con información de SECTUR
El Municipio de Nuevo Ideal fue testigo del inicio del largometraje llamado “La Marca del Demonio”, donde Víctor Hugo Castañeda Soto, titular de la Secretaría de Turismo en representación del Gobernador del Estado de Durango el Doctor José Rosas Aispuro Torres y el director de cinematografía Christian Sida Valenzuela fueron los encargados del claquetazo del proyecto el director Armando Casas.
Se contará con la participación de artistas de la talla del español Eduardo Noriega (The Last Stand), Omar Fierro, Lumi Cavazos y algunos talentos nuevos como Arantza Ruiz, “La Marca del Demonio”, los productores Álvaro González Kuhn, Mónica Gorbea y Diego Cohen estarán filmando en las colonias menonitas de ese municipio y el rodaje concluirá en agosto.
La cinta que se espera sea estrenada en octubre de 2018, comenzó rodaje en una casa ubicada al sur de la Ciudad de México y explora el género de terror y buscará que su exhibición no sea sólo a través de las salas cinematográficas, sino también por medio de plataformas de streaming, como Netflix.
Durango tierra del cine, es un destino que con el paso del tiempo se ha convertido en favorito para productores cinematográficos nacionales e internacionales, lo que representa una importante derrama económica para las distintas regiones en las que se realizan, por su parte Gerardo Galaviz Martínez, presidente municipal de Nuevo Ideal, Durango reiteró su apoyo a los productores y directores para que se cuente con todas las facilidades que requieran en este proyecto.
domingo, 23 de julio de 2017
viernes, 21 de julio de 2017
Xavier Robles y las voces de la sociedad en el cine Mexicano
texto ERIC EDUARTE VILLA y ANA KAREN CONSUELO
fotografía CÉSAR MENDOZA
¿Qué sería de los acontecimientos trágicos que han manchado y marcado la historia de nuestro país sin los guiones del escritor Xavier Robles? Es una respuesta difícil de dar o podría ser algo complejo, pero al momento de planteamos para qué sirve el cine y cualquier otro arte nos damos cuenta que cualquier cosa que suceda en este mundo necesita de él para ser escuchado y más que nada para reflexionar sobre ello.
Para Xavier Robles cada guión que ha escrito tuvo un motivo para mover las conciencias del futuro, las conciencias de las generaciones que van entrando hacia la sociedad. En una visita a su casa en la Ciudad de México Xavier nos compartió precisamente esa reflexión del porqué de sus guiones, aquellas basadas en hechos como el 2 de octubre o la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Haciendo memoria sobre cada una de las películas que escribió Xavier nos platicó algunas anécdotas en varias de sus cintas y el trabajo que realizó junto a Felipe Cazals.
En Cabeza de Vaca retiré mi crédito porque destrozó el trabajo de guión Nicolás Echevarría y además tuvimos una pésima relación personal. Él me lo sigue poniendo pero yo lo retiré. Pero tengo otras cosas muy padres como la película Los motivos de Luz de Felipe Cazals. Y hay una película que me gusta mucho que se llama El tres de copas que curiosamente no es de política, es un melodrama histórico que también dirigió Felipe Cazals y desde luego Bajo la Metralla, que está considerada por algunos analistas y críticos de cine como una de las películas más redondas del cine mexicano, pero básicamente mis clásicos, que se puede considerar que ya tengo clásicos dentro del cine son Rojo Amanecer, Las Poquianchis y Los motivos de Luz.
Lo sucedido en Tlatelolco en 1968 fue hecho sangriento ¿Cuál es el motivo de un escritor de llevar acontecimientos trágicos hacia al arte?
En primer lugar porque se trata de reflexionar sobre ese suceso, sobre esa situación para que no vuelva a ocurrir. En el caso de Rojo Amanecer se trata de un genocidio y un genocidio es intolerable por cualquier motivo, es algo inadmisible para la sociedad, de cualquier signo político que sea el genocidio, el genocidio simplemente no debe ser tolerado, no debe ser permitido, debe ser erradicado de la cultura humana. Y entonces esa es una poderosa razón para escribir algo y en las circunstancias en que ese algo se da, para que no vuelva a ocurrir.
En Rojo Amanecer casi no se ve algo político, no se ve una resolución al problema, simplemente vemos la tragedia que ocurre en Tlatelolco pero lo vemos desde un encierro, jamás hay una imagen del exterior de la matanza. ¿Porqué contarlo de esa manera?
Aquí hay dos reflexiones, la primera es que si toma un tema político y es el hecho de que no se había mencionado al ejército como un asesino en una película, excepto en La Sombra del Caudillo y no sale bien en la película. Otra cinta fue El automóvil gris. Digamos que han sido las películas donde peor se ha visto parado el ejercito mexicano y esta vez Rojo Amanecer los ve como asesinos, como represores y eso es como el principal mérito político, porque esta película se filmó en una época donde estaba totalmente prohibido tocar el tema. Había tres temas prohibidos en el cine: La religión, el Ejército y la Virgen de Guadalupe. Entonces en ese sentido Rojo Amanecer marca un nuevo camino, marca una diferencia y marca un nuevo derrotero para tratar al Ejército por lo menos.
La otra cuestión es porque en un ambiente encerrado. Digamos que el Ejército no nos iba a prestar sus tanques ni a sus soldados, iba ser muy complicado filmar en la plaza (De las 3 Culturas) y eso es algo que detiene a muchos directores al momento de editar. Sin embargo a Guadalupe y a mí se nos ocurrió que no podíamos ver la represión, sino escucharla. Esto tiene un origen dramático muy interesante, por ejemplo una película de Ridley Scott que se llama Alien: El octavo pasajero nunca vemos al monstruo, sólo vemos fragmentos del monstruo, esto a su vez esta basado en un pasaje de “Drácula” de Bram Stoker, donde Drácula viaja en un barco y desparecen misteriosamente todos los marinos que viajan a Londres, eso tampoco se ve ni se describe en la novela. Entonces encontramos que hay elementos muy importantes en lo que no se ve y de hecho el cine es el arte de contar lo que no se ve. De aquí surgió la idea de escuchar la represión, pero esa represión en fragmentos de manera que sonara aterrorizador, terrible y es como tener al monstruo todo el tiempo presente.
Usted menciona que estás películas son para reflexionar pero desde entonces han ocurrido muchas cosas incluso peores. ¿Cree que se logró algo con Rojo Amanecer?
Yo creo que las películas no tienen un objetivo de lograr algo, las perturbaciones sociales o las transformaciones políticas profundas no las hacen las películas, las películas y los cineastas nada más reflexionamos de la realidad de sucesos tristes, dolorosos, alegres, melancólicos, etc. Pero el cine nunca ha cambiado la realidad de un país, el cine es como un libro, un libro no cambia ni una realidad por más que los enciclopedistas franceses influyeron en la revolución francesa, no fueron la enciclopedia y los trabajos de Diderot y de Voltaire que transformaron la realidad social, fueron las armas, las armas...
Entonces el cine es un instrumento para aquel que quiera ver y analizar la vida como un libro, como un espectáculo de teatro, como un musical; la música también cumple su objetivo sustancialmente. Entonces no se trata de tener un objetivo. Es decir: voy a escribir Rojo Amanecer, claro para que esto no vuelva a suceder, ese es el objetivo, para dejar constancia, para dejar memoria. Finalmente el cine es el registro de la memoria de que los pueblos no deben olvidar y de que los gobiernos no deben de hacer, y tampoco es para decir metí cinco mil espectadores al cine, ese no es un objetivo y sí los tiene, Rojo Amanecer sí tuvo más de cinco mil espectadores en el cine.
¿Y por qué contar la historia de Las Poquianchis, cuál fue la intensión?
Las Poquianchis es interesante por muchos motivos. En primer lugar se trataba de escribir sobre la realidad de la prostitución campesina, en el cine nunca se había tocado ese tema y hasta la fecha sigue sin tocarse como un objeto de glamour, es decir, las mujeres o son amas de casa o son putas ¿no? son monjas, nunca se había tratado a la mujer desde la prostitución campesina como mujer, como una mujer que sufre, que tiene hijos, que tiene sufrimientos muy grandes como prostituta. Aquel que paga una prostituta no sabe lo que sufre una prostituta, si lo sabe parece ignorarlo porque lo fomenta y ayuda. Entonces la prostitución tiene muchas caras, ya decía Sor Juana Inés: “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de los mismo que culpáis”.
La prostitución campesina tiene un ingrediente muy grave; Son los padres que venden a sus hijas, ellos son los tratantes de blancas, (secuestradas) es decir hay un delito añadido. Finalmente el gobierno puede ocultar cualquier cosa menos el crimen, cuando el gobierno comete un crimen hacia la sociedad ya estamos mal, una sociedad no es para criminalizarla de ninguna forma. Esto por un lado, por el otro lado; se había presentado el caso de las Ponquianchis por la revista Alarma, ya saben, de una manera amarillista, sucia, sin analizar a fondo del problema. Entonces esto le sirvió a Tomás Pérez Turrent con el que escribí el guión, para burlarnos un poco de todo eso, es decir, atrás de la película hay una burla sangrienta hacia los periodistas amarillistas, hacia los reporteros que andaban buscando el morbo, hay toda una burla e ironía muy fuerte. Por otro lado las mujeres, las hermanas, Las Ponquianchis finalmente fueron acusadas. Era una familia común y corriente, hijas de un señor ranchero de El Salto, Jalisco, que era un cantinero como cualquier otro, un hombre de pueblo.
El caso de las Ponquianchis se han involucrado dos exgobernadores; el de Jalisco y el de Guanajuato. Esto hacía ya totalmente intolerable el acto de corrupción, prostitución, trata de blancas, tráfico de drogas y todo lo que eso implicaba. Entonces por cualquier ángulo que veamos la película es un referente de un montón de cosas que no deben de suceder, un soldado, un sargento y un general del Ejército estuvieron involucrados en este suceso ampliamente, claramente en este acto delictivo o en esta cadena de actos delictivos. Y por último tenía esta cosa que hay que reflexionar por qué ocurre para que estas prostitutas se convertían en golpeadoras, unas eran víctimas y otras eran verdugos les decían, la verdad es que ambas eran víctimas y verdugos, golpeaban en alguna ocasión y después eran golpeadas. Es decir es un sistema en donde la propia víctima finge como cómplice, como delincuente. Entonces todos estos ángulos de análisis nos parecieron a mí, a Tomás Pérez y desde luego a Felipe Cazals, que merecían ser analizados con profundidad.
Hay artistas que toman eventos trágicos que la gente busca olvidar, pero los recrean para dejarlas permanentes en la memoria. ¿Hasta dónde el artista se permite llegar, aprovechándose de aquellas situaciones que han marcado y manchado a la humanidad?
Yo no diría de aprovecharse de esas situaciones porque es un tema un poco duro, pero sí diría que la tragedia existe en general desde tiempos muy remotos. Yo escribí un libro que se llama “La oruga y la mariposa: Los géneros dramáticos en el cine” y ahí abordo el tema de los géneros dramáticos en el cine precisamente, y desde luego la tragedia es un tema fundamental del arte escrito; desde Esquilo y Sófocles hay una persistente manera de mirar todo aquello que es doloroso y que esta causado muchas veces por una conducta soberbia. La conducta soberbia determina mucho la tragedia, particularmente la tragedia moderna y la clásica. Hay también una situación que manejaban los griegos y posteriormente Shakespeare, la tragedia Isabelina, Marlowe, que es la situación de violencia que se da a partir del estado.
Si ustedes analizan una tragedia griega, por ejemplo Medea mata a sus hijos pero porque Jason la ha abandonado para casarse con la hija del Rey, del dictador, del Creonte o si Edipo es rey; es decir, el Estado siempre esta involucrado en la tragedia y en la tragedia moderna mantenemos ese elemento. La tragedia además esta determinada por una decisión trágica, es decir el personaje trágico asume siempre su condición trágica, ese es por lo general un personaje fuera de serie, excepcional por algún motivo, y lleva su patología hasta sus últimas consecuencias y eso es producto justamente de una decisión trágica. Finalmente en la tragedia hay un elemento que se llama “Tique”, lo que los griegos llamaban el “Dique”. El Dique es la armonía universal de la sociedad, del género humano. Cuando alguien rompe ese “Dique” era castigado por los Dioses, en el caso de la tragedia griega e Isabelina era castigado por las fuerzas malignas. Entonces cuando se asesina o se desaparece a 43 normalistas de Ayotzinapa, cuando se asesina y se reprime a 200 estudiantes en Tlatelolco hay un rompimiento del “Dique” y esos son elementos y situaciones trágicas por sí mismas. Es decir, es el plano natural de la tragedia. No es que el escritor piense: voy a escribir algo que apantalle o que llame mucho la atención o que impacte a X o Y, no, tiene una serie de razones dramáticas y estéticas.
Sobre su más reciente trabajo cinematográfico, el cual dirige el mismo Xavier, un documental que habla sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa nos platicó:
El documental existe y se llama Ayotzinapa: crónica de un crimen de Estado. Es un documental que realizamos hace dos años, que se exhibió con mucho “éxito” en todo el mundo. Cuando hablo de la palabra éxito la pongo un poco entre comillas porque ¿Qué es el éxito? Pues es muy difícil decir qué es, pero digamos que ha sido exitosamente presentada en más de 300 ciudades de aproximadamente 50 países de todo el mundo, se ha exhibido en Uruguay, Cuba; ha obtenido premios en algunos lugares como Italia, Francia, en algunas universidades públicas importantes como la de Nueva York, se ha exhibido en Melbourne, en Nueva Zelanda.
Entonces digamos que a tal grado esto que ha ocurrido que Eduardo de la Vega Alfaro, un reconocido crítico del cine mexicano, califica a la película como “el documental más visto del cine mexicano en el extranjero de todos los tiempos”, entonces podemos llamar que esto es haber cubierto los objetivos iniciales exitosamente. La película además no tenía un ingreso para nosotros, la mitad de los ingresos era para recuperar los costos y la otra mitad fue donado a los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, y ellos lograron recaudar a través de nosotros 170 mil pesos hasta ahora, y una sala de cómputo que les donó la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, entonces eso también es un logro del documental. Y nosotros recuperamos, que ese es otro logro del cine independiente, porque estamos en una época donde es muy difícil hacer cine sin apoyo del Estado. Y esa es la virtud que tiene como cine independiente, que es ajena a cualquier política estatal o a cualquier política de una empresa. A veces se da mucho que dé a través de fideicomisos. Por ejemplo Bimbo no va a apoyar una película de una tragedia política, Bimbo va apoyar una película donde se coman ricos panes dorados en el desayuno. Entonces este es el problema de los fideicomisos y del Estado, el Estado tampoco va a apoyar este tipo de cine y no nos quejamos, sólo pedimos que nos dejen trabajar.
¿Qué se siente recibir un premio por un película que habla de algo que quisiéramos que nunca hubiera pasado?
Nunca hemos ido a recibir un premio al extranjero, el costo del viaje es demasiado caro, siempre nos lo envían. Por lo general son menciones, papeles, no llegan a ser premios económicos. Por otro lado, decía mi hermana y no le faltaba razón, que los premios son para los niños que se portan bien. Y también podemos decir que los premios están desprestigiados, el mismo Nobel de la Paz esta desprestigiado. Cuando los premios están desprestigiados ya no tienen mucho sentido. Cuando decimos que es una película premiada es por dar un referente, no porque tenga un sentido particular para mí. Yo no hago el cine por los premios.
Si los eventos trágicos de Tlatelolco, de normalistas y el caso de las Poquianchis no hubieran pasado, ¿Qué películas habría escrito Xavier Robles, que le gustaría escribir?
Me encantaría vivir en una sociedad donde yo pueda escribir comedias musicales, donde pudiera escribir una película como El último show de Robert Altaman, La última estación de Radio, escribir películas amables, divertidas. No entretenidas, divertidas solamente, amables con sentido del humor. Me habría gustado mucho escribir una comedia musical, no melodramas, francamente los detesto, pero me habría gustado escribir una pieza con mucha profundidad. De hecho mi último proyecto es eso, y como tal vez esa sea mi testamento, este último proyecto que estoy planeando, pues es un poco hablar de la belleza del teatro, de lo bello que es.
Se llama ¿Quién mató a Seki Sano?, es una adaptación de Adam Guevara y trata de quién mató al arte, quién mató al teatro en México y cómo se murió, cómo fue este crimen ¿Cómo, quién y porqué lo mató? Seki Sano no fue un muerto por nadie, simplemente así se llama la obra. No trata de Seki Sano, trata del Teatro. Y hacemos sus referencias y representaciones a cosas de Shakespeare, actualizadas y llevadas a la práctica del contexto actual hasta reflexiones muy bellas, por ejemplo, cuando tú te miras en un espejo ¿Quién de los dos mira a quién? Yo porque yo me moví y él se queda, no, él no se queda, el también se va. Entonces este tipo de reflexiones tienen un sentir filosófico y político profundo en la obra, que es lo habitual en mi cine, pero tiene básicamente este concepto de la belleza y ese el tipo de lugares que yo me dedicaría a filmar. Si hubiera sí, si el ‘sí’ existiera, si el ‘sí’ hipotético existiera. Pero me hubiera gustado mucho escribir una comedia musical con la nueva trova.
Y ¿Por qué se tardó, porqué no lo hizo en algún momento?
Porque siempre había temas urgentes qué tratar. Como canta Silvio Rodríguez en alguna de sus canciones “le debo una canción a esto, le debo una canción a esto otro”. Siempre hay alguien a quien le debes una película. Entonces vas relegándolo, lo que a ti te gusta, lo que a ti te gustaría ser lo vas relegando en función de lo urgente, de lo más necesario, de los más importante.
2 de Octubre, Ayotzinapa ¿habrá un día que todo esto desaparezca, que dejen de pasar tragedias como esas y que lleguen los días que tengamos paz, motivos para escribir cosas más agradables, con otro tipo de reflexiones que enriquezcan a las personas?
Yo pienso que la tragedia como género nunca va a desaparecer, pero independientemente de eso voy hacer una reflexión muy dura. Yo creo que el género humano se va a transformar, aunque pudiera ocurrir que tengan que pasar 10 millones de años, una vez que esta sociedad cambie y tengan que pasar esos 10 millones de años y vuelva a surgir el ser humano y vuelva a surgir un nuevo concepto de ser humano. Voy hacer esta reflexión tan dura, porque lamentablemente la historia, la sociedad cayó en manos de lo que se llama capitalismo y de algo mucho peor que es el imperialismo, de pensamientos y mentes criminales.
Ganó Trump en Estados Unidos, Putín esta muy bravo, Corea está brava y puede ocurrir una tercera Guerra Mundial y no me extrañaría que ocurriese. Siria puede ser nada más un pretexto, Palestina, el Medio Oriente esta que arde. Todas las situaciones de la mayoría de los gobiernos son una forma de capitalismo diferente, la misma China es un capitalismo de Estado. De alguna forma están tirando a la destrucción de la sociedad y eso no me agrada a mí, no me gusta verlo al final de mis días. Sin embargo, tengo la esperanza, soy un optimista irreductible, tengo la esperanza de que así pasen 10 millones de años esta sociedad va a resurgir como algo nuevo y como algo que nos merecemos todos.
Justo partiendo de esta reflexión que nos ha compartido a través de toda su trayectoria como escritor, y más como escritor, como ser humano. Algo que quisiera compartirle a las nuevas generaciones porque tal parece que conforme estalla la revolución, porque creo que si vivimos en una revolución y es una revolución entre mismos civiles que ha propiciado el capitalismo como el imperialismo. ¿Qué les diría a esas generaciones que hoy caminan en esa individualización, donde ya no existe una comunidad?
A las generaciones yo les pediría únicamente que comprendan que vienen de una sociedad, que se deben a esa sociedad, que su talento y su esfuerzo no sirve sin una sociedad atrás y por tanto que estén al servicio de ella, que estén al servicio de la gente. Yo pienso que ni los partidos políticos ni el estado pueden determinar el arte. Si hay partidos políticos que por ejemplo financian el arte sólo para que los promuevan propagandísticamente eso no debe de existir. El artista sólo debe servir a la gente y el Estado debe estar al servicio del artista, y los partidos políticos también al servicio del artista.
Entonces a estos jóvenes yo les diría, no cosas como “sigan su camino, su voz interior” y todo eso. Yo les diría: Sirvan a la gente, muévanse con la gente, caminen entre la gente. Peleen con la gente, luchen con la gente, muéranse con la gente. Y también les diría que busquen transformar su sociedad, de esto que no es vivible ahora en casi en ningún lugar del mundo, en un lugar que sea vivible, habitable para todos.
El cine es ese instrumento de reflejar una realidad y a veces es complejo hablar de esa realidad y ante eso ¿Que sería lo que le agradecería usted al cine?
Todo, toda mi vida se la agradezco al cine, no sería absolutamente nada sin el cine. Pero digamos que ese cine que encontré sólo tenía sentido cuando estaba al servicio de los demás.
fotografía CÉSAR MENDOZA
¿Qué sería de los acontecimientos trágicos que han manchado y marcado la historia de nuestro país sin los guiones del escritor Xavier Robles? Es una respuesta difícil de dar o podría ser algo complejo, pero al momento de planteamos para qué sirve el cine y cualquier otro arte nos damos cuenta que cualquier cosa que suceda en este mundo necesita de él para ser escuchado y más que nada para reflexionar sobre ello.
Para Xavier Robles cada guión que ha escrito tuvo un motivo para mover las conciencias del futuro, las conciencias de las generaciones que van entrando hacia la sociedad. En una visita a su casa en la Ciudad de México Xavier nos compartió precisamente esa reflexión del porqué de sus guiones, aquellas basadas en hechos como el 2 de octubre o la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Haciendo memoria sobre cada una de las películas que escribió Xavier nos platicó algunas anécdotas en varias de sus cintas y el trabajo que realizó junto a Felipe Cazals.
En Cabeza de Vaca retiré mi crédito porque destrozó el trabajo de guión Nicolás Echevarría y además tuvimos una pésima relación personal. Él me lo sigue poniendo pero yo lo retiré. Pero tengo otras cosas muy padres como la película Los motivos de Luz de Felipe Cazals. Y hay una película que me gusta mucho que se llama El tres de copas que curiosamente no es de política, es un melodrama histórico que también dirigió Felipe Cazals y desde luego Bajo la Metralla, que está considerada por algunos analistas y críticos de cine como una de las películas más redondas del cine mexicano, pero básicamente mis clásicos, que se puede considerar que ya tengo clásicos dentro del cine son Rojo Amanecer, Las Poquianchis y Los motivos de Luz.
Lo sucedido en Tlatelolco en 1968 fue hecho sangriento ¿Cuál es el motivo de un escritor de llevar acontecimientos trágicos hacia al arte?
En primer lugar porque se trata de reflexionar sobre ese suceso, sobre esa situación para que no vuelva a ocurrir. En el caso de Rojo Amanecer se trata de un genocidio y un genocidio es intolerable por cualquier motivo, es algo inadmisible para la sociedad, de cualquier signo político que sea el genocidio, el genocidio simplemente no debe ser tolerado, no debe ser permitido, debe ser erradicado de la cultura humana. Y entonces esa es una poderosa razón para escribir algo y en las circunstancias en que ese algo se da, para que no vuelva a ocurrir.
En Rojo Amanecer casi no se ve algo político, no se ve una resolución al problema, simplemente vemos la tragedia que ocurre en Tlatelolco pero lo vemos desde un encierro, jamás hay una imagen del exterior de la matanza. ¿Porqué contarlo de esa manera?
Aquí hay dos reflexiones, la primera es que si toma un tema político y es el hecho de que no se había mencionado al ejército como un asesino en una película, excepto en La Sombra del Caudillo y no sale bien en la película. Otra cinta fue El automóvil gris. Digamos que han sido las películas donde peor se ha visto parado el ejercito mexicano y esta vez Rojo Amanecer los ve como asesinos, como represores y eso es como el principal mérito político, porque esta película se filmó en una época donde estaba totalmente prohibido tocar el tema. Había tres temas prohibidos en el cine: La religión, el Ejército y la Virgen de Guadalupe. Entonces en ese sentido Rojo Amanecer marca un nuevo camino, marca una diferencia y marca un nuevo derrotero para tratar al Ejército por lo menos.
La otra cuestión es porque en un ambiente encerrado. Digamos que el Ejército no nos iba a prestar sus tanques ni a sus soldados, iba ser muy complicado filmar en la plaza (De las 3 Culturas) y eso es algo que detiene a muchos directores al momento de editar. Sin embargo a Guadalupe y a mí se nos ocurrió que no podíamos ver la represión, sino escucharla. Esto tiene un origen dramático muy interesante, por ejemplo una película de Ridley Scott que se llama Alien: El octavo pasajero nunca vemos al monstruo, sólo vemos fragmentos del monstruo, esto a su vez esta basado en un pasaje de “Drácula” de Bram Stoker, donde Drácula viaja en un barco y desparecen misteriosamente todos los marinos que viajan a Londres, eso tampoco se ve ni se describe en la novela. Entonces encontramos que hay elementos muy importantes en lo que no se ve y de hecho el cine es el arte de contar lo que no se ve. De aquí surgió la idea de escuchar la represión, pero esa represión en fragmentos de manera que sonara aterrorizador, terrible y es como tener al monstruo todo el tiempo presente.
Usted menciona que estás películas son para reflexionar pero desde entonces han ocurrido muchas cosas incluso peores. ¿Cree que se logró algo con Rojo Amanecer?
Yo creo que las películas no tienen un objetivo de lograr algo, las perturbaciones sociales o las transformaciones políticas profundas no las hacen las películas, las películas y los cineastas nada más reflexionamos de la realidad de sucesos tristes, dolorosos, alegres, melancólicos, etc. Pero el cine nunca ha cambiado la realidad de un país, el cine es como un libro, un libro no cambia ni una realidad por más que los enciclopedistas franceses influyeron en la revolución francesa, no fueron la enciclopedia y los trabajos de Diderot y de Voltaire que transformaron la realidad social, fueron las armas, las armas...
Entonces el cine es un instrumento para aquel que quiera ver y analizar la vida como un libro, como un espectáculo de teatro, como un musical; la música también cumple su objetivo sustancialmente. Entonces no se trata de tener un objetivo. Es decir: voy a escribir Rojo Amanecer, claro para que esto no vuelva a suceder, ese es el objetivo, para dejar constancia, para dejar memoria. Finalmente el cine es el registro de la memoria de que los pueblos no deben olvidar y de que los gobiernos no deben de hacer, y tampoco es para decir metí cinco mil espectadores al cine, ese no es un objetivo y sí los tiene, Rojo Amanecer sí tuvo más de cinco mil espectadores en el cine.
¿Y por qué contar la historia de Las Poquianchis, cuál fue la intensión?
Las Poquianchis es interesante por muchos motivos. En primer lugar se trataba de escribir sobre la realidad de la prostitución campesina, en el cine nunca se había tocado ese tema y hasta la fecha sigue sin tocarse como un objeto de glamour, es decir, las mujeres o son amas de casa o son putas ¿no? son monjas, nunca se había tratado a la mujer desde la prostitución campesina como mujer, como una mujer que sufre, que tiene hijos, que tiene sufrimientos muy grandes como prostituta. Aquel que paga una prostituta no sabe lo que sufre una prostituta, si lo sabe parece ignorarlo porque lo fomenta y ayuda. Entonces la prostitución tiene muchas caras, ya decía Sor Juana Inés: “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de los mismo que culpáis”.
La prostitución campesina tiene un ingrediente muy grave; Son los padres que venden a sus hijas, ellos son los tratantes de blancas, (secuestradas) es decir hay un delito añadido. Finalmente el gobierno puede ocultar cualquier cosa menos el crimen, cuando el gobierno comete un crimen hacia la sociedad ya estamos mal, una sociedad no es para criminalizarla de ninguna forma. Esto por un lado, por el otro lado; se había presentado el caso de las Ponquianchis por la revista Alarma, ya saben, de una manera amarillista, sucia, sin analizar a fondo del problema. Entonces esto le sirvió a Tomás Pérez Turrent con el que escribí el guión, para burlarnos un poco de todo eso, es decir, atrás de la película hay una burla sangrienta hacia los periodistas amarillistas, hacia los reporteros que andaban buscando el morbo, hay toda una burla e ironía muy fuerte. Por otro lado las mujeres, las hermanas, Las Ponquianchis finalmente fueron acusadas. Era una familia común y corriente, hijas de un señor ranchero de El Salto, Jalisco, que era un cantinero como cualquier otro, un hombre de pueblo.
El caso de las Ponquianchis se han involucrado dos exgobernadores; el de Jalisco y el de Guanajuato. Esto hacía ya totalmente intolerable el acto de corrupción, prostitución, trata de blancas, tráfico de drogas y todo lo que eso implicaba. Entonces por cualquier ángulo que veamos la película es un referente de un montón de cosas que no deben de suceder, un soldado, un sargento y un general del Ejército estuvieron involucrados en este suceso ampliamente, claramente en este acto delictivo o en esta cadena de actos delictivos. Y por último tenía esta cosa que hay que reflexionar por qué ocurre para que estas prostitutas se convertían en golpeadoras, unas eran víctimas y otras eran verdugos les decían, la verdad es que ambas eran víctimas y verdugos, golpeaban en alguna ocasión y después eran golpeadas. Es decir es un sistema en donde la propia víctima finge como cómplice, como delincuente. Entonces todos estos ángulos de análisis nos parecieron a mí, a Tomás Pérez y desde luego a Felipe Cazals, que merecían ser analizados con profundidad.
Hay artistas que toman eventos trágicos que la gente busca olvidar, pero los recrean para dejarlas permanentes en la memoria. ¿Hasta dónde el artista se permite llegar, aprovechándose de aquellas situaciones que han marcado y manchado a la humanidad?
Yo no diría de aprovecharse de esas situaciones porque es un tema un poco duro, pero sí diría que la tragedia existe en general desde tiempos muy remotos. Yo escribí un libro que se llama “La oruga y la mariposa: Los géneros dramáticos en el cine” y ahí abordo el tema de los géneros dramáticos en el cine precisamente, y desde luego la tragedia es un tema fundamental del arte escrito; desde Esquilo y Sófocles hay una persistente manera de mirar todo aquello que es doloroso y que esta causado muchas veces por una conducta soberbia. La conducta soberbia determina mucho la tragedia, particularmente la tragedia moderna y la clásica. Hay también una situación que manejaban los griegos y posteriormente Shakespeare, la tragedia Isabelina, Marlowe, que es la situación de violencia que se da a partir del estado.
Si ustedes analizan una tragedia griega, por ejemplo Medea mata a sus hijos pero porque Jason la ha abandonado para casarse con la hija del Rey, del dictador, del Creonte o si Edipo es rey; es decir, el Estado siempre esta involucrado en la tragedia y en la tragedia moderna mantenemos ese elemento. La tragedia además esta determinada por una decisión trágica, es decir el personaje trágico asume siempre su condición trágica, ese es por lo general un personaje fuera de serie, excepcional por algún motivo, y lleva su patología hasta sus últimas consecuencias y eso es producto justamente de una decisión trágica. Finalmente en la tragedia hay un elemento que se llama “Tique”, lo que los griegos llamaban el “Dique”. El Dique es la armonía universal de la sociedad, del género humano. Cuando alguien rompe ese “Dique” era castigado por los Dioses, en el caso de la tragedia griega e Isabelina era castigado por las fuerzas malignas. Entonces cuando se asesina o se desaparece a 43 normalistas de Ayotzinapa, cuando se asesina y se reprime a 200 estudiantes en Tlatelolco hay un rompimiento del “Dique” y esos son elementos y situaciones trágicas por sí mismas. Es decir, es el plano natural de la tragedia. No es que el escritor piense: voy a escribir algo que apantalle o que llame mucho la atención o que impacte a X o Y, no, tiene una serie de razones dramáticas y estéticas.
Sobre su más reciente trabajo cinematográfico, el cual dirige el mismo Xavier, un documental que habla sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa nos platicó:
El documental existe y se llama Ayotzinapa: crónica de un crimen de Estado. Es un documental que realizamos hace dos años, que se exhibió con mucho “éxito” en todo el mundo. Cuando hablo de la palabra éxito la pongo un poco entre comillas porque ¿Qué es el éxito? Pues es muy difícil decir qué es, pero digamos que ha sido exitosamente presentada en más de 300 ciudades de aproximadamente 50 países de todo el mundo, se ha exhibido en Uruguay, Cuba; ha obtenido premios en algunos lugares como Italia, Francia, en algunas universidades públicas importantes como la de Nueva York, se ha exhibido en Melbourne, en Nueva Zelanda.
Entonces digamos que a tal grado esto que ha ocurrido que Eduardo de la Vega Alfaro, un reconocido crítico del cine mexicano, califica a la película como “el documental más visto del cine mexicano en el extranjero de todos los tiempos”, entonces podemos llamar que esto es haber cubierto los objetivos iniciales exitosamente. La película además no tenía un ingreso para nosotros, la mitad de los ingresos era para recuperar los costos y la otra mitad fue donado a los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, y ellos lograron recaudar a través de nosotros 170 mil pesos hasta ahora, y una sala de cómputo que les donó la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, entonces eso también es un logro del documental. Y nosotros recuperamos, que ese es otro logro del cine independiente, porque estamos en una época donde es muy difícil hacer cine sin apoyo del Estado. Y esa es la virtud que tiene como cine independiente, que es ajena a cualquier política estatal o a cualquier política de una empresa. A veces se da mucho que dé a través de fideicomisos. Por ejemplo Bimbo no va a apoyar una película de una tragedia política, Bimbo va apoyar una película donde se coman ricos panes dorados en el desayuno. Entonces este es el problema de los fideicomisos y del Estado, el Estado tampoco va a apoyar este tipo de cine y no nos quejamos, sólo pedimos que nos dejen trabajar.
¿Qué se siente recibir un premio por un película que habla de algo que quisiéramos que nunca hubiera pasado?
Nunca hemos ido a recibir un premio al extranjero, el costo del viaje es demasiado caro, siempre nos lo envían. Por lo general son menciones, papeles, no llegan a ser premios económicos. Por otro lado, decía mi hermana y no le faltaba razón, que los premios son para los niños que se portan bien. Y también podemos decir que los premios están desprestigiados, el mismo Nobel de la Paz esta desprestigiado. Cuando los premios están desprestigiados ya no tienen mucho sentido. Cuando decimos que es una película premiada es por dar un referente, no porque tenga un sentido particular para mí. Yo no hago el cine por los premios.
Si los eventos trágicos de Tlatelolco, de normalistas y el caso de las Poquianchis no hubieran pasado, ¿Qué películas habría escrito Xavier Robles, que le gustaría escribir?
Me encantaría vivir en una sociedad donde yo pueda escribir comedias musicales, donde pudiera escribir una película como El último show de Robert Altaman, La última estación de Radio, escribir películas amables, divertidas. No entretenidas, divertidas solamente, amables con sentido del humor. Me habría gustado mucho escribir una comedia musical, no melodramas, francamente los detesto, pero me habría gustado escribir una pieza con mucha profundidad. De hecho mi último proyecto es eso, y como tal vez esa sea mi testamento, este último proyecto que estoy planeando, pues es un poco hablar de la belleza del teatro, de lo bello que es.
Se llama ¿Quién mató a Seki Sano?, es una adaptación de Adam Guevara y trata de quién mató al arte, quién mató al teatro en México y cómo se murió, cómo fue este crimen ¿Cómo, quién y porqué lo mató? Seki Sano no fue un muerto por nadie, simplemente así se llama la obra. No trata de Seki Sano, trata del Teatro. Y hacemos sus referencias y representaciones a cosas de Shakespeare, actualizadas y llevadas a la práctica del contexto actual hasta reflexiones muy bellas, por ejemplo, cuando tú te miras en un espejo ¿Quién de los dos mira a quién? Yo porque yo me moví y él se queda, no, él no se queda, el también se va. Entonces este tipo de reflexiones tienen un sentir filosófico y político profundo en la obra, que es lo habitual en mi cine, pero tiene básicamente este concepto de la belleza y ese el tipo de lugares que yo me dedicaría a filmar. Si hubiera sí, si el ‘sí’ existiera, si el ‘sí’ hipotético existiera. Pero me hubiera gustado mucho escribir una comedia musical con la nueva trova.
Y ¿Por qué se tardó, porqué no lo hizo en algún momento?
Porque siempre había temas urgentes qué tratar. Como canta Silvio Rodríguez en alguna de sus canciones “le debo una canción a esto, le debo una canción a esto otro”. Siempre hay alguien a quien le debes una película. Entonces vas relegándolo, lo que a ti te gusta, lo que a ti te gustaría ser lo vas relegando en función de lo urgente, de lo más necesario, de los más importante.
2 de Octubre, Ayotzinapa ¿habrá un día que todo esto desaparezca, que dejen de pasar tragedias como esas y que lleguen los días que tengamos paz, motivos para escribir cosas más agradables, con otro tipo de reflexiones que enriquezcan a las personas?
Yo pienso que la tragedia como género nunca va a desaparecer, pero independientemente de eso voy hacer una reflexión muy dura. Yo creo que el género humano se va a transformar, aunque pudiera ocurrir que tengan que pasar 10 millones de años, una vez que esta sociedad cambie y tengan que pasar esos 10 millones de años y vuelva a surgir el ser humano y vuelva a surgir un nuevo concepto de ser humano. Voy hacer esta reflexión tan dura, porque lamentablemente la historia, la sociedad cayó en manos de lo que se llama capitalismo y de algo mucho peor que es el imperialismo, de pensamientos y mentes criminales.
Ganó Trump en Estados Unidos, Putín esta muy bravo, Corea está brava y puede ocurrir una tercera Guerra Mundial y no me extrañaría que ocurriese. Siria puede ser nada más un pretexto, Palestina, el Medio Oriente esta que arde. Todas las situaciones de la mayoría de los gobiernos son una forma de capitalismo diferente, la misma China es un capitalismo de Estado. De alguna forma están tirando a la destrucción de la sociedad y eso no me agrada a mí, no me gusta verlo al final de mis días. Sin embargo, tengo la esperanza, soy un optimista irreductible, tengo la esperanza de que así pasen 10 millones de años esta sociedad va a resurgir como algo nuevo y como algo que nos merecemos todos.
Justo partiendo de esta reflexión que nos ha compartido a través de toda su trayectoria como escritor, y más como escritor, como ser humano. Algo que quisiera compartirle a las nuevas generaciones porque tal parece que conforme estalla la revolución, porque creo que si vivimos en una revolución y es una revolución entre mismos civiles que ha propiciado el capitalismo como el imperialismo. ¿Qué les diría a esas generaciones que hoy caminan en esa individualización, donde ya no existe una comunidad?
A las generaciones yo les pediría únicamente que comprendan que vienen de una sociedad, que se deben a esa sociedad, que su talento y su esfuerzo no sirve sin una sociedad atrás y por tanto que estén al servicio de ella, que estén al servicio de la gente. Yo pienso que ni los partidos políticos ni el estado pueden determinar el arte. Si hay partidos políticos que por ejemplo financian el arte sólo para que los promuevan propagandísticamente eso no debe de existir. El artista sólo debe servir a la gente y el Estado debe estar al servicio del artista, y los partidos políticos también al servicio del artista.
Entonces a estos jóvenes yo les diría, no cosas como “sigan su camino, su voz interior” y todo eso. Yo les diría: Sirvan a la gente, muévanse con la gente, caminen entre la gente. Peleen con la gente, luchen con la gente, muéranse con la gente. Y también les diría que busquen transformar su sociedad, de esto que no es vivible ahora en casi en ningún lugar del mundo, en un lugar que sea vivible, habitable para todos.
El cine es ese instrumento de reflejar una realidad y a veces es complejo hablar de esa realidad y ante eso ¿Que sería lo que le agradecería usted al cine?
Todo, toda mi vida se la agradezco al cine, no sería absolutamente nada sin el cine. Pero digamos que ese cine que encontré sólo tenía sentido cuando estaba al servicio de los demás.
jueves, 20 de julio de 2017
Hernando Name y el cine campirano a caballo
por SERGIO RAÚL LÓPEZ
Un muy joven durangueño, experto en caballos y las artes de la charrería como Hernando Name Vázquez, se insertó muy naturalmente en el ámbito del cine, justo cuando las grandes producciones de Hollywood –principalmente western− comenzaron a arribar, cada vez en mayores cantidades, a su estado natal. Con los años, el intrépido jinete y doble, experto en caídas de caballos y escenas de riesgo, se labró una amplísima trayectoria no sólo como doble, sino como coordinador y director de escenas de acción, luego como actor y, finalmente, como prolífico director de cine, con más de medio centenar de títulos, que justo este 2014 celebra 60 años en la industria cinematográfica. En las líneas que siguen, el graduado de la Universidad de Chupaderos –que tal es el nombre de unos famosos estudios en Durango−, relata algunos pasajes de de su existencia.
En alguna ocasión, trabajé en tres películas distintas en el mismo día. En la mañana hice un pleito de cantina, me sacaron de ahí para hacer una caída de altura en un interior y luego me llevaron para hacer una caída con todo y caballo en la tarde. Filmábamos entre 150 a 200 películas al año, esa era la industria a la cual pertenecí.
Yo no dirigí ninguna película que haya sido patrocinada por el gobierno o por alguna institución, todas mis películas fueron impulsadas por los productores del cine, los de a de veras, porque si una película no se recuperaba en taquilla, el director se tenía que regresar a su casa.
Mi primer contacto con el cine fue en 1954, en la película Pluma Blanca (White Feather, Estados Unidos, 1955, de Robert D. Webb) –la primera producción hollywoodense filmada en Durango por decisión del director de arte Jack Martin Smith. Llevaba unos caballos por la zona arqueológica de La Ferrería, cuando noté que había un movimiento raro y al preguntar me dijeron que estaban filmando una película. Me preguntaron si quería trabajar y me pasaron con todo y caballos. Me quedé a trabajar de extra y, desde entonces, me propuse llegar a ser director. Afortunadamente me llegó la luz, vi mi vocación y la perseguí durante toda mi vida, desde los 15 años hasta ahora, a lo largo de 60 años.
Vi mis primeras películas en aquel cine rural que llegaba a los ranchos. Ahí veía El charro negro (México, 1940, de Raúl de Anda) y al siguiente día yo era el charro negro; la hija del caporal era la dama joven y otro muchachito era el villano, y ya desde entonces les decía que entraran por aquí y dijeran esto y lo otro. Interpretábamos lo que veíamos en pantalla.
Luego, el primer establecimiento al que fui a ver una película fue el Cine Ideal de Guadalupe Victoria, Durango, que es mi tierra, donde yo nací el 6 de febrero de 1939. Mi papá era libanés, don Paulo a Name, que vino a México muy joven desde Oriente, y mi madre era durangueña, mi abuela era la famosa India Bonita de Analco, una princesa india tepehuana. Ser de Guadalupe Victoria es un privilegio, ser Durangueño es un orgullo y ser cineasta es una bendición.
He conseguido lo que he querido y dios me ha dado de sobra todo. He trabajado con los más grandes realizadores del mundo: John Huston, Henry Hathaway, Louis Malle, King Vidor, Anthony Mann. Y también con las más grandes luminarias: Charlton Heston, Burt Lancaster, Kirk Douglas, John Wayne, Anthony Quinn, hasta con Rita Hayworth.
Doble y director de acción
Cuando estábamos haciendo Lo que no perdonan (The Unforgiven, Estados Unidos), que dirigió John Huston, vino Mel Ferrer, que era coproductor de la película, y Rita Hayworth, con una niña chiquita. Me pidieron que trajera mi caballo, me la ponía en ancas y la andaba paseando, yo quería estar con la raza pero ella quería seguir. Luego me enteré que era hija de Rita con el príncipe Alí Kahn, la princesa Yasmín.
Platiqué la anécdota en España con Ramón “Tito” Fernández, un gran realizador amigo mío –su último trabajo fue la serie Cuéntame cómo pasó−, que vino a dirigir Las mujeres de Jeremías (México, 1981), y resultó que eran amigos y que era una de las impulsoras de la fundación contra el Alzheimer. Nos juntó en una comida y se acordó de mí y de Durango. Así eran las oportunidades que tenía uno, la dimensión de conocer personas en el cine.
Hace tres años perdí a mi prima hermana, Faride Name Harp, corresponsal de guerra en Medio Oriente para la BBC de Londres, una periodista muy importante a nivel mundial, con quien colaboré tres o cuatro años, dirigiendo las puestas en escena de sus entrevistas, emplazaba las cámaras. Con ella era me tocó conocer a personajes como Mohammad Reza Palhevi, el Ayatola Jomeini, Charles De Gaulle. Pero como su familia vive en Sao Paulo, Brasil, eran los dueños del periódico El Fígaro, pude levantar proyectos grandes como director de acción en Manaos (España-Italia-México, 1981, de Aberto Vázquez Figueroa) y, en el mero Amazonas, por 16 semanas, la película Manto verde. Luego en España filmé Grupo de muerte, con Lee van Cleef y George Peppard, en Almería y Marruecos; y la segunda unidad de La máquina de matar (España-México, 1984, de José Antonio de la Loma), con Margaux Hemingway, Jorge Rivero, Lee van Cleef y Hugo Stiglitz.
También como director de acción, hice la adaptación de las novelas de John Reed, Campanas rojas, primero México en llamas (Meksika v ogne, Unión Soviética-México-Italia, 1982), de Sergei Bondarchuk, que filmé en México, en Florencia, en Moscú y luego me quedé a filmar la segunda parte, Rusia 1917 (Rossía 1917). Como Bondarchuk era ministro de cinematografía, me quedé a dar dos conferencias en la Universidad de Ciencias y Artes Cinematográficas de Moscú y en el libro sobre cómo se filmó la película, dedican varias páginas a “Hernando Name, el hombre de los caballos, el hombre de la acción”.
También colaboré con los realizadores del Nuevo Cine Mexicano. A Felipe Cazals lo conocí en la casa de Antonio Aguilar, cuando hicimos Zapata (México, 1970), en la que monté toda la acción. Luego trabajé con él en El jardín de la tía Isabel (México, 1971); en Canoa (México, 1975), y monté todo el final de El apando (México, 1975), una secuencia estremecedora, planeada perfectamente bien, se ensayó durante 15 o 20 días, tres veces al día, con todos los cortes, los movimientos, se necesitaba hacer el final de una película de ese tamaño. Siempre me pareció un cine muy interesante de directores valientes y con propuesta.
Los caballos, grandes compañeros
Mi vocación era la de hombre de espectáculo, de alguna forma o de otra, pero mi gran aliado, mi gran compañero al exponerme, ha sido el caballo y la charrería que aprendí, desde luego, aquí en Durango. También varios hombres de la charrería me impulsaron y me animaron a seguir mi camino, los recuerdo con mucho cariño, fueron medulares en mi vida, como el doctor Alfredo López Yáñez, charro y hombre de honor, que siempre me apoyó. Todo eso influyó muchísimo a que buscara estos caminos.
Y el caballo ha sido medular, fundamental, para mi vida. Siempre digo que la patria se hizo en lomos de un caballo. Igual que las grandes guerras y revoluciones de los grandes países de Europa. Lo que más quiero en la vida son mi familia, mis hermanos, mis padres, mis hijos, mis nietos, pero también mis caballos, y mi pasión de cineasta. Eso es lo mío. Son mis fuentes de valor, mis fuentes de energía.
Antes, las caídas y las escenas de acción tenían gran realismo, porque sí ocurrían. Ahora, en el cine nuevo, parte lo hace el hombre y parte la computadora. Antes no teníamos eso, había que caerse de arriba del muro de San Sebastián, entonces ponían la cámara y uno decía dónde iba a caer. Había que hacer caídas con todo y caballo, y toda la caballería detrás de uno, tenía que hacerse en un pedacito de terreno y estar atento a los que vienen atrás. Era un asunto de precisión, si te salías de cuadro había que repetirlo y ese era el cine que hacíamos antes. En aquella época el cine debía tener vocación y pasión, además de valor para exponerse, para decir y hacer.
Escenas de riesgo
La primera escena fuerte que hice, fue cuando llegué a México a trabajar en ¡Viva María! (Viva Maria!, Francia-Estados Unidos, 1965, de Louis Malle), como doble de Brigitte Bardot, porque yo era muy delgadito. Había una escena en la que, desde el techo de la Hacienda de Cocoyoc, en que es muy alto, había que brincar a una carreta que pasaba. Acepté, pero ya arriba, la carreta se hizo muy pequeñita y ya me empezó a entrar el temor, porque había que aventarse antes que la carreta llegara, para que coincidiéramos. Esa es una de las grandes escenas que hice, era muy peligrosa y la hicimos con precisión, pero resultó bien.
Hice muchas otras escenas. La última semana que hicimos El muro de San Sebastián, me quedé solo, porque todos los stunts acabaron lastimados y se fueron al hospital, yo hacía cinco caídas con caballo en la mañana, cinco caídas desde lo alto en la tarde. En Guanajuato hice una caída brincando un tianguis en una calle empedrada y me caí con todo y caballo, y el caballo se mató, se desnucó. En algunas ocasiones nos sucedió eso. Otras, los dobles se llegaban a lastimar muy feo. Era un cine que exigía mucha técnica, una gran condición y una gran preparación para poderlo soportar, porque se necesitaba de un gran realismo.
En alguna ocasión, trabajé en tres películas distintas en el mismo día. En la mañana hice un pleito de cantina, me sacaron de ahí para hacer una caída de altura en un interior y luego me llevaron para hacer una caída con todo y caballo en la tarde. Filmábamos entre 150 a 200 películas al año, esa era la industria a la cual pertenecí.
Actor y cantante
Como actor tuve mucha suerte, porque los directores se empeñaban en darme papeles y en que fuera galán de cine. Hice Zacazonapan (México, 1976), porque don Julián Soler, que la dirigió, me dijo que yo era el personaje que él quería para la película. Y su hermano, don Andrés Soler, que fue mi padrino de bodas cuando me casé con Zoila Quiñones, me dijo que no tenía por qué andarme arriesgando, que me fuera con “Juliancito” e hiciera la película. Ahí incluso canto dos o tres canciones. Luego ya hice varias películas más como Una leyenda de amor (México, 1982, de Abel Salazar), en el personaje de Gilberto Montesinos, en la que monté toda la acción, que fue espectacular, muy bonita. Hice muchos otros papeles, primero porque había que ganar dinero y segundo porque era importante participar, tener una imagen para estas escenas de acción, me parecía que era importante.
Realizador de cine
Yo no dirigí ninguna película que haya sido patrocinada por el gobierno o por alguna institución, todas mis películas fueron impulsadas por los productores del cine, los de a de veras, porque si una película no se recuperaba en taquilla, el director se tenía que regresar a su casa. Logré filmar más de cincuenta títulos, al lado de productores como Alfonso Rosas Priego, con Producciones Esme, con Filmex, con Películas Latinoamericanas, con Baja Films, muchas compañías me contrataban, me entregaban el guión y yo calculaba en cuánto tiempo tenía que terminarla y qué costo tenía, había que filmarla tal y como se prometía, entonces se debía tener la capacidad. Además había que llenar las salas para poder seguir adelante o la película salía de cartelera. Me decían, tiene 35 mil pies para hacer la película, tiene tantas semanas y tiene este costo, con tantos tiros de salva, y si uno se pasaba, le decían que lo pagara de su propia bolsa.
Cuando hice mi primer intento, le dije a la compañía, Producciones Esme, que quería hacer esta historia, La muerte cruzó el río Bravo (México, 1984), y me preguntaron dónde se desarrolla, y dije que en Santiago Papasquiaro, un pueblo de Durango, con tal costo. Aunque me dieron menos, me mandaron a hacerla. Regresé con mi película bajo el brazo y fue un éxito taquillero. En ese tiempo nos daban 10 o 12 salas en Estados Unidos, en Los Ángeles, y tenían que pasar el tope. Hubo tres películas mexicanas estrenadas en Estados Unidos, que, en su primer semana, hicieron el primer millón de dólares, lo que fue histórico: El judicial (México, 1984, de Rafael Villaseñor); Siete en la mira (México, 1984, de Pedro Galindo II), y La muerte cruzó el Río Bravo, que quedó en segundo lugar pero con dos salas menos, lo cual significaba 6 mil u 8 mil dólares menos, por sala en una semana. Y me ganaron por 900 dólares, pero siempre se consideró que la película más taquillera de ese año fue la mía.
Hay una película que se llama El placer de la venganza (México, 1988), que la hice hace treinta y tantos años con Pedro Armendáriz, Susana Dosamantes, Hugo Stiglitz, ahí lanzamos a Andrés García chico, a Raúl Araiza chico, a Eleazar Lorenzo “Chelelo” chico, en la que anticipé cómo iba a estar la delincuencia juvenil hoy en día, como si la hubiéramos filmado ayer, avisando lo que iba a poder pasar.
La evolución de la camioneta y el campirano que se baja muy elegante y trae una chica pistolota escuadra, una R-15, es un cine en el que verdaderamente han desaparecido nuestras raíces y costumbres, la historia campirana auténtica, y eso me entristece.
Otros tiempos
Ojalá me hubiera tocado estar cerca de un Tito Guízar, que es un histórico, pilar fundamental de la industria de cine mexicano en el mundo, Allá en el Rancho Grande (México, 1936, de Fernando de Fuentes), fue la primera película mexicana de distribución mundial, fue la que abrió los mercados. O con un hombre como Jorge Negrete, de esa dimensión, con esa voz, que era un actor tan completo que hizo lo mismo un torero que zarzuela, villanos galanes, ese era un gran actor.
Pero me tocó una época más suavecita, más light, dicen ahora, ya con Luis Aguilar “El gallo giro”, de salida; con la desafortunada desaparición de Javier Solís. Y ya a los galanes nuevos como que les venía muy grande el traje de charro.
Creo que afectó el cambio de temática semirranchera, moderna, urbana, con respecto de la temática original; además que el blanco y negro era más dramático, cuando llegó el color ya da otra cosa. Pero siempre he dicho que todos esos conceptos no son buenos ni malos, hay que verlo como la verdadera evolución de lo que es el cine hasta hoy día.
En el cine, la cultura de la charrería, del caballo, ha ido desapareciendo, y las películas campiranas ahora se manejan con dos o tres caballos en el fondo y grandes camionetonas al frente, con los rancheros en los casinos manejando dólares y mucha película pesada de narco. Si observan mi cine, raras películas tocan eso y sólo cuando el productor lo exigía, pero es una cosa de la que he estado alejadito. Soy enemigo tanto del narco como del porno corriente, mi cine tiene la característica de que es espectáculo y, casi todo, es cine familiar. Eso me ha interesado mucho.
Un muy joven durangueño, experto en caballos y las artes de la charrería como Hernando Name Vázquez, se insertó muy naturalmente en el ámbito del cine, justo cuando las grandes producciones de Hollywood –principalmente western− comenzaron a arribar, cada vez en mayores cantidades, a su estado natal. Con los años, el intrépido jinete y doble, experto en caídas de caballos y escenas de riesgo, se labró una amplísima trayectoria no sólo como doble, sino como coordinador y director de escenas de acción, luego como actor y, finalmente, como prolífico director de cine, con más de medio centenar de títulos, que justo este 2014 celebra 60 años en la industria cinematográfica. En las líneas que siguen, el graduado de la Universidad de Chupaderos –que tal es el nombre de unos famosos estudios en Durango−, relata algunos pasajes de de su existencia.
En alguna ocasión, trabajé en tres películas distintas en el mismo día. En la mañana hice un pleito de cantina, me sacaron de ahí para hacer una caída de altura en un interior y luego me llevaron para hacer una caída con todo y caballo en la tarde. Filmábamos entre 150 a 200 películas al año, esa era la industria a la cual pertenecí.
Yo no dirigí ninguna película que haya sido patrocinada por el gobierno o por alguna institución, todas mis películas fueron impulsadas por los productores del cine, los de a de veras, porque si una película no se recuperaba en taquilla, el director se tenía que regresar a su casa.
Mi primer contacto con el cine fue en 1954, en la película Pluma Blanca (White Feather, Estados Unidos, 1955, de Robert D. Webb) –la primera producción hollywoodense filmada en Durango por decisión del director de arte Jack Martin Smith. Llevaba unos caballos por la zona arqueológica de La Ferrería, cuando noté que había un movimiento raro y al preguntar me dijeron que estaban filmando una película. Me preguntaron si quería trabajar y me pasaron con todo y caballos. Me quedé a trabajar de extra y, desde entonces, me propuse llegar a ser director. Afortunadamente me llegó la luz, vi mi vocación y la perseguí durante toda mi vida, desde los 15 años hasta ahora, a lo largo de 60 años.
Vi mis primeras películas en aquel cine rural que llegaba a los ranchos. Ahí veía El charro negro (México, 1940, de Raúl de Anda) y al siguiente día yo era el charro negro; la hija del caporal era la dama joven y otro muchachito era el villano, y ya desde entonces les decía que entraran por aquí y dijeran esto y lo otro. Interpretábamos lo que veíamos en pantalla.
Luego, el primer establecimiento al que fui a ver una película fue el Cine Ideal de Guadalupe Victoria, Durango, que es mi tierra, donde yo nací el 6 de febrero de 1939. Mi papá era libanés, don Paulo a Name, que vino a México muy joven desde Oriente, y mi madre era durangueña, mi abuela era la famosa India Bonita de Analco, una princesa india tepehuana. Ser de Guadalupe Victoria es un privilegio, ser Durangueño es un orgullo y ser cineasta es una bendición.
He conseguido lo que he querido y dios me ha dado de sobra todo. He trabajado con los más grandes realizadores del mundo: John Huston, Henry Hathaway, Louis Malle, King Vidor, Anthony Mann. Y también con las más grandes luminarias: Charlton Heston, Burt Lancaster, Kirk Douglas, John Wayne, Anthony Quinn, hasta con Rita Hayworth.
Doble y director de acción
Cuando estábamos haciendo Lo que no perdonan (The Unforgiven, Estados Unidos), que dirigió John Huston, vino Mel Ferrer, que era coproductor de la película, y Rita Hayworth, con una niña chiquita. Me pidieron que trajera mi caballo, me la ponía en ancas y la andaba paseando, yo quería estar con la raza pero ella quería seguir. Luego me enteré que era hija de Rita con el príncipe Alí Kahn, la princesa Yasmín.
Platiqué la anécdota en España con Ramón “Tito” Fernández, un gran realizador amigo mío –su último trabajo fue la serie Cuéntame cómo pasó−, que vino a dirigir Las mujeres de Jeremías (México, 1981), y resultó que eran amigos y que era una de las impulsoras de la fundación contra el Alzheimer. Nos juntó en una comida y se acordó de mí y de Durango. Así eran las oportunidades que tenía uno, la dimensión de conocer personas en el cine.
Hace tres años perdí a mi prima hermana, Faride Name Harp, corresponsal de guerra en Medio Oriente para la BBC de Londres, una periodista muy importante a nivel mundial, con quien colaboré tres o cuatro años, dirigiendo las puestas en escena de sus entrevistas, emplazaba las cámaras. Con ella era me tocó conocer a personajes como Mohammad Reza Palhevi, el Ayatola Jomeini, Charles De Gaulle. Pero como su familia vive en Sao Paulo, Brasil, eran los dueños del periódico El Fígaro, pude levantar proyectos grandes como director de acción en Manaos (España-Italia-México, 1981, de Aberto Vázquez Figueroa) y, en el mero Amazonas, por 16 semanas, la película Manto verde. Luego en España filmé Grupo de muerte, con Lee van Cleef y George Peppard, en Almería y Marruecos; y la segunda unidad de La máquina de matar (España-México, 1984, de José Antonio de la Loma), con Margaux Hemingway, Jorge Rivero, Lee van Cleef y Hugo Stiglitz.
También como director de acción, hice la adaptación de las novelas de John Reed, Campanas rojas, primero México en llamas (Meksika v ogne, Unión Soviética-México-Italia, 1982), de Sergei Bondarchuk, que filmé en México, en Florencia, en Moscú y luego me quedé a filmar la segunda parte, Rusia 1917 (Rossía 1917). Como Bondarchuk era ministro de cinematografía, me quedé a dar dos conferencias en la Universidad de Ciencias y Artes Cinematográficas de Moscú y en el libro sobre cómo se filmó la película, dedican varias páginas a “Hernando Name, el hombre de los caballos, el hombre de la acción”.
También colaboré con los realizadores del Nuevo Cine Mexicano. A Felipe Cazals lo conocí en la casa de Antonio Aguilar, cuando hicimos Zapata (México, 1970), en la que monté toda la acción. Luego trabajé con él en El jardín de la tía Isabel (México, 1971); en Canoa (México, 1975), y monté todo el final de El apando (México, 1975), una secuencia estremecedora, planeada perfectamente bien, se ensayó durante 15 o 20 días, tres veces al día, con todos los cortes, los movimientos, se necesitaba hacer el final de una película de ese tamaño. Siempre me pareció un cine muy interesante de directores valientes y con propuesta.
Los caballos, grandes compañeros
Mi vocación era la de hombre de espectáculo, de alguna forma o de otra, pero mi gran aliado, mi gran compañero al exponerme, ha sido el caballo y la charrería que aprendí, desde luego, aquí en Durango. También varios hombres de la charrería me impulsaron y me animaron a seguir mi camino, los recuerdo con mucho cariño, fueron medulares en mi vida, como el doctor Alfredo López Yáñez, charro y hombre de honor, que siempre me apoyó. Todo eso influyó muchísimo a que buscara estos caminos.
Y el caballo ha sido medular, fundamental, para mi vida. Siempre digo que la patria se hizo en lomos de un caballo. Igual que las grandes guerras y revoluciones de los grandes países de Europa. Lo que más quiero en la vida son mi familia, mis hermanos, mis padres, mis hijos, mis nietos, pero también mis caballos, y mi pasión de cineasta. Eso es lo mío. Son mis fuentes de valor, mis fuentes de energía.
Antes, las caídas y las escenas de acción tenían gran realismo, porque sí ocurrían. Ahora, en el cine nuevo, parte lo hace el hombre y parte la computadora. Antes no teníamos eso, había que caerse de arriba del muro de San Sebastián, entonces ponían la cámara y uno decía dónde iba a caer. Había que hacer caídas con todo y caballo, y toda la caballería detrás de uno, tenía que hacerse en un pedacito de terreno y estar atento a los que vienen atrás. Era un asunto de precisión, si te salías de cuadro había que repetirlo y ese era el cine que hacíamos antes. En aquella época el cine debía tener vocación y pasión, además de valor para exponerse, para decir y hacer.
Escenas de riesgo
La primera escena fuerte que hice, fue cuando llegué a México a trabajar en ¡Viva María! (Viva Maria!, Francia-Estados Unidos, 1965, de Louis Malle), como doble de Brigitte Bardot, porque yo era muy delgadito. Había una escena en la que, desde el techo de la Hacienda de Cocoyoc, en que es muy alto, había que brincar a una carreta que pasaba. Acepté, pero ya arriba, la carreta se hizo muy pequeñita y ya me empezó a entrar el temor, porque había que aventarse antes que la carreta llegara, para que coincidiéramos. Esa es una de las grandes escenas que hice, era muy peligrosa y la hicimos con precisión, pero resultó bien.
Hice muchas otras escenas. La última semana que hicimos El muro de San Sebastián, me quedé solo, porque todos los stunts acabaron lastimados y se fueron al hospital, yo hacía cinco caídas con caballo en la mañana, cinco caídas desde lo alto en la tarde. En Guanajuato hice una caída brincando un tianguis en una calle empedrada y me caí con todo y caballo, y el caballo se mató, se desnucó. En algunas ocasiones nos sucedió eso. Otras, los dobles se llegaban a lastimar muy feo. Era un cine que exigía mucha técnica, una gran condición y una gran preparación para poderlo soportar, porque se necesitaba de un gran realismo.
En alguna ocasión, trabajé en tres películas distintas en el mismo día. En la mañana hice un pleito de cantina, me sacaron de ahí para hacer una caída de altura en un interior y luego me llevaron para hacer una caída con todo y caballo en la tarde. Filmábamos entre 150 a 200 películas al año, esa era la industria a la cual pertenecí.
Actor y cantante
Como actor tuve mucha suerte, porque los directores se empeñaban en darme papeles y en que fuera galán de cine. Hice Zacazonapan (México, 1976), porque don Julián Soler, que la dirigió, me dijo que yo era el personaje que él quería para la película. Y su hermano, don Andrés Soler, que fue mi padrino de bodas cuando me casé con Zoila Quiñones, me dijo que no tenía por qué andarme arriesgando, que me fuera con “Juliancito” e hiciera la película. Ahí incluso canto dos o tres canciones. Luego ya hice varias películas más como Una leyenda de amor (México, 1982, de Abel Salazar), en el personaje de Gilberto Montesinos, en la que monté toda la acción, que fue espectacular, muy bonita. Hice muchos otros papeles, primero porque había que ganar dinero y segundo porque era importante participar, tener una imagen para estas escenas de acción, me parecía que era importante.
Realizador de cine
Yo no dirigí ninguna película que haya sido patrocinada por el gobierno o por alguna institución, todas mis películas fueron impulsadas por los productores del cine, los de a de veras, porque si una película no se recuperaba en taquilla, el director se tenía que regresar a su casa. Logré filmar más de cincuenta títulos, al lado de productores como Alfonso Rosas Priego, con Producciones Esme, con Filmex, con Películas Latinoamericanas, con Baja Films, muchas compañías me contrataban, me entregaban el guión y yo calculaba en cuánto tiempo tenía que terminarla y qué costo tenía, había que filmarla tal y como se prometía, entonces se debía tener la capacidad. Además había que llenar las salas para poder seguir adelante o la película salía de cartelera. Me decían, tiene 35 mil pies para hacer la película, tiene tantas semanas y tiene este costo, con tantos tiros de salva, y si uno se pasaba, le decían que lo pagara de su propia bolsa.
Cuando hice mi primer intento, le dije a la compañía, Producciones Esme, que quería hacer esta historia, La muerte cruzó el río Bravo (México, 1984), y me preguntaron dónde se desarrolla, y dije que en Santiago Papasquiaro, un pueblo de Durango, con tal costo. Aunque me dieron menos, me mandaron a hacerla. Regresé con mi película bajo el brazo y fue un éxito taquillero. En ese tiempo nos daban 10 o 12 salas en Estados Unidos, en Los Ángeles, y tenían que pasar el tope. Hubo tres películas mexicanas estrenadas en Estados Unidos, que, en su primer semana, hicieron el primer millón de dólares, lo que fue histórico: El judicial (México, 1984, de Rafael Villaseñor); Siete en la mira (México, 1984, de Pedro Galindo II), y La muerte cruzó el Río Bravo, que quedó en segundo lugar pero con dos salas menos, lo cual significaba 6 mil u 8 mil dólares menos, por sala en una semana. Y me ganaron por 900 dólares, pero siempre se consideró que la película más taquillera de ese año fue la mía.
Hay una película que se llama El placer de la venganza (México, 1988), que la hice hace treinta y tantos años con Pedro Armendáriz, Susana Dosamantes, Hugo Stiglitz, ahí lanzamos a Andrés García chico, a Raúl Araiza chico, a Eleazar Lorenzo “Chelelo” chico, en la que anticipé cómo iba a estar la delincuencia juvenil hoy en día, como si la hubiéramos filmado ayer, avisando lo que iba a poder pasar.
La evolución de la camioneta y el campirano que se baja muy elegante y trae una chica pistolota escuadra, una R-15, es un cine en el que verdaderamente han desaparecido nuestras raíces y costumbres, la historia campirana auténtica, y eso me entristece.
Otros tiempos
Ojalá me hubiera tocado estar cerca de un Tito Guízar, que es un histórico, pilar fundamental de la industria de cine mexicano en el mundo, Allá en el Rancho Grande (México, 1936, de Fernando de Fuentes), fue la primera película mexicana de distribución mundial, fue la que abrió los mercados. O con un hombre como Jorge Negrete, de esa dimensión, con esa voz, que era un actor tan completo que hizo lo mismo un torero que zarzuela, villanos galanes, ese era un gran actor.
Pero me tocó una época más suavecita, más light, dicen ahora, ya con Luis Aguilar “El gallo giro”, de salida; con la desafortunada desaparición de Javier Solís. Y ya a los galanes nuevos como que les venía muy grande el traje de charro.
Creo que afectó el cambio de temática semirranchera, moderna, urbana, con respecto de la temática original; además que el blanco y negro era más dramático, cuando llegó el color ya da otra cosa. Pero siempre he dicho que todos esos conceptos no son buenos ni malos, hay que verlo como la verdadera evolución de lo que es el cine hasta hoy día.
En el cine, la cultura de la charrería, del caballo, ha ido desapareciendo, y las películas campiranas ahora se manejan con dos o tres caballos en el fondo y grandes camionetonas al frente, con los rancheros en los casinos manejando dólares y mucha película pesada de narco. Si observan mi cine, raras películas tocan eso y sólo cuando el productor lo exigía, pero es una cosa de la que he estado alejadito. Soy enemigo tanto del narco como del porno corriente, mi cine tiene la característica de que es espectáculo y, casi todo, es cine familiar. Eso me ha interesado mucho.
miércoles, 19 de julio de 2017
#NoTodoEsCine Humanz, la ‘’ascension’’ de Gorillaz
texto BLANCA MALDONADO
‘’Those who fear music are dangerous’’. Con esta imponente frase nos adentramos en una nueva era de la banda virtual más conocida en el mundo.
Gorillaz es una banda virtual creada por dos genios británicos: Damon Albarn, músico, creador de un sinfín de proyectos, entre ellos Blur’, ‘The Good, The Bad and The Queen, dos musicales y una ópera. Y luego tenemos a Jamie Hewlett, historietista y animador, co-creador del cómic ‘’Tank Girl’’ y el musical ‘’Monkey Journey to West’’ (también creado junto con su compañero Damon).
Ambos, durante siete largos años, no daban señales de que la banda regresara. Incluso se llegó a pensar que jamás volverían ya que los creadores tuvieron algunas diferencias durante el proceso del disco “Plastic Beach”. Sin embargo en 2015 comenzaron a publicarse algunas creaciones visuales en la cuenta de Instagram de Jamie. Este mostraba de poco en poco a nuestros cuatros queridos protagonistas de la banda: Murdoc Niccals (bajista, compositor principal y líder) 2-D (vocalista y encargado de los teclados) Russel Hobbs (batería y percusión) y la hermosa y renovada nipona Noodle (guitarra y coros).
Los fans comenzaron a sospechar que la temática del disco seria la guerra ya que los antecesores también tenían una temática bastante interesante (como “Plastic Beach” con piratas y el océano, y “Demon Days” con demonios y cosas infernales). Sin embargo aún no había algo que comprobara si esa teoría era cierta. Pasó el tiempo y Jamie seguía publicando un poco del proceso y cambios de los personajes y sus experimentos con una nueva forma de dibujo que nunca antes se le había visto. Pero en todo este tiempo jamás se mostró nada de Damon. Y era algo que tenía en duda a todos, ya que él seguía manteniéndose en la oscuridad… esperando el momento de que todo fuera una sorpresa para los fans… y, hasta cierto punto, lo logró.
El pasado febrero un vídeo fue publicado en el canal de Gorillaz. Cuál sería la sorpresa de los fans al enterarse de que no era cualquier vídeo… ¡Era una nueva canción! Llamada ‘’Hallelujah Money’’. Y no sólo en ese mes se dieron sorpresas. En marzo se dieron noticias de que Damon estaría en una entrevista en la BBC Radio. En ella hablaría del regreso de la banda y la muestra de una de las canciones del disco.
Durante la entrevista se subió a Youtube dicha canción, pero… ¡También otras tres! Y el nombre del disco el cual sería ‘’Humanz’’. También se nos mostró la portada, el total de canciones, una versión Deluxe del disco y los colaboradores.
Días después Jamie, en una entrevista, dejó confirmado que habría una serie animada para la banda. Él se haría cargo de animar el primer y último capítulo. Lo mejor de todo esto es que dijeron que habría alrededor de 10 capítulos la primera temporada. Esto quiere decir que lo más seguro es que tendríamos más temporadas en un futuro. Esta noticia hizo muy feliz a todos los fans (incluida yo), ya que la serie se había previsto desde el 2001 pero se pospuso por falta de interés de los creadores.
Los cambios en los personajes fueron espectaculares, especialmente en el diseño de la portada. Y además cada uno de ellos hace referencia a personajes de la música y literatura muy conocidos. 2-D nos muestra su estilo a lo ‘David Bowie. Ese estilo tan elegante y extravagante que utiliza Russel es nada menos que de Notorious B.I.G. Murdoc es Keith Richards (aunque se parece un poco a Liam Gallagher y que por cierto Jamie se lució con Mudz… ¡Nunca se le había visto tan atractivo!). Y por último Noodle, quien nos hace una referencia a Björk y a Lolita, la famosa protagonista de la novela homónima de Vladimir Nabókov.
Como álbum “Humanz” es bueno. Se goza perfectamente con un par de audífonos y un buen equipo de sonido. Líricamente es precioso e incluso hay canciones que profundizan más que otras; sin embargo sólo se queda como eso, ‘’bueno’’, ya que en cuanto a lo musical puede ser un poco repetitivo. Además los ‘’interlude’’ incluidos en el álbum hacen de un grandioso viaje musical algo tedioso.
Comencemos con el primer cuadro. Primeramente escuchamos el intro ‘’Switched My Robot Off’’ que realmente sólo nos da un paso de entrada para continuar con ‘’Ascension’’ (ft. Vince Staples) una canción que da frescura al escucharla, todo un orgasmo musical. Sin embargo el ambiente se rompe cuando entra ‘’Strobelite’’ (ft. Peven Everett). Y es que esta canción no es mala, sino que es muy distinta a la anterior, además de que Peven se roba la canción y la hace suya, dejando nulo el protagonismo de Damon (2-D). Es muy buena, y una de las favoritas, pero no concuerda con la siguiente canción hecha a lo futurista.
Me refiero a ‘’Saturnz Barz’’ (ft. Popcaan). Tiene ese toque de hip-hop que entra con fuerza y finaliza con la melodiosa voz de Albarn para dejarnos con un final espectacular. El contenido de su letra es muy bueno y además de ello va acorde con la temática del disco la cual es ‘’una fiesta post-apocalíptica’’. Sin embargo, está mal acomodada. Probablemente, la que podría ser la sucesora de Ascension y quedara acorde con este cuadro seria ‘’Momentz’’ (ft. De la Soul). Una canción que impone fuerza al inicio como sólo De la Soul lo sabe hacer. A pesar de ello en cuanto a melodía es algo repetitiva. Además de que se da aires de ‘’moderna’’ no lo logra y hace que el disco pierda equilibrio.
El siguiente cuadro comienza con el primer interludio: ‘’The Non-conformist Oath’’ que nos da paso a la que considero la mejor canción de “Humanz”, Submission (ft. Danny Brown y Kalela), una melodía hermosa que más de la mitad interpreta Kalela y luego sigue Danny Brown, aunque es un poco dejado de lado considerando que se pudo haber sacado más provecho de él. Y aunque Damon no cante en ella en verdad que esta canción vale la pena al igual que Charger (ft. Grace Jones) cargada de un sonido ochentero y pegadizo. En esta, ahora sí escuchamos de nuevo a Albarn y la imponente voz de Grace que hace que esta canción genere un ambiente increíble tanto para escucharla con audiófonos como sin ellos.
Después continua el segundo interludio, ‘’Elevator Going Up’’, que acaba para adentrarnos hacia ‘’Andromeda’’ (ft. D.R.A.M) con Damon interpretándola la mayoría del tiempo. Esta canción en cuanto a lírica es relajante y hermosa. Nos expresa el amor profundo que se tiene a las personas que no están más con nosotros. Su música es buena, pero la supera la letra. Aunque no pasa lo mismo con ‘’Busted and Blue’’, la cual es la canción más triste del disco. En esta solamente es Gorillaz, sin ningún colaborador. Tanto la letra y la música son excelentes. Ambas se unen para crear un ambiente relajante pero al mismo tiempo, cuando la escuchas, sientes como si estuvieses entre la lluvia… gritando “be my love!’’.
El tercer cuadro comienza con el interludio ‘’Talk Radio’’, y a partir de aquí comienzan las canciones con fuerza y que de verdad tienen el sentido de “Humanz”. ‘’Carnival’’ (ft. Anthony Hamilton); toda una feria gótica mezclada con una increíble fiesta apocalíptica. Aunque la siguiente no se queda atrás y nos proporciona ese sentimiento anti-política que desea expresar el disco ‘’Let Me Out’’ (ft. Mavis Staples & Pusha T) es esa canción. ‘’Penthouse’’ es el siguiente interludio que abre sus puertas a ‘’Sex Murder Party’’ (ft. Jamie Principle & Zebra Katz) una canción que va llevándose los primeros puestos. Con Albarn en el coro, se vuelve una canción potente y agradable al escucharla; aunque ‘’She’s My Collar’’ (ft. Kali Uchis) queda muy por debajo de calidad de su antecesora. Comienza a ser un poco repetitiva, sin embargo se sostiene gracias a Kali Uchis.
Y casi para finalizar entra el último interludio ‘’The Elephant’’ el cual nos muestra ‘’Hallelujah Money” (Feat. Benjamin Clementine), otra de las mejores canciones del disco. Esta expresa completamente la esencia del disco. La fuerza en la voz de Clementine expresa la autoridad política anti Trump y el canto de 2-D, la voz del pueblo. Y para concluir ‘’We Got The Power’’ (ft. Jehnny Beth). Su letra es muy buena y la música desea expresarnos un himno de libertad después de todo el recorrido. Sin embargo aún no logra serlo, a pesar de lo buena que sea. El segundo disco en la versión Deluxe nos ofrece buenas canciones, aunque son pocas. Personalmente la mejor es “The Apprentice (feat. Rag'n'Bone Man, Zebra Katz & RAY BLK). Bastante fresca y relajante.
Como fanática de Gorillaz el disco me gustó, sin embargo creo que tiene unas cuantas carencias en comparación con sus predecesores (por ejemplo el no incluir a Noodle en el canto ni a los demás miembros de la banda). Si esto fue bueno, antes hacían magia. A pesar de ello estoy feliz con su regreso y escuchar a Kali Uchis fue bastante grato. Si continúan creando música y elementos visuales probablemente los “Gorillaz” puedan trascender a ‘’Humanos’’.
‘’Those who fear music are dangerous’’. Con esta imponente frase nos adentramos en una nueva era de la banda virtual más conocida en el mundo.
Gorillaz es una banda virtual creada por dos genios británicos: Damon Albarn, músico, creador de un sinfín de proyectos, entre ellos Blur’, ‘The Good, The Bad and The Queen, dos musicales y una ópera. Y luego tenemos a Jamie Hewlett, historietista y animador, co-creador del cómic ‘’Tank Girl’’ y el musical ‘’Monkey Journey to West’’ (también creado junto con su compañero Damon).
Ambos, durante siete largos años, no daban señales de que la banda regresara. Incluso se llegó a pensar que jamás volverían ya que los creadores tuvieron algunas diferencias durante el proceso del disco “Plastic Beach”. Sin embargo en 2015 comenzaron a publicarse algunas creaciones visuales en la cuenta de Instagram de Jamie. Este mostraba de poco en poco a nuestros cuatros queridos protagonistas de la banda: Murdoc Niccals (bajista, compositor principal y líder) 2-D (vocalista y encargado de los teclados) Russel Hobbs (batería y percusión) y la hermosa y renovada nipona Noodle (guitarra y coros).
Los fans comenzaron a sospechar que la temática del disco seria la guerra ya que los antecesores también tenían una temática bastante interesante (como “Plastic Beach” con piratas y el océano, y “Demon Days” con demonios y cosas infernales). Sin embargo aún no había algo que comprobara si esa teoría era cierta. Pasó el tiempo y Jamie seguía publicando un poco del proceso y cambios de los personajes y sus experimentos con una nueva forma de dibujo que nunca antes se le había visto. Pero en todo este tiempo jamás se mostró nada de Damon. Y era algo que tenía en duda a todos, ya que él seguía manteniéndose en la oscuridad… esperando el momento de que todo fuera una sorpresa para los fans… y, hasta cierto punto, lo logró.
El pasado febrero un vídeo fue publicado en el canal de Gorillaz. Cuál sería la sorpresa de los fans al enterarse de que no era cualquier vídeo… ¡Era una nueva canción! Llamada ‘’Hallelujah Money’’. Y no sólo en ese mes se dieron sorpresas. En marzo se dieron noticias de que Damon estaría en una entrevista en la BBC Radio. En ella hablaría del regreso de la banda y la muestra de una de las canciones del disco.
Durante la entrevista se subió a Youtube dicha canción, pero… ¡También otras tres! Y el nombre del disco el cual sería ‘’Humanz’’. También se nos mostró la portada, el total de canciones, una versión Deluxe del disco y los colaboradores.
Días después Jamie, en una entrevista, dejó confirmado que habría una serie animada para la banda. Él se haría cargo de animar el primer y último capítulo. Lo mejor de todo esto es que dijeron que habría alrededor de 10 capítulos la primera temporada. Esto quiere decir que lo más seguro es que tendríamos más temporadas en un futuro. Esta noticia hizo muy feliz a todos los fans (incluida yo), ya que la serie se había previsto desde el 2001 pero se pospuso por falta de interés de los creadores.
Los cambios en los personajes fueron espectaculares, especialmente en el diseño de la portada. Y además cada uno de ellos hace referencia a personajes de la música y literatura muy conocidos. 2-D nos muestra su estilo a lo ‘David Bowie. Ese estilo tan elegante y extravagante que utiliza Russel es nada menos que de Notorious B.I.G. Murdoc es Keith Richards (aunque se parece un poco a Liam Gallagher y que por cierto Jamie se lució con Mudz… ¡Nunca se le había visto tan atractivo!). Y por último Noodle, quien nos hace una referencia a Björk y a Lolita, la famosa protagonista de la novela homónima de Vladimir Nabókov.
Como álbum “Humanz” es bueno. Se goza perfectamente con un par de audífonos y un buen equipo de sonido. Líricamente es precioso e incluso hay canciones que profundizan más que otras; sin embargo sólo se queda como eso, ‘’bueno’’, ya que en cuanto a lo musical puede ser un poco repetitivo. Además los ‘’interlude’’ incluidos en el álbum hacen de un grandioso viaje musical algo tedioso.
Comencemos con el primer cuadro. Primeramente escuchamos el intro ‘’Switched My Robot Off’’ que realmente sólo nos da un paso de entrada para continuar con ‘’Ascension’’ (ft. Vince Staples) una canción que da frescura al escucharla, todo un orgasmo musical. Sin embargo el ambiente se rompe cuando entra ‘’Strobelite’’ (ft. Peven Everett). Y es que esta canción no es mala, sino que es muy distinta a la anterior, además de que Peven se roba la canción y la hace suya, dejando nulo el protagonismo de Damon (2-D). Es muy buena, y una de las favoritas, pero no concuerda con la siguiente canción hecha a lo futurista.
Me refiero a ‘’Saturnz Barz’’ (ft. Popcaan). Tiene ese toque de hip-hop que entra con fuerza y finaliza con la melodiosa voz de Albarn para dejarnos con un final espectacular. El contenido de su letra es muy bueno y además de ello va acorde con la temática del disco la cual es ‘’una fiesta post-apocalíptica’’. Sin embargo, está mal acomodada. Probablemente, la que podría ser la sucesora de Ascension y quedara acorde con este cuadro seria ‘’Momentz’’ (ft. De la Soul). Una canción que impone fuerza al inicio como sólo De la Soul lo sabe hacer. A pesar de ello en cuanto a melodía es algo repetitiva. Además de que se da aires de ‘’moderna’’ no lo logra y hace que el disco pierda equilibrio.
El siguiente cuadro comienza con el primer interludio: ‘’The Non-conformist Oath’’ que nos da paso a la que considero la mejor canción de “Humanz”, Submission (ft. Danny Brown y Kalela), una melodía hermosa que más de la mitad interpreta Kalela y luego sigue Danny Brown, aunque es un poco dejado de lado considerando que se pudo haber sacado más provecho de él. Y aunque Damon no cante en ella en verdad que esta canción vale la pena al igual que Charger (ft. Grace Jones) cargada de un sonido ochentero y pegadizo. En esta, ahora sí escuchamos de nuevo a Albarn y la imponente voz de Grace que hace que esta canción genere un ambiente increíble tanto para escucharla con audiófonos como sin ellos.
Después continua el segundo interludio, ‘’Elevator Going Up’’, que acaba para adentrarnos hacia ‘’Andromeda’’ (ft. D.R.A.M) con Damon interpretándola la mayoría del tiempo. Esta canción en cuanto a lírica es relajante y hermosa. Nos expresa el amor profundo que se tiene a las personas que no están más con nosotros. Su música es buena, pero la supera la letra. Aunque no pasa lo mismo con ‘’Busted and Blue’’, la cual es la canción más triste del disco. En esta solamente es Gorillaz, sin ningún colaborador. Tanto la letra y la música son excelentes. Ambas se unen para crear un ambiente relajante pero al mismo tiempo, cuando la escuchas, sientes como si estuvieses entre la lluvia… gritando “be my love!’’.
El tercer cuadro comienza con el interludio ‘’Talk Radio’’, y a partir de aquí comienzan las canciones con fuerza y que de verdad tienen el sentido de “Humanz”. ‘’Carnival’’ (ft. Anthony Hamilton); toda una feria gótica mezclada con una increíble fiesta apocalíptica. Aunque la siguiente no se queda atrás y nos proporciona ese sentimiento anti-política que desea expresar el disco ‘’Let Me Out’’ (ft. Mavis Staples & Pusha T) es esa canción. ‘’Penthouse’’ es el siguiente interludio que abre sus puertas a ‘’Sex Murder Party’’ (ft. Jamie Principle & Zebra Katz) una canción que va llevándose los primeros puestos. Con Albarn en el coro, se vuelve una canción potente y agradable al escucharla; aunque ‘’She’s My Collar’’ (ft. Kali Uchis) queda muy por debajo de calidad de su antecesora. Comienza a ser un poco repetitiva, sin embargo se sostiene gracias a Kali Uchis.
Y casi para finalizar entra el último interludio ‘’The Elephant’’ el cual nos muestra ‘’Hallelujah Money” (Feat. Benjamin Clementine), otra de las mejores canciones del disco. Esta expresa completamente la esencia del disco. La fuerza en la voz de Clementine expresa la autoridad política anti Trump y el canto de 2-D, la voz del pueblo. Y para concluir ‘’We Got The Power’’ (ft. Jehnny Beth). Su letra es muy buena y la música desea expresarnos un himno de libertad después de todo el recorrido. Sin embargo aún no logra serlo, a pesar de lo buena que sea. El segundo disco en la versión Deluxe nos ofrece buenas canciones, aunque son pocas. Personalmente la mejor es “The Apprentice (feat. Rag'n'Bone Man, Zebra Katz & RAY BLK). Bastante fresca y relajante.
Como fanática de Gorillaz el disco me gustó, sin embargo creo que tiene unas cuantas carencias en comparación con sus predecesores (por ejemplo el no incluir a Noodle en el canto ni a los demás miembros de la banda). Si esto fue bueno, antes hacían magia. A pesar de ello estoy feliz con su regreso y escuchar a Kali Uchis fue bastante grato. Si continúan creando música y elementos visuales probablemente los “Gorillaz” puedan trascender a ‘’Humanos’’.
Las Armas: revelando la historia
texto ERIC EDUARTE VILLA
fotografía ANDREI MALDONADO
Filmada en 2012 en la ciudad de Durango la película que narra los hechos reales sucedidos en 1965 donde un grupo de profesores normalistas en busca de justicia realizaron un ataque al Cuartel Militar de Madera en Chihuahua, evento que marcó el inicio de las guerrillas en México, sirviendo de inspiración a futuros movimientos armados en el país, principalmente el que encabezó en los 90’s el EZLN. Décadas más tarde, y después de que existiera una novela escrita por Carlos Montemayor, se adaptó este suceso a la pantalla grande de la mano de los escritores y guionistas Xavier Robles, Jaime Casillas, el productor José Dolores Ortiz y el director de la cinta José Luis Urquieta, quien nos compartió para Cinéfagos todo lo que envuelve la realización de esta película que tardó siete años en tener luz verde para ser filmada.
¿Por qué la película no se filmó en Chihuahua y terminó produciéndose en Durango?
Porque en Chihuahua aconteció esta situación y los gobiernos priistas son muy sensibles con esto porque de alguna manera se exponen los malos gobiernos que han existido relacionados con el PRI, esa es la realidad. Pese a eso, Reyes Baeza (el gobernador en ese entonces) nos atendió y tenía la intención de ayudarnos, él es el exgobernador anterior a este ladrón que ha sido el más ladrón de la historia y que salió del cargo recientemente.
Baeza hizo una convocatoria a la crema y nata, a la oligarquía chihuahuense, convocó a una reunión donde todos los empresarios más importantes de Chihuahua acudieron. Pero los Creel, en este caso Enrique Creel, habló de lo sensible que era esta situación y volverla a poner en juego por las cuestiones evidentemente obvias que afectaba o afectaría la situación o ‘la paz que ellos han construido con tanto trabajo’, de tal manera nos rechazaron porque el dinero es el que manda en el país, es desgracia pero aquí la oligarquía es la que determina qué es y lo que se hace, pero todas estas contradicciones de las que también estamos llenos en México nos permitieron a su vez que el estado pusiera dinero para la película.
Entonces es una historia bastante larga y bastante compleja porque necesitábamos del ejercito, necesitábamos armas y para venir a filmar con ellas se requería de un permiso de la Sedena. La mayoría de las escenas se hicieron sin armas, sin embargo, como repito, las grandes contradicciones de nuestro querido México es que el Ejército trabajó en la película, así que tuvimos las armas y tuvimos al propio ejército, les mandamos un guión y ellos nos enviaron unas recomendaciones que yo hice omisión.
Pero esta historia es un parteaguas, este acto es el fundamento para que exista la “Liga 23 de septiembre” que es todo un hito en la historia, en la subversión del país, ya que fue el 23 de septiembre de 1965 el asalto al cuartel de Madera y de allí se generó todo un movimiento revolucionario, un movimiento subversivo en México con muchísima gente en casi todo el país y hubo muchísimos muertos que se generaron en base a esto, en memoria a esta gente y por eso se llamó la ‘Liga 23 de septiembre’ y nosotros mismos la autocensuramos, perdóname, y era de ni siquiera mencionar el asunto, era doblemente peligroso exhibirla. Y mira qué bueno que hoy ha despertado gran interés y ahora Cruz Valles es quien ha movido con el gobernador actual que parece tener una visión diferente y le dio luz verde a la exhibición de la película.
¿Cuál es el objetivo principal de ‘Las Armas’?
El objetivo principal es que debemos conocer nuestra historia, porque creo que si conoces nuestra historia podrás entender mejor nuestro presente, y esta historia es apasionante. Yo creo que hay muchas historias que están ocultas, que están empolvadas o enlodadas por el sistema. Hay muchísima gente que comparte la idea fundamental de que las cosas se modifiquen y no estoy de acuerdo con que somos un país agachado, aquí hay mucha rebeldía, lo que sucede es que el gobierno somete y mata, y no es broma.
El cine ¿Qué es con este tipo de películas?
El cine es todo, el cine es divertimento, el cine es reflexión, tiene conceptos universales extraordinarios, el cine es historia, abarca como arte, como cualquier manifestación. Y aquí estamos por esta sensibilidad que hay a nivel artístico, porque aquí en Durango quien tuvo que ver para que esto fuera posible fue el Instituto de Cultura y eso es el cine, cultura.
fotografía ANDREI MALDONADO
Filmada en 2012 en la ciudad de Durango la película que narra los hechos reales sucedidos en 1965 donde un grupo de profesores normalistas en busca de justicia realizaron un ataque al Cuartel Militar de Madera en Chihuahua, evento que marcó el inicio de las guerrillas en México, sirviendo de inspiración a futuros movimientos armados en el país, principalmente el que encabezó en los 90’s el EZLN. Décadas más tarde, y después de que existiera una novela escrita por Carlos Montemayor, se adaptó este suceso a la pantalla grande de la mano de los escritores y guionistas Xavier Robles, Jaime Casillas, el productor José Dolores Ortiz y el director de la cinta José Luis Urquieta, quien nos compartió para Cinéfagos todo lo que envuelve la realización de esta película que tardó siete años en tener luz verde para ser filmada.
¿Por qué la película no se filmó en Chihuahua y terminó produciéndose en Durango?
Porque en Chihuahua aconteció esta situación y los gobiernos priistas son muy sensibles con esto porque de alguna manera se exponen los malos gobiernos que han existido relacionados con el PRI, esa es la realidad. Pese a eso, Reyes Baeza (el gobernador en ese entonces) nos atendió y tenía la intención de ayudarnos, él es el exgobernador anterior a este ladrón que ha sido el más ladrón de la historia y que salió del cargo recientemente.
Baeza hizo una convocatoria a la crema y nata, a la oligarquía chihuahuense, convocó a una reunión donde todos los empresarios más importantes de Chihuahua acudieron. Pero los Creel, en este caso Enrique Creel, habló de lo sensible que era esta situación y volverla a poner en juego por las cuestiones evidentemente obvias que afectaba o afectaría la situación o ‘la paz que ellos han construido con tanto trabajo’, de tal manera nos rechazaron porque el dinero es el que manda en el país, es desgracia pero aquí la oligarquía es la que determina qué es y lo que se hace, pero todas estas contradicciones de las que también estamos llenos en México nos permitieron a su vez que el estado pusiera dinero para la película.
Entonces es una historia bastante larga y bastante compleja porque necesitábamos del ejercito, necesitábamos armas y para venir a filmar con ellas se requería de un permiso de la Sedena. La mayoría de las escenas se hicieron sin armas, sin embargo, como repito, las grandes contradicciones de nuestro querido México es que el Ejército trabajó en la película, así que tuvimos las armas y tuvimos al propio ejército, les mandamos un guión y ellos nos enviaron unas recomendaciones que yo hice omisión.
Pero esta historia es un parteaguas, este acto es el fundamento para que exista la “Liga 23 de septiembre” que es todo un hito en la historia, en la subversión del país, ya que fue el 23 de septiembre de 1965 el asalto al cuartel de Madera y de allí se generó todo un movimiento revolucionario, un movimiento subversivo en México con muchísima gente en casi todo el país y hubo muchísimos muertos que se generaron en base a esto, en memoria a esta gente y por eso se llamó la ‘Liga 23 de septiembre’ y nosotros mismos la autocensuramos, perdóname, y era de ni siquiera mencionar el asunto, era doblemente peligroso exhibirla. Y mira qué bueno que hoy ha despertado gran interés y ahora Cruz Valles es quien ha movido con el gobernador actual que parece tener una visión diferente y le dio luz verde a la exhibición de la película.
¿Cuál es el objetivo principal de ‘Las Armas’?
El objetivo principal es que debemos conocer nuestra historia, porque creo que si conoces nuestra historia podrás entender mejor nuestro presente, y esta historia es apasionante. Yo creo que hay muchas historias que están ocultas, que están empolvadas o enlodadas por el sistema. Hay muchísima gente que comparte la idea fundamental de que las cosas se modifiquen y no estoy de acuerdo con que somos un país agachado, aquí hay mucha rebeldía, lo que sucede es que el gobierno somete y mata, y no es broma.
El cine ¿Qué es con este tipo de películas?
El cine es todo, el cine es divertimento, el cine es reflexión, tiene conceptos universales extraordinarios, el cine es historia, abarca como arte, como cualquier manifestación. Y aquí estamos por esta sensibilidad que hay a nivel artístico, porque aquí en Durango quien tuvo que ver para que esto fuera posible fue el Instituto de Cultura y eso es el cine, cultura.
martes, 18 de julio de 2017
Alien: Covenant o sobre el origen de las especies
texto ANDREI MALDONADO
En un principio, David creó los cielos y la tierra…
Cuando se publicó “El origen de las especies” de Charles Darwin en 1859 comenzó un amplio debate con respecto a la transmutación de las especies que chocaba con la idea de una teología natural perfectamente diseñada por un ser superior. La Iglesia no concebía la idea de que entre los animales y los seres humanos hubiera una relación directa de biología evolutiva ¿dónde quedaría Dios en todo esto?
Si en Prometeo (2012) Ridley Scott ya nos había planteado cuestionamientos existenciales en torno a que el origen del hombre provenía del espacio, en Alien: Covenant el director de Blade Runner no abandona esa directriz por la presión ejercida tanto por el público como por la propia Twenty Century Fox de traer de vuelta al Xenomorfo. Al contrario, da un giro tremendo al agregarle un ingrediente fundamental al arché primigenio que significaba la sustancia negra de los “ingenieros”: David.
Es un acierto del experimentado cineasta abrir la película con el sintético que tanto perturbó en la precuela de la saga Alien. David, quien fue diseñado para imitar cualquier emoción humana sin sentirla y tomar decisiones que a los humanos les parecieran “poco éticas”, es el motor de la cinta, aún más que el icónico monstruo. Cuestionando el por qué debería estar a la órdenes de un ser que, pese a ser su creador es inferior a él por su condición de mortal, David traza en ese momento el orden de la película.
Todo lo demás hasta el punto del encuentro con el único sobreviviente de la nave Prometeo pareciera un simple trayecto, mero trámite, pero no. Mantiene el suspenso y permite ubicarnos en la línea que guarda este film con su antecesora, con el encuentro de una grabación extraña, el descenso a un planeta “escondido” en el confín del universo, hasta el encuentro de la nave de los ingenieros estrellada y las imágenes de Elizabeth Shaw, último humano sobreviviente del viaje a LV-223.
Scott nos devuelve al terror de la primera entrega de Alien, ese temor al espacio que se ha ido perdiendo por la sobre explotación de películas del género y los avances en la tecnología, un temor a cosas que parecieran tan obvias, pero que ignoramos, como el hecho de vida microscópica, hostil vida microscópica que se incuba en los humanos para engendrar nueva vida, una aún más hostil, que romperá esófagos, cajas torácicas o espaldas para nacer, una visión violenta del estado de pregnancia.
El Neomorfo no solo es una criatura que busca hacer más robusto el guion, es un ser que da certeza a la zoología fantástica que Ridley viene creando desde Prometeo y el responsable de ella resulta ser David, quien cansado de ser un no-ser se convierte en Dios y da principio a la manipulación genética. Se nos revela su perversidad a la hora que confronta a su “hermano” de nueva generación Walter acerca de su desprecio hacia la humanidad y su deseo de crear una especie que de verdad sea “perfecta”.
Es entonces que el Xenomorfo hace su primera aparición en una escena que evoca dignamente a la famosa obra de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, “La creación de Adán”, saludando –más que dándole el toque de vida- al nuevo ser. David se resiste a “servir en los cielos” y prefiere “reinar en los infiernos” y demuestra lo cierto que era la frase con la que inicia Dante Alighieri el viaje de Virgilio en La Divina Comedia: “el camino al paraíso comienza en el infierno”, tomando el lugar de Walter para convertir el plan de escape de la humanidad, Origae-6, en su nueva caja de Petri.
Han sido muchos los elementos que Ridley Scott integró a esta cinta, desde los meros guiños de El octavo pasajero (la música y cómo se nos presenta el título de la película) hasta el de las referencias literarias como la de Robinson Crusoe (la isla en la que está varado David desde hace 10 años) y la del poema Ozymandias, donde David parece compararse con el faraón egipcio relatado por Shelley con la famosa línea “¡contemplad mis obras poderosos, y desesperad!” al recordar cómo acabó él solo con los ingenieros.
Y así como se han visto estos elementos existen muchos otros que no son referencias o geeks, sino que forman parte del discurso vertebral de la película como es el concepto de amor para David, quien asegura haberse enamorado de la doctora Shaw, sin embargo se descubre veladamente que en realidad Elizabeth sirvió para engendrar los monstruos surgidos de la mezcla de la sustancia negra con los animales nativos del planeta y que a la larga traerán consigo la generación de la famosa criatura.
Se distingue claramente también un acercamiento con los Replicantes de Blade Runner incluida una escena que ruborizó a muchos por el beso que le da en la boca a Walter y un diálogo digno del relato ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? y que hasta el día de hoy desconcierta a los espectadores: “¿Cuándo cierras los ojos, sueñas conmigo?”.
Y si hemos hablado de la relación de la literatura y la filosofía con el discurso de Alien: Covenant no podemos dejar de lado a la pintura, la escultura y la música: la primera, con el cuadro “La Natividad” de Piero della Francesca, pues el nacimiento de Jesús desde el vientre de una virgen toma sentido si recordamos que Elizabeth Shaw era infértil y “gracias” a David da vida a la extraña criatura cefalópoda en Prometeo (y al parecer da vida a los huevos de Xenomorfo también).
La liga con la escultura se da con el David de Miguel Ángel, obra que le da nombre al androide y que busca replicar su perfección en el diseño del Xenomorfo; y por último la música con “La entrada de los dioses al Valhalla” de Richard Wagner, que no solo nos vincula con 2001: una Odisea del Espacio, también con la mitología nórdica, pues esta pieza es la elegida por David se dispone a manipular la genética humana.
Estamos ante un nuevo clásico del horror y la ciencia ficción ¿Qué el entramado de la franquicia se ha complicado? Sí ¿Qué Scott deja más preguntas que respuestas? Sí, y eso es un acierto, pues nos deja esperando todo, ya que de las mil teorías que se tenían de lo que sería “Paraíso” (título que pretendía ponerle a la película) Ridley nos dio otra totalmente diferente con Alien: Covenant y si tenemos en cuenta los caprichos de la Fox entonces todo puede ocurrir, pero de entrada se agradece una propuesta tan cerebral para una película que muchos podrían pensar “palomera”.
En un principio, David creó los cielos y la tierra…
Cuando se publicó “El origen de las especies” de Charles Darwin en 1859 comenzó un amplio debate con respecto a la transmutación de las especies que chocaba con la idea de una teología natural perfectamente diseñada por un ser superior. La Iglesia no concebía la idea de que entre los animales y los seres humanos hubiera una relación directa de biología evolutiva ¿dónde quedaría Dios en todo esto?
Si en Prometeo (2012) Ridley Scott ya nos había planteado cuestionamientos existenciales en torno a que el origen del hombre provenía del espacio, en Alien: Covenant el director de Blade Runner no abandona esa directriz por la presión ejercida tanto por el público como por la propia Twenty Century Fox de traer de vuelta al Xenomorfo. Al contrario, da un giro tremendo al agregarle un ingrediente fundamental al arché primigenio que significaba la sustancia negra de los “ingenieros”: David.
Es un acierto del experimentado cineasta abrir la película con el sintético que tanto perturbó en la precuela de la saga Alien. David, quien fue diseñado para imitar cualquier emoción humana sin sentirla y tomar decisiones que a los humanos les parecieran “poco éticas”, es el motor de la cinta, aún más que el icónico monstruo. Cuestionando el por qué debería estar a la órdenes de un ser que, pese a ser su creador es inferior a él por su condición de mortal, David traza en ese momento el orden de la película.
Todo lo demás hasta el punto del encuentro con el único sobreviviente de la nave Prometeo pareciera un simple trayecto, mero trámite, pero no. Mantiene el suspenso y permite ubicarnos en la línea que guarda este film con su antecesora, con el encuentro de una grabación extraña, el descenso a un planeta “escondido” en el confín del universo, hasta el encuentro de la nave de los ingenieros estrellada y las imágenes de Elizabeth Shaw, último humano sobreviviente del viaje a LV-223.
Scott nos devuelve al terror de la primera entrega de Alien, ese temor al espacio que se ha ido perdiendo por la sobre explotación de películas del género y los avances en la tecnología, un temor a cosas que parecieran tan obvias, pero que ignoramos, como el hecho de vida microscópica, hostil vida microscópica que se incuba en los humanos para engendrar nueva vida, una aún más hostil, que romperá esófagos, cajas torácicas o espaldas para nacer, una visión violenta del estado de pregnancia.
El Neomorfo no solo es una criatura que busca hacer más robusto el guion, es un ser que da certeza a la zoología fantástica que Ridley viene creando desde Prometeo y el responsable de ella resulta ser David, quien cansado de ser un no-ser se convierte en Dios y da principio a la manipulación genética. Se nos revela su perversidad a la hora que confronta a su “hermano” de nueva generación Walter acerca de su desprecio hacia la humanidad y su deseo de crear una especie que de verdad sea “perfecta”.
Es entonces que el Xenomorfo hace su primera aparición en una escena que evoca dignamente a la famosa obra de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, “La creación de Adán”, saludando –más que dándole el toque de vida- al nuevo ser. David se resiste a “servir en los cielos” y prefiere “reinar en los infiernos” y demuestra lo cierto que era la frase con la que inicia Dante Alighieri el viaje de Virgilio en La Divina Comedia: “el camino al paraíso comienza en el infierno”, tomando el lugar de Walter para convertir el plan de escape de la humanidad, Origae-6, en su nueva caja de Petri.
Han sido muchos los elementos que Ridley Scott integró a esta cinta, desde los meros guiños de El octavo pasajero (la música y cómo se nos presenta el título de la película) hasta el de las referencias literarias como la de Robinson Crusoe (la isla en la que está varado David desde hace 10 años) y la del poema Ozymandias, donde David parece compararse con el faraón egipcio relatado por Shelley con la famosa línea “¡contemplad mis obras poderosos, y desesperad!” al recordar cómo acabó él solo con los ingenieros.
Y así como se han visto estos elementos existen muchos otros que no son referencias o geeks, sino que forman parte del discurso vertebral de la película como es el concepto de amor para David, quien asegura haberse enamorado de la doctora Shaw, sin embargo se descubre veladamente que en realidad Elizabeth sirvió para engendrar los monstruos surgidos de la mezcla de la sustancia negra con los animales nativos del planeta y que a la larga traerán consigo la generación de la famosa criatura.
Se distingue claramente también un acercamiento con los Replicantes de Blade Runner incluida una escena que ruborizó a muchos por el beso que le da en la boca a Walter y un diálogo digno del relato ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? y que hasta el día de hoy desconcierta a los espectadores: “¿Cuándo cierras los ojos, sueñas conmigo?”.
Y si hemos hablado de la relación de la literatura y la filosofía con el discurso de Alien: Covenant no podemos dejar de lado a la pintura, la escultura y la música: la primera, con el cuadro “La Natividad” de Piero della Francesca, pues el nacimiento de Jesús desde el vientre de una virgen toma sentido si recordamos que Elizabeth Shaw era infértil y “gracias” a David da vida a la extraña criatura cefalópoda en Prometeo (y al parecer da vida a los huevos de Xenomorfo también).
La liga con la escultura se da con el David de Miguel Ángel, obra que le da nombre al androide y que busca replicar su perfección en el diseño del Xenomorfo; y por último la música con “La entrada de los dioses al Valhalla” de Richard Wagner, que no solo nos vincula con 2001: una Odisea del Espacio, también con la mitología nórdica, pues esta pieza es la elegida por David se dispone a manipular la genética humana.
Estamos ante un nuevo clásico del horror y la ciencia ficción ¿Qué el entramado de la franquicia se ha complicado? Sí ¿Qué Scott deja más preguntas que respuestas? Sí, y eso es un acierto, pues nos deja esperando todo, ya que de las mil teorías que se tenían de lo que sería “Paraíso” (título que pretendía ponerle a la película) Ridley nos dio otra totalmente diferente con Alien: Covenant y si tenemos en cuenta los caprichos de la Fox entonces todo puede ocurrir, pero de entrada se agradece una propuesta tan cerebral para una película que muchos podrían pensar “palomera”.
Roger Moore: 00 - 7 veces Bond
por ERIC EDUARTE VILLA
“Sería muy desagradecido si no dijera que me gustó ser James Bond. Es como ser una piedra preciosa en un mercado muy costoso. Una película Bond es de lo más costoso que puedes conseguir como actor”.
Razón a Roger Moore no le faltaba sobre el costo que tenía un actor al convertirse en James Bond, un personaje que marcará por siempre al que lo interprete. Un riesgo que Roger decidió tomar a comienzos de los 70's, desde entonces el resto de su vida quedaría relacionado con el mítico personaje creado por Ian Fleming.
Casi siempre vestía formal, un toque sutil a diferencia de la elegancia como siempre lo hacía Bond. Roger, con una mirada seria y a la vez llena de carisma, y mientras te hablaba bajo un acento inglés de buen humor sosteniendo en una de sus manos un puro, siempre disfrutaba de charlar de su etapa como James Bond.
A su corta edad le tocó presenciar y sobrevivir la Segunda Guerra Mundial. Bajo los bombardeos en Londres nunca perdió su deseo por admirar las bellas artes. Pasados los conflictos, entrando a su juventud, su vida se enfocaría hacia la actuación, llegando su gusto por este arte tras acompañar a su padre quien fue policía e investigaba un robo en la casa de un director de películas (Brain Desmond Hurt).
su padre dejaba conocer a Moore al entonces director de cine, siendo así su intervención al séptimo arte contratado para ser extra en algunas películas de Brian. Poco a poco fue teniendo mayor experiencia hasta que, pasando la década de los cincuentas, llegó a Estados Unidos donde fue contratado para tener su primer papel de reparto en un largometraje. Posteriormente volvió a su natal Inglaterra donde empezaría la gran etapa de su carrera como actor.
En 1962 recibe una llamada de los productores Harry Saltzman y Albert R. Broccoli para que tome el rol del agente secreto James Bond, pero su compromiso con la serie de televisión El Santo se lo impediría, en su lugar fue contratado Sean Connery. Fue hasta 1973 que, finalizados sus compromisos con la televisión británica, fue nuevamente llamado para interpretar a Bond. No lo pensó dos veces para tomar la “licencia para matar”. Durante su fama en la televisión londinense ya había probado ser 007 en un episodio para un show, sólo que era para parodiar al personaje, y aun así mantenía el porte necesario para el papel serio. Connery había dejado la vara muy alta con el personaje, los cinéfilos de la saga apostaban que era el fin de 007 tras la despedida de Sean y del trago amargo que en ese entonces había dejado George Lazenby.
Al estrenarse la película Live and Let Die, desde los primeros segundos en que aparecía Roger como Bond, demostró que el agente inglés volvía de mejor manera y terminó realizando siete películas del 007, culminando su etapa en 1985 con la cinta A View To a Kill. Moore había escrito con letras de oro su historia en el cine, especialmente en la saga del espía.
Su despedida con el personaje fue emotiva, su gran sentido del humor no sólo lo dejó en algunas frases icónicas de James sino también en el set, en cada día de filmación dentro de los estudios Pinewood. Se convirtió en mentor de muchos actores y actrices jóvenes de la época, incluso de los futuros Bond como Pierce Brosnan.
Para muchos es considerado el mejor James Bond de la historia ya que Roger nunca se quejó de algo de su personaje, era muy abierto a la charla con cualquiera que se acercara durante los días de rodaje, fue quien más ha disfrutado ser 007. Su humildad como actor llegó a decir que no fue el mejor Bond y que sus predecesores lo han hecho mucho mejor. Siempre quiso regresar como villano de la franquicia que le dio fama, nunca le llegó la oportunidad, como también quiso ser recordado como uno de los mejores Hamlet de la historia y tampoco le llegó tal anhelo, a pesar de ello conservaba su humor inigualable.
Pero su mayor logro, su misión más grande lograda no fue como el gran actor del cine inglés, fue como embajador de la UNICEF a partir de 1991, cargo que sostuvo hasta su muerte, labor que le valió el título de Caballero (Sir) otorgado por la Reina Isabel II en 2003, y en 2008 el gobierno francés lo nombró Commander of the Ordre Des Art et des Lettres (Comandante de la Orden de Artes y Letras).
Moore se convirtió en uno de los actores más queridos de las islas Británicas y de toda Europa, todos los buscaban en los eventos, en las premieres donde se presentaba. El 23 de mayo de 2017, a los 89 años de edad en su casa en Suiza, tras una corta batalla contra el cáncer Roger Moore se despedía de este mundo físico, siendo el primer actor de los seis que encarnaron a Bond en morir. El luto ha sido enorme entre familiares, amigos, la gente cercana a las producciones de 007, todo el mundo cinematográfico, y sobre los millones de cinéfilos fanáticos de la saga que aún se encuentran en duelo. Pero como decía Moore, todo lo que llegue hay que disfrutarlo.
El mundo, su familia, amigos lo recordarán por su bondad, por su arte y maestría en la actuación, por su cariño hacia la vida, hacia la hermandad de la humanidad. “No se debe notar que estas actuando. Creo que lo maravilloso de una actuación es que tenga la espontaneidad de que está ocurriendo en el momento”.
“Sería muy desagradecido si no dijera que me gustó ser James Bond. Es como ser una piedra preciosa en un mercado muy costoso. Una película Bond es de lo más costoso que puedes conseguir como actor”.
Razón a Roger Moore no le faltaba sobre el costo que tenía un actor al convertirse en James Bond, un personaje que marcará por siempre al que lo interprete. Un riesgo que Roger decidió tomar a comienzos de los 70's, desde entonces el resto de su vida quedaría relacionado con el mítico personaje creado por Ian Fleming.
Casi siempre vestía formal, un toque sutil a diferencia de la elegancia como siempre lo hacía Bond. Roger, con una mirada seria y a la vez llena de carisma, y mientras te hablaba bajo un acento inglés de buen humor sosteniendo en una de sus manos un puro, siempre disfrutaba de charlar de su etapa como James Bond.
A su corta edad le tocó presenciar y sobrevivir la Segunda Guerra Mundial. Bajo los bombardeos en Londres nunca perdió su deseo por admirar las bellas artes. Pasados los conflictos, entrando a su juventud, su vida se enfocaría hacia la actuación, llegando su gusto por este arte tras acompañar a su padre quien fue policía e investigaba un robo en la casa de un director de películas (Brain Desmond Hurt).
su padre dejaba conocer a Moore al entonces director de cine, siendo así su intervención al séptimo arte contratado para ser extra en algunas películas de Brian. Poco a poco fue teniendo mayor experiencia hasta que, pasando la década de los cincuentas, llegó a Estados Unidos donde fue contratado para tener su primer papel de reparto en un largometraje. Posteriormente volvió a su natal Inglaterra donde empezaría la gran etapa de su carrera como actor.
En 1962 recibe una llamada de los productores Harry Saltzman y Albert R. Broccoli para que tome el rol del agente secreto James Bond, pero su compromiso con la serie de televisión El Santo se lo impediría, en su lugar fue contratado Sean Connery. Fue hasta 1973 que, finalizados sus compromisos con la televisión británica, fue nuevamente llamado para interpretar a Bond. No lo pensó dos veces para tomar la “licencia para matar”. Durante su fama en la televisión londinense ya había probado ser 007 en un episodio para un show, sólo que era para parodiar al personaje, y aun así mantenía el porte necesario para el papel serio. Connery había dejado la vara muy alta con el personaje, los cinéfilos de la saga apostaban que era el fin de 007 tras la despedida de Sean y del trago amargo que en ese entonces había dejado George Lazenby.
Al estrenarse la película Live and Let Die, desde los primeros segundos en que aparecía Roger como Bond, demostró que el agente inglés volvía de mejor manera y terminó realizando siete películas del 007, culminando su etapa en 1985 con la cinta A View To a Kill. Moore había escrito con letras de oro su historia en el cine, especialmente en la saga del espía.
Su despedida con el personaje fue emotiva, su gran sentido del humor no sólo lo dejó en algunas frases icónicas de James sino también en el set, en cada día de filmación dentro de los estudios Pinewood. Se convirtió en mentor de muchos actores y actrices jóvenes de la época, incluso de los futuros Bond como Pierce Brosnan.
Para muchos es considerado el mejor James Bond de la historia ya que Roger nunca se quejó de algo de su personaje, era muy abierto a la charla con cualquiera que se acercara durante los días de rodaje, fue quien más ha disfrutado ser 007. Su humildad como actor llegó a decir que no fue el mejor Bond y que sus predecesores lo han hecho mucho mejor. Siempre quiso regresar como villano de la franquicia que le dio fama, nunca le llegó la oportunidad, como también quiso ser recordado como uno de los mejores Hamlet de la historia y tampoco le llegó tal anhelo, a pesar de ello conservaba su humor inigualable.
Pero su mayor logro, su misión más grande lograda no fue como el gran actor del cine inglés, fue como embajador de la UNICEF a partir de 1991, cargo que sostuvo hasta su muerte, labor que le valió el título de Caballero (Sir) otorgado por la Reina Isabel II en 2003, y en 2008 el gobierno francés lo nombró Commander of the Ordre Des Art et des Lettres (Comandante de la Orden de Artes y Letras).
Moore se convirtió en uno de los actores más queridos de las islas Británicas y de toda Europa, todos los buscaban en los eventos, en las premieres donde se presentaba. El 23 de mayo de 2017, a los 89 años de edad en su casa en Suiza, tras una corta batalla contra el cáncer Roger Moore se despedía de este mundo físico, siendo el primer actor de los seis que encarnaron a Bond en morir. El luto ha sido enorme entre familiares, amigos, la gente cercana a las producciones de 007, todo el mundo cinematográfico, y sobre los millones de cinéfilos fanáticos de la saga que aún se encuentran en duelo. Pero como decía Moore, todo lo que llegue hay que disfrutarlo.
El mundo, su familia, amigos lo recordarán por su bondad, por su arte y maestría en la actuación, por su cariño hacia la vida, hacia la hermandad de la humanidad. “No se debe notar que estas actuando. Creo que lo maravilloso de una actuación es que tenga la espontaneidad de que está ocurriendo en el momento”.
lunes, 17 de julio de 2017
Higher Truth, “Una promesa de sobrevivir, perseverar y prosperar”
por LAURA BARRERAS AMAYA
Él escribió con la misma profundidad con la que también llegó a regalar al cine temas de una sensibilidad y potencia memorables. Esta inmortal voz que ha quedado finalmente en silencio, ahogada quién sabe si por el dolor o la confusión, en un acto que aún resulta incomprensible para quienes la duda destroza el corazón. Dos pequeños hijos, esposa y miles de admiradores, colegas y amigos que seguramente se preguntarán por muchos años ¿Por qué?
Chris Cornell se presentó ante el mundo como un artista completo a lo largo de su carrera, cuyos comienzos desde temprana edad siempre tuvieron una marca muy personal de compromiso y pasión reconocible. Dicha pasión es evidente también en las grandiosas contribuciones que este cantante realizó de forma frecuente en el cine al escribir temas y soundtracks con un sentido especial en cada trabajo, captando el tono y sentido del film, las experiencias de los personajes y una profunda huella emotiva, sin lugar a duda reconocible.
De la misma forma en conjunto con la banda Soundgarden realizaron memorables aportaciones a la pantalla grande, como por ejemplo en el film de Cameron Crowe, Singles (1992), tanto con una aparición en la cinta como interpretando su soundtrack. Igualmente, otras piezas de la banda hicieron su aparición en Say Anything (1989), Wayne’s World (1992), S.F.W (1994), Blind Dogs (1995) y más recientemente en The Avengers (2010), por mencionar algunas.
Sin embargo, el trabajo más recordado y especial para el cine es el desarrollado por Chris como solista en donde se cuentan films de acción, como Mission. Impossible II (2000) con “Mission 2000”, 007: Casino Royale (2006) con “ You Know My Name”, marcando un fresco impulso a esta franquicia presentando el desarrollo de un joven Bond con este soundtrack a lo largo de todo el film hasta que finalmente en su maduración cierra con el tan emblemático tema del 007.
Así mismo en cintas dramáticas como en 12 Years a Slave (2013) con “Misery Chain”, Great Expectations (1998) con la muy recordada “Sunshower” y la que sería su última colaboración y quizá la más memorable en el film The Promise (2017) con su homónimo soundtrack, cinta protagonizada por Christian Bale, ambientada en los últimos años del imperio Otomano que hace referencia al genocidio armenio, enmarcado con una instrumentación profunda, una voz memorable y melancólica de quien declaró “intenta pensar en el dolor como un grito”.
Así es como aquí nos despedimos de uno de los mejores músicos del siglo XX y XXI, recordando “La promesa que siempre permanece, Sin importar el precio, Una promesa de sobrevivir, Perseverar y prosperar, Como siempre hemos hecho”.
Él escribió con la misma profundidad con la que también llegó a regalar al cine temas de una sensibilidad y potencia memorables. Esta inmortal voz que ha quedado finalmente en silencio, ahogada quién sabe si por el dolor o la confusión, en un acto que aún resulta incomprensible para quienes la duda destroza el corazón. Dos pequeños hijos, esposa y miles de admiradores, colegas y amigos que seguramente se preguntarán por muchos años ¿Por qué?
Chris Cornell se presentó ante el mundo como un artista completo a lo largo de su carrera, cuyos comienzos desde temprana edad siempre tuvieron una marca muy personal de compromiso y pasión reconocible. Dicha pasión es evidente también en las grandiosas contribuciones que este cantante realizó de forma frecuente en el cine al escribir temas y soundtracks con un sentido especial en cada trabajo, captando el tono y sentido del film, las experiencias de los personajes y una profunda huella emotiva, sin lugar a duda reconocible.
De la misma forma en conjunto con la banda Soundgarden realizaron memorables aportaciones a la pantalla grande, como por ejemplo en el film de Cameron Crowe, Singles (1992), tanto con una aparición en la cinta como interpretando su soundtrack. Igualmente, otras piezas de la banda hicieron su aparición en Say Anything (1989), Wayne’s World (1992), S.F.W (1994), Blind Dogs (1995) y más recientemente en The Avengers (2010), por mencionar algunas.
Sin embargo, el trabajo más recordado y especial para el cine es el desarrollado por Chris como solista en donde se cuentan films de acción, como Mission. Impossible II (2000) con “Mission 2000”, 007: Casino Royale (2006) con “ You Know My Name”, marcando un fresco impulso a esta franquicia presentando el desarrollo de un joven Bond con este soundtrack a lo largo de todo el film hasta que finalmente en su maduración cierra con el tan emblemático tema del 007.
Así mismo en cintas dramáticas como en 12 Years a Slave (2013) con “Misery Chain”, Great Expectations (1998) con la muy recordada “Sunshower” y la que sería su última colaboración y quizá la más memorable en el film The Promise (2017) con su homónimo soundtrack, cinta protagonizada por Christian Bale, ambientada en los últimos años del imperio Otomano que hace referencia al genocidio armenio, enmarcado con una instrumentación profunda, una voz memorable y melancólica de quien declaró “intenta pensar en el dolor como un grito”.
Así es como aquí nos despedimos de uno de los mejores músicos del siglo XX y XXI, recordando “La promesa que siempre permanece, Sin importar el precio, Una promesa de sobrevivir, Perseverar y prosperar, Como siempre hemos hecho”.
#Especial La Dinastía Coppola
por JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ
Hablar de la familia Coppola es hablar de una de las familias más reconocidas de la industria del cine norteamericano, aunque no siempre haya sido así.
Liderada por el rebelde en su tiempo y revolucionario director Francis Ford Coppola, nacido en Estados Unidos pero hijo de italianos, su padre un compositor de orquesta muy reconocido y su madre actriz durante su juventud en Italia; estudió Artes Teatrales. Junto con su gran amigo George Lucas y otros directores como Steven Spielberg vinieron a darle una sacudida a una industria cinematográfica que se había encasillado con sus productoras de siempre haciendo que nuevas como Paramount tuvieran un lugar en aquellos años.
Su trabajo nos muestra nombres como Apocalipsis Now y Drácula además de escribir la adaptación de El Gran Gatsby de 1974 y producir una de las películas de culto más vanagloriadas, American Grafitti de George Lucas. Pero sin duda alguna su más grande trabajo es reconocido de sobra por todo amante del séptimo arte: El Padrino, para algunos mucho mejor la primera que la segunda, para otros rompe el estigma y quizá sea la excepción de que las segundas partes nunca son buenas, y la tercera muchos ni siquiera le dan mérito, el caso es que en este trabajo ya nos mostraba a parte de su descendencia y familia.
En ella actúa también su hermana Talia Shire, a la cual la recordamos por su papel de Connie Corleone en esta trilogía y en su papel de Adrianna Pennino en Rocky. Ella tuvo tres hijos, de los cuales uno es el actor y cómico Jason Schwartzman al cual recordamos por sus buenas actuaciones en películas como María Antonieta (de la cual hablamos ahorita, no nos adelantemos) y Saving Mr. Banks, además de ser un notable colaborador en películas de Wes Anderson junto con su primo e hijo de Francis, Roman Coppola, el cual ha trabajado más en la producción y como guionista de películas, (en específico en algunas de las últimas películas de Wes junto a su primo, aunque también sirvió de asistente de dirección del mismo Wes y de su padre y su hermana) aunque también ha dirigido algunos videoclips, cortometrajes y largometrajes como Un Mirada Dentro de la Mente de Charles Swan III protagonizada por Charlie Sheen, Bill Murray y Jason.
Ahora que si habláramos del segundo miembro Coppola en importancia, quizá deberíamos de hablar de la ya no tan joven pero talentosísima Sofía Coppola, aquella muchachita que primeramente conociéramos como una bebé en El Padrino y años después la viéramos en otro papel dentro de la misma trilogía como la hija de Michael Corleone en la tercera parte y la cual protagonizara la escena más impactante de esta, años después nos maravillaría con la que es una de mis películas favoritas de todos los tiempos: Lost In Traslation del 2001 (también con Bill Murray, el cual es muy cercano a los hijos de Coppola) cinta la cual la hizo acreedora al Oscar por mejor guion original. Directora de otras películas como Las Vírgenes Suicidas, la ya mencionada María Antonieta y Somewhere, entre otras. Este año la veremos llevando a la pantalla un remake de The Beguiled, película de Clint Eastwood del año 1971.
Del hermano mayor de Francis sólo podemos rescatar el nombre de uno de sus hijos (aunque también podríamos hablar de este señor llamado August, pues si bien no se dedicó de todo al mundo del cine, sí produjo algunas películas, entre ellas la más rescatable de su hermano Francis Drácula) y este es el de su hijo Nicolas Kim Coppola, o mejor conocido como Nicolas Cage. Del él podemos decir muchas cosas, y aunque hoy día brille más por sus problemas con el fisco y otras cosas fuera o dentro de la farándula entre sus malas películas de los últimos años, el señor alguna vez actuó, y actuó de verdad, nada más hace falta recordar películas como Birdy, Raising Arizona de los hermanos Coen, Adiós a Las Vegas y la genial Adaptatiòn del aún más genial Charlie Kaufman.
Y así es como podemos notar que sin duda los Coppola, quizá sin tantos miembros como otras dinastías de Hollywood como lo son los Fonda, o no tan longeva como los Douglas, o no tan importante como las mexicanas de los Almada, los Rodríguez, o los De Anda, han hecho su marca muy particular en la historia de la cinematografía y eso es digno de reconocimiento, por encima de cualquier galardón.
Hablar de la familia Coppola es hablar de una de las familias más reconocidas de la industria del cine norteamericano, aunque no siempre haya sido así.
Liderada por el rebelde en su tiempo y revolucionario director Francis Ford Coppola, nacido en Estados Unidos pero hijo de italianos, su padre un compositor de orquesta muy reconocido y su madre actriz durante su juventud en Italia; estudió Artes Teatrales. Junto con su gran amigo George Lucas y otros directores como Steven Spielberg vinieron a darle una sacudida a una industria cinematográfica que se había encasillado con sus productoras de siempre haciendo que nuevas como Paramount tuvieran un lugar en aquellos años.
Su trabajo nos muestra nombres como Apocalipsis Now y Drácula además de escribir la adaptación de El Gran Gatsby de 1974 y producir una de las películas de culto más vanagloriadas, American Grafitti de George Lucas. Pero sin duda alguna su más grande trabajo es reconocido de sobra por todo amante del séptimo arte: El Padrino, para algunos mucho mejor la primera que la segunda, para otros rompe el estigma y quizá sea la excepción de que las segundas partes nunca son buenas, y la tercera muchos ni siquiera le dan mérito, el caso es que en este trabajo ya nos mostraba a parte de su descendencia y familia.
En ella actúa también su hermana Talia Shire, a la cual la recordamos por su papel de Connie Corleone en esta trilogía y en su papel de Adrianna Pennino en Rocky. Ella tuvo tres hijos, de los cuales uno es el actor y cómico Jason Schwartzman al cual recordamos por sus buenas actuaciones en películas como María Antonieta (de la cual hablamos ahorita, no nos adelantemos) y Saving Mr. Banks, además de ser un notable colaborador en películas de Wes Anderson junto con su primo e hijo de Francis, Roman Coppola, el cual ha trabajado más en la producción y como guionista de películas, (en específico en algunas de las últimas películas de Wes junto a su primo, aunque también sirvió de asistente de dirección del mismo Wes y de su padre y su hermana) aunque también ha dirigido algunos videoclips, cortometrajes y largometrajes como Un Mirada Dentro de la Mente de Charles Swan III protagonizada por Charlie Sheen, Bill Murray y Jason.
Ahora que si habláramos del segundo miembro Coppola en importancia, quizá deberíamos de hablar de la ya no tan joven pero talentosísima Sofía Coppola, aquella muchachita que primeramente conociéramos como una bebé en El Padrino y años después la viéramos en otro papel dentro de la misma trilogía como la hija de Michael Corleone en la tercera parte y la cual protagonizara la escena más impactante de esta, años después nos maravillaría con la que es una de mis películas favoritas de todos los tiempos: Lost In Traslation del 2001 (también con Bill Murray, el cual es muy cercano a los hijos de Coppola) cinta la cual la hizo acreedora al Oscar por mejor guion original. Directora de otras películas como Las Vírgenes Suicidas, la ya mencionada María Antonieta y Somewhere, entre otras. Este año la veremos llevando a la pantalla un remake de The Beguiled, película de Clint Eastwood del año 1971.
Del hermano mayor de Francis sólo podemos rescatar el nombre de uno de sus hijos (aunque también podríamos hablar de este señor llamado August, pues si bien no se dedicó de todo al mundo del cine, sí produjo algunas películas, entre ellas la más rescatable de su hermano Francis Drácula) y este es el de su hijo Nicolas Kim Coppola, o mejor conocido como Nicolas Cage. Del él podemos decir muchas cosas, y aunque hoy día brille más por sus problemas con el fisco y otras cosas fuera o dentro de la farándula entre sus malas películas de los últimos años, el señor alguna vez actuó, y actuó de verdad, nada más hace falta recordar películas como Birdy, Raising Arizona de los hermanos Coen, Adiós a Las Vegas y la genial Adaptatiòn del aún más genial Charlie Kaufman.
Y así es como podemos notar que sin duda los Coppola, quizá sin tantos miembros como otras dinastías de Hollywood como lo son los Fonda, o no tan longeva como los Douglas, o no tan importante como las mexicanas de los Almada, los Rodríguez, o los De Anda, han hecho su marca muy particular en la historia de la cinematografía y eso es digno de reconocimiento, por encima de cualquier galardón.
domingo, 16 de julio de 2017
#CineRecomienda: Rescatando al Soldado Ryan
Por ABRAHAM CASTAÑEDA ORTIZ
“Dulce y digno es morir por la patria”
-Horacio
Pocas películas tienen esa atmosfera que captura y retrata los horrores de un combate como Rescatando al soldado Ryan (1998, Steven Spielberg). Es una película que muestra sin pudor la sangre, las tripas y el sufrimiento de aquellos que fueron expuestos a la carnicería. Se cuenta que durante los primeros minutos de exhibición la mayoría de los veteranos de guerra salían de la sala, e incluso que durante meses se creó una línea de ayuda para tratar a los hombres que debido a los horrores de la guerra vieron reflejados sus más profundos temores en las escenas de la película.
Las escenas rodadas en una película tienen una atmosfera gris, confieren al espectador de haberse transportado a 1944 entre los pueblos franceses, o de ver un documental. Lo que se muestra visualmente es de una gran brutalidad. Por ejemplo el director muestra a aproximadamente 40 hombres que avanzan en una lancha de desembarco a una playa sólo para ser asesinados por las ametralladoras de los bunkers desde el segundo en que la rampa de la lancha baja. En este film se puede ver escenas de hombres que lloran mientras agonizan con las tripas de fuera y eso se contrapone al de aquellos que yacen muertos en el suelo o caen abatidos sin poder disparar una sola bala, mientras que los que sobreviven lo hacen para cometer crímenes de guerra. El primer plano de los rostros horrorizados de hombres que saben que van a morir en los próximos minutos se contrapone al de las ciudades derruidas por los bombardeos.
La película no solo es realista en muchos aspectos, si no que logra transmitir el concepto de la tragedia de una manera refinada. La tragedia, en su concepción original, nos dice que aún los hombres magnos tienen un defecto que suele destruirlos y destruir lo que aman. Es un concepto que es útil al devolver a quienes están en una situación de tensión y riesgos, la posibilidad de fallar y, aun así, conservar la dignidad de haber caído luchando.
El personaje principal es el capitán del segundo de Rangers John H. Miller, un hombre que pese a tener inicios de párkinson continúa liderando a sus hombres en una de las campañas más sangrientas de la guerra, la invasión de Normandía. Es un hombre con un sentido arraigado del deber, que sabe que en orden de cumplir una misión tendrá que sacrificar las vidas de algunos de sus soldados. Quizá esa es su principal cualidad, el hecho de cumplir con la misión alcanzando los objetivos, cualquiera que sea el costo. Sólo que en este caso la misión es rescatar a un único hombre.
El dilema que tiene ahora el héroe es ético ¿Vale la pena masacrar a sus propios hombres para salvar la vida de uno solo? No es algo que pueda cuestionar a sus superiores, pero que sus hombres si le cuestionan a él. Su cualidad: conseguir el cumplimiento de la misión se convierte en una pesada carga. Y a la larga provoca la muerte de buenos hombres, atrapados por las circunstancias.
La película, a pesar de ser larga, tiene un ritmo que atrapa al espectador, alternando escenas de violencia extrema y diálogos convincentes, que convierten a esos desconocidos soldados en seres humanos por los cuales se siente pesar cuando la muerte les alcanza. En suma es un film que todo aficionado al cine bélico debe de tener entre los imprescindibles y, a mi parecer, la mejor obra del repertorio de Steven Spielberg.
“Dulce y digno es morir por la patria”
-Horacio
Pocas películas tienen esa atmosfera que captura y retrata los horrores de un combate como Rescatando al soldado Ryan (1998, Steven Spielberg). Es una película que muestra sin pudor la sangre, las tripas y el sufrimiento de aquellos que fueron expuestos a la carnicería. Se cuenta que durante los primeros minutos de exhibición la mayoría de los veteranos de guerra salían de la sala, e incluso que durante meses se creó una línea de ayuda para tratar a los hombres que debido a los horrores de la guerra vieron reflejados sus más profundos temores en las escenas de la película.
Las escenas rodadas en una película tienen una atmosfera gris, confieren al espectador de haberse transportado a 1944 entre los pueblos franceses, o de ver un documental. Lo que se muestra visualmente es de una gran brutalidad. Por ejemplo el director muestra a aproximadamente 40 hombres que avanzan en una lancha de desembarco a una playa sólo para ser asesinados por las ametralladoras de los bunkers desde el segundo en que la rampa de la lancha baja. En este film se puede ver escenas de hombres que lloran mientras agonizan con las tripas de fuera y eso se contrapone al de aquellos que yacen muertos en el suelo o caen abatidos sin poder disparar una sola bala, mientras que los que sobreviven lo hacen para cometer crímenes de guerra. El primer plano de los rostros horrorizados de hombres que saben que van a morir en los próximos minutos se contrapone al de las ciudades derruidas por los bombardeos.
La película no solo es realista en muchos aspectos, si no que logra transmitir el concepto de la tragedia de una manera refinada. La tragedia, en su concepción original, nos dice que aún los hombres magnos tienen un defecto que suele destruirlos y destruir lo que aman. Es un concepto que es útil al devolver a quienes están en una situación de tensión y riesgos, la posibilidad de fallar y, aun así, conservar la dignidad de haber caído luchando.
El personaje principal es el capitán del segundo de Rangers John H. Miller, un hombre que pese a tener inicios de párkinson continúa liderando a sus hombres en una de las campañas más sangrientas de la guerra, la invasión de Normandía. Es un hombre con un sentido arraigado del deber, que sabe que en orden de cumplir una misión tendrá que sacrificar las vidas de algunos de sus soldados. Quizá esa es su principal cualidad, el hecho de cumplir con la misión alcanzando los objetivos, cualquiera que sea el costo. Sólo que en este caso la misión es rescatar a un único hombre.
El dilema que tiene ahora el héroe es ético ¿Vale la pena masacrar a sus propios hombres para salvar la vida de uno solo? No es algo que pueda cuestionar a sus superiores, pero que sus hombres si le cuestionan a él. Su cualidad: conseguir el cumplimiento de la misión se convierte en una pesada carga. Y a la larga provoca la muerte de buenos hombres, atrapados por las circunstancias.
La película, a pesar de ser larga, tiene un ritmo que atrapa al espectador, alternando escenas de violencia extrema y diálogos convincentes, que convierten a esos desconocidos soldados en seres humanos por los cuales se siente pesar cuando la muerte les alcanza. En suma es un film que todo aficionado al cine bélico debe de tener entre los imprescindibles y, a mi parecer, la mejor obra del repertorio de Steven Spielberg.
sábado, 15 de julio de 2017
Editorial: Cuatro años de alimentarnos de cine
por ERIC EDUARTE VILLA
¿Cuántas cosas pueden pasar en cuatro años? Mucho o poco pero desde el día que presentamos Cinéfagos, una tarde del 4 de junio de 2013, han pasado grandes experiencias en quienes fundamos la revista, la primera de ellas nos llevó al rancho que fue de alguna vez de John Wayne, La Joya, donde se filmaron varias películas del actor norteamericano.
En dicha travesía de ‘Los Cinéfagos’ (como nos han llamado diversas personalidades del cine de nuestra ciudad entre ellos el cineasta Juan Antonio De la Riva) buscamos la filmación de la película La Verdad Sospechosa hoy conocida como La Dictadura Perfecta todo para conseguir nuestra primera gran entrevista al director Luis Estrada. Una travesía donde nos perdimos en el camino, luego de mirar camionetas sospechosas siguiéndonos en medio de la nada y de pronto a lo lejos se dejaban ver los vehículos de la producción de la película, fue como haber encontrado un tesoro.
Así Cinéfagos iniciaba su viaje. Luego llegarían los festivales de cine, donde se han cruzado en los micrófonos y cámaras de la revista grandes actores y actrices del cine nacional como Ernesto Gómez Cruz, Ignacio López Tarso, Martha Higareda, Ana Claudia Talancón, Alfonso Arau, Luis Felipe Tovar, Amat Escalante, Angélica Aragón, entre muchos otros.
También nos ha llevado a cubrir festivales en Guanajuato, La Paz, Colima y Guadalajara, con colaboradores en diversos estados del país. Incluso nos llevó a grandes premieres como 007: Spectre en el Auditorio Nacional. Cinéfagos apenas tiene cuatro años de edad, pero llenos de arduo trabajo que sin duda hemos y seguiremos disfrutado. Somos pequeños pero tenemos mucha hambre de cine y de compartir este alimento mágico que es único en el universo, que nació en un café de París y Cinéfagos, en una tarde muy discreta, nació en un café de Durango.
¿Cuántas cosas pueden pasar en cuatro años? Mucho o poco pero desde el día que presentamos Cinéfagos, una tarde del 4 de junio de 2013, han pasado grandes experiencias en quienes fundamos la revista, la primera de ellas nos llevó al rancho que fue de alguna vez de John Wayne, La Joya, donde se filmaron varias películas del actor norteamericano.
En dicha travesía de ‘Los Cinéfagos’ (como nos han llamado diversas personalidades del cine de nuestra ciudad entre ellos el cineasta Juan Antonio De la Riva) buscamos la filmación de la película La Verdad Sospechosa hoy conocida como La Dictadura Perfecta todo para conseguir nuestra primera gran entrevista al director Luis Estrada. Una travesía donde nos perdimos en el camino, luego de mirar camionetas sospechosas siguiéndonos en medio de la nada y de pronto a lo lejos se dejaban ver los vehículos de la producción de la película, fue como haber encontrado un tesoro.
Así Cinéfagos iniciaba su viaje. Luego llegarían los festivales de cine, donde se han cruzado en los micrófonos y cámaras de la revista grandes actores y actrices del cine nacional como Ernesto Gómez Cruz, Ignacio López Tarso, Martha Higareda, Ana Claudia Talancón, Alfonso Arau, Luis Felipe Tovar, Amat Escalante, Angélica Aragón, entre muchos otros.
También nos ha llevado a cubrir festivales en Guanajuato, La Paz, Colima y Guadalajara, con colaboradores en diversos estados del país. Incluso nos llevó a grandes premieres como 007: Spectre en el Auditorio Nacional. Cinéfagos apenas tiene cuatro años de edad, pero llenos de arduo trabajo que sin duda hemos y seguiremos disfrutado. Somos pequeños pero tenemos mucha hambre de cine y de compartir este alimento mágico que es único en el universo, que nació en un café de París y Cinéfagos, en una tarde muy discreta, nació en un café de Durango.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)