de la música alentó dos mil años de exploración en su relación con las matemáticas y también con la astronomía, como lo dice Diógenes Laercio al narrar sobre Pitágoras. En Platón, por ejemplo, se puede apreciar que en La República le dedica un espacio considerable a la influencia de la música sobre la formación del carácter de los ciudadanos y la armonía de la Polis.
Para Platón y los presocráticos era de gran importancia tener la música presente en cuestiones de enseñanza y educación en el conocimiento metafísico y el epistemológico por sus características positivas, entre ellas, la de moderar el temperamento. La música junto con las demás artes es indispensable para generar hombres libres, ciudadanos de la polis ateniense; el cuidado del alma, la mesura y la armonía que debe de haber en el carácter para ser un hombre virtuoso está a cargo, en buena parte, de las bellas artes.
Sin embargo hay que remarcar que no toda la música es aceptable para la educación del ateniense: Platón prohíbe aquella música que despierta un exceso de emoción en la audiencia ya que demasiada excitación desata en los mesurados atenienses lo más íntimo y horroroso de su propia naturaleza.
La música en Platón y en general en toda Grecia, podemos decir, ocupa una posición importante en el forjamiento del carácter de los helenos, ella, por sus nexos a la psicología y por lo tanto a la política y moral a su vez, en cuestiones básicas. Figura como una excelente herramienta para propósitos de educación, como lo era la transmisión de los cantos homéricos de generación en generación sobre los dioses del Olimpo y el terrible destino del que eran víctimas. La filosofía de la música, cabe mencionar, era una importante preocupación para la mayoría de los grandes filósofos de la época "moderna" que se extiende desde la revolución científica hasta principios del siglo XX. No es exagerado decir que la música fue tema central en los debates estéticos en el siglo XIX.
¿Cómo es posible que algo tan intangible como invisible nos afecte de tan profunda e inmediatamente? ¿Qué relación hay entre la música y nuestra subjetividad para poder entenderla como tal? ¿Por qué ésta comunica mejor que el lenguaje? En la obra de Friedrich Nietzsche, El origen de la tragedia, se trata precisamente el tema del fenómeno musical.
Como es bien sabido el término “dionisiaco” es introducido por Nietzsche en la obra mencionada, para desarrollar una teoría estética desde la que interpreta las particularidades de la tragedia ática y que se sostiene en base a la relación entre dos principios o “instintos”: lo apolíneo y lo dionisiaco. Estas potencias son antagónicas, representantes cada una de un aspecto estético opuesto al otro pero que al mismo tiempo se complementan, y al converger en lo que sería una obra de arte, dan a luz a la tragedia ática.
El instinto o principio apolíneo es el arte escultor y por otro lado, el instinto dionisiaco es el arte no representativo: la música. El dios Apolo es el dios de todas las fuerzas figurativas, es el representante de la apariencia bella, de la luz, de todo lo que tiene límite. Dionisio, por otro lado, es el dios representante de la desmesura, del éxtasis y del descontrol, del ímpetu subyacente en todas las cosas vivientes. En el mundo helénico Apolo protegía a los griegos de los instintos dionisiacos atroces que sólo los despreciables bárbaros celebraban, pero desde lo más profundo de lo helénico comenzaron a sentirse esos instintos y ese fue -escribe Nietzsche- “el momento más importante del culto griego”: la reconciliación de Apolo y Dionisio, o bien, el nacimiento de la tragedia.
La música tiene su manifiesto principal en la excitación y el olvido de sí en las fiestas dionisiacas, recordando que en el instinto griego existen dos figuras estéticas, también cada una tiene su música: la música apolínea y la música dionisiaca, respectivamente. La música dionisiaca como dice Nietzsche: “la música como tal”, es la intensificadora máxima de todas las capacidades simbólicas del humano, en donde tiene lugar la aniquilación del velo de Maya y la unificación con la naturaleza por medio del olvido de sí.
Esa música es la vida, es decir, la máxima representación de la vida misma. Aquí es donde se ve la influencia de Schopenhauer, quien consideraba la música como la expresión de la voluntad misma y no algo que la representase, como ocurre con otras artes. De hecho Schopenhauer jerarquizó las bellas artes de acuerdo al grado de manifestación de la voluntad, siendo la música la más suprema.
En una carta dirigida a Wagner (gran músico amigo de Nietzsche), Baudelaire confiesa ser un gran admirador de su música, y cuenta que en su país, Francia, no le habían hecho mucha justicia las críticas y artículos que escribieron sobre él y en consecuencia querría distinguirse “de todos esos imbéciles”. Lo que enseguida escribe es una descripción detallada de la experiencia a la que conduce la música wagneriana. Reflexionando sobre la fastuosidad de las piezas musicales en las cuales la expresión de la solemnidad de las pasiones del hombre y los aspectos grandiosos de la naturaleza conllevan a la sensación de la subyugación del ánimo y arrebato que envuelve la experiencia de su música. Baudelaire concluye la carta dirigiendo unas palabras de agradecimiento profundo a Wagner, primero por el acto de leer su carta y también por sus creaciones musicales: “Usted me ha restituido a mí mismo y a la grandeza y, además, en momentos bajos".
La manera en que Baudelaire describe el carácter majestuoso y arrebatador de la música wagneriana, sensaciones que le llevan a percibir “una vida más amplia que la nuestra”, el modo en que ésta música respira tanto ímpetu y orgullo por la vida, la pasión y exceso del espíritu, bien puede recordarnos a lo que Nietzsche expresa con la noción de música dionisiaca, pues ambas concepciones hacen de la música la expresión por antonomasia de la vida, que lleva al arrebato de las emociones y colman el espíritu de una voluptuosidad realmente intensa.
Entonces como conclusión podemos decir que la música nos llama de una manera tan arrebatadora porque ella misma es y revela nuestra propia naturaleza, ella misma es nosotros ya que no hay un medio alterno o representativo más que uno mismo cuando escuchamos una pieza.
Es un suceso que al escuchar música nos agrade la sensación que provoca en nosotros por alguna cosa en particular, sea el ritmo, la letra, la armonía, etc. Puede inclusive llevarnos a algún recuerdo en la memoria, despertar algún sentimiento o propiciarnos algún estado mental. La música tiene la cualidad de activar la vida mental así como también la de comunicar emociones más profunda y eficazmente.
En efecto, se puede discutir acerca de una relación directa con la actividad psicológica de una persona porque estimula la memoria, afecta la imaginación y, en el más amplio sentido, nos evoca pensamientos.
En la Grecia Antigua el estudio de la música alentó dos mil años de exploración en su relación con las matemáticas y también con la astronomía, como lo dice Diógenes Laercio al narrar sobre Pitágoras. En Platón, por ejemplo, se puede apreciar que en La República le dedica un espacio considerable a la influencia de la música sobre la formación del carácter de los ciudadanos y la armonía de la Polis.
Para Platón y los presocráticos era de gran importancia tener la música presente en cuestiones de enseñanza y educación en el conocimiento metafísico y el epistemológico por sus características positivas, entre ellas, la de moderar el temperamento. La música junto con las demás artes es indispensable para generar hombres libres, ciudadanos de la polis ateniense; el cuidado del alma, la mesura y la armonía que debe de haber en el carácter para ser un hombre virtuoso está a cargo, en buena parte, de las bellas artes.
Sin embargo hay que remarcar que no toda la música es aceptable para la educación del ateniense: Platón prohíbe aquella música que despierta un exceso de emoción en la audiencia ya que demasiada excitación desata en los mesurados atenienses lo más íntimo y horroroso de su propia naturaleza.
La música en Platón y en general en toda Grecia, podemos decir, ocupa una posición importante en el forjamiento del carácter de los helenos, ella, por sus nexos a la psicología y por lo tanto a la política y moral a su vez, en cuestiones básicas. Figura como una excelente herramienta para propósitos de educación, como lo era la transmisión de los cantos homéricos de generación en generación sobre los dioses del Olimpo y el terrible destino del que eran víctimas. La filosofía de la música, cabe mencionar, era una importante preocupación para la mayoría de los grandes filósofos de la época "moderna" que se extiende desde la revolución científica hasta principios del siglo XX. No es exagerado decir que la música fue tema central en los debates estéticos en el siglo XIX.
¿Cómo es posible que algo tan intangible como invisible nos afecte de tan profunda e inmediatamente? ¿Qué relación hay entre la música y nuestra subjetividad para poder entenderla como tal? ¿Por qué ésta comunica mejor que el lenguaje? En la obra de Friedrich Nietzsche, El origen de la tragedia, se trata precisamente el tema del fenómeno musical.
Como es bien sabido el término “dionisiaco” es introducido por Nietzsche en la obra mencionada, para desarrollar una teoría estética desde la que interpreta las particularidades de la tragedia ática y que se sostiene en base a la relación entre dos principios o “instintos”: lo apolíneo y lo dionisiaco. Estas potencias son antagónicas, representantes cada una de un aspecto estético opuesto al otro pero que al mismo tiempo se complementan, y al converger en lo que sería una obra de arte, dan a luz a la tragedia ática.
El instinto o principio apolíneo es el arte escultor y por otro lado, el instinto dionisiaco es el arte no representativo: la música. El dios Apolo es el dios de todas las fuerzas figurativas, es el representante de la apariencia bella, de la luz, de todo lo que tiene límite. Dionisio, por otro lado, es el dios representante de la desmesura, del éxtasis y del descontrol, del ímpetu subyacente en todas las cosas vivientes. En el mundo helénico Apolo protegía a los griegos de los instintos dionisiacos atroces que sólo los despreciables bárbaros celebraban, pero desde lo más profundo de lo helénico comenzaron a sentirse esos instintos y ese fue -escribe Nietzsche- “el momento más importante del culto griego”: la reconciliación de Apolo y Dionisio, o bien, el nacimiento de la tragedia.
La música tiene su manifiesto principal en la excitación y el olvido de sí en las fiestas dionisiacas, recordando que en el instinto griego existen dos figuras estéticas, también cada una tiene su música: la música apolínea y la música dionisiaca, respectivamente. La música dionisiaca como dice Nietzsche: “la música como tal”, es la intensificadora máxima de todas las capacidades simbólicas del humano, en donde tiene lugar la aniquilación del velo de Maya y la unificación con la naturaleza por medio del olvido de sí.
Esa música es la vida, es decir, la máxima representación de la vida misma. Aquí es donde se ve la influencia de Schopenhauer, quien consideraba la música como la expresión de la voluntad misma y no algo que la representase, como ocurre con otras artes. De hecho Schopenhauer jerarquizó las bellas artes de acuerdo al grado de manifestación de la voluntad, siendo la música la más suprema.
En una carta dirigida a Wagner (gran músico amigo de Nietzsche), Baudelaire confiesa ser un gran admirador de su música, y cuenta que en su país, Francia, no le habían hecho mucha justicia las críticas y artículos que escribieron sobre él y en consecuencia querría distinguirse “de todos esos imbéciles”. Lo que enseguida escribe es una descripción detallada de la experiencia a la que conduce la música wagneriana. Reflexionando sobre la fastuosidad de las piezas musicales en las cuales la expresión de la solemnidad de las pasiones del hombre y los aspectos grandiosos de la naturaleza conllevan a la sensación de la subyugación del ánimo y arrebato que envuelve la experiencia de su música. Baudelaire concluye la carta dirigiendo unas palabras de agradecimiento profundo a Wagner, primero por el acto de leer su carta y también por sus creaciones musicales: “Usted me ha restituido a mí mismo y a la grandeza y, además, en momentos bajos".
La manera en que Baudelaire describe el carácter majestuoso y arrebatador de la música wagneriana, sensaciones que le llevan a percibir “una vida más amplia que la nuestra”, el modo en que ésta música respira tanto ímpetu y orgullo por la vida, la pasión y exceso del espíritu, bien puede recordarnos a lo que Nietzsche expresa con la noción de música dionisiaca, pues ambas concepciones hacen de la música la expresión por antonomasia de la vida, que lleva al arrebato de las emociones y colman el espíritu de una voluptuosidad realmente intensa.
Entonces como conclusión podemos decir que la música nos llama de una manera tan arrebatadora porque ella misma es y revela nuestra propia naturaleza, ella misma es nosotros ya que no hay un medio alterno o representativo más que uno mismo cuando escuchamos una pieza.
viernes, 10 de julio de 2015
La espera termina ahora: Blur y "El látigo mágico"
texto BLANCA MALDONADO
The Magic Whip, es el octavo álbum de estudio de la banda británica Blur, liderada por el vocalista Damon Albarn. Después de 12 años de espera, los fanáticos de Blur abren nuevamente sus corazones y están listos para recibir con los brazos abiertos a este cuarteto que nos trae buenas nuevas este 2015.
Desde Think Tank (séptimo álbum de la banda) no se había hecho ningún nuevo material, tan solo se había contado con algunos conciertos (como el de Hyde Park en 2010, Quilmes Rock en el 2013 y Glastonbury en 2009). Think Tank estuvo conformado solamente por el ya mencionado líder de la banda, Damon, el bajista Alex James y el baterista Dave Rowntree, dando por sentado así la salida del guitarrista Graham Coxon.
Muchos fans estuvieron en descontento de que el amado guitarrista de la banda se fuera, pero por problemas como su alcoholismo hicieron que los demás integrantes decidieran expulsarlo de Blur. Esto provocó la ira de Graham, el cual se desquitó burlándose, insultando y degradando a sus ex compañeros de banda. Con Think Tank terminado, y con el sabor de boca amargo, los tres últimos integrantes decidieron hacer sus propios proyectos. Un nuevo comienzo para cada uno de ellos. Un descanso permanente… hasta ahora.
Damon Albarn es reconocido por ser un hombre de mundo, una persona con proyectos que rebasan los límites de la imaginación. Él fue el primero en sacar a flote su creatividad y nos trajo la más famosa banda virtual que existe y obtuvo existo al instante: Gorillaz. Con Jamie Hewlett como colaborador (creador del comic Tank Girl) Después surge The Good, The Bad And The Queen (colaborando con Paul Simonon de The Clash, Tony Alen de African Express y Simon Tong de The Verve) a mediados de 2007. Y no olvidemos su reciente álbum solista ‘’Everyday Robots’’ sacado el 25 de Abril de 2014. Sin duda él es el más influyente de la banda (por algo es el líder).
Luego están Dave y Alex, los cuales no tuvieron proyectos musicales ni álbumes solistas. Hicieron algo más adecuado a sus gustos. Rowntree encontró amor en la política y se hizo un importante abogado en Inglaterra. Por otra parte James sacó a flote su amor desde joven: los quesos. Estuvo involucrado en una marca de lácteos ingleses que harían a este hombre aún más rico. Ambos se dedicaron a cuidar a sus familias.
Del lado del amargado ex guitarrista él hizo varios álbumes solistas y también se dedicó a su amor desde que era un adolescente: la pintura (igualmente cuidando de su hija y esposa). Sin importar cuánto fuese el coraje de este hombre, su remordimiento fue más fuerte. Decidió ponerle fin a su actitud inmadura e ir con su mejor amigo desde los trece años (Damon) y pedirle sinceras disculpas.
Hecho esto se presentaron en diferentes lugares (como se mencionó al principio) y uno de esos fue Hong Kong. Ahí tuvieron 5 días para empezar a realizar The Magic Whip (sin que los fans ni sus propias familias supieran nada). Este álbum contó con la producción de Stephen Street (quien en los ochenta trabajó con The Smiths y The Cranberries). En este álbum se nota un fuerte sello musical en Damon, dando a demostrar que cada proyecto suyo lo ha llevado a tener más sabiduría en cada una de sus canciones.
Cuando escuchas por primera vez The Magic Whip, te das cuenta que no suena al tipo Blur de los 90’s, tiene un toque más moderno, pero sin dejar de lado la forma anterior de sus discos. La banda nos trae de entrada ‘’Lonesome Street’’ un track en donde se escucha de inmediato la guitarra de Graham, luego de algunos canticos de Damon escuchamos a Coxon cantar. Este tema es de alguna manera algo cercano al anterior Blur. Después pasamos a ‘’New Word Towers’’, un track en que se nota la tranquilidad del lugar en donde fue grabado, y dando una vista del nuevo, mejorado y maduro Blur.
Como siguiente tenemos ‘’Go Out’’, el primer track que se dio a conocer. Sin duda esta es la canción más pegajosa y alegre del álbum la cual no dejamos de escuchar. Podríamos repetirla una y otra vez ¡y no nos cansaremos de ella! Entrando con una línea de bajo, muy característica de Alex James, luego, la voz alegre de Albarn, la forma de tocar la guitarra de Graham y grandes ritmos en la batería del señor Rowntree hacen que esta sea la favorita de muchos.
El siguiente en la lista es ‘’Ice Cream Man’’, que siguiendo con la típica ‘’tradición’’ de la banda, que hace referencia a personajes, pero en esta melodía es algo más acústico y tranquilo sin los coros que se encuentran en canciones como ‘’Charmless Man’’ y ‘’Top Man’’. En ‘’Thought I Was A Spaceman’’ encontramos muchos cambios de ritmo. Por ejemplo, esta pieza comienza muy tranquila y algo relajante, después, Dave hace su aparición con su batería, para luego el señor Coxon hacer una entrada con su guitarra. Este es el track de más larga duración comparada con otras canciones del disco.
‘’I Broadcast’’, con una duración de 2:51, demuestra ser una canción con mucha energía, además de que es bastante pegajosa. Y claro, lo que la hace más atractiva es esa gran forma de tocar la guitarra por parte de Graham Coxon, nombrado uno de los mejores guitarristas de su generación.
Después tenemos ‘’My Terracota Heart’’, una melodía algo melancólica, que demuestra esos tiempos de un Damon serio, melancólico y algo introspectivo, como en Everyday Robots (su trabajo en solitario). Además de eso está canción habla sobre aquella amistad entre Damon y Graham, una amistad tan fuerte, casi como una hermandad. Esta canción es realmente muy bella. Una de las favoritas de los fans que gustan de este tipo de canciones.
Como siguiente tenemos ‘’There Are Too Many Of Us’’, esta canción demuestra tanto trabajo y esfuerzo, jamás nos imaginamos que Blur pudiera traer algo de esta magnitud. Esta, personalmente, la recomiendo mucho, sin duda, otra de las favoritas de los fans. Además de que fue el segundo track en darse a conocer. Con un vídeo sencillo, muy a la Blur, con esa forma tan bella y original del señor Albarn para cantar, esta es, la mejor de todas.
‘’Ghost Ship’’ la hemos escuchado varias veces en vivo, y a la mayoría del público le ha parecido fantástica. Es una melodía bastante relajante, se puede imaginar tantos lugares bellos, vale la pena escucharla. Luego, tenemos ‘’Pyongyang’’, un track muy a los últimos estilos de 13 (sexto álbum antes de Think Tank). La favorita de Dave.
‘’Ong Ong’’ es algo muy cercano a Blur, más bien la más parecida al viejo y genial Blur de los 90’s. Este track es parecido a Modern Life Is Rubish (otro álbum de la banda, muy bueno y jamás olvidado). Es divertida y algo sencilla, pero muy buena. Y por último ‘’Mirrorball’’, el track que finaliza este álbum. Esta canción es parecida al trabajo solista de Graham, como la mayor parte del disco suena más a Coxon, pero eso no lo hace menos bueno que otros álbumes.
The Magic Whip, como octavo álbum, ha tenido un reconocimiento musical enorme. A pesar de que lleva poco tiempo de ser lanzado, la banda ha dejado claro que se han vuelto más maduros en su forma de hacer música. Aquellos tiempos en los que un Blur despreocupado podía lograr muchas cosas verdaderamente buenas, pero el de ahora suena tan diferente, aunque eso no lo hace menos bueno. The Magic Whip es un álbum que hay que escuchar una y otra y otra vez para darse cuenta de los sentimientos de cada melodía, disfrutar al máximo cada sonido, cada forma de hacerse, es, única.
Los invito a que lo escuchen y se den cuenta del cambio drástico que han hecho estos músicos a lo largo de su carrera musical. Gracias al querido e ingenioso Damon, al divertido y controversial Alex, el serio y maduro Dave y el profundo y sentimentalista Graham. Esperamos mucho trabajo para el futuro.
The Magic Whip, es el octavo álbum de estudio de la banda británica Blur, liderada por el vocalista Damon Albarn. Después de 12 años de espera, los fanáticos de Blur abren nuevamente sus corazones y están listos para recibir con los brazos abiertos a este cuarteto que nos trae buenas nuevas este 2015.
Desde Think Tank (séptimo álbum de la banda) no se había hecho ningún nuevo material, tan solo se había contado con algunos conciertos (como el de Hyde Park en 2010, Quilmes Rock en el 2013 y Glastonbury en 2009). Think Tank estuvo conformado solamente por el ya mencionado líder de la banda, Damon, el bajista Alex James y el baterista Dave Rowntree, dando por sentado así la salida del guitarrista Graham Coxon.
Muchos fans estuvieron en descontento de que el amado guitarrista de la banda se fuera, pero por problemas como su alcoholismo hicieron que los demás integrantes decidieran expulsarlo de Blur. Esto provocó la ira de Graham, el cual se desquitó burlándose, insultando y degradando a sus ex compañeros de banda. Con Think Tank terminado, y con el sabor de boca amargo, los tres últimos integrantes decidieron hacer sus propios proyectos. Un nuevo comienzo para cada uno de ellos. Un descanso permanente… hasta ahora.
Damon Albarn es reconocido por ser un hombre de mundo, una persona con proyectos que rebasan los límites de la imaginación. Él fue el primero en sacar a flote su creatividad y nos trajo la más famosa banda virtual que existe y obtuvo existo al instante: Gorillaz. Con Jamie Hewlett como colaborador (creador del comic Tank Girl) Después surge The Good, The Bad And The Queen (colaborando con Paul Simonon de The Clash, Tony Alen de African Express y Simon Tong de The Verve) a mediados de 2007. Y no olvidemos su reciente álbum solista ‘’Everyday Robots’’ sacado el 25 de Abril de 2014. Sin duda él es el más influyente de la banda (por algo es el líder).
Luego están Dave y Alex, los cuales no tuvieron proyectos musicales ni álbumes solistas. Hicieron algo más adecuado a sus gustos. Rowntree encontró amor en la política y se hizo un importante abogado en Inglaterra. Por otra parte James sacó a flote su amor desde joven: los quesos. Estuvo involucrado en una marca de lácteos ingleses que harían a este hombre aún más rico. Ambos se dedicaron a cuidar a sus familias.
Del lado del amargado ex guitarrista él hizo varios álbumes solistas y también se dedicó a su amor desde que era un adolescente: la pintura (igualmente cuidando de su hija y esposa). Sin importar cuánto fuese el coraje de este hombre, su remordimiento fue más fuerte. Decidió ponerle fin a su actitud inmadura e ir con su mejor amigo desde los trece años (Damon) y pedirle sinceras disculpas.
Hecho esto se presentaron en diferentes lugares (como se mencionó al principio) y uno de esos fue Hong Kong. Ahí tuvieron 5 días para empezar a realizar The Magic Whip (sin que los fans ni sus propias familias supieran nada). Este álbum contó con la producción de Stephen Street (quien en los ochenta trabajó con The Smiths y The Cranberries). En este álbum se nota un fuerte sello musical en Damon, dando a demostrar que cada proyecto suyo lo ha llevado a tener más sabiduría en cada una de sus canciones.
Cuando escuchas por primera vez The Magic Whip, te das cuenta que no suena al tipo Blur de los 90’s, tiene un toque más moderno, pero sin dejar de lado la forma anterior de sus discos. La banda nos trae de entrada ‘’Lonesome Street’’ un track en donde se escucha de inmediato la guitarra de Graham, luego de algunos canticos de Damon escuchamos a Coxon cantar. Este tema es de alguna manera algo cercano al anterior Blur. Después pasamos a ‘’New Word Towers’’, un track en que se nota la tranquilidad del lugar en donde fue grabado, y dando una vista del nuevo, mejorado y maduro Blur.
Como siguiente tenemos ‘’Go Out’’, el primer track que se dio a conocer. Sin duda esta es la canción más pegajosa y alegre del álbum la cual no dejamos de escuchar. Podríamos repetirla una y otra vez ¡y no nos cansaremos de ella! Entrando con una línea de bajo, muy característica de Alex James, luego, la voz alegre de Albarn, la forma de tocar la guitarra de Graham y grandes ritmos en la batería del señor Rowntree hacen que esta sea la favorita de muchos.
El siguiente en la lista es ‘’Ice Cream Man’’, que siguiendo con la típica ‘’tradición’’ de la banda, que hace referencia a personajes, pero en esta melodía es algo más acústico y tranquilo sin los coros que se encuentran en canciones como ‘’Charmless Man’’ y ‘’Top Man’’. En ‘’Thought I Was A Spaceman’’ encontramos muchos cambios de ritmo. Por ejemplo, esta pieza comienza muy tranquila y algo relajante, después, Dave hace su aparición con su batería, para luego el señor Coxon hacer una entrada con su guitarra. Este es el track de más larga duración comparada con otras canciones del disco.
‘’I Broadcast’’, con una duración de 2:51, demuestra ser una canción con mucha energía, además de que es bastante pegajosa. Y claro, lo que la hace más atractiva es esa gran forma de tocar la guitarra por parte de Graham Coxon, nombrado uno de los mejores guitarristas de su generación.
Después tenemos ‘’My Terracota Heart’’, una melodía algo melancólica, que demuestra esos tiempos de un Damon serio, melancólico y algo introspectivo, como en Everyday Robots (su trabajo en solitario). Además de eso está canción habla sobre aquella amistad entre Damon y Graham, una amistad tan fuerte, casi como una hermandad. Esta canción es realmente muy bella. Una de las favoritas de los fans que gustan de este tipo de canciones.
Como siguiente tenemos ‘’There Are Too Many Of Us’’, esta canción demuestra tanto trabajo y esfuerzo, jamás nos imaginamos que Blur pudiera traer algo de esta magnitud. Esta, personalmente, la recomiendo mucho, sin duda, otra de las favoritas de los fans. Además de que fue el segundo track en darse a conocer. Con un vídeo sencillo, muy a la Blur, con esa forma tan bella y original del señor Albarn para cantar, esta es, la mejor de todas.
‘’Ghost Ship’’ la hemos escuchado varias veces en vivo, y a la mayoría del público le ha parecido fantástica. Es una melodía bastante relajante, se puede imaginar tantos lugares bellos, vale la pena escucharla. Luego, tenemos ‘’Pyongyang’’, un track muy a los últimos estilos de 13 (sexto álbum antes de Think Tank). La favorita de Dave.
‘’Ong Ong’’ es algo muy cercano a Blur, más bien la más parecida al viejo y genial Blur de los 90’s. Este track es parecido a Modern Life Is Rubish (otro álbum de la banda, muy bueno y jamás olvidado). Es divertida y algo sencilla, pero muy buena. Y por último ‘’Mirrorball’’, el track que finaliza este álbum. Esta canción es parecida al trabajo solista de Graham, como la mayor parte del disco suena más a Coxon, pero eso no lo hace menos bueno que otros álbumes.
The Magic Whip, como octavo álbum, ha tenido un reconocimiento musical enorme. A pesar de que lleva poco tiempo de ser lanzado, la banda ha dejado claro que se han vuelto más maduros en su forma de hacer música. Aquellos tiempos en los que un Blur despreocupado podía lograr muchas cosas verdaderamente buenas, pero el de ahora suena tan diferente, aunque eso no lo hace menos bueno. The Magic Whip es un álbum que hay que escuchar una y otra y otra vez para darse cuenta de los sentimientos de cada melodía, disfrutar al máximo cada sonido, cada forma de hacerse, es, única.
Los invito a que lo escuchen y se den cuenta del cambio drástico que han hecho estos músicos a lo largo de su carrera musical. Gracias al querido e ingenioso Damon, al divertido y controversial Alex, el serio y maduro Dave y el profundo y sentimentalista Graham. Esperamos mucho trabajo para el futuro.
jueves, 9 de julio de 2015
Luis Martin Gerardo: joven cineasta en crecimiento
por ERIC EDUARTE VILLA
fotograía CORTESÍA
El cine de Durango también reside fuera de la ciudad. El duranguense Luis Martin Gerardo Gurrola estuvo de visita en la capital, su ciudad natal, para grabar un corto-documental como parte de su formación dentro del séptimo arte.
Estudiante del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) en la ciudad de México, Luis siente una gran necesidad de filmar en la ciudad que le vio nacer y crecer para enriquecer la cinematografía de su estado, pero más allá de proyectar a la llamada tierra del cine, es la búsqueda de darle luz a sus propias historias como la que es ya su más reciente producción, una historia muy allegada a él, ya que retrata y documenta la vida de sus abuelos. Historias humildes y personales son las que terminan tocando el corazón a más de uno, ya que son parte de los recuerdos de alguien y que de alguna manera llegan a relacionarse con historias de uno mismo.
A pocas horas de haber concluido grabaciones Luis accedió a una entrevista para la revista Cinéfagos, en donde nos compartió su visión del cine y lo que espera lograr. Al igual nos habló de este pequeño documental que espera pronto compartir con la gente de cinéfila de Durango.
¿Qué te trae a venir a filmar a Durango?
Lo que me trae aquí a mi tierra es este proyecto del curso precisamente de documental del Centro de Capacitación Cinematográfica, que es un curso que hemos tenido básicamente desde inicios de este año. Han sido varias clases las que tuvimos por ahí, muchos ejercicios, muchos maestros. Sin embargo el final de este ejercicio es la culminación de estos conocimientos.
Acá en Durango vine porque se trata de un proyecto personal, que es sobre mis abuelos. Porque con ellos viví toda mi infancia, incluso hoy que vengo de vacaciones siempre voy a esa casa a visitarlos, es un lugar al que siempre regreso. Entonces cuando se me presentó la oportunidad de hacer el ejercicio pues pensé en mis abuelos, pensé en la relación cotidiana que ellos tienen. Tengo muchos recuerdos, buenos y malos. Y es confrontarlos, es una confrontación a la cotidianidad conflictiva que tienen ellos, entonces, ¿de qué forma voy a incomodarlos? Mediante sus recuerdos, y esa es la forma en que yo como realizador me incluyo, dado a que cuando hacemos entrevistas y se refieren mucho a sus vivencias, son vivencias que hemos compartido.
¿Cómo surge la idea de este corto-documental?
Surgió porque yo tenía un documental inicial que iba a realizar en la ciudad de México, sobre una señora que vive en la central de abastos del DF. Sin embargo al final no se pudo hacer ya que esta señora me canceló. Puesto que yo tenía que presentar un proyecto documental para la escuela, en diciembre pasado que vine a vacacionar aquí a Durango, básicamente fue para pasear por el estado para sacar ideas, al final yo quería contar algo de mi tierra y como tenía el tiempo encima tenía que hacer algo personal para saltarme el paso de la investigación.
Y después de 15 años regreso a la casa de mis abuelos a intervenir de otra forma, ya con una película. Y es así como di con este proyecto, y es algo que siempre he querido contar. En la escuela en una de las clases un maestro nos comentó que hay un ejercicio que se llama ‘La huella del dolor’, él nos decía, nos recomendaba que para hacer un documental escribiéramos sobre una Huella de Dolor, algo que nos afectara o que nos afectó en algún momento de nuestra vida y ese podría ser un buen momento para elaborar un documental, y al final también esto urge como una Huella de Dolor.
¿Qué es lo más difícil en este tipo de proyectos?
Lo más difícil es hacer un documental de personas cercanas a ti. Es difícil porque en el camino, en el trayecto de ir preguntando, te das cuenta de cosas que tú no sabías, porque son dolorosas para ellos, pero si es doloroso para tu abuelo, también es doloroso para ti. Y si vez que tu abuelo tiene un quiebre, también te está doliendo como director y te entran muchas dudas morales. Sabes que tienes que preguntarles cosas dolorosas y sabes que se van a quebrar pero sabes también que es bueno para la película. Es complejo y yo tuve muchos momentos de duda, y a veces yo mismo me decía ¿seguiré con esto, indagando en los recuerdos de ellos? es difícil.
¿Cómo reaccionaron tus abuelos ante un equipo de producción?
Al principio si estaban un poco cohibidos, porque mi equipo de producción que éramos básicamente yo como director, mi sonidista Raúl Galindo, y mi fotógrafo Fabricio Cadena, eran personas extrañas a mis abuelos, e incluso era la primera vez que ellos dos venían a Durango.
En los primeros días de grabación surgió mucho material grabado que al final en la edición no va a quedar, porque mis abuelos se sentían incómodos con la cámara, y lo que tuve que ir haciendo fue una estrategia para crear una empatía entre ellos y el crew.
Para eso en lo que fuimos entrevistando a mi abuelo y mi abuela, en los tiempos muertos en que teníamos que comer, en lugar de ir a una tiendita a una fondita a comer y a platicar lo hecho del día lo que yo hice fue comer con mis abuelos para que mis compañeros, mi equipo de producción, les contarán también sus vidas y de esa forma dejarán de ser unos extraños. Y se fue creando un clima donde se creó empatía y poco a poco mis abuelos iban reaccionando frente a la cámara con naturalidad, y esa fue la estrategia que se siguió para obtener las imágenes, las situaciones y los recuerdos que yo quería que se generarán entre ellos.
fotograía CORTESÍA
El cine de Durango también reside fuera de la ciudad. El duranguense Luis Martin Gerardo Gurrola estuvo de visita en la capital, su ciudad natal, para grabar un corto-documental como parte de su formación dentro del séptimo arte.
Estudiante del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) en la ciudad de México, Luis siente una gran necesidad de filmar en la ciudad que le vio nacer y crecer para enriquecer la cinematografía de su estado, pero más allá de proyectar a la llamada tierra del cine, es la búsqueda de darle luz a sus propias historias como la que es ya su más reciente producción, una historia muy allegada a él, ya que retrata y documenta la vida de sus abuelos. Historias humildes y personales son las que terminan tocando el corazón a más de uno, ya que son parte de los recuerdos de alguien y que de alguna manera llegan a relacionarse con historias de uno mismo.
A pocas horas de haber concluido grabaciones Luis accedió a una entrevista para la revista Cinéfagos, en donde nos compartió su visión del cine y lo que espera lograr. Al igual nos habló de este pequeño documental que espera pronto compartir con la gente de cinéfila de Durango.
¿Qué te trae a venir a filmar a Durango?
Lo que me trae aquí a mi tierra es este proyecto del curso precisamente de documental del Centro de Capacitación Cinematográfica, que es un curso que hemos tenido básicamente desde inicios de este año. Han sido varias clases las que tuvimos por ahí, muchos ejercicios, muchos maestros. Sin embargo el final de este ejercicio es la culminación de estos conocimientos.
Acá en Durango vine porque se trata de un proyecto personal, que es sobre mis abuelos. Porque con ellos viví toda mi infancia, incluso hoy que vengo de vacaciones siempre voy a esa casa a visitarlos, es un lugar al que siempre regreso. Entonces cuando se me presentó la oportunidad de hacer el ejercicio pues pensé en mis abuelos, pensé en la relación cotidiana que ellos tienen. Tengo muchos recuerdos, buenos y malos. Y es confrontarlos, es una confrontación a la cotidianidad conflictiva que tienen ellos, entonces, ¿de qué forma voy a incomodarlos? Mediante sus recuerdos, y esa es la forma en que yo como realizador me incluyo, dado a que cuando hacemos entrevistas y se refieren mucho a sus vivencias, son vivencias que hemos compartido.
¿Cómo surge la idea de este corto-documental?
Surgió porque yo tenía un documental inicial que iba a realizar en la ciudad de México, sobre una señora que vive en la central de abastos del DF. Sin embargo al final no se pudo hacer ya que esta señora me canceló. Puesto que yo tenía que presentar un proyecto documental para la escuela, en diciembre pasado que vine a vacacionar aquí a Durango, básicamente fue para pasear por el estado para sacar ideas, al final yo quería contar algo de mi tierra y como tenía el tiempo encima tenía que hacer algo personal para saltarme el paso de la investigación.
Y después de 15 años regreso a la casa de mis abuelos a intervenir de otra forma, ya con una película. Y es así como di con este proyecto, y es algo que siempre he querido contar. En la escuela en una de las clases un maestro nos comentó que hay un ejercicio que se llama ‘La huella del dolor’, él nos decía, nos recomendaba que para hacer un documental escribiéramos sobre una Huella de Dolor, algo que nos afectara o que nos afectó en algún momento de nuestra vida y ese podría ser un buen momento para elaborar un documental, y al final también esto urge como una Huella de Dolor.
¿Qué es lo más difícil en este tipo de proyectos?
Lo más difícil es hacer un documental de personas cercanas a ti. Es difícil porque en el camino, en el trayecto de ir preguntando, te das cuenta de cosas que tú no sabías, porque son dolorosas para ellos, pero si es doloroso para tu abuelo, también es doloroso para ti. Y si vez que tu abuelo tiene un quiebre, también te está doliendo como director y te entran muchas dudas morales. Sabes que tienes que preguntarles cosas dolorosas y sabes que se van a quebrar pero sabes también que es bueno para la película. Es complejo y yo tuve muchos momentos de duda, y a veces yo mismo me decía ¿seguiré con esto, indagando en los recuerdos de ellos? es difícil.
¿Cómo reaccionaron tus abuelos ante un equipo de producción?
Al principio si estaban un poco cohibidos, porque mi equipo de producción que éramos básicamente yo como director, mi sonidista Raúl Galindo, y mi fotógrafo Fabricio Cadena, eran personas extrañas a mis abuelos, e incluso era la primera vez que ellos dos venían a Durango.
En los primeros días de grabación surgió mucho material grabado que al final en la edición no va a quedar, porque mis abuelos se sentían incómodos con la cámara, y lo que tuve que ir haciendo fue una estrategia para crear una empatía entre ellos y el crew.
Para eso en lo que fuimos entrevistando a mi abuelo y mi abuela, en los tiempos muertos en que teníamos que comer, en lugar de ir a una tiendita a una fondita a comer y a platicar lo hecho del día lo que yo hice fue comer con mis abuelos para que mis compañeros, mi equipo de producción, les contarán también sus vidas y de esa forma dejarán de ser unos extraños. Y se fue creando un clima donde se creó empatía y poco a poco mis abuelos iban reaccionando frente a la cámara con naturalidad, y esa fue la estrategia que se siguió para obtener las imágenes, las situaciones y los recuerdos que yo quería que se generarán entre ellos.
Iván Delhumeau: una escritura de homenaje
por ANDREI MALDONADO
fotografía CORTESÍA IMAC
Menciona Iván Delhumeau en su ensayo sobre la obra fílmica del cineasta duranguense Juan Antonio de la Riva que las películas de éste son un claro homenaje a la cultura duranguense, a su pasado en San Miguel de Cruces, a su familia y al cine en general. Si es así la de Iván es una escritura de homenaje a la herencia que el maestro de la Riva ha dejado a la historia de la cinematografía nacional, pero muy especialmente a la cinematografía del estado.
Y es que con certeza el autor de “De lo personal a lo universal” afirma que lo más importante en los 60 años de historia cinematográfica industrial en la entidad son las películas filmadas en la “tierra del cine” por el cineasta serrano. Y en efecto, lo son, pues como dijera el mismísimo Felipe Cazals en su última visita a Durango “puede haber cine mexicano filmado en Durango, pero el cine duranguense es solo el que hacen los duranguenses”.
El año pasado, durante el desarrollo de la sexta edición del Festival de Cine Mexicano de Durango, tuve la oportunidad de comer en la misma mesa junto a Juan Antonio y, precisamente, charlábamos sobre filmar lo personal y proyectarlo para generar impacto en lo universal. De ahí a que la forma en que Iván titula su ensayo sea no solo acertada sino también justa, directa y sintetiza lo que en realidad significa filmar para De la Riva.
Cine comercial contra cine de autor, es una de las premisas manejadas durante el discurso del ensayo ¿qué convierte a un cine “cine de autor”? el público, sin duda. Pero esto siempre será después de que el director, en su papel de dios todopoderoso en la obra, haya logrado plasmar en su película todo lo que para él representa el cine. De ahí la atrevida comparación que hace Iván entre los objetivos que persiguen Cuarón y De la Riva, cada uno por su lado.
Partir de lo personal hacia lo universal. Iván nos acerca por medio de su digerible manera de escribir a los motivos familiares que llevaron a Juan Antonio a decidirse por cada uno de sus proyectos. Desde Polvo vencedor del sol hasta El Gavilán de la Sierra, el cineasta consigue filmar el terruño, retratar su realidad y la de los suyos y, al mismo tiempo, generar un discurso que tenga incluso un mayor impacto más allá de nuestras fronteras que en nuestro país.
Después de leer el libro de Iván no nos queda duda de que nos sobreviven pocos grandes cineastas. Sin duda alguna debemos valorar y agradecer el trabajo de cada hombre que consigue construir de nuevo el cine tras cada película, pues en el cine nada es ficción. De la Riva consigue, como lo hiciera Giuseppe Tornattore, crear un idilio de romance con la nostalgia de otras épocas, de un cine concebido no solo como medio sino también como espacio.
Y en el caso del autor que hoy nos concierne, el gran mérito de Iván es recordarnos que ante todo el cine es un arte escrito. El cine comienza como idea que se proyecta sobre el papel y encuentra su gran culminación no cuando se ve en pantalla el último de los créditos, sino cuando se lee la última línea de una crítica. Pues de la cotidianidad fílmica de Juan Antonio pasamos a la documentación de lo propio de parte de Iván.
Lejos de un afán proteccionista y cursi de carácter localista, el autor busca demostrar, en base al análisis de expertos en la materia, que es el cine escrito y dirigido por Juan Antonio de la Riva lo realmente valioso de seis décadas de industria fílmica en Durango, y puedo asegurar que con éxito lo consigue. El discurso del cineasta en sus películas es honesto, sin máscaras, tal y como es la reflexión y conclusión del escritor en su ensayo.
Libros como este son los que deberían ser de cabecera para todos los jóvenes realizadores del país, en especial de Durango. No se puede soñar con ser alguien de reconocimiento mundial si no se conoce lo propio y si no se empieza por saber qué se ha hecho antes de lo que nosotros podamos hacer. En otras palabras todo aquel que pretenda hacer cine debe antes ver cine, sentir el cine. Conocer el cine mexicano y, por supuesto, conocer el cine de Juan Antonio.
fotografía CORTESÍA IMAC
Menciona Iván Delhumeau en su ensayo sobre la obra fílmica del cineasta duranguense Juan Antonio de la Riva que las películas de éste son un claro homenaje a la cultura duranguense, a su pasado en San Miguel de Cruces, a su familia y al cine en general. Si es así la de Iván es una escritura de homenaje a la herencia que el maestro de la Riva ha dejado a la historia de la cinematografía nacional, pero muy especialmente a la cinematografía del estado.
Y es que con certeza el autor de “De lo personal a lo universal” afirma que lo más importante en los 60 años de historia cinematográfica industrial en la entidad son las películas filmadas en la “tierra del cine” por el cineasta serrano. Y en efecto, lo son, pues como dijera el mismísimo Felipe Cazals en su última visita a Durango “puede haber cine mexicano filmado en Durango, pero el cine duranguense es solo el que hacen los duranguenses”.
El año pasado, durante el desarrollo de la sexta edición del Festival de Cine Mexicano de Durango, tuve la oportunidad de comer en la misma mesa junto a Juan Antonio y, precisamente, charlábamos sobre filmar lo personal y proyectarlo para generar impacto en lo universal. De ahí a que la forma en que Iván titula su ensayo sea no solo acertada sino también justa, directa y sintetiza lo que en realidad significa filmar para De la Riva.
Cine comercial contra cine de autor, es una de las premisas manejadas durante el discurso del ensayo ¿qué convierte a un cine “cine de autor”? el público, sin duda. Pero esto siempre será después de que el director, en su papel de dios todopoderoso en la obra, haya logrado plasmar en su película todo lo que para él representa el cine. De ahí la atrevida comparación que hace Iván entre los objetivos que persiguen Cuarón y De la Riva, cada uno por su lado.
Partir de lo personal hacia lo universal. Iván nos acerca por medio de su digerible manera de escribir a los motivos familiares que llevaron a Juan Antonio a decidirse por cada uno de sus proyectos. Desde Polvo vencedor del sol hasta El Gavilán de la Sierra, el cineasta consigue filmar el terruño, retratar su realidad y la de los suyos y, al mismo tiempo, generar un discurso que tenga incluso un mayor impacto más allá de nuestras fronteras que en nuestro país.
Después de leer el libro de Iván no nos queda duda de que nos sobreviven pocos grandes cineastas. Sin duda alguna debemos valorar y agradecer el trabajo de cada hombre que consigue construir de nuevo el cine tras cada película, pues en el cine nada es ficción. De la Riva consigue, como lo hiciera Giuseppe Tornattore, crear un idilio de romance con la nostalgia de otras épocas, de un cine concebido no solo como medio sino también como espacio.
Y en el caso del autor que hoy nos concierne, el gran mérito de Iván es recordarnos que ante todo el cine es un arte escrito. El cine comienza como idea que se proyecta sobre el papel y encuentra su gran culminación no cuando se ve en pantalla el último de los créditos, sino cuando se lee la última línea de una crítica. Pues de la cotidianidad fílmica de Juan Antonio pasamos a la documentación de lo propio de parte de Iván.
Lejos de un afán proteccionista y cursi de carácter localista, el autor busca demostrar, en base al análisis de expertos en la materia, que es el cine escrito y dirigido por Juan Antonio de la Riva lo realmente valioso de seis décadas de industria fílmica en Durango, y puedo asegurar que con éxito lo consigue. El discurso del cineasta en sus películas es honesto, sin máscaras, tal y como es la reflexión y conclusión del escritor en su ensayo.
Libros como este son los que deberían ser de cabecera para todos los jóvenes realizadores del país, en especial de Durango. No se puede soñar con ser alguien de reconocimiento mundial si no se conoce lo propio y si no se empieza por saber qué se ha hecho antes de lo que nosotros podamos hacer. En otras palabras todo aquel que pretenda hacer cine debe antes ver cine, sentir el cine. Conocer el cine mexicano y, por supuesto, conocer el cine de Juan Antonio.
martes, 7 de julio de 2015
Batman: la casi perfecta trilogía de Nolan
Por ISMAEL ALEJANDRO CAMPOS ADAME
Después de que el director Tim Burton entregara dos magníficas y oscuras películas del hombre murciélago, “Batman” (1989) y “Batman Regresa” (1992), este le pasó la estafeta a Joel Schumacher para que continuara dirigiendo una franquicia que destruyó totalmente con dos filmes demasiado caricaturizados e infantiles del icónico héroe de Cuidad Gótica, “Batman Eternamente” (1995) y “Batman y Robin” (1997), esta última considerada una de las peores producciones cinematográficas de la historia.
Tuvieron que pasar muchos años para que se reiniciara la franquicia con una nueva trilogía que por fin le hiciera justicia a uno de los héroes predilectos del mundo de las historietas y para esta tarea se tomó en cuenta al ahora consagrado director británico Christopher Nolan, quien en ese entonces contaba solamente con dos largometrajes, la obra maestra “Memento” (2000) y la regular “Insomnia” (2002).
A continuación un breve análisis crítico de las tres entregas de esta peculiar y original trilogía del caballero oscuro, producto del gran ingenio de uno de los mejores cineastas de la actualidad.
Batman Inicia (2005)
En este filme se cuenta de una forma realmente magistral el por qué Bruce Wayne, personificado increíblemente por Christian Bale, toma la decisión de transformarse en esa pesadilla de cualquier criminal de Ciudad Gótica.
Fascinado Christopher Nolan por la psicología de Bruce Wayne, el hombre detrás de esa máscara negra que intimida a todo criminal, convenció a los ejecutivos de la Warner Brothers para narrar, con la ayuda del guionista David S. Goyer, una historia realista de los orígenes de Batman, el enmascarado justiciero atormentado por la muerte de sus padres y némesis de los delincuentes que hacen de las suyas en una ciudad ficticia hundida en la corrupción.
Esta joya, que se convirtió en una importante influencia para todos aquellos filmes que pretendían reinventar superhéroes de historietas en los siguientes años, se basa en el cómic de culto de Frank Miller “Batman Año Uno” y es hasta ahora la mejor película que cuenta los orígenes de un héroe de las viñetas, por contar con un guión muy directo y nada complejo que nos presenta una historia excelentemente construida, con personajes cuyas motivaciones están muy bien planteadas y aspectos justificados que no dejan dudas ni al más exigente espectador, fórmula única de Nolan.
El director, respetando la esencia de los personajes del cómic, los reconstruye a su manera, volviéndolos más creíbles y desenvolviéndolos en una historia llena de realismo, emoción y situaciones inesperadas que hacen de esta gran película un verdadero festín que instantáneamente se convirtió en una obra maestra dentro del cine de superhéroes.
El Caballero de la Noche (2008)
Para esta película, Christopher Nolan escribió junto con su hermano Jonathan Nolan un guión más maduro y complejo en el que optaron por incluir al villano número uno de Batman, El Guasón, espléndidamente interpretado por Heath Ledger, quien falleció posteriormente y recibió un Oscar póstumo por esta antológica actuación en una cinta en la que el resto del reparto da también lo mejor de sí.
Los Nolan dotaron al guión de un ritmo visceral lleno de suspenso y que logra mantener tenso al público durante más de dos horas que se pasan rápidamente y que encuentran su clímax en un final muy emotivo e inolvidable.
Christopher Nolan repite la misma fórmula que aplicó en la primera entrega, y la diferencia radica en que en esta secuela nos presenta escenas cargadas de tensión, las cuales no hubieran sido las mismas sin esa genial música compuesta por Hans Zimmer, quien después de hacer un buen trabajo con la banda sonora de “Batman Inicia”, inyecta a esta segunda parte de composiciones cargadas con dosis melancólicas y pizcas de terror psicológico.
Tomando la esencia de El Guasón de las páginas de cómics clásicos, los Nolan lo reconstruyen para adaptarlo al cine de la manera más realista posible, dotándolo de una filosofía que lo hace un interesante personaje dentro de la galería de los mejores villanos de la historia del séptimo arte, aquellos que después de ser apreciados haciendo maldades en la pantalla grande, se quedan para siempre en nuestra mente.
Muchos dicen con seguridad que esta es la mejor película de Batman jamás realizada y hasta ahora existe el debate en el que se discute cual es la mejor entrega del hombre murciélago, ¿Esta o su antecesora?
El Caballero de la Noche Asciende (2012)
Ansiosos estaban los seguidores de la franquicia por ver la última entrega que supuestamente cerraría con broche de oro esta trilogía, y el resultado fue un poco decepcionante por ser un largometraje que hasta la mitad es de aplaudir, y de ahí en adelante cae de manera desconsiderada por no seguir esa metodología que Nolan había aplicado en las dos entregas anteriores, que es la justificación de pequeños detalles que traen dudas y afectan la coherencia de la historia.
Se puede decir que el argumento en general de esta tercera parte es mejor que el de las primeras dos entregas, pero lo explicado en el párrafo anterior fue lo que afectó mucho a la cinta que cuenta con la participación del brillante actor Tom Hardy, quien interpretó al villano Bane, famoso y temible personaje del universo de Batman que ya había sido tratado injustamente en la odiada “Batman y Robin”, y que en esta ocasión sí se respetó su psicología pero no esa monstruosa apariencia física que refleja en los cómics, teniendo además en la trama un desarrollo que concluye ridículamente.
Un verdadero y apreciable acierto de esta última entrega es la madurez técnica de Nolan, es decir, los movimientos de cámara en las secuencias de acción, espectacularmente fenomenales, y qué decir de la fotografía a cargo del brutalmente talentoso Wally Pfister, simplemente asombrosa.
En la cinta, escrita nuevamente por Christopher Nolan y su hermano Jonathan, se cuenta además con la presencia de otros nuevos personajes que logran aportar sentido a la trilogía, pero que no tienen un atractivo desarrollo y desenlace dentro de la trama, lo que se convierte en una de las debilidades principales del cierre de esta saga cinematográfica casi perfecta.
Después de que el director Tim Burton entregara dos magníficas y oscuras películas del hombre murciélago, “Batman” (1989) y “Batman Regresa” (1992), este le pasó la estafeta a Joel Schumacher para que continuara dirigiendo una franquicia que destruyó totalmente con dos filmes demasiado caricaturizados e infantiles del icónico héroe de Cuidad Gótica, “Batman Eternamente” (1995) y “Batman y Robin” (1997), esta última considerada una de las peores producciones cinematográficas de la historia.
Tuvieron que pasar muchos años para que se reiniciara la franquicia con una nueva trilogía que por fin le hiciera justicia a uno de los héroes predilectos del mundo de las historietas y para esta tarea se tomó en cuenta al ahora consagrado director británico Christopher Nolan, quien en ese entonces contaba solamente con dos largometrajes, la obra maestra “Memento” (2000) y la regular “Insomnia” (2002).
A continuación un breve análisis crítico de las tres entregas de esta peculiar y original trilogía del caballero oscuro, producto del gran ingenio de uno de los mejores cineastas de la actualidad.
Batman Inicia (2005)
En este filme se cuenta de una forma realmente magistral el por qué Bruce Wayne, personificado increíblemente por Christian Bale, toma la decisión de transformarse en esa pesadilla de cualquier criminal de Ciudad Gótica.
Fascinado Christopher Nolan por la psicología de Bruce Wayne, el hombre detrás de esa máscara negra que intimida a todo criminal, convenció a los ejecutivos de la Warner Brothers para narrar, con la ayuda del guionista David S. Goyer, una historia realista de los orígenes de Batman, el enmascarado justiciero atormentado por la muerte de sus padres y némesis de los delincuentes que hacen de las suyas en una ciudad ficticia hundida en la corrupción.
Esta joya, que se convirtió en una importante influencia para todos aquellos filmes que pretendían reinventar superhéroes de historietas en los siguientes años, se basa en el cómic de culto de Frank Miller “Batman Año Uno” y es hasta ahora la mejor película que cuenta los orígenes de un héroe de las viñetas, por contar con un guión muy directo y nada complejo que nos presenta una historia excelentemente construida, con personajes cuyas motivaciones están muy bien planteadas y aspectos justificados que no dejan dudas ni al más exigente espectador, fórmula única de Nolan.
El director, respetando la esencia de los personajes del cómic, los reconstruye a su manera, volviéndolos más creíbles y desenvolviéndolos en una historia llena de realismo, emoción y situaciones inesperadas que hacen de esta gran película un verdadero festín que instantáneamente se convirtió en una obra maestra dentro del cine de superhéroes.
El Caballero de la Noche (2008)
Para esta película, Christopher Nolan escribió junto con su hermano Jonathan Nolan un guión más maduro y complejo en el que optaron por incluir al villano número uno de Batman, El Guasón, espléndidamente interpretado por Heath Ledger, quien falleció posteriormente y recibió un Oscar póstumo por esta antológica actuación en una cinta en la que el resto del reparto da también lo mejor de sí.
Los Nolan dotaron al guión de un ritmo visceral lleno de suspenso y que logra mantener tenso al público durante más de dos horas que se pasan rápidamente y que encuentran su clímax en un final muy emotivo e inolvidable.
Christopher Nolan repite la misma fórmula que aplicó en la primera entrega, y la diferencia radica en que en esta secuela nos presenta escenas cargadas de tensión, las cuales no hubieran sido las mismas sin esa genial música compuesta por Hans Zimmer, quien después de hacer un buen trabajo con la banda sonora de “Batman Inicia”, inyecta a esta segunda parte de composiciones cargadas con dosis melancólicas y pizcas de terror psicológico.
Tomando la esencia de El Guasón de las páginas de cómics clásicos, los Nolan lo reconstruyen para adaptarlo al cine de la manera más realista posible, dotándolo de una filosofía que lo hace un interesante personaje dentro de la galería de los mejores villanos de la historia del séptimo arte, aquellos que después de ser apreciados haciendo maldades en la pantalla grande, se quedan para siempre en nuestra mente.
Muchos dicen con seguridad que esta es la mejor película de Batman jamás realizada y hasta ahora existe el debate en el que se discute cual es la mejor entrega del hombre murciélago, ¿Esta o su antecesora?
El Caballero de la Noche Asciende (2012)
Ansiosos estaban los seguidores de la franquicia por ver la última entrega que supuestamente cerraría con broche de oro esta trilogía, y el resultado fue un poco decepcionante por ser un largometraje que hasta la mitad es de aplaudir, y de ahí en adelante cae de manera desconsiderada por no seguir esa metodología que Nolan había aplicado en las dos entregas anteriores, que es la justificación de pequeños detalles que traen dudas y afectan la coherencia de la historia.
Se puede decir que el argumento en general de esta tercera parte es mejor que el de las primeras dos entregas, pero lo explicado en el párrafo anterior fue lo que afectó mucho a la cinta que cuenta con la participación del brillante actor Tom Hardy, quien interpretó al villano Bane, famoso y temible personaje del universo de Batman que ya había sido tratado injustamente en la odiada “Batman y Robin”, y que en esta ocasión sí se respetó su psicología pero no esa monstruosa apariencia física que refleja en los cómics, teniendo además en la trama un desarrollo que concluye ridículamente.
Un verdadero y apreciable acierto de esta última entrega es la madurez técnica de Nolan, es decir, los movimientos de cámara en las secuencias de acción, espectacularmente fenomenales, y qué decir de la fotografía a cargo del brutalmente talentoso Wally Pfister, simplemente asombrosa.
En la cinta, escrita nuevamente por Christopher Nolan y su hermano Jonathan, se cuenta además con la presencia de otros nuevos personajes que logran aportar sentido a la trilogía, pero que no tienen un atractivo desarrollo y desenlace dentro de la trama, lo que se convierte en una de las debilidades principales del cierre de esta saga cinematográfica casi perfecta.
Boyhood: momentos de nuestra vida
por JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ
"Si amas las largas caminatas, y las charlas sin sentido tratando de descubrir el significado de la vida; amarás las películas de Richard Linklater."
Si nos hubiéramos preguntado qué director podría imaginar, escribir e idear una película que nos narrara la vida de un niño que creía que las avispas venían de aventar agua al cielo hasta convertirse en un joven universitario antisocial que busca algo más que atención y saber qué sentido tiene la vida, sin duda alguna todos habríamos pensado en Richard Linklater.
El director del "tiempo real" como a mí me gusta llamarlo, y creador de la trilogía “Before”, nos regaló una de las películas más maravillosas y emotivas del año pasado; multiganadora en varias entregas de premios y una labor titánica del director para filmar durante doce años para entregarnos esta historia. La película narra la vida y los cambios de Mason, un pequeño niño que vive con su madre soltera y su hermana mientras su padre no está por completo en su vida.
Y es que desde el inicio es imposible no engancharte con la película, la banda sonora prácticamente es la música con la que todo chico de esa generación creció y vivió su juventud. Coldplay, Blink 182, Kings of Lion, Foo Fighters, Arcade Fire, The Beatles, son sólo algunas bandas que podemos escuchar. Pero sin duda con lo que más se identifica uno en esta película que es una clase de documental ficticio, es que es una película prácticamente real, no hay ninguna sorpresa y en momentos te puedes llegar a fastidiar que no pase nada extraordinario, pero es la vida misma.
Una madre que lucha todos los días por pagar las cuentas cuando después de pasar por malos matrimonios y varias mudanzas decide criar a sus hijos sola. Esas pláticas con tu padre al que casi no ves sobre sexo, chicas o tú futuro. Incluso si nunca las tuviste te puedes sentir cobijado por esta película al sentir que esas son las pláticas que te hubiera gustado tener con tu padre. La vida tiene varios cambios, varias etapas y "cada momento nos vive", por muy diferente que se viva y se sienta. La película termina como nos tiene acostumbrados este director, como terminan todas las películas de Linklater, cuando empieza la verdadera historia.
Con unas maravillosas y reales actuaciones, Boyhood o Momentos de una vida es una película que no te puedes perder por el simple hecho de que Linklater nos hace participes de una película única. Quizá recuerdes algo que olvidaste de tu infancia como a muchos ya nos ha pasado: un paseo en bicicleta con tu mejor amigo de la infancia, la colección de rocas que tenías y presumías a tus primos, aquella noche especial en la que ya eras grande, o cuando eras niño y creías que las avispas venían de aventar agua al cielo.
"Si amas las largas caminatas, y las charlas sin sentido tratando de descubrir el significado de la vida; amarás las películas de Richard Linklater."
Si nos hubiéramos preguntado qué director podría imaginar, escribir e idear una película que nos narrara la vida de un niño que creía que las avispas venían de aventar agua al cielo hasta convertirse en un joven universitario antisocial que busca algo más que atención y saber qué sentido tiene la vida, sin duda alguna todos habríamos pensado en Richard Linklater.
El director del "tiempo real" como a mí me gusta llamarlo, y creador de la trilogía “Before”, nos regaló una de las películas más maravillosas y emotivas del año pasado; multiganadora en varias entregas de premios y una labor titánica del director para filmar durante doce años para entregarnos esta historia. La película narra la vida y los cambios de Mason, un pequeño niño que vive con su madre soltera y su hermana mientras su padre no está por completo en su vida.
Y es que desde el inicio es imposible no engancharte con la película, la banda sonora prácticamente es la música con la que todo chico de esa generación creció y vivió su juventud. Coldplay, Blink 182, Kings of Lion, Foo Fighters, Arcade Fire, The Beatles, son sólo algunas bandas que podemos escuchar. Pero sin duda con lo que más se identifica uno en esta película que es una clase de documental ficticio, es que es una película prácticamente real, no hay ninguna sorpresa y en momentos te puedes llegar a fastidiar que no pase nada extraordinario, pero es la vida misma.
Una madre que lucha todos los días por pagar las cuentas cuando después de pasar por malos matrimonios y varias mudanzas decide criar a sus hijos sola. Esas pláticas con tu padre al que casi no ves sobre sexo, chicas o tú futuro. Incluso si nunca las tuviste te puedes sentir cobijado por esta película al sentir que esas son las pláticas que te hubiera gustado tener con tu padre. La vida tiene varios cambios, varias etapas y "cada momento nos vive", por muy diferente que se viva y se sienta. La película termina como nos tiene acostumbrados este director, como terminan todas las películas de Linklater, cuando empieza la verdadera historia.
Con unas maravillosas y reales actuaciones, Boyhood o Momentos de una vida es una película que no te puedes perder por el simple hecho de que Linklater nos hace participes de una película única. Quizá recuerdes algo que olvidaste de tu infancia como a muchos ya nos ha pasado: un paseo en bicicleta con tu mejor amigo de la infancia, la colección de rocas que tenías y presumías a tus primos, aquella noche especial en la que ya eras grande, o cuando eras niño y creías que las avispas venían de aventar agua al cielo.
sábado, 4 de julio de 2015
Perdidos en Tokio: el arte de perderse y encontrarse
por JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ
"¿En realidad es necesario viajar hasta el otro lado del mundo, donde no se habla nuestro idioma y donde no entendemos nada, para encontrarnos con nosotros mismos y sentirnos realmente conectados con alguien más?" Esta es sólo una de las miles de interrogantes que abordarán tu cabeza después de mirar esta maravillosa película.
Lost in Traslation (o Perdidos en Tokio como fue llamada en américa latina) lleva como trama la vida de un par de estadounidenses, Charlotte y Bob. La primera (interpretada por una jovencísima y encantadora Scarlett Johansson) una joven veinteañera que acompaña a su esposo fotógrafo y que suele pasar la mayor parte de su tiempo a solas recorriendo todo Tokio tratando de encontrar algo con qué conectarse, encontrar qué será de su vida y el significado de esta. Y Bob, un actor de cuarenta años con una carrera en descenso que llega a Tokio para promocionar un whisky japonés ("Tenga un momento Santory" es una de las grandes frases y escenas de la película).
Entonces una noche en el bar del hotel, ambos siendo victimas de un terrible insomnio, se conocen y empiezan una relación de amistad con fecha de caducidad (algo muy similar a lo que pasa con Speechless). Es entonces que con la ausencia de su esposo Charlotte empieza a salir con Bob que sufre una crisis en la relación con su esposa a la cual no le puede decir lo que él quisiera. Entre carreras, pláticas y desvelos compartidos la relación entre los dos se va haciendo muy dependiente y a la vez no, pues necesitan la compañía del otro para ser quien en verdad son y no lo que involucra la reclusión casi involuntaria del ser al estar en un entorno que sabes y reconoces como no tuyo.
Y es que si la película algo nos muestra es esa reclusión y aislamiento al que todos en su determinado momento nos sometemos, que es más evidente ahora que en aquellos años, o quizá sea igual, al final de cuentas uno siempre busca la soledad como busca la compañía ("nos gusta el frío, pero nos abrigamos en el calor"). Pero, ¿qué pasa cuando ese aislamiento no lo controlamos? ¿Qué tal si la barrera va más allá de lo cultural o lo verbal? Y es que siempre hay formas de comunicación cuando lo que se quiere decir en verdad es importante y valioso, pero cuando no nos podemos comunicar con alguien más, y de repente llega alguien y nos saca de ese canal de incomunicación y entre más sea el contacto, más podemos creer que es algo más especial de lo que quizá en este caso era.
La película trata y narra muy bien este suceso y este evento cuando Charlotte va entre las maquinas de juegos, y al mismo momento que ve a los jugadores tan absorbidos en un mundo de mentira y fantasía ella se siente igual al no poder comunicarse con nadie. Pero cuando conoce a Bob en vez de llenar el vacío de su transición con sexo o sólo una aventura más como cualquiera, en verdad se conectan, y crean un lazo indestructible, ese lazo que todos deberíamos de crear con nosotros mismos antes de querer estar con alguien en verdad.
Esta es una de esas tantas películas que hay, que si bien no puedes considerar dentro de tu lista de películas favoritas definitiva de todos los tiempos, si se puede llegar a sentir por ella un gran amor (algo así como lo que te puede llegar a pasar por Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos de Michel Gondry). Además cabe señalar que esta película consagra y hace entrar a las grandes ligas como directora a Sofia Coppola, quien escribe el guión de esta cinta basándose en un amorío que tuvo con el aquel entonces también muy joven cineasta Spike Jonze, historia que le valió su primer y único Oscar hasta el momento.
Sofia es hija del gran director Francis Ford Coppola, quien la hace debutar a muy temprana edad -cuando aún era una bebé- en El Padrino Parte I, y años más tarde aparece en El Padrino Parte III, pero ahora como hija de Michael Corleone y nos regala una de esas escenas en la cinematografía difícil de olvidar junto con Al Pacino cuando le dan el balazo en frente de él casi al final de la película.
"¿En realidad es necesario viajar hasta el otro lado del mundo, donde no se habla nuestro idioma y donde no entendemos nada, para encontrarnos con nosotros mismos y sentirnos realmente conectados con alguien más?" Esta es sólo una de las miles de interrogantes que abordarán tu cabeza después de mirar esta maravillosa película.
Lost in Traslation (o Perdidos en Tokio como fue llamada en américa latina) lleva como trama la vida de un par de estadounidenses, Charlotte y Bob. La primera (interpretada por una jovencísima y encantadora Scarlett Johansson) una joven veinteañera que acompaña a su esposo fotógrafo y que suele pasar la mayor parte de su tiempo a solas recorriendo todo Tokio tratando de encontrar algo con qué conectarse, encontrar qué será de su vida y el significado de esta. Y Bob, un actor de cuarenta años con una carrera en descenso que llega a Tokio para promocionar un whisky japonés ("Tenga un momento Santory" es una de las grandes frases y escenas de la película).
Entonces una noche en el bar del hotel, ambos siendo victimas de un terrible insomnio, se conocen y empiezan una relación de amistad con fecha de caducidad (algo muy similar a lo que pasa con Speechless). Es entonces que con la ausencia de su esposo Charlotte empieza a salir con Bob que sufre una crisis en la relación con su esposa a la cual no le puede decir lo que él quisiera. Entre carreras, pláticas y desvelos compartidos la relación entre los dos se va haciendo muy dependiente y a la vez no, pues necesitan la compañía del otro para ser quien en verdad son y no lo que involucra la reclusión casi involuntaria del ser al estar en un entorno que sabes y reconoces como no tuyo.
Y es que si la película algo nos muestra es esa reclusión y aislamiento al que todos en su determinado momento nos sometemos, que es más evidente ahora que en aquellos años, o quizá sea igual, al final de cuentas uno siempre busca la soledad como busca la compañía ("nos gusta el frío, pero nos abrigamos en el calor"). Pero, ¿qué pasa cuando ese aislamiento no lo controlamos? ¿Qué tal si la barrera va más allá de lo cultural o lo verbal? Y es que siempre hay formas de comunicación cuando lo que se quiere decir en verdad es importante y valioso, pero cuando no nos podemos comunicar con alguien más, y de repente llega alguien y nos saca de ese canal de incomunicación y entre más sea el contacto, más podemos creer que es algo más especial de lo que quizá en este caso era.
La película trata y narra muy bien este suceso y este evento cuando Charlotte va entre las maquinas de juegos, y al mismo momento que ve a los jugadores tan absorbidos en un mundo de mentira y fantasía ella se siente igual al no poder comunicarse con nadie. Pero cuando conoce a Bob en vez de llenar el vacío de su transición con sexo o sólo una aventura más como cualquiera, en verdad se conectan, y crean un lazo indestructible, ese lazo que todos deberíamos de crear con nosotros mismos antes de querer estar con alguien en verdad.
Esta es una de esas tantas películas que hay, que si bien no puedes considerar dentro de tu lista de películas favoritas definitiva de todos los tiempos, si se puede llegar a sentir por ella un gran amor (algo así como lo que te puede llegar a pasar por Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos de Michel Gondry). Además cabe señalar que esta película consagra y hace entrar a las grandes ligas como directora a Sofia Coppola, quien escribe el guión de esta cinta basándose en un amorío que tuvo con el aquel entonces también muy joven cineasta Spike Jonze, historia que le valió su primer y único Oscar hasta el momento.
Sofia es hija del gran director Francis Ford Coppola, quien la hace debutar a muy temprana edad -cuando aún era una bebé- en El Padrino Parte I, y años más tarde aparece en El Padrino Parte III, pero ahora como hija de Michael Corleone y nos regala una de esas escenas en la cinematografía difícil de olvidar junto con Al Pacino cuando le dan el balazo en frente de él casi al final de la película.
Leviathan: cine que devora y gusta
por ERIC EDUARTE VILLA
Definitivamente habrá que establecer el género de la tragedia dentro de la cinematografía para clasificar muchas películas, entre ellas el más reciente film de Andrei Zvyagintsev, quien ya ha demostrado plasmar excelentes historias de este nuevo cine ruso que comienza a desplazarse a gran ritmo, con sus anteriores cintas Elena y su ópera prima El regreso.
Leviathan nos introduce en una atmósfera oscura dentro de la política y la Iglesia. Ambientada en la ciudad costera Pribrezhny, Andrei muestra una metáfora de libro de Job y de la criatura mítica Leviathan, donde ambos elementos se mezclan entre sí.
El director ha sabido utilizar uno de los pasajes del libro bíblico y lo representativo de esta serpiente de los océanos para crear una de las cintas de mayor polémica y llena de una imagen artística enmarcada por una fotografía grisácea y un azul melancólico que imprime la esencia trágica y dramática que viven los personajes.
De la corrupción dentro de la trama no es nada nuevo pero resulta impresionante saber que en todos los lugares que se pueda pensar sucede, aunque en el sistema ruso y de la desparecida unión soviética existen muchos capítulos incómodos y llenos de esa corrupción. “Todos somos culpables de algo” se dice en la película y es una verdad que no se puede negar, dejando a más de un espectador en reflexión sobre la cinta.
También toma la vertiente de la forma de la estructura del guión y de su deleite visual que no hace en ningún momento cansado a pesar de su lentitud que viene más a agradar que a desesperar, eso habla del excelente trabajo desde la escritura del mismo guión hasta la edición, demostrando que el cine ruso sigue dando frutos, enseñando y gustando como la ha sido desde hace tiempo.
Definitivamente habrá que establecer el género de la tragedia dentro de la cinematografía para clasificar muchas películas, entre ellas el más reciente film de Andrei Zvyagintsev, quien ya ha demostrado plasmar excelentes historias de este nuevo cine ruso que comienza a desplazarse a gran ritmo, con sus anteriores cintas Elena y su ópera prima El regreso.
Leviathan nos introduce en una atmósfera oscura dentro de la política y la Iglesia. Ambientada en la ciudad costera Pribrezhny, Andrei muestra una metáfora de libro de Job y de la criatura mítica Leviathan, donde ambos elementos se mezclan entre sí.
El director ha sabido utilizar uno de los pasajes del libro bíblico y lo representativo de esta serpiente de los océanos para crear una de las cintas de mayor polémica y llena de una imagen artística enmarcada por una fotografía grisácea y un azul melancólico que imprime la esencia trágica y dramática que viven los personajes.
De la corrupción dentro de la trama no es nada nuevo pero resulta impresionante saber que en todos los lugares que se pueda pensar sucede, aunque en el sistema ruso y de la desparecida unión soviética existen muchos capítulos incómodos y llenos de esa corrupción. “Todos somos culpables de algo” se dice en la película y es una verdad que no se puede negar, dejando a más de un espectador en reflexión sobre la cinta.
También toma la vertiente de la forma de la estructura del guión y de su deleite visual que no hace en ningún momento cansado a pesar de su lentitud que viene más a agradar que a desesperar, eso habla del excelente trabajo desde la escritura del mismo guión hasta la edición, demostrando que el cine ruso sigue dando frutos, enseñando y gustando como la ha sido desde hace tiempo.
viernes, 3 de julio de 2015
El ángel exterminador: ¿qué nos retiene?
texto ANDREI MALDONADO
Charlando en una ocasión con el gran maestro Juan Antonio de la Riva comentábamos acerca del aporte de cineastas extranjeros a la filmografía nacional. Salieron a relucir personajes como Arcady Boytler o Sergei Eisenstein y, obviamente, el trabajo de Luis Buñuel. Afirmaba Juan Antonio que fue el español el que mejor entendió el cine mexicano, y lejos de querer implementar forzadamente el surrealismo que Bretón buscaba con ahínco en la pintura de Frida Kahlo, Buñuel consiguió tomar los elementos que tenía a la mano –actores, recursos, escenarios- y entregar a México y al mundo una filmografía llena de metáforas, pero también de realidades.
Y, sin temor a errar, puedo asegurar que es El ángel exterminador (1962) la obra que mayor resalta este hecho. En primer lugar porque, a pesar de evidenciar claramente a una sociedad burguesa, la historia podría ocurrir por igual en la Condesa o en la Roma como en los barrios más acaudalados de Londres o Nueva York. En segundo término su desarrollo como obra coral, donde cada personaje es tanto incidental como protagónico, permite llevar un ritmo constante no lineal del absurdo –más no incoherente- hecho de no poder abandonar una mansión por más que se desee, y sin que nadie pueda entrar en ella, sin razón aparente.
Buñuel plasma con un sentido narrativo más que crítico los extremos de una humanidad al borde de la animalidad, del caos siempre presente en el orden y de lo innecesario de las etiquetas que la sociedad ha implantado cuando se trata de salvar la vida. No sin cierta malicia el aragonés brinda un contexto de un grupo de acaudalados y pretenciosos burgueses que quedan atrapados en su propia trampa, de la cual oportunamente la clase baja ha escapado y, sobre el cierre, gira la cabeza hacia otro sector que ha basado su poderío también en la explotación de los marginados: la Iglesia.
El discurso de Buñuel en esta obra es, en síntesis, la dualidad extrema entre lo que abruma y lo que se desconoce ¿qué retiene a los huéspedes de los Nóbile? ¿Será su miedo, su humanidad, su fragilidad? ¿O es acaso el paso divino del ángel de la muerte? El ángel exterminador es de ese tipo de películas cuya seña particular es su capacidad de dejarnos en la inopia intelectual, en la brusquedad del abandono de las respuestas, naufragando entre lo ignoto y lo que leve, pero conciso, parece ser cine mexicano. Y en efecto, lo es. Afortunadamente lo es.
Charlando en una ocasión con el gran maestro Juan Antonio de la Riva comentábamos acerca del aporte de cineastas extranjeros a la filmografía nacional. Salieron a relucir personajes como Arcady Boytler o Sergei Eisenstein y, obviamente, el trabajo de Luis Buñuel. Afirmaba Juan Antonio que fue el español el que mejor entendió el cine mexicano, y lejos de querer implementar forzadamente el surrealismo que Bretón buscaba con ahínco en la pintura de Frida Kahlo, Buñuel consiguió tomar los elementos que tenía a la mano –actores, recursos, escenarios- y entregar a México y al mundo una filmografía llena de metáforas, pero también de realidades.
Y, sin temor a errar, puedo asegurar que es El ángel exterminador (1962) la obra que mayor resalta este hecho. En primer lugar porque, a pesar de evidenciar claramente a una sociedad burguesa, la historia podría ocurrir por igual en la Condesa o en la Roma como en los barrios más acaudalados de Londres o Nueva York. En segundo término su desarrollo como obra coral, donde cada personaje es tanto incidental como protagónico, permite llevar un ritmo constante no lineal del absurdo –más no incoherente- hecho de no poder abandonar una mansión por más que se desee, y sin que nadie pueda entrar en ella, sin razón aparente.
Buñuel plasma con un sentido narrativo más que crítico los extremos de una humanidad al borde de la animalidad, del caos siempre presente en el orden y de lo innecesario de las etiquetas que la sociedad ha implantado cuando se trata de salvar la vida. No sin cierta malicia el aragonés brinda un contexto de un grupo de acaudalados y pretenciosos burgueses que quedan atrapados en su propia trampa, de la cual oportunamente la clase baja ha escapado y, sobre el cierre, gira la cabeza hacia otro sector que ha basado su poderío también en la explotación de los marginados: la Iglesia.
El discurso de Buñuel en esta obra es, en síntesis, la dualidad extrema entre lo que abruma y lo que se desconoce ¿qué retiene a los huéspedes de los Nóbile? ¿Será su miedo, su humanidad, su fragilidad? ¿O es acaso el paso divino del ángel de la muerte? El ángel exterminador es de ese tipo de películas cuya seña particular es su capacidad de dejarnos en la inopia intelectual, en la brusquedad del abandono de las respuestas, naufragando entre lo ignoto y lo que leve, pero conciso, parece ser cine mexicano. Y en efecto, lo es. Afortunadamente lo es.
Los Olvidados: el arte de la agresividad
texto ERIC EDUARTE VILLA
La tragedia y la cruda realidad nunca supieron tan bien. Una de las mayores obras cinematográficas de la historia nos da ese deleite. Ya se habían hecho dramas trágicos que enriquecieron la industria nacional, pero Buñuel vino a dejar un legado no sólo para disfrutar, sino también para reflexionar sobre las causas sociales de nuestro país. Y es la conjunción de los elementos técnicos y contextuales de la película que le dan ese gran mérito que perdurará.
El encanto del Distrito Federal de los años cuarenta fue modificado y alterado por la realidad exhibida de algunos de los barrios más pobres y denigrantes en la cinta de Buñuel. La lucha de un pueblo, de unos cuantos por sobresalir, era lanzado de la forma más cruel pero verdadera. Dentro de su estética Luis no deja fuera ese encanto de la ciudad sólo por ciertos momentos, luego regresando a la humildad y miseria, mostrándonos de esa manera las dos caras de esa mítica capital mexicana. Usando matices naturales de su gente, ni uno de los personajes denota cierta ficción en su forma de ser, calles aterradas, una suciedad nada desconocida le daba el enfoque natural de donde se vivía en aquellas lugares y años, y que para nada nos sigue siendo una situación ajena.
Los olvidados que recordaremos con una de las historias más denigrantes, tal vez la obra de Buñuel sea un diamante negro que resplandece con otro brillo que sigue gustando y sobre todo enseñándonos. Todo esto no sería posible sin el sello en la cámara de uno de los mejores fotógrafos que ha dado México, Gabriel Figueroa, que supo captar la transgresión del director Aragonés. Puede que lo que hace tan importante a esta cinta es lo que nos genera al ver esta indigencia que se volvió artística. Si habría que clasificarla en algún género sería inapropiado etiquetarla como drama, pues va más allá. Si se creará el género de la tragedia sería un término indicado para la película que forma parte del patrimonio cultural de la humanidad. Una marginalidad que es y será por siempre memoria del mundo.
La tragedia y la cruda realidad nunca supieron tan bien. Una de las mayores obras cinematográficas de la historia nos da ese deleite. Ya se habían hecho dramas trágicos que enriquecieron la industria nacional, pero Buñuel vino a dejar un legado no sólo para disfrutar, sino también para reflexionar sobre las causas sociales de nuestro país. Y es la conjunción de los elementos técnicos y contextuales de la película que le dan ese gran mérito que perdurará.
El encanto del Distrito Federal de los años cuarenta fue modificado y alterado por la realidad exhibida de algunos de los barrios más pobres y denigrantes en la cinta de Buñuel. La lucha de un pueblo, de unos cuantos por sobresalir, era lanzado de la forma más cruel pero verdadera. Dentro de su estética Luis no deja fuera ese encanto de la ciudad sólo por ciertos momentos, luego regresando a la humildad y miseria, mostrándonos de esa manera las dos caras de esa mítica capital mexicana. Usando matices naturales de su gente, ni uno de los personajes denota cierta ficción en su forma de ser, calles aterradas, una suciedad nada desconocida le daba el enfoque natural de donde se vivía en aquellas lugares y años, y que para nada nos sigue siendo una situación ajena.
Los olvidados que recordaremos con una de las historias más denigrantes, tal vez la obra de Buñuel sea un diamante negro que resplandece con otro brillo que sigue gustando y sobre todo enseñándonos. Todo esto no sería posible sin el sello en la cámara de uno de los mejores fotógrafos que ha dado México, Gabriel Figueroa, que supo captar la transgresión del director Aragonés. Puede que lo que hace tan importante a esta cinta es lo que nos genera al ver esta indigencia que se volvió artística. Si habría que clasificarla en algún género sería inapropiado etiquetarla como drama, pues va más allá. Si se creará el género de la tragedia sería un término indicado para la película que forma parte del patrimonio cultural de la humanidad. Una marginalidad que es y será por siempre memoria del mundo.
jueves, 2 de julio de 2015
Güeros: la realidad capitalina
por DANIELA DEL PALACIO MONTIEL
La historia lineal de dos hermanos buscando a un músico que les recuerda a su padre y la historia, de alguna forma, perdida en el tiempo de dos estudiantes que se quedan estancados, mientras que una larga huelga estudiantil transcurre. Un guion demasiado sencillo pero que encaja muy bien con los personajes, una cuidada composición, buena fotografía, actuaciones aceptables —en especial la de Tomás (Sebastián Aguirre)- y pequeños detalles que le dan algo de profundidad a los personajes —como los ataques de pánico de Sombra (Tenoch Huerta) o la discriminación y misoginia de que es víctima Ana (Ilse Salas), quien no termina de encajar ni con los huelguistas ni con los “fresas”. Algo de eso es Güeros.
La película podrá resultarle a muchos divertida, por ese humor simplón de los protagonistas que estaban “en huelga de la huelga” y puede también resultar interesante, principalmente, porque aunque con claras referencias a la huelga del 99 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la trama estudiantil puede suponerse antigua o presente. Incluso podría decirse que la primera parte de la película da la impresión de desarrollarse en el pasado, hasta que de pronto los celulares y las construcciones actuales trasladan la historia a estos días.
Un momento también muy particular es cuando se le pregunta a uno de los personajes qué opina del guión de la película y éste dice que “es malo, muy malo”. Ello, sumado con los comentarios de los personajes que critican la forma en que los cineastas mexicanos muestran a México en los festivales internacionales de cine genera un tono de humor simplón y autocritico.
Sin embargo, pese a que técnicamente la película es bastante aceptable y la historia tiene detalles sobresalientes, es difícil recomendar Güeros. El problema es de contenido. Las declaraciones de Alonso Ruizpalacios referentes a su primer largometraje no ayudan a pasar por alto las deficiencias de guión, contenido e incluso referentes al mensaje que envía este filme.
Un ejemplo de las grandes deficiencias de contenido es el desnudo innecesario e injustificado que se ve en los primeros minutos de la cinta, mismo que resulta algo burdo, incluso vulgar. Lo anterior no es porque se haga un juicio moral al respecto sino porque parece metido a la fuerza, no encaja, no luce, no ofrece nada. Pareciera más bien estar sobre puesto en la historia como un acto de “rebeldía” que suelen tener muchos directores mexicanos que creen que por poner un desnudo están emancipándose de todas las ataduras moralinas de su sociedad excesivamente conservadora.
Respecto a la postura del director con la huelga del 99, Ruizpalacios no se ayudó en nada cuando fue cuestionado recientemente en el Festival de Tribeca sobre si su película era una burla a la huelga al responder: “Mira: el actor formaba parte del movimiento de huelguistas. La primera vez que leyó el guión me dijo: ‘Esto es una basura. Te estás burlando de los huelguistas’. Pero varios días después me llamó y me preguntó: ‘¿Cuánto pagan?’”.
No se sabe si su postura y su intención de ridiculizar o no a los huelguistas tenga que ver con que el director no pudo estudiar en la UNAM debido al paro por la huelga, pero de lo que sí hay certeza es que los temas relacionados con la lucha estudiantil por la gratuidad de la educación pública son temas que hoy, al igual que en otras épocas, resultan bastante polémicos, lo que obliga a cualquiera, especialmente a un director de cine, a tener detrás de su postura -o su película- una argumentación más seria que la mostrada en Güeros.
La historia lineal de dos hermanos buscando a un músico que les recuerda a su padre y la historia, de alguna forma, perdida en el tiempo de dos estudiantes que se quedan estancados, mientras que una larga huelga estudiantil transcurre. Un guion demasiado sencillo pero que encaja muy bien con los personajes, una cuidada composición, buena fotografía, actuaciones aceptables —en especial la de Tomás (Sebastián Aguirre)- y pequeños detalles que le dan algo de profundidad a los personajes —como los ataques de pánico de Sombra (Tenoch Huerta) o la discriminación y misoginia de que es víctima Ana (Ilse Salas), quien no termina de encajar ni con los huelguistas ni con los “fresas”. Algo de eso es Güeros.
La película podrá resultarle a muchos divertida, por ese humor simplón de los protagonistas que estaban “en huelga de la huelga” y puede también resultar interesante, principalmente, porque aunque con claras referencias a la huelga del 99 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la trama estudiantil puede suponerse antigua o presente. Incluso podría decirse que la primera parte de la película da la impresión de desarrollarse en el pasado, hasta que de pronto los celulares y las construcciones actuales trasladan la historia a estos días.
Un momento también muy particular es cuando se le pregunta a uno de los personajes qué opina del guión de la película y éste dice que “es malo, muy malo”. Ello, sumado con los comentarios de los personajes que critican la forma en que los cineastas mexicanos muestran a México en los festivales internacionales de cine genera un tono de humor simplón y autocritico.
Sin embargo, pese a que técnicamente la película es bastante aceptable y la historia tiene detalles sobresalientes, es difícil recomendar Güeros. El problema es de contenido. Las declaraciones de Alonso Ruizpalacios referentes a su primer largometraje no ayudan a pasar por alto las deficiencias de guión, contenido e incluso referentes al mensaje que envía este filme.
Un ejemplo de las grandes deficiencias de contenido es el desnudo innecesario e injustificado que se ve en los primeros minutos de la cinta, mismo que resulta algo burdo, incluso vulgar. Lo anterior no es porque se haga un juicio moral al respecto sino porque parece metido a la fuerza, no encaja, no luce, no ofrece nada. Pareciera más bien estar sobre puesto en la historia como un acto de “rebeldía” que suelen tener muchos directores mexicanos que creen que por poner un desnudo están emancipándose de todas las ataduras moralinas de su sociedad excesivamente conservadora.
Respecto a la postura del director con la huelga del 99, Ruizpalacios no se ayudó en nada cuando fue cuestionado recientemente en el Festival de Tribeca sobre si su película era una burla a la huelga al responder: “Mira: el actor formaba parte del movimiento de huelguistas. La primera vez que leyó el guión me dijo: ‘Esto es una basura. Te estás burlando de los huelguistas’. Pero varios días después me llamó y me preguntó: ‘¿Cuánto pagan?’”.
No se sabe si su postura y su intención de ridiculizar o no a los huelguistas tenga que ver con que el director no pudo estudiar en la UNAM debido al paro por la huelga, pero de lo que sí hay certeza es que los temas relacionados con la lucha estudiantil por la gratuidad de la educación pública son temas que hoy, al igual que en otras épocas, resultan bastante polémicos, lo que obliga a cualquiera, especialmente a un director de cine, a tener detrás de su postura -o su película- una argumentación más seria que la mostrada en Güeros.
Fuerza Mayor: de avalanchas y emociones adversas
por ERIC EDUARTE VILLA
Las historias sobre algún percance empiezan a contarse después de la tragedia, a partir del momento que hay que empezar a mover escombros o, en este caso, a quitar la nieve.
Fuerza Mayor es la nueva apuesta del director sueco Ruben Östlund, quien centra su trama en una familia que decide vacacionar en los Alpes Suizos. Desde el comienzo Ruben nos advierte la forma de la película con planos de cámara fijos y largos, usando musicalización clásica y con la sinfonía de los paisajes blancos de las montañas frías produce un ensamble lento pero que no deja de gustar por la sencillez de sus acciones y personajes más que comunes.
Si bien la escena de la avalancha es impresionante se contó con las medidas adecuadas de seguridad para no representar riesgo tanto para el elenco como para el crew, aunque en aquellos lugares turísticos de los Alpes es común ver explosiones deliberadas para evitar acumulación de nieve y así no poner en riesgo la vida tanto de los deportistas como de visitantes que gustan admirar del paisaje.
Ya dentro de la película la historia trasciende a partir de dicha avalancha donde ese suceso se vuelve una metáfora para los personajes de la cinta, donde habrá que salir del entierro blanco en el que se han sumergido en las dificultades familiares e individuales de los protagonistas (la madre y el padre de familia) que se han inmerso en decisiones que en el momento pueden considerarse erróneas para quien las toma, pero que se hacen como parte de una reacción de supervivencia, en este caso por la avalancha que aterrorizó a la familia mientras tomaban el desayuno en uno de los restaurants del lugar.
Esa desesperación de ambos padres es acompañada por la fotografía grisácea y tonos cafés junto con los juegos de cámara, que aunque llegarían a resultar cansados no dejan de ser atractivos en todo el film, demostrando que para diálogos no siempre es necesario pasar al plano de cada actor.
Siendo un drama familiar llega a tener toques de suspenso por ese silencio en la mayor parte de la cinta, haciéndola impredecible. Más que ver la belleza de la cordillera Suiza es sin duda el mensaje que nos lanza Östlund por la unidad no sólo de una familia sino de una sociedad, de un pequeño grupo de personas para seguir caminando hacia su destino sin conflictos, justo como pasa en la escena final de la película. Una sencillez bien lograda.
Las historias sobre algún percance empiezan a contarse después de la tragedia, a partir del momento que hay que empezar a mover escombros o, en este caso, a quitar la nieve.
Fuerza Mayor es la nueva apuesta del director sueco Ruben Östlund, quien centra su trama en una familia que decide vacacionar en los Alpes Suizos. Desde el comienzo Ruben nos advierte la forma de la película con planos de cámara fijos y largos, usando musicalización clásica y con la sinfonía de los paisajes blancos de las montañas frías produce un ensamble lento pero que no deja de gustar por la sencillez de sus acciones y personajes más que comunes.
Si bien la escena de la avalancha es impresionante se contó con las medidas adecuadas de seguridad para no representar riesgo tanto para el elenco como para el crew, aunque en aquellos lugares turísticos de los Alpes es común ver explosiones deliberadas para evitar acumulación de nieve y así no poner en riesgo la vida tanto de los deportistas como de visitantes que gustan admirar del paisaje.
Ya dentro de la película la historia trasciende a partir de dicha avalancha donde ese suceso se vuelve una metáfora para los personajes de la cinta, donde habrá que salir del entierro blanco en el que se han sumergido en las dificultades familiares e individuales de los protagonistas (la madre y el padre de familia) que se han inmerso en decisiones que en el momento pueden considerarse erróneas para quien las toma, pero que se hacen como parte de una reacción de supervivencia, en este caso por la avalancha que aterrorizó a la familia mientras tomaban el desayuno en uno de los restaurants del lugar.
Esa desesperación de ambos padres es acompañada por la fotografía grisácea y tonos cafés junto con los juegos de cámara, que aunque llegarían a resultar cansados no dejan de ser atractivos en todo el film, demostrando que para diálogos no siempre es necesario pasar al plano de cada actor.
Siendo un drama familiar llega a tener toques de suspenso por ese silencio en la mayor parte de la cinta, haciéndola impredecible. Más que ver la belleza de la cordillera Suiza es sin duda el mensaje que nos lanza Östlund por la unidad no sólo de una familia sino de una sociedad, de un pequeño grupo de personas para seguir caminando hacia su destino sin conflictos, justo como pasa en la escena final de la película. Una sencillez bien lograda.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)