lunes, 31 de agosto de 2020

Póker de ases: cine policiaco de cuatro latitudes

texto JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ

*Título inspirado en las publicaciones habituales sobre cartas del blog argentino "Frodoblog".

Hacía tiempo que un texto no me rondaba tanto la cabeza hasta poder convertirlo en lenguaje, y es que hace mucho no me inquietaba el hecho de escribir un texto bajo el siguiente método: investigar y tener un concepto en general de las obras a exponer, incluso si eso significaba tener que verlas más de una vez al día, y no sólo escribir bajo mi criterio.

En el cine el género policiaco ha sido muy destacado, a la par del cine de gánsteres, cuya historia podría remontarse, sino de manera conjunta, sí de alguna forma entrelazada o simultánea en los años 30's. Ambos géneros nos ha revelado grandes directores de cine, a los que hemos visto explotar al máximo su potencial, ya sea en toda su obra o en algunas de sus mejores películas, como el caso de Howard Hawks, Martin Scorsese, Brian de Palma, Takeshi Kitano, Alfred Hitchcock...

Años posteriores de haber visto la luz este género, y demás géneros en los primeros años de desarrollo del cine como un arte completo, dio como resultado que en siguientes décadas se diera el surgimiento de nuevos géneros a raíz del policiaco (como el western en los años 60’s, o el mayor: el film noir por allá en los años 50's) y las innovaciones tanto técnicas como de una mayor libertad, no tan cerrada a las estructuras narrativas creadas por el Hollywood clásico antes de la generación de los años 70's, derivó a que directores crearan obras de gran importancia.

Tanto la última década del siglo pasado y lo llevado del siglo XXI, no podía quedarse atrás con todo lo aprendido y expuesto por los pioneros no sólo del género, sino del arte cinematográfico en las décadas pasadas. Cada día hay menos restricciones en cuanto al "fondo y forma" en el arte. Es así que, partiendo de esa premisa, he optado por tomar este género como pretexto perfecto para, al hablar de cuatro magistrales películas desde puntos quizá menos explorados, exponer a su vez el trabajo de sus cuatro directores, entre los cuales, al menos en estas cuatro películas, encuentro similitudes muy valiosas (este comentario quizá en el ramo estético, más que en el narrativo), a pesar del espacio geográfico que los separan y de no ser todas producciones de la “big industry”.


SEVEN
(David Fincher, 1995)
De los cuatro directores a mencionar y analizar en esta cuarteta de propuestas policiacas acá está, por una parte, el representante de Hollywood (y, dicho sea de paso, lo mejor del mejor Hollywood), y el director que mejor conoce este género, puesto que más de una de sus películas se mueve en este, y de una manera, cabe destacar; magistralmente lograda.

Dicho lo anterior: ¿por qué mi elección por esta película? La razón quizá se deba por la importancia que Fincher da, además de al género cinematográfico como tal, a la presencia de sus personajes en sus diferencias y similitudes, así como a la psicología en ellos, algo que más delante seguiría explorando en su filmografía, sino nada más hay que echarle un ojo a la muy adelantada a su tiempo Fight Club.

Si bien la patología del psicópata (magníficamente interpretado por Kevin Spacey) al que estos dos detectives van buscando la huella es siempre la parte medular de lo que los dos detectives exponen, dudan, presentan, exploran y explotan, se nos sugiere todo el tiempo cual delgada es la línea de los pensamientos entre los dos lados de la moneda. Vemos como cada detective, a su manera, da con el pensamiento del perpetuador, ya sea a tiempo, o de manera tardía.

Es interesante también ver las dos versiones de la figura del responsable que investiga este tipo de casos. Por un lado, tenemos la cara de la moneda nueva, llena de energía, que no le importa quebrantar una que otra regla, con tal de llegar al final (ese final que el personaje jamás habría creído al principio del caso); en cambio la cara más madura, con la serenidad de los años, y quizá con el peso de lo perdido, o de lo que sabe hay que sacrificar en aras de una buena carrera, o de dedicarse en cuerpo y alma a la profesión, trata de hacer ver a su contraparte lo que tiene y que puede perder, al grado de ver que quizá la cara madura valora y aprecia más las cosas que el otro tiene y que quizá él tuvo y no valoró, o no disfrutó tanto.

Dentro de la filmografía propia del director esta película no sólo es identificable por el género, que como ya he mencionado antes no es desconocido para él, basta ver títulos como Zodiaco y La chica del dragón tatuado, sino que para ver que este género le ha servido para apuntalar una forma muy libre de narrativa al contar historias que siempre son sugerentes desde un punto de vista “frenético”.

Sus planos, sus secuencias, incluso sus texturas a la hora de plasmar en escena, hacen que al momento uno sepa cuando está viendo una película de David Fincher (aunque los otros directores a exponer tengan, al menos en sus películas policiacas, algo de esta estética), una lectura que va más allá de su paleta de colores y su tendencia a su opaca y oscura esencia.

Destacar también que, por lo general, dirige guiones adaptados, rara vez trabaja con guiones originales (una de las excepciones es, precisamente, esta película), sirviéndose de guionistas bastante destacados como Eric Roth, Aaron Sorkin y David Koepp.


EL SECRETO DE SUS OJOS

(Juan José Campanella, 2009)
La introducción para analizar esta película del argentino Juan José Campanella es un dato que a mí me es intrascendente, pero que a muchos cinéfilos les parece importante: esta película le dio a Argentina su segundo Oscar como Mejor Película Extranjera y un reconocimiento internacional a su director, el cual hoy día trabaja para la industria norteamericana por el lado de la creación de series de televisión.

A mi parecer la película trasciende, y de allí que me haya interesado colocarla en esta cuarteta sobre obras de cineastas como Bong Joon-ho y Amat Escalante, es el hecho de que además del género en cuestión entrelaza dos aspectos muy interesantes, ambos muy ad-hoc con la historia que adapta Campanella y su co-guionista Eduardo Sacheri, el autor de la novela homónima en la que se basa dicho guion: el recurso de la narración del tiempo pasado y el romance no culminado.

El lazo que hace que el espectador se enganche en un primer punto con la película es la pareja actoral (la cual hizo su primera aparición con Campanella en la bella comedia romántica El mismo amor, la misma luna), lo cual resultaría poco trascendente si la película fuera mediocre, pero la obra de Campanella es muy digna (la cual no es para nada mi favorita en su filmografía, pero sí debería a la vez afirmar que estamos ante su mejor obra).

La investigación del caso por parte de los dos agentes, la ayuda que representa el personaje de Soledad Villamil, el desenlace del compañero de Espósito y la decisión del padre de la víctima, son elementos que bajo la muy bien orquestada construcción del relato, y todo lo referente a cuestiones técnicas y de producción (la recreación de época es sublime), dan a esta película un sello inequívoco de la gran calidad que J.J. Campanella había mostrado en sus pasadas películas, casi todas con el apoyo del formidable actor, y en cierto grado, contribuyente responsable del éxito de esta película, Ricardo Darín.

Pero quizá la seriedad del género como tal, cosa que Campanella no había mostrado antes en sus otras películas (aunque, dicho esto, ya había tenido una nominación a premios importante con El hijo de la novia) dentro del género de la comedia romántica, fue hasta esta película que se el mundo volteó a ver al gran cine que se hace en Argentina.


PRISONERS
(Denis Villeneuve, 2013)
El caso de Villeneuve es en verdad muy peculiar por un par de motivos: en primer lugar el hombre, mientras aún realizaba sus películas en Canadá, daba ciertos guiños en sus películas al género, sin ser este verdadero centro de la trama, o mejor dicho, esto no era en realidad lo que brillaba de ellas (todas muy destacables, cabe aclarar, al igual que esta), pero elijo la mencionada película porque, compartiendo el comentario con una de las personas que más sabe de cine que conozco, y buen amigo además, diré que “es una película que gusta hasta al menos cinéfilo”; y no en el sentido más simple o despectivo de la expresión: hay que ser muy buen director para que una película tan buena, y a la vez tan propositiva, guste a todo los diferentes espectadores que tiene este arte.

Muchos pensarán que el gran trabajo de Villeneuve en esta película viene desde la elección del cast, y es verdad. No sólo está compuesto por actores mediáticos, además son muy talentosos: desde un Hugh Jackman irreconocible, al igual que actores de renombre como Jake Gyllenhaal, Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard, Dylan Minnette, hasta un Paul Dano excelso. Todo el cast parece estar elegido a la medida, sin fallo alguno. Aunado a eso los personajes están escritos y desarrollados de manera brillante en el estupendo guion realizado por Aaron Guzikowski con total maestría, algo que las otras películas mencionadas no carecen, pero que no se nota de manera tan trascendental como en esta.

El largometraje cuenta con tantos factores a resaltar y analizar que cabría decir que más que del género policiaco esta cinta es una película de suspense (de allí que su nombre en Latinoamérica fuera Intriga), con momentos brillantes en los que incluso se nos da notas de terror, pero lo más importante de esta película sin lugar a dudas es el cuestionamiento que nos plantea: hasta qué punto la victima deja de serlo para, en aras de encontrar la verdad y la justicia, convertirse en victimario.


FALLEN ANGELS
(Wong Kar-Wai, 1995)
Para Wong Kar-Wai, a pesar de ser conocido por todo cinéfilo que su obra brilla y destaca por películas como In the modo for love, 2046 o The Grandmaster, cintas más románticas, dramáticas e históricas que de orden policiaco, el género no le es para nada desconocido al autor hongkonés. Habría que empezar a hablar de su obra como guionista. Antes de ser director de cine, Kar-Wai escribió alrededor de cincuenta guiones para televisión y cine, la gran mayoría para películas sobre policías y criminales, un género muy prolífero en China en la década de los 80’s.

Y por si esto fuera poco, su ópera prima también es del género policiaco/criminal, la muy conocida As tears go by, no sólo por el hecho de llevar el mismo nombre que la conocida canción de los Rolling Stones, sino por haber sido una ópera prima que llegó a la selección oficial en su momento, y que muchos compararon de manera valiosa y no despectiva, con la fantástica Mean Streets de Martin Scorsese. En esta hay muchos de los sellos insignia de este magnífico autor: su amor por el bolero, la estupenda y extraordinaria estética y fotografía que es capaz de crear Christopher Doyle, las historias cruzadas (al estilo de Chungking Express), el romance y la incógnita de saber si este se da o no.

Las secuencias de acción son muy particulares en las películas de Kar-Wai, y es algo que muchos críticos alaban, sobre la sobreexposición gráfica, y casi obscena de los realizadores occidentales. Y es que dichas secuencias efectuadas por Kar-Wai dan enfoque al acto más que al detalle, se presentan de manera pausada en la que la musicalización, como perfecta acompañante y no como detonante, amalgaman las sensaciones que estas producen, aun cuando no se ve a detalle nada; algo que resalta, destaca, y que no tienen en común comparados con los gráficos vacíos y bien enfocados del cine hollywoodense. El cine de Kar-Wai en más de un aspecto es una clase magistral de los importante que es la estética sobre la pretenciosidad buscada a través de la pureza técnica.

Al igual que las demás películas comentadas, que cabría decir es lo que más similitud muestran entre sí, es la libertad que su realizador le da a un género muchas veces encasillado cuando se refiere a las producciones de encargo o de producto; es la versatilidad que hay tanto en la forma libre de narración, por muy estructurada o convencional que parezca, hasta la importancia estética y su sombría textura en la puesta y en la trama. Películas que reafirman que un buen director es capaz de realizar buenas producciones y narrar buenas historias, sin importar el género que sea, y más si es uno tan importante y longevo como la historia misma del cine.

jueves, 27 de agosto de 2020

El Synth Pop en español de los 90´s: cuando el rock dejó de sonar como rock

texto ANDREI MALDONADO

Los cimientos del Synth Pop fueron colocados a final de los años 70’s, su influencia en el medio musical en español engendró semillas exitosas en la década siguiente, pero no fue sino hasta la segunda mitad de los noventas que este subgénero del New Wave invadió a los rockeros, que para ese entonces empezaban a sucumbir ante el techno-pop.

Bandas como Caifanes, La Ley y Soda Stereo habían manifestado en sus inicios la influencia de icónicos grupos del llamado “pop sintético” como Duran Duran, Talk Talk, The Police, The Cure y Depeche Mode, misma de la que se fueron alejando apenas comenzada la década de los 90’s, para abrazar el hard-rock (en mayor o menor medida) que ya ponía en práctica Héroes del Silencio.

Pero a la par de estos proyectos, grupos como Mecano, Moenia y Virus tuvieron un gran auge manteniéndose en el techno-pop, impulsando que más grupos en español surgieran, principalmente en México, donde aparecieron propuestas como Onda Vaselina, Kabah, Sentidos Opuestos, entre otros, que fueron acaparando público, ventas y escenarios.

A partir de 1994 comenzó el proceso de separación de los tres gigantes del rock en español: Héroes, Soda y Caifanes, dando paso a trabajos como solistas de sus integrantes. Fue así como varios de ellos apostaron por discos vanguardistas, que les permitieran tener un alejamiento con sus grupos y demostraran que eran capaces de abrazar la música “del futuro”.

Mismo derrotero eligieron las bandas que no se disolvieron, como La Ley y Lucybell, que sin embargo también querían entrar al mercado que marcaba el próximo inicio del Nuevo Milenio, influenciados ahora por bandas en inglés como Garbage y The Prodigy. Melodías inundadas de sintetizadores y efectos de computadora, auténticos laboratorios de la música.

El resultado no fue, en todo caso, demasiado exitoso, no por la calidad de los materiales que surgieron de este proceso, sino porque sus fans no resistieron el cambio tan drástico en la música que venían manejando, el cual además vino de la mano con un cambio de imagen mucho más futurista, con el que no todos los más allegados a su pasado se sintieron identificados.

Las carátulas de dichos materiales, la forma de promocionarlos e incluso sus videoclips muestran una inquietud por el futuro, un deseo de desapego y cierto pesimismo por el mundo digital, en el cual, irónicamente, habían caído. A continuación un breve listado con los discos más representativos del Synth-Pop hecho por bandas y solistas provenientes del rock en español.


Radical Sonora (1997) - Enrique Bunbury
Enrique Bunbury dejó a Héroes del Silencio para lanzar, en 1997, su primer álbum como solista: “Radical Sonora”, un material de 12 tracks (11 en Latinoamérica) en donde, además de lo electrónico, entremezcla samples y ritmos propios de la región de Marrakech, en donde el aragonés pasó tiempo perfeccionando los temas que ya venía componiendo desde dos discos atrás con el grupo.

El resultado es un viaje psicodélico (en el arte del disco el propio Enrique sugiere oír las canciones con un poco de jachis) gracias a poderosos temas como “Salomé”, y algunos otros que demostraban que el rock no había salido del todo del sistema de Bunbury, como “Negativo”. Lo más experimental se vivió con “Alfa”, y el tema más recordado fue “Alicia (expulsada al País de las Maravillas)”.

Lamentablemente para el intérprete español “Radical Sonora” fue un disco incomprendido, por lo cual tuvo que ir tomando nuevos rumbos con “Pequeño”, un álbum que si bien no dejaba de mostrar matices experimentales, era una versión mucho más próxima a lo que, años después, acostumbraría a su público, su nuevo público, ya no solo a los viejos fans de Héroes.

Vértigo (1997) – La Ley
Despejado el camino para alzarse como la mayor banda de rock en español activa de su tiempo, el grupo chileno liderado por Beto Cuevas apostó mejor por abrazar las tendencias y lanzó, en 1997, el disco “Vértigo”, el más arriesgado de sus trabajos, en donde las letras futuristas se unieron a la mezcla de teclados y sintetizadores para salirse completamente de su propio canon.

Los singles “Fotofobia”, “Vi” y “Tanta Ciudad”, acompañados por videoclips extravagantes y una campaña publicitaria venida del futuro (incluso salían estampas de ellos en las bolsas de Doritos) hizo que los fans de su anterior álbum, “Invisible”, se sintieran traicionados, puesto que ese había sido considerado su mejor material y el más próximo al hard-rock en español.

Una desastrosa gira que incluyó el uso del playback al no poder contar con el músico responsable de la producción (el tecladista Coty Aboitiz quedó fuera del grupo antes del lanzamiento del disco) y la inesperada salida del bajista Luciano Rojas, a horas de su presentación en el primer Vive Latino, puso fin al experimento y devolvió sus orígenes al grupo con el disco “Uno”, del año 2000.


Informe Saiko (1999) – Saiko
Irónicamente, Luciano Rojas y Rodrigo Aboitiz formaron, a su salida de La Ley, un grupo de Synth-pop llamado Saiko, junto con Iván Delgado y la cantante Denisse Malebrán. Contrario a “Vértigo”, el disco debut de la banda, “Informe Saiko”, fue muy bien recibido por la prensa chilena, más allá de la clara influencia que tenían, al grado de ser llamados “el Garbage chileno”.

Las letras lúgubres propias del género, y la genialidad musical que esta vez sí podía ser reproducida en vivo, llevó a Saiko al estrellato de manera casi inmediata, teniendo solo como una piedra en el zapato el hecho de que no pudieron exportar su música al mercado mexicano (el más importante en Latinoamérica), antes de sucumbir a cambiar de género.

Y es que si bien su segundo disco, “Campos Finitos”, también presentaba influencias del Synth-pop, las letras y la música fueron dejando de ser tan experimentales; podíamos decir que perdió el artificio, se hizo un pop mucho más puro, más techno, hasta devenir en rock en el tercer LP, “Las Horas”, que ya daba la bienvenida a la música de los años 2000.

Amanece (2000) – Lucybell
Como en la mayoría de los casos, la llegada de nuevos ritmos en Lucybell vino acompañada de bruscos cambios en su alineación. La salida del tecladista Gabriel Vigliensoni y del bajista Marcelo Muñoz, así como la llegada del multiinstrumentista Eduardo Caces, trajo como consecuencia la aparición de “Amanece”, en el año 200, justo en el comienzo del nuevo milenio.

Un auténtico laboratorio, donde los músicos demostraron ser también grandes ejecutores de los teclados y los sintetizadores. El buen recibimiento del disco se debió a varios factores, entre ellos que la esencia del grupo (las letras) no había sucumbido ante los nuevos tiempos. Pese a ello, Lucybell se sacudió pronto de esta etapa con “Lúmina”, su siguiente trabajo.


Raíz (2001) – Dolores Delirio
Tardíamente el proceso de reconversión de rock a lo eléctrico llegó al Perú en 2001, cuando una de las más icónicas bandas de rock oscuro de aquella nación, Dolores Delirio, lanzó “Raíz”, disco que pese a su potencia musical y lírica no terminó de ser bien recibido por los puristas, puesto que durante buen tiempo el estilo del grupo estuvo más cerca de sonar a Héroes del Silencio.

Pese a ello el trabajo de la banda encabezada por el vocal Ricardo Brenneisen destaca por temas como “Espiral”, “Silencio” y “Escenas de adiós”, entre otros, resultando verdaderamente lamentable que posterior a esta larga producción el grupo peruano no retomara el rumbo y no consiguiera colocar sus temas más allá de las fronteras de la nación inca.

Bocanada (1999) – Gustavo Cerati
Sueños en tránsito (1997) – Nicole

Pese a que no abrazó como tal el Synth-Pop, uno de los músicos que más cambió de género fue Gustavo Cerati. Con “Bocanada”, de 1999, el intérprete argentino sacó más a relucir las aproximaciones al mundo electrónico que ya dejaba ver desde su primer disco, “Amor Amarillo”, y los dos últimos trabajos con Soda Stereo, “Dynamo” y “Sueño Stereo”, todos entre 1992 y 1995.

Sin embargo, a diferencia de los otros músicos ya mencionados, Gustavo no abandonó del todo su esencia, pues continuó presentándose como el rockero que todos conocían, sin los estrafalarios cambios de look de La Ley y de Bunbury, y sin que lo electrónico lo despojara de su herencia musical argentina y el clásico estilo de composiciones líricas casi poéticas.

Sin embargo su conocimiento del género lo dejó de manifiesto en la producción del disco “Sueños en Tránsito”, de la cantante chilena Nicole, el cual surge incluso antes que “Bocanada” y que bien pudo haber servido de primer ensayo de lo que más tarde defendería el propio Cerati durante esa etapa, la posibilidad de manifestarse por completo como un solista, sin una banda.

Del disco de Nicole podemos destacar el tremendo trabajo instrumental de Gustavo, mismo que hizo excelente mancuerna con la delicada voz de la artista con raíces argentinas. Incluso el tema “Despiértame” llegó a escucharse en México, pero lamentablemente la carrera de la cantante, impecable en el hemisferio sur, no tuvo demasiada resonancia en territorio azteca.

La literatura en el cine mexicano

texto EDUARDO ROMERO

En los últimos años el cine mexicano sido desmeritado debido a su constante comparación con el cine europeo y también con el hollywoodense, la oferta en cartelera que se ofrece está plagada de grandes producciones extranjeras con un presupuesto considerable.

Por otra parte, el cine mexicano de la actualidad se ha convertido en una propuesta no muy diferente a las novelas de televisión con las que ha crecido esta generación, una fórmula que ha generado una división de opinión entre los consumidores que, sin embargo, por medio de distribuidoras, consiguen espacio en un gran número de salas. Es otro tipo de cine, independiente, de calidad, con historias prometedoras, el que no puede permanecer en las opciones dentro de los espacios por mucho tiempo por la poca demanda que genera.

Por otro lado, películas como Harry Potter o El señor de los anillos, han generado multitud de aficionados a los libros y las personas se han comenzado a interesar por la literatura de la cual nacieron esas historias. De la misma manera nos interesan libros extranjeros con producciones extranjeras que fueron adaptadas al cine.

En nuestro país también han existido películas que se han adaptado de la literatura, que no han llegado a la altura del efecto que causaron las antes mencionadas, incluso hay toda una generación de escritores que se interesado en el tema del cine que no han recibido el reconocimiento que merecen, el tema es, como se ha mencionado en los párrafos anteriores, una cierta preferencia por historias de otras partes del mundo y el consumo local ha ido decreciendo, así como el interés de lo que se ha producido en nuestro país.

El siguiente listado comprende un pequeño número de literatos que han participado en la adaptación de guiones a lo largo de los años, así como también libros mexicanos que fueron adaptados para su propia película.


Hablar de México y parte de la esencia del país, así como su reconocimiento mundial, es hablar de nuestros mariachis, gastronomía y también nuestras celebraciones, una de estas últimas es el Día de Muertos. Esta fecha tiene un filme emblemático que marcó una época en el cine mexicano. Ignacio López Tarso consolida su imagen en Macario para toda una generación. Esta película es una adaptación del cuento del alemán Bruno Traven que narra un encuentro con lo sobrenatural en esta fecha. El guion fue adaptado por el escritor Emilio Carballido y Roberto Gavaldón, este último la dirigió.

Para los años 50’s Rosario Castellanos estaba consolidando su trabajo como poetiza, periodista y cuentista. Su primer novela, “Balún Canán”, fue aclamada a finales de esa década y narra la historia de enfrentamientos entre indígenas y terratenientes que no se entendían y a pesar de eso, con el tiempo, logran consagrar una relación de respeto, todo esto ubicado en la reforma agraria. La novela fue adaptada por Benito Alazraki, quien escribió el guión y dirigió la cinta.

Por otra parte está Jorge Fons, quien se destaca como un director mexicano que ha hecho grandes obras sobre la crítica a las clases sociales y en sus filmes retrata a la clase trabajadora y enaltece la humanidad de sus personajes a través de la lucha de día a día. Los albañiles (1976) es una obra adaptada del libro homónimo escrito por Vicente Leñero, quién junto con Fons y Luis Carrión Beltrán escribieron el guión de la película. Posteriormente Vicente Leñero escribió el guión adaptado de El callejón de los milagros (1995) película que dirigió Fons y es una adaptación al libro de Naguib Mahfuz con el mismo nombre.

Dentro del cine mexicano contemporáneo resalta una cinta adaptada del libro de Ángeles Mastretta Arráncame la vida. La película, adaptada por Benito Alazraki, fue elegida para representar a México en los premios Óscar para el año 2009 en la categoría Mejor Película de Lengua Extranjera, logrando estar en las primeras nueve preseleccionadas, pero no consiguió estar en las primeras cinco con nominación.

Estos son algunos ejemplos de obras que fueron adaptadas por mexicanos, o bien, obras originales que terminaron siendo películas mexicanas. Carlos Fuentes, José Revueltas, Juan Rulfo, Elena Garro y otros han tenido adaptaciones de sus obras en el cine. Las adaptaciones funcionan como un puente entre estas dos bellas artes, puede lograr que un lector se interese en el cine o viceversa, sin embargo el consumo de nuestras propias obras en cualquiera manera tiene que crecer para que se logre seguir construyendo puentes para que nuestro arte logre el reconocimiento que se merece no solo en nuestro país, si no en el mundo.

Estamos en una época de consumismo, pero no hemos aprendido a optar por el consumo de nuestras tierras, a apoyar a los artistas de nuestro país en su trabajo, ya no solo en el mundo artístico, también en lo deportivo, en lo académico. Como ciudadanos tenemos el derecho a exigir la oportunidad de disfrutar el arte que se hace en nuestro país, hasta la responsabilidad de exigir que cine de calidad llegue a las salas como opción, y no solo las comedias de los mismos actores de los últimos años, quizá lo merezcamos como aficionados al cine y quizá estemos obligados a exigir mejoras en este sistema artístico.

martes, 25 de agosto de 2020

Alejandra Castañeda: promesa que ya es realidad

texto ANDREI MALDONADO
fotografía ROBERTO CÁRDENAS/ERIC VILLA


Ser imparcial en la interpretación del arte es una imposibilidad. En el proceso de resignificación interna sobre lo que una obra de arte nos hace sentir intervienen diversos factores que contribuyen a esta parcialidad, tales como nuestras emociones, el bagaje cultural, los conocimientos adquiridos y nuestras ideas preconcebidas. De ahí a que algo que a muchas personas les parece sublime en nosotros si acaso haga mella de alguna pequeña forma.

Es desde esa visión “parcial” que he decidido hablar del trabajo actoral de la duranguense Alejandra Castañeda. Parcial entre comillas ya que no es del todo una visión nublada de mi parte, sino que hablo desde la experiencia de haber trabajado con ella en tres cortometrajes que dirigí. En todo caso la parcialidad estribaría en que, en lugar de hablar de todo su trabajo en cine y teatro, he preferido enfocarme únicamente en nuestras obras en conjunto.

Entiéndase esto como una aproximación al talento que posee esta joven actriz, apenas un atisbo, el cual uso de mero pretexto para que más gente sepa quién es Alejandra Castañeda.

Alicia (2012)
Conocí a Alejandra en 2012, en los días en que preparaba Alicia, mi segundo cortometraje. Fue a través de las redes sociales que descubrí que se dedicaba al teatro y en uno de los patios de mi universidad tuve el primer encuentro cara a cara con la que se convertiría en mi “Chica Almodóvar”. Debo destacar que desde el primer momento me demostró su compromiso y compenetración con el guion, por lo que no me quedó duda de que ella era la indicada para el papel protagónico.

Llegado el día de la grabación Ale reafirmó lo apreciado previamente, soportando una larga jornada de todo un día hasta que el trabajo quedó concluido. No solo asimiló por completo al personaje, también lo dotó de esa esencia, tan necesaria, entre la teatralidad y lo natural, siendo capaz de demostrar con una leve sonrisa o un movimiento de sus ojos todo lo que se escondía detrás de Alicia, una joven que busca recuperar la inocencia que le fuera despojada a muy temprana edad.


Cenicienta Rota (2013)
El buen resultado de nuestro trabajo anterior nos llevó a repetir fórmula en Cenicienta Rota, un cortometraje en donde nuevamente necesitaba de esa expresión tan melancólica que la Castañeda es capaz de dar. En esta ocasión fui testigo del poder de su voz, ingrediente fundamental que enriquece los diálogos. Una vez más su disposición a las prolongadas jornadas de trabajo y su compromiso con lo que estábamos haciendo sacó a flote la producción.

En este trabajo destaco dos escenas que crecieron gracias al poder que tiene la imagen de Ale, tanto de su expresión corporal como las micro reacciones de su rostro. La primera, en la escena donde se decepciona de que su enamorado no cumpla con lo único que necesita de él, y la segunda es el final del metraje, donde Cenicienta baila entre los cristales de su espejo roto y su sangre hacia la libertad.

Blanco, Polar, Radiante (2014)
Hace ya seis años de mi última colaboración con Alejandra, en el que sería, a mi gusto, el trabajo más significativo que hice con ella. Blanco, Polar, Radiante surgió de una manera aún más ecléctica que los otros trabajos. Los protagonistas de la historia no conocían lo que se les iba a preguntar hasta que estuvieran frente a la cámara, sin posibilidad de repetir la toma. Era un intento de asir la realdad. Los actores contestaron con la más absoluta naturalidad, aunque, debo de admitir, sin dejar nunca la formación teatral que cada uno poseía.

Aunque breve en comparación a los otros dos segmentos que conforman este corto, el de Ale es de tremenda significación, no por nada el primer cuadro de su rostro fue el protagónico de la mayoría de los boletines que el ICED hizo en torno a la sección Hecho en Durango del Festival de Cine Mexicano, donde BPR tuvo su estreno. Una vez más su voz no fue una herramienta, sino una extensión de sí misma, cuando el poema que recita frente a la cámara se utilizó de sample por Ziguryha en el videoclip de su canción “Estoy aquí”.

Alejandra Castañeda sigue siendo una promesa de la actuación, en tanto que su mejor proyecto todavía no sucede; sin embargo su trayectoria respalda el que se le considere una de las mejores intérpretes jóvenes de la escena duranguense. Hoy en día se prepara arduamente en el Centro de Cinematografía y Actuación Dolores del Río, con el premio Paloma Itinerante a Mejor Actriz bajo el brazo, por lo que estoy seguro que su nombre pronto figurará en el cartel de una gran producción.

Neorrealismo chileno: Aldo Francia y el Nuevo Cine Chileno

texto ANDREI MALDONADO

¿Qué tan larga debe ser la filmografía de un hombre para que su nombre tome trascendencia? ¿Cuántos títulos son necesarios para hablar de un legado histórico? Solo dos largometrajes le bastaron a Aldo Francia para dejar su huella en la historia del cine chileno, porque además de realizador fue también un amplio promotor de las juventudes en su natal Valparaíso.

Médico de profesión, Aldo Francia Boido tuvo su primer acercamiento al cine a finales de la década de los 40’s, durante un viaje a Europa. Fue concretamente en Francia donde Aldo supo que la medicina no sería la única profesión que ejercería, pues comenzó un ferviente deseo en su interior de contar historias a través de pequeños cortos experimentales.

Su pasión por el séptimo arte no se frenó ahí, ya que se unió con su gran sentido de pertenencia con su puerto natal, por lo que a partir de 1962 realizó esfuerzos en conjunto con otros jóvenes de la zona para fundar un cineclub, una sala de arte, una revista y el Festival de Cine de Viña del Mar, en 1963, convirtiéndose en el primer certamen cinéfilo de aquel país.

Pero el cenit de su carrera como contador de historias los alcanzó con los filmes Valparaíso mi amor (1969) y Ya no basta con rezar (1973), ambas claramente influenciadas por el neorrealismo italiano, específicamente por Ladrón de Bicicletas, cine con el cual se identificaba al ver la realidad de las clases bajas y el proletariado chileno en los años sesenta.

El espíritu de izquierda de Francia, sin duda alimentado por los movimientos socioculturales de la época, y su arraigo con Valparaíso, lo llevó a rodar sus dos únicas películas en el emblemático puerto, centrando su trama en la contraposición entre la vida de la gente de los barrios pobres frente al menosprecio de los más afortunados de los barrios altos.

En Valparaíso mi amor, conocemos la historia de una familia que vive en lo alto de los cerros, la cual viene a desgracia desde que el padre se queda sin empleo. En la desesperación él y sus hijos comienzan a robar el ganado, hasta que el hombre es apresado. De ahí la infancia de los niños se pierde entre la necesidad de comer, las enfermedades y la muerte.

En Ya no basta con rezar, y cobijado todavía por el gobierno Allendista, Aldo se lanza a la yugular de los altos miembros del clero, los cuales se resisten a perder sus privilegios e incluso se niegan a llevar la prédica a los pobres. El padre Jaime llega a comprometerse tanto con la huelga de los trabajadores que deja su iglesia para unirse con su fe por la igualdad social.


El precio de su afinidad por el pensamiento socialista llevó a los filmes de Francia a ser menospreciados por la crítica del momento, sobre todo de la prensa conservadora, la cual se oponía por completo a las políticas del presidente Allende y que, como los miembros más extremistas de la derecha cristiana chilena, veían con malos ojos el cine del porteño.

Sin embargo el poder visual que tienen ambos largometrajes, dándole la cara a la adversidad para unirse a ese Nuevo Cine Chileno que construyó Raúl Ruiz, Miguel Littín y Patricio Guzmán, con narrativas que dan voz a los desposeídos, es lo que convierte al cine de Aldo Francia en una joya histórica de la filmografía de aquel país que corre a lo largo de los Andes.

Francia reafirmó con sus actos, y no solo con su cine, su compromiso como miembro de la comunidad latinoamericana. Trabajó de la mano con realizadores cubanos como Humberto Solás y Santiago Álvarez, fundadores del Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos (ICAIC), una de las instituciones de cine más longevas de Latinoamérica.

No es de extrañarse, entonces, que con un declarado pensamiento afín al marxismo sean pocas las reseñas biográficas en línea que le den el justo lugar que merece en la historia no solo del cine chileno, sino de toda América Latina, ya que trabajó con cineastas bolivianos y brasileños justo en el momento en que esos países vivían el espíritu revolucionario de los 60’s.

Aldo Francia evitó en todo momento el “cine de evasión”. Entendió que el cine era una herramienta con la cual aquellos que quieren ser silenciados por las estructuras de poder pueden alzar la voz, despertando la conciencia colectiva. A él se le debe la fundación de la primera escuela de cine de Chile, pero sobre todo, se le debe un ejemplo de congruencia política.

Ver Valparaíso… o Ya no basta… nos permite darnos una idea de lo que los pueblos latinoamericanos pudieron llegar a ser, de lo que eran en ese contexto de la historia universal pero, principalmente, nos deben servir de espejo para ver qué seguimos haciendo mal, cómo las estructuras de poder han perfeccionado sus métodos de alineamiento y qué podemos hacer nosotros para resistir, cada quien desde sus trincheras. Yo, en lo personal, elijo el cine.

viernes, 21 de agosto de 2020

Deniss Barreto: Del FICUNAM, la cuarentena y un hombre sin cabeza

texto ANDREI MALDONADO

En recientes días tuve la oportunidad de charlar con la realizadora duranguense Deniss Barreto, en una experiencia que, aunque se ha vuelto común, yo no había tenido la oportunidad de vivir: por videoconferencia. Y no es que antes no hubiera hecho entrevistas vía telefónica, vamos, eso es de ley para cualquier periodista. Lo que pasa es que, al menos para Cinéfagos, el 99.9 por ciento de las entrevistas habían sido presenciales (salvo dos vía e-mail).

En virtud de la ocasión aproveché para hablar con ella sobre su experiencia en el Festival de Cine de la UNAM (FICUNAM), quizá uno de los últimos certámenes presenciales que se tuvieron en nuestro país antes del comienzo de la cuarentena por la pandemia del Covid-19, en el cual Deniss tuvo la oportunidad de presentar fuera de competencia Ricardo sin cabeza.

Este mediometraje fue presentado a principios del mes de marzo en el Centro Cultural Universitario de la máxima casa de estudios del país, concretamente en la Sala José Revueltas, dentro de la Sección Atlas, una curaduría experimental que presentó sala llena y una buena recepción, donde la audiencia destacó las influencias de esta novel directora y el discurso de feminismo y nueva masculinidad que presenta en su más reciente trabajo.

Deniss participó además en el Encuentro de Nuevas Normativas con Perspectivas de Género, con el diálogo “Normatividad e interseccionalidad en el punto de vista cinematográfico”, junto a la socióloga Yásnaya Elena Aguilar y el cineasta Andrés Clariond Rangel, en donde se analizaron varios tópicos, entre ellos la mayor libertad con la que hoy se pueden abordar los temas de perspectiva de género y los puntos de vista dominantes en los filmes.

En su opinión sería equivocado empezar a clasificar al cine de acuerdo a si posee o no perspectiva de género; “debemos ser más abiertos, ver las cosas desde un ángulo diferente” apunta Barreto, quien añade que el público asistente participó activamente en dicho foro, que permitió además un intercambio de ideas con los dos participantes con los que compartió escenario.

Le pregunté también acerca de su labor como coordinadora estatal de Ambulante, el festival de cine documental que por primera vez llegaría a Durango, y que lamentablemente por la pandemia tuvo que trasmutar a Ambulante en Casa, un formato que, pese a que cumplió con todos los retos que se impuso de llevar las propuestas, las conversaciones y hasta los conciertos a los hogares a través de la plataforma on-line, perdió su esencia primaria.

Y es que la entrevistada reconoció que a nivel estatal no se logró el principal objetivo, traerlo a Durango, regionalizarlo en sus contenidos y poder tener un diálogo cara cara ente asistentes e invitados, algo que no se podrá hacer este año y que para 2021 está en veremos, tanto por la pandemia como en lo referente a los presupuestos y distribución, pues hay más ciudades en el país que esperan que Ambulante las tome en cuenta como sede.


Ya entrados en temas de pandemias, le pregunté a Deniss sobre el estado actual de sus proyectos debido a la cuarentena, y aunque reconoció que actualmente no se puede salir a buscar locaciones, como cineastas debemos estar un paso adelantados ante cualquier situación y contexto, “debemos tener plan A, B, C y así hasta el infinito, no podemos quedarnos sin avanzar. Podemos encontrar formas diferentes, así como Ambulante las encontró”.

La entrevistada agregó que los realizadores estamos acostumbrados a trabajar contracorriente y que muchas de las dificultades actuales, como la obtención de fondos, siempre han estado ahí, con virus o sin virus; “lo difícil es para quienes ya estaban en rodaje o estaban por estrenar, la pandemia le va a dar un golpe al cine, pero debemos de salir adelante. Quienes puedan seguir trabajando, que lo hagan, en la medida de sus posibilidades”.

Sobre Ricardo sin cabeza
Es natural que en el proceso de formación el cineasta busque por diversos caminos llegar a identificarse con un tipo de narrativa propia, que a su vez le permita que el público identifique su cine como tal. Tras ver Ricardo sin cabeza no me cabe duda que Deniss ha encontrado el cine que quiere hacer y las historias que quiere contar, y que es la más autoral de los jóvenes cineastas duranguenses.

No es que con sus anteriores trabajos no lo haya logrado, sino que con Ricardo… ella deja de manifiesto que no solo le interesa la feminidad, la soledad y la sexualidad como temas principales en su narrativa, sino que también es capaz de deslumbrarnos con personajes intensos, con experiencias vivas y humanas, un cine que más que mostrar, sugiere, y así también cuenta historias.

Con impecable fotografía, inmejorables locaciones y excelentes actuaciones (breve pero poderosa es la presencia de Karen Covarrubias, una de las mejores actrices jóvenes duranguenses del momento) al mediometraje Ricardo… no le faltó nada, si acaso solo unos minutos más para ser un largometraje o, visto desde otra perspectiva, le sobró tiempo para ser un corto, formatos que le hubieran sido más beneficiosos para su exhibición comercial o festivalera.

Reminiscencias al cine de Carlos Reygadas, Amat Escalante y, por supuesto, al cine de Andrei Tarkovski, son tremendamente visibles en una historia que pone en manifiesto las anquilosadas costumbres machistas del padre de familia mexicano, que no por ser tremendamente visibles son del todo ciertas, cosa que queda de manifiesto con el final que sufre (literalmente lo sufre) el personaje principal, cuyo propio antagonismo termina sepultándolo en la derrota y la soledad.

jueves, 20 de agosto de 2020

Paloma Itinerante da a conocer a los integrantes del jurado de su octava edición

con información de PALOMA ITINERANTE

El Festival de Cine Duranguense Paloma Itinerante se complace en anunciar a los integrantes del Jurado Oficial de la edición 2020, integrada tres duranguenses especializados en distintas ramas del cine: la cineasta Deniss Barreto, el crítico cinematográfico Iván Delhumeau y el programador del Cineclub Universitario UJED Luis Abel Chávez.

Deniss Barreto es cineasta, guionista y artista visual. Estudió en la Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías (EPEA) en Durango, México, y en la Universidad de Murcia, en España, además de haber realizado estudios multidisciplinarios en el Centro Nacional de las Artes enfocados a la imagen en movimiento. Su cortometraje La nuca desnuda de Olivia se estrenó en el 14º Festival Internacional de Cine de Morelia (2016) y en el 12avo Shorts Mexico. Su mediometraje Ricardo sin cabeza se estrenó en la Sección Atlas del 10º Festival Internacional de Cine de la UNAM.

Iván Delhumeau ha publicado el libro “De lo personal a lo universal: el ensayo fílmico de Juan Antonio de la Riva”. En el 6° Festival de Cine Mexicano de Durango participó en la sección de Crítica oficial, (2014). Ha sido Jurado en el Rally 48 en corto de la Cineteca Municipal Silvestre Revueltas, (2016), en el Festival Internacional de Cine de Durango, (2017) y en el Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango, (2017). Ha publicado en sitios como Cinéfagos y Cinegarage y revistas como Cine Toma.

Luis Abel Chávez es el programador general del Cineclub Universitario de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), además de ser catedrático de esta casa de estudios. Ha escrito para la revista Cinéfagos y se ha destacado como promotor cultural de la difusión de diversos proyectos de cine en Durango, como Paloma Itinerante.

Ellos serán los encargados de elegir al cortometraje ganador de la edición 2020 del festival, cuyo director se hará acreedor a un reconocimiento, un premio en físico y un premio económico, cuyo monto está por definirse. El festival se llevará a cabo en el mes de septiembre, en fechas y sedes por revelar en tanto las condiciones sanitarias lo permitan.

El cine patológico de Gaspar Noé

texto ANDREI MALDONADO

En la historia del cine sobran los nombres de cineastas que se han vuelto trasgresores de su época por diversas razones, ya sea por denunciar algún conflicto social-político, romper con tabúes preestablecidos o bien abordar una temática polémica, como la sexualidad. En este último rubro hay nombres que son sinónimo de censura, prohibición e incluso espanto, pues han hecho desmayarse a más de uno ante sus brutales propuestas.

Entre ellos están, por supuesto, los nombres de Pier Paolo Passolini, Lars Von Trier, Bigas Luna, Pedro Almodóvar, Alejandro Jodorowsky, entre muchos otros. Ahora que si nos referimos a títulos a nuestras mentes seguro asaltaran algunos que encabezan los listados de los más polémicos de la historia, como Un film serbio, El ciempiés humano, Mártires, Saló o Los 120 días de Sodoma, El Decamerón, Ninfomaníaca, entre muchos otros.

Y si queremos juntar título y nombre seguro daremos con toda la filmografía del franco-argentino Gaspar Noé, un director cuya obra bien podríamos calificar de patológica, pues por momentos los espectadores de sus historias se enfrentan a una enfermedad, una obsesión que raya en la locura por el sexo explícito, las drogas y la degeneración de los individuos en medio de una sociedad tóxica, y eso es decir lo menos sobre su cine.

No es que seamos persignados. Para entender de qué hablamos cuando decimos que el cine de Gaspar Noé puede ser considerado como un patógeno dentro del séptimo arte lo hacemos desde la mejor intención, pues no podemos negar que pocos son los que le pueden ser indiferentes a sus filmes. O lo amas o lo odias, no existen aquí puntos intermedios. Pareciera una declaración que, inconsciente o conscientemente, hizo el propio director.

Basta recordar cómo fue que entró de lleno al escenario mundial del cine, con el estreno de Irreversible en el Festival de Cannes en 2002, con el cual inauguraría su tradición de dividir al público en dos: quienes desearían censurarlo de por vida y los que quisieran participar en una de sus cintas. La violencia como declaración de principios quedaría instaurada con la impactante escena de la violación de Alex (Mónica Bellucci) que nadie olvidaría.


Más tarde, con Entra al vacío, el director avecindado en Francia volvería a crear polémica, ya que esta historia, además de refrendar el estilo fílmico del director, volvería a tener el acto sexual como gen primordial, en un ambiente repleto de claros y oscuros, luces de neón y un especie de juego onírico entre las drogas y la reencarnación. Para este punto Noé ya tenía un nombre más que asentado, que ponía sobre aviso al público a donde llegara.

Cannes fue nuevamente el escenario con el que Gaspar tensaría a la crítica especializada, al presentar Love, película en la cual la veneración y culto al sexo y a los órganos reproductores se exaltaría de forma nunca antes vista, pues la experiencia esta vez era en tercera dimensión. Definitivamente una polémica declaración de “amor”, envuelta en un Ménage a trois que ponía sobre la mesa temas tan actuales como el llamado poliamor.

La más reciente obra fílmica de Noé no podría ser menos polémica. Clímax supone nuevamente un logro técnico-narrativo, donde por espacio de una hora y 37 minutos el espectador no tiene descanso, pues es testigo de la degeneración de la sociedad humana en una fiesta que se sale de control, en la que el LCD y el alcohol se unen a los conflictos de identidad para crear un pandemónium donde todo sale mal en medio de una danza perfectamente armónica.

Meritorio es que, con el paso del tiempo, Gaspar no solo perfeccione sus formas de hacernos incomodar, sino que cada nueva película contenga su esencia propia, más allá de que en el fondo tengan ese sello indiscutible que las reconozca como películas suyas. David Lynch -otro polémico cineasta- decía que si sus películas lograban incomodar al público, habían cumplido con su objetivo. El fin es no pasar desapercibido, y el cine de Gaspar Noé, patológico o no, jamás pasa desapercibido.

Virus y pandemias en el cine - tercera parte: Futuro

texto ERIC EDUARTE VILLA

Durante décadas el cine nos ha entregado películas bajo la temática apocalíptica, muchas de ellas sobre algún virus que desata una pandemia e infecta a la mayor parte de la población mundial. En esta tercera y última entrega de Cinéfagos hablaremos sobre dos películas que llevan la temática y que también tienen una estructura de guion donde la historia se lleva a cabo en un futuro quizá no tan distante.

12 MONOS (Twelve Monkeys)
Estados Unidos, 1996

En 1996 cuando se estrena la película de Terry Gilliam, veíamos muy lejos el 2020, por lo que de alguna manera ver un escenario apocalíptico era algo irreal. A pesar de que la película está catalogada dentro del género de ciencia ficción, su mensaje es realista. Y hoy como la película se busca volver a tener de nuevo la normalidad, pero para nuestra desgracia aún está lejos la posibilidad de viajar por el tiempo. Más allá de ello, la trama tiene mucha realidad y propicia la reflexión social.

Escuchar que un virus va acabar con la población mundial en el futuro por parte de un enfermo de esquizofrenia dentro de un hospital de salud mental llegaría a parecer alguien que debía ser ignorado, pero también otro loco cuestiona y habla de la realidad socio-política de la humanidad dentro de ahí y su manera de consumir. Pareciera que los verdaderamente cuerdos son los que están encerrados, por ahí va el verdadero trasfondo de la cinta y no deja de verse durante el resto de la misma.

Terry Gilliam, con esa característica de no contar las historias de manera lineal, nos va entregando piezas para ir armando el rompecabezas de lo que vemos en pantalla, a la vez este juego del director también es un mensaje de que en realidad hay que ir armando los rompecabezas para saber qué sucede en nuestro entorno. Pero hay que ser cuidadosos con las piezas, algunas pueden significar una falsedad que no lleva a ningún camino; nosotros somos, de alguna manera, el James Cole de esta película que vivimos.

Esta cinta cuenta con los elementos necesarios para el disfrute de una función: atractivo visual, entretenimiento y reflexión, y se puede ver que se conecta con realidades. Queda esa sensación de apertura, con esos finales donde el espectador puede buscar distintas interpretaciones que curiosamente todas llegan a un mismo objetivo, ese mensaje que comunica la película con el público.

A pesar que no vemos tanto de la humanidad colapsada en la película a causa del virus, sí vemos en la mayor parte todo lo que acontece socialmente antes de que surja el escenario apocalíptico. Recientemente hubo la noticia de que unos chimpancés robaron muestras de sangre de pacientes de Covid-19 en la India, de inmediato las redes sociales relacionó ese hecho con Twelve Monkeys, haciendo alusión a la frase de la película "We Did It", pensando que el ejército de los 12 monos cometió el robo para propagar más el virus. La noticia concluye que se logró recuperar las muestras, pero queda la anécdota.


NIÑOS DEL HOMBRE (Childrens of men)

Estados Unidos, 2006

Otra gran cinta de reflexión en estos tiempos de pandemia es quizá la más importante que ha dirigido el realizador mexicano Alfonso Cuarón junto con Roma. Basada en la novela homónima de la escritora Phyllis Dorothy James de 1992, en la trama no hay un virus que mate a las personas, sin embargo el evento apocalíptico es debido a la infertilidad humana que se ha generado, pandemia de gripe como se menciona.

La vida de los infantes y jóvenes es la primera en desparecer por causas distintas y comunes de siempre, los viejos también muriendo por sus causas naturales comprimiendo a la población a tan sólo a la edad media de las personas. Protagonizada por Clive Owen y fotografiada por Emmanuel Lubezki, logran que parte actoral y de iluminación, junto con la dirección quirúrgica de Cuarón. nos lleve una de las mejores películas con temática de ciencia ficción llena de una gran crítica y reflexión social.

2027, año que suceden los estragos de la trama, pero pareciera que nos adelantamos, alcanzamos la ficción o nos alcanzó antes de tiempo. Cuarón no deja de lado una de las cuestiones sociales que el mundo sigue enfrentando y es la migración, donde se acrecienta en un caos como el que se presenta dentro del film, donde también se busca estallar una nueva revolución. Chocan gobiernos con sociedad donde Alfonso introduce de alguna manera ambas vertientes y aquí en esta película es donde más deja ver.

Haciendo una película de escenas y momentos que marcan espectacularidad en la pantalla, colocados bajo una justificación humana, algo que es de mucha importancia cuando se aprecia cualquier cinta. Y el trabajo de Lubezki no solo se encuentra en la fotografía, sino en el manejo de la cámara en conjunto con la dirección, una coordinación actoral y de producción con uno de los mejores planos secuencias que se hayan filmado en la historia del cine. Ahora, ¿qué tan lejos estamos de estas películas presentadas? un listado en tres partes que se concluye con estas dos cintas.

martes, 18 de agosto de 2020

La Música y el Espacio, el encuentro de un romance

texto ERIC EDUARTE VILLA

El año 2020 será recordado por muchas cosas y una de ellas será el lanzamiento del cohete Falcon 9 con la capsula Dragon que llevó de nuevo a la Luna a astronautas estadounidenses de la mano de Space X, la primera agencia espacial privada en llevar humanos a órbita. Este acontecimiento histórico me hizo escuchar canciones que hablaran del espacio y fue como se me ocurrió crear esta lista de canciones, tanto en español como en inglés, con esta temática.

Así como existen películas sobre el universo también hay una gran variedad de canciones donde compositores han plasmado el espacio exterior en sus letras con gran significado, algunas lograron literalmente salir del planeta Tierra, así como otras canciones que se encuentran viajando en un disco dorado sobre las sondas Voyager, quizá por eso dicen que la música es universal.

Aquí les dejo esta pequeña lista, una selección nada fácil ya que hay muchas sobre el tema y es imposible abarcarlas todas.

Canciones en español.



1. Lady Blue - Enrique Bunbury
Álbum: Flamingos (2002)

Hablando del romance en el espacio, añadiendo toque de poesía, nos vamos flotando en órbita con uno de los más grandes éxitos del músico aragonés Enrique Bunbury. Ese romance se traduce en nostalgia y melancolía, haciéndonos ver que “el espacio es un lugar tan vacío sin ti”, como se menciona en su letra. La oscuridad fuera en ese espacio es una representación del dolor de la persona que se ha ido.

2. Europa VII - La Oreja De Van Gogh
Álbum: A las Cinco en Astoria (2008)

Siguiendo por nuestro viaje por España nos encontramos con una fantástico tema del grupo de pop originario de San Sebastián. Una reflexión sobre quiénes somos y qué sería de este planeta si se sigue destruyendo, más como un anhelo de ir al firmamento es un escape de un lugar que ya no es habitable, una forma poética de hacer conciencia sobre este mundo, no somos de un país, somos de la humanidad.

En el vídeo se incluyen imágenes de la Segunda Guerra Mundial, el Franquismo en España, los ataques a las Torres Gemelas del 11-S, así como celebridades influyentes como Marilyn Monroe, Nelson Mandela y Barack Obama. Las últimas imágenes son la llegada del hombre a la Luna en 1969 y la famosa protesta del hombre en frente del tanque de Tiananmen, en 1989.

La canción da título a la nave espacial Europa VII, donde un astronauta es enviado al espacio. Al mismo tiempo hace recordar una de las lunas de Júpiter que, precisamente, lleva el nombre de Europa, descubierto por Galileo Galilei en 1610, el único lugar del Sistema Solar donde se cree podría existir vida extraterrestre e incluso ser habitable para los seres humanos.


3. Laika - Mecano
Álbum: Entre el Cielo y el Suelo (1986)

Más que hablar del espacio, es un homenaje al primer ser vivo de este planeta en orbitar la Tierra. La perrita enviada por los soviéticos significó un gran paso para las misiones espaciales de la humanidad, a bordo de la nave Sputnik 2 en 1957. La primera astronauta de cuatro patas se convertiría el mismo día en ser lanzada en una estrella permanente en el cosmos y convertida en leyenda. Laika no volvería teniendo un conmovedor y triste final, lo más que se podría lograr era homenajearla de una manera dulce composición de Nacho Cano 30 años después.

4. Habitantes de Alfa-Centauro encuentran la sonda Voyager - Ismael Serrano
Álbum: Sueños de un Hombre Despierto (2007)

El cantautor madrileño nos regala una bella interpretación de lo que sería el encuentro de seres de otro lugar con una de las sondas Voyager enviadas a explorar el espacio exterior en 1977. Nos relata en la canción la sorpresa de los habitantes de Alfa Centauro al escuchar el disco dorado que lleva la sonda con la información de quienes somos y la música que hemos creado. Los centurianos deciden venir a la Tierra esperando encontrar un mundo maravilloso, esperemos no decepcionarlos. Alfa Centauri es un sistema estelar que se encuentra a 4,7 años luz del Sol, descubierto por el astrónomo francés Nicolas Louis de Lacaille en 1752.

5. Una inquietud persigue mi alma - Iván Ferreiro
Álbum: Val Miñor - Madrid: Historia y cronología del mundo (2013)

Una metáfora de nuestro andar diario con anhelos que se convierten en incertidumbre son traducidos a una forma de viaje astral a la deriva, mirar el espacio vacío lejos del planeta añorando las vivencias de una compañía o de un paisaje como Madrid. El músico galiciano mezcla mucho su gusto por la ciencia ficción con sus composiciones.

Bonus en Español
Vía Láctea - Zoé

Álbum: Memo Rex Commander y el Corazón Atómico de la Vía Láctea (2006)

Un tema romántico lleno de nostalgia, donde se conjura a esa persona mientras se mira las estrellas. El vídeo musical nos muestra a un ser que encuentra a una bella mujer que ha caído con su nave espacial, el ser se enamora de ella y mientras nos inundamos con la letra de la canción surge una especie de momento cinematográfico, la bella mujer es habitante de nuestro mundo mientras el ser de forma humana contempla el sitio a donde se ha ido la bella dama, hacía la Tierra. Con un sonido de rock progresivo característico de la banda mexicana, es uno de los más grandes éxitos de la agrupación.


Canciones en Inglés.

1. The Final Countdown - Europe.
Álbum: The Final Countdown (1986)

La canción de la banda sueca Europe nos lleva a ese sueño del viaje espacial y no volver, a la vez lleva un sutil toque romántico en la letra "Nos vamos juntos pero aun así es la despedida" es como inicia la canción. Es el conteo final antes de un despegue, le dijimos adiós a esta tierra pero es el comienzo de algo nuevo, hacía horizontes nunca explorados, de alguna manera ese es el mensaje, cerrar ciclos y comenzar otros. Una buena canción para despedirse al estar abordo de un transbordador espacial.

2. Rocketman - Elton John
Álbum: Honky Château (1972)

Del sueño de ir al espacio al deseo de no dejar nuestro hogar es lo que nos canta el músico británico. El hombre cohete nos da una reflexión sobre ambas visiones de salir y de lo que tenemos en nuestro planeta que es la familia es lo que nos deja entrever el vídeo de la canción. El tema de uno de los grandes éxitos de Elton sirvió para el título de la película en la que se basa su vida artística, estrenada en 2019, la cual ganó un premio Oscar a mejor canción original, siendo el tema “(I'm Gonna) Love Me Again”.

3. Acroos The Universe - The Beatles.
Álbum: No One's Gonna Change Our World (1969)

Quizá sea la canción más importante de esta lista, su significado va hacía un viaje astral dentro de uno. En la cultura hindú existe la forma espiritual de lograr viajes trascendentales hacía otros planetas, no necesariamente de una forma literal, es una conexión de nuestra mente con la armonía sideral. La canción nació gracias a un viaje que realizaron los integrantes de la banda de Liverpool hacía la India, donde conocieron al gurú Maharishi Mahesh Yoghi, de quien aprendieron la 'meditación trascendental'.

En sus letras lleva el mantra "Jai Guru Dev Om", que se puede traducir como “Gloria al maestro espiritual”, palabras con las que meditaba John Lennon, una relajación para adentrarse en la energía del universo. La canción fue grabada en 1969 y fue hasta el 2008 que logró la historia hacerle homenaje a sus nombre: fue transmitida por la NASA a través de ondas acústicas en dirección a la estrella Polaris, a 431 años luz de la Tierra. Ese día, desde entonces, se dice que The Beatles atravesaron el universo.

4. The Great Gig in the Sky / Brian Damage / Eclipse - Pink Floyd
Álbum: The Dark Side of the Moon (1973)

Es complicado tomar una sola o dos canciones de una de las bandas de rock más importantes de la historia musical. Para llegar apreciar estos tres temas que se han elegido es necesario escuchar todo el disco “The dark side of the Moon” de principio a fin, el sonido que de cada una de las piezas y que fue parte revolucionaria de rock en los 70´s nos hace entrar en una especia de viaje cósmico donde se conectan con nuestros puntos de energía, el diseño que tiene las canciones y sus álbumes son una obra que ha sorprendido y cautivado a músicos y estudiosos de distintas ramas.

Los tiempos de cada sonido y musicalización vibran en una armonía para crear un estado de conciencia humana, algo que se puede decir único y que viene de las mentes de Syd Barret, David Gilmour, Nick Mason, Richard Wright, Bob Klose y Roger Waters. Sin embargo no es el único disco que nos lleva a ese viaje espacial, álbumes como “Echoes”, que sintonizan nuestros sentidos de una forma armónica, donde también se incluyen letras relacionadas con los astros. Otro tema favorito de muchos es "Shine On You Crazy Diamond", que logra de igual manera mantenernos en ese estado de conciencia con su travesía de ocho minutos de intro. Otra canción a mencionar es "Astronomy Domine".


5. Space Oddity - David Bowie
Álbum: Space Oddity (1969)

Por muchos la canción más emblemática sobre la temática espacial. No existe sueño más grande que volar hacía las estrellas, contemplar desde una ventanilla de tu nave espacial el universo entero y atravesándolo para siempre. Es el gran anhelo del Major Tom. Una carta de despedida para la humanidad y para su esposa, la musicalización ayuda a ese deseo de niño de haber sido un astronauta y de decir adiós: aquí en la Tierra ya se logró el objetivo, ahora es tiempo del siguiente paso, el que siempre soñó.

La composición de Bowie realizó también un gran paso para la humanidad en 2013, cuando de la mano del astronauta canadiense Chris Hadfield se filmó una versión de la mítica canción dentro de la Estación Espacial Internacional usando una guitarra, siendo la primera y única hasta el momento en tener un videoclip musical realizado fuera del planeta (Chris, además de ser expiloto e ingeniero, también es músico).

En su momento David Bowie aplaudió el logro del astronauta y calificó lo que hizo como "posiblemente la versión más acertada y mejor creada jamás" en sus redes sociales dos años antes de su muerte. La canción fue estrenada en 1969 para coincidir con el lanzamiento del Apolo 11, con el que se daría el primer alunizaje.

Bonus en Inglés
Fly Me To The Moon - Bart Howard / Frank Sinatra

Álbum: It Might as Well Be Swing (1964)

Un baile con jazz para enamorarse y al mismo tiempo viajar por la Luna y los planetas, escrita por Bart Howard en 1954 y que se volvió famosa cuando la interpretó Frank Sinatra a principios de la década de los 60´s. La canción también tiene un hecho que lo vincula con el Apolo 11, cuando el astronauta Buzz Aldrin, que acompañó a Neil Armstrong, llevó un cassete portátil y al llegar a la Luna reprodujo la versión cantada por el gran Sinatra.

viernes, 14 de agosto de 2020

Editorial: el cortometraje y los festivales

texto ANDREI MALDONADO

Quizá el título de esta editorial, de entrada, no les diga mucho, quizá porque haya sido improvisado al momento de decidirme sobre qué escribir, pero no le iba a dar vueltas al asunto buscando títulos rimbombantes cuando la esencia de lo que quiero abordar en esta ocasión es, de hecho, el cortometraje y los festivales de cine.

Todo comenzó hace unos días, con uno de esos desencuentros que solo se pueden encontrar en redes sociales. En una entrevista en línea una funcionaria dijo que "a cualquier muestra le llaman festival". Cuando el cineasta entrevistado responde que en efecto, una muestra puede convertirse en festival, "ahí está el Festival Paloma Itinerante", la entrevistadora dice "ah, sí, ¿es de puros cortos no?".

Pues déjenme decirles un par de cosas. Primero: hay festivales que no tienen secciones competitivas (aunque este año Paloma Itinerante sí tendrá) y que además los hay especializados en cortos, videoclips, diseño y hasta publicidad. Esto lo digo a colofón de que su servidor, quien escribe estas letras y dirige esta revista, organiza también el Festival de Cine Duranguense Paloma Itinerante.

Segundo: aunque se diga despectivo "puros cortos", un cortometraje no deja de ser una película, breve, pero película, que en 10 minutos cuenta lo que otras no pueden en más de 2 horas (me lo dijo el propio López Tarso). Muchas personas creen que el cortometraje es una especie de ensayo antes de hacer una película, pero esto es una idea errónea, pues el cuento no es un preludio de una novela.

En ese contexto les comparto que nos leen, nos ven y recomiendan en varias partes del globo terráqueo (recientemente tuve noticias desde Colombia), ya que nos leen en Cinéfagos y después ven los cortos duranguenses que están disponibles en línea en la plataforma Paloma Itinerante TV. Esto viene a raíz porque este año Cinéfagos es patrocinador principal de este FESTIVAL (sí, con mayúsculas).

Es así que siempre estaré en defensa del cortometraje (yo soy cortometrajista por elección, no por falta de recursos) y de los festivales de cine, sean enfocados en el largo o corto formato. Y esta revista, Cinéfagos, será también un faro que los defienda pues, como dijera el cineasta entrevistado, “bienvenido cualquier esfuerzo para difundir el cine”. Que así sea.

martes, 4 de agosto de 2020

Paloma Itinerante da a conocer su selección oficial en competencia para la edición 2020

con información de AGENCIAS

El Festival de Cine Duranguense Paloma Itinerante se complace en anunciar su selección oficial en competencia de la edición 2020, integrada por 10 cortometrajes de diferente género dirigidos por duranguenses, estos son:

"Despierta", de Vivyan Castro
"Azul grisáceo", de Corazón Mares
"La bodega", de Iván Santillán
"Wild Thoughts", de Didier Loza
"La resiliencia", de Julio Quezada Orozco
"Technolife", de Javier Campos Weyman
"Jaguar", de Eduardo Luis Alvarado
"Milena", de Johnatán Juárez Sariñana
"Una canción para el fin del mundo", de José Luis Cano
"Confesiones a dos tonos", de Juan José Antuna Ortiz

El ganador se hará acreedor a un reconocimiento, un premio en físico y un premio económico, cuyo monto está por definirse. El festival se llevará a cabo en el mes de septiembre, en fechas y sedes por revelar en tanto las condiciones sanitarias lo permitan.

El jurado oficial será revelado oportunamente durante el mes de agosto. La selección de trabajos corrió a cargo del equipo de programación del festival encabezado por el director Andrei Maldonado y la gestora cultural Alejandra Arellano.