jueves, 20 de agosto de 2020

El cine patológico de Gaspar Noé

texto ANDREI MALDONADO

En la historia del cine sobran los nombres de cineastas que se han vuelto trasgresores de su época por diversas razones, ya sea por denunciar algún conflicto social-político, romper con tabúes preestablecidos o bien abordar una temática polémica, como la sexualidad. En este último rubro hay nombres que son sinónimo de censura, prohibición e incluso espanto, pues han hecho desmayarse a más de uno ante sus brutales propuestas.

Entre ellos están, por supuesto, los nombres de Pier Paolo Passolini, Lars Von Trier, Bigas Luna, Pedro Almodóvar, Alejandro Jodorowsky, entre muchos otros. Ahora que si nos referimos a títulos a nuestras mentes seguro asaltaran algunos que encabezan los listados de los más polémicos de la historia, como Un film serbio, El ciempiés humano, Mártires, Saló o Los 120 días de Sodoma, El Decamerón, Ninfomaníaca, entre muchos otros.

Y si queremos juntar título y nombre seguro daremos con toda la filmografía del franco-argentino Gaspar Noé, un director cuya obra bien podríamos calificar de patológica, pues por momentos los espectadores de sus historias se enfrentan a una enfermedad, una obsesión que raya en la locura por el sexo explícito, las drogas y la degeneración de los individuos en medio de una sociedad tóxica, y eso es decir lo menos sobre su cine.

No es que seamos persignados. Para entender de qué hablamos cuando decimos que el cine de Gaspar Noé puede ser considerado como un patógeno dentro del séptimo arte lo hacemos desde la mejor intención, pues no podemos negar que pocos son los que le pueden ser indiferentes a sus filmes. O lo amas o lo odias, no existen aquí puntos intermedios. Pareciera una declaración que, inconsciente o conscientemente, hizo el propio director.

Basta recordar cómo fue que entró de lleno al escenario mundial del cine, con el estreno de Irreversible en el Festival de Cannes en 2002, con el cual inauguraría su tradición de dividir al público en dos: quienes desearían censurarlo de por vida y los que quisieran participar en una de sus cintas. La violencia como declaración de principios quedaría instaurada con la impactante escena de la violación de Alex (Mónica Bellucci) que nadie olvidaría.


Más tarde, con Entra al vacío, el director avecindado en Francia volvería a crear polémica, ya que esta historia, además de refrendar el estilo fílmico del director, volvería a tener el acto sexual como gen primordial, en un ambiente repleto de claros y oscuros, luces de neón y un especie de juego onírico entre las drogas y la reencarnación. Para este punto Noé ya tenía un nombre más que asentado, que ponía sobre aviso al público a donde llegara.

Cannes fue nuevamente el escenario con el que Gaspar tensaría a la crítica especializada, al presentar Love, película en la cual la veneración y culto al sexo y a los órganos reproductores se exaltaría de forma nunca antes vista, pues la experiencia esta vez era en tercera dimensión. Definitivamente una polémica declaración de “amor”, envuelta en un Ménage a trois que ponía sobre la mesa temas tan actuales como el llamado poliamor.

La más reciente obra fílmica de Noé no podría ser menos polémica. Clímax supone nuevamente un logro técnico-narrativo, donde por espacio de una hora y 37 minutos el espectador no tiene descanso, pues es testigo de la degeneración de la sociedad humana en una fiesta que se sale de control, en la que el LCD y el alcohol se unen a los conflictos de identidad para crear un pandemónium donde todo sale mal en medio de una danza perfectamente armónica.

Meritorio es que, con el paso del tiempo, Gaspar no solo perfeccione sus formas de hacernos incomodar, sino que cada nueva película contenga su esencia propia, más allá de que en el fondo tengan ese sello indiscutible que las reconozca como películas suyas. David Lynch -otro polémico cineasta- decía que si sus películas lograban incomodar al público, habían cumplido con su objetivo. El fin es no pasar desapercibido, y el cine de Gaspar Noé, patológico o no, jamás pasa desapercibido.

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