texto ANDREI MALDONADO
En recientes días tuve la oportunidad de charlar con la realizadora duranguense Deniss Barreto, en una experiencia que, aunque se ha vuelto común, yo no había tenido la oportunidad de vivir: por videoconferencia. Y no es que antes no hubiera hecho entrevistas vía telefónica, vamos, eso es de ley para cualquier periodista. Lo que pasa es que, al menos para Cinéfagos, el 99.9 por ciento de las entrevistas habían sido presenciales (salvo dos vía e-mail).
En virtud de la ocasión aproveché para hablar con ella sobre su experiencia en el Festival de Cine de la UNAM (FICUNAM), quizá uno de los últimos certámenes presenciales que se tuvieron en nuestro país antes del comienzo de la cuarentena por la pandemia del Covid-19, en el cual Deniss tuvo la oportunidad de presentar fuera de competencia Ricardo sin cabeza.
Este mediometraje fue presentado a principios del mes de marzo en el Centro Cultural Universitario de la máxima casa de estudios del país, concretamente en la Sala José Revueltas, dentro de la Sección Atlas, una curaduría experimental que presentó sala llena y una buena recepción, donde la audiencia destacó las influencias de esta novel directora y el discurso de feminismo y nueva masculinidad que presenta en su más reciente trabajo.
Deniss participó además en el Encuentro de Nuevas Normativas con Perspectivas de Género, con el diálogo “Normatividad e interseccionalidad en el punto de vista cinematográfico”, junto a la socióloga Yásnaya Elena Aguilar y el cineasta Andrés Clariond Rangel, en donde se analizaron varios tópicos, entre ellos la mayor libertad con la que hoy se pueden abordar los temas de perspectiva de género y los puntos de vista dominantes en los filmes.
En su opinión sería equivocado empezar a clasificar al cine de acuerdo a si posee o no perspectiva de género; “debemos ser más abiertos, ver las cosas desde un ángulo diferente” apunta Barreto, quien añade que el público asistente participó activamente en dicho foro, que permitió además un intercambio de ideas con los dos participantes con los que compartió escenario.
Le pregunté también acerca de su labor como coordinadora estatal de Ambulante, el festival de cine documental que por primera vez llegaría a Durango, y que lamentablemente por la pandemia tuvo que trasmutar a Ambulante en Casa, un formato que, pese a que cumplió con todos los retos que se impuso de llevar las propuestas, las conversaciones y hasta los conciertos a los hogares a través de la plataforma on-line, perdió su esencia primaria.
Y es que la entrevistada reconoció que a nivel estatal no se logró el principal objetivo, traerlo a Durango, regionalizarlo en sus contenidos y poder tener un diálogo cara cara ente asistentes e invitados, algo que no se podrá hacer este año y que para 2021 está en veremos, tanto por la pandemia como en lo referente a los presupuestos y distribución, pues hay más ciudades en el país que esperan que Ambulante las tome en cuenta como sede.
Ya entrados en temas de pandemias, le pregunté a Deniss sobre el estado actual de sus proyectos debido a la cuarentena, y aunque reconoció que actualmente no se puede salir a buscar locaciones, como cineastas debemos estar un paso adelantados ante cualquier situación y contexto, “debemos tener plan A, B, C y así hasta el infinito, no podemos quedarnos sin avanzar. Podemos encontrar formas diferentes, así como Ambulante las encontró”.
La entrevistada agregó que los realizadores estamos acostumbrados a trabajar contracorriente y que muchas de las dificultades actuales, como la obtención de fondos, siempre han estado ahí, con virus o sin virus; “lo difícil es para quienes ya estaban en rodaje o estaban por estrenar, la pandemia le va a dar un golpe al cine, pero debemos de salir adelante. Quienes puedan seguir trabajando, que lo hagan, en la medida de sus posibilidades”.
Sobre Ricardo sin cabeza
Es natural que en el proceso de formación el cineasta busque por diversos caminos llegar a identificarse con un tipo de narrativa propia, que a su vez le permita que el público identifique su cine como tal. Tras ver Ricardo sin cabeza no me cabe duda que Deniss ha encontrado el cine que quiere hacer y las historias que quiere contar, y que es la más autoral de los jóvenes cineastas duranguenses.
No es que con sus anteriores trabajos no lo haya logrado, sino que con Ricardo… ella deja de manifiesto que no solo le interesa la feminidad, la soledad y la sexualidad como temas principales en su narrativa, sino que también es capaz de deslumbrarnos con personajes intensos, con experiencias vivas y humanas, un cine que más que mostrar, sugiere, y así también cuenta historias.
Con impecable fotografía, inmejorables locaciones y excelentes actuaciones (breve pero poderosa es la presencia de Karen Covarrubias, una de las mejores actrices jóvenes duranguenses del momento) al mediometraje Ricardo… no le faltó nada, si acaso solo unos minutos más para ser un largometraje o, visto desde otra perspectiva, le sobró tiempo para ser un corto, formatos que le hubieran sido más beneficiosos para su exhibición comercial o festivalera.
Reminiscencias al cine de Carlos Reygadas, Amat Escalante y, por supuesto, al cine de Andrei Tarkovski, son tremendamente visibles en una historia que pone en manifiesto las anquilosadas costumbres machistas del padre de familia mexicano, que no por ser tremendamente visibles son del todo ciertas, cosa que queda de manifiesto con el final que sufre (literalmente lo sufre) el personaje principal, cuyo propio antagonismo termina sepultándolo en la derrota y la soledad.
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