miércoles, 19 de noviembre de 2014

Navajazo: Entre el imaginario colectivo y la cicatriz de la realidad

por ANDREI MALDONADO

Cruda, pero con cierta poesía. Documental, pero con la intromisión de una ficción realista. Perturbadora pero romántica. Sarcástica e irónica, ruda, impúdica y agresiva con el espectador, pero divertida a su manera. Así es "Navajazo", obra del novel cineasta Ricardo Silva, la cual puede recibir todos los adjetivos del mundo y más.

Premiada como la mejor película del Festival de Cine Mexicano de Durango en su edición 2014 y también galardonado en el Festival de Cine de la UNAM y el Festival de Cine de Locarno en Suiza, "Navajazo" se nos presenta así, de tajo, como una incisión en todo aquello que vemos a diario y que no queremos ver, haciendo hablar no a lo silente, sino a lo que por voluntad calla.

El equipo de Cinéfagos tuvo la oportunidad de charlar con Ricardo y esto fue lo que nos dijo:

¿POR QUÉ LLAMAR A LA CINTA “NAVAJAZO”?

La película se llama navajazo porque si yo paso por una marquesina y leo ese título, definitivamente me quedo a verla. Pero también las heridas hechas con navajas siempre son más profundas de lo que uno alcanza a ver y siempre dejan cicatriz.

¿FUE PENSADA ORIGINALMENTE COMO PELÍCULA?

¿A qué te refiere usted por película? Siempre fue pensada como un documental. La duración nunca me preocupo realmente.

¿CUÁL FUE EL IMPACTO QUE CREISTE QUE TENDRÍA?

El impacto uno nunca se lo imagina. Me imagine que ocasionaría algún tipo de controversia, aunque esto nunca fue mi intención.

¿QUÉ ASPECTOS ANTROPOLÓGICOS Y SOCIOLÓGICOS TOMASTE EN CUENTA PARA EL DESARROLLO DEL DISCURSO?

Ningún aspecto antropológico o sociológico fue tomado en cuenta para la realización, así como ninguna animal fue herido.

¿CÓMO SELECCIONASTE A LOS PERSONAJES QUE INTERVENDRÍAN EN EL DOCUMENTAL?

Conocí a todos mis personajes en la ruta que tomaba diario a mi preparatoria.

¿QUÉ FUE LO MÁS DIFICIL DE FILMAR?

Lo más complicado de grabar fueron algunas escenas de noche, pero por una cuestión técnica. El resto de los sucesos me son más o menos usuales.

¿ES TIJUANA REALMENTE LO QUE EL RESTO DEL PAÍS CREE QUE ES?

Tijuana es justo sólo eso: un lugar en donde lo que te imagines puede suceder, si tienes el suficiente dinero o influencia. Entonces no se sabe que vino primero, si el imaginario colectivo de Tijuana o la Tijuana que hizo posible ese imaginario. Lo cual no es necesariamente malo. Tijuana es un lugar donde todo, bueno y malo se puede hacer

¿QUÉ IMPRESIONES HAS RECIBIDO DEL EXTRANJERO Y EN EL PAÍS?

La gente en el extranjero esta fascinada, viendo a través del plexiglas de la pantalla de cine el zoológico más patético con el que han cruzado en un buen rato. Les encanta usar la palabra "fuerte", quien sabe porque.

¿QUÉ LUGAR DEBERÁ OCUPAR “NAVAJAZO” EN LA FILMOGRAFÍA NACIONAL?

El lugar que debería ocupar es el que se merezca.

¿QUÉ PROYECTOS TIENES EN PUERTA?

Estamos en la pre de un proyecto nuevo el cual nos llevara un par de meses consolidarlo en nuestra cabeza lo que te puedo decir es que habrá horror en este será una mezcla de vampiros contra sicarios en Tijuana esa será la esencia.

viernes, 14 de noviembre de 2014

¡Reborujo! NAVAJAZO, ÚLTIMA FUNCIÓN DEL AÑO DE CINE MEXICANO…. Y necesitamos mucho más cine nacional

por CHRISTIAN SIDA-VALENZUELA

Hace casi un año me le acerqué al entonces recién nombrado director del Instituto Municipal del Arte y la Cultura, Lauro Arce, a quien le propuse que de mi voluntad propia y sin pedir compensación, programar una semana al mes una película mexicana. Lauro dijo que sí, y desde entonces, con la ayuda del programador de la Cineteca Durango, mi amigo Miguel Ángel Orona, hemos programado más de 15 películas mexicanas.

En enero de este año comenzamos este ciclo con “Fecha de Caducidad” de Kenya Márquez, quien nos visitó en Durango para la función de apertura, y entre otras, hemos presentado las cintas ‘’Quebranto’’, ‘’No quiero dormir sola’’, ‘’El lenguaje de los machetes’’, ‘’Heli’’, ‘’Post Tenebras Lux’’, ‘’Rezeta’’, ‘’Workers’’, en fin, una excelente variedad-propuesta de un cine mexicano diverso.

Yo le agradezco al IMAC su voluntad por aportar un espacio en el que podemos regresarle al público mexicano por lo que paga: el cine mexicano. Ya que algo así como el 90% del cine nacional está subsidiado por el estado, insensato es, que no se regrese a quienes lo pagamos.

En una país que no protege a sus artistas con leyes contundentes a favor de su cine y con dos cadenas de cine que son dueñas del 90% de las 6 mil pantallas en el país y que arrincona al cine nacional a horarios imposibles para el público, y eso solo cuando se apiada de presentar nuestro cine (porque el cine mexicano, nuestro bien cultural, no debe entrar en la salvaje ley del mercado) es importante mencionar éste esfuerzo del IMAC, que no es un esfuerzo titánico, cada municipio en éste país debería tener una sala digital dedicada al cine nacional, el Instituto Mexicano del Cine debería tener un departamento de vinculación con comunidades, municipios y un fondo para formar exhibidores de nuestro cine.

Lo que me da ánimo de continuar como promotor del cine mexicano es que el cine mexicano EXISTE, no nos lo tenemos que inventar, no son ya los terribles años noventa del cine nacional cuando había una producción mínima, estamos produciendo más de cien películas al año, igualando en número de producciones de la época del cine de oro, con malas, buenas, excelentes, regulares, cintas de drama, romance, ciencia ficción, cine de autor, de denuncia, etcétera, el cine mexicano no es un género como alguna gente lo sigue encasillando y como Blockbuster lo tenía en sus stands (al lado del género infantil, estaba el género de ‘’cine mexicano’’, cómo si todo fuera uno).

Hace unos días leí que Carlos Reygadas comentaba que su más reciente cinta ‘’Post Tenebras Lux’’, en salas comerciales del estado de Morelos había tenido 300 espectadores, pero en Cine Morelos en Cuernavaca entraron mil personas a verla, y esto se debe al esfuerzo encabronado de Miguel Ángel Mendoza, director de esa sala y gran promotor del cine nacional.

Es decir, tratándolo como igual, de tú a tú, el cine mexicano tendría mucho más público. Hay esfuerzos que son otros ejemplos invaluables, como la organización ‘’Oaxaca Cine’’, que cumple tres años por estos días de exhibir cine internacional y nacional y que debe cumplir muchos más con esas salas llenas en el precioso teatro Alcalá de Oaxaca.

También en Oaxaca, la organización ‘’Aquí Cine’’ que dirige mi amiga Luna Marán, de manera independiente forma exhibidores que exhiben nuestro cine en comunidades del estado y, a esto regreso, ¿de qué nos sirven los grandes fondos para la producción, sino tenemos espacios de exhibición y quienes realicen la tarea de promoción? Un gran fondo para formar exhibidores y crear espacios donde se pueda exhibir de manera digna, es más urgente aún.

No sé si sea la respuesta, pero algo así como replicar en México los Espacios INCAA de Argentina (el INCAA es el equivalente argentino al IMCINE) podría funcionar, que son salas digitales regadas por todo el país presentan la producción nacional. Con las nuevas tecnologías no es imposible ni costoso crear los espacios y tenemos la materia prima de sobra: nuestro cine nacional. Pero para esto necesitamos exhibidores, promotores.

Se va acabando el año, otro gran año de cine nacional, y espero que en el 2014 existan más iniciativas independientes o de municipios de seguir abriendo u otorgando espacios a nuestro cine.

Como última función del año, presentaremos en la Cineteca Municipal ‘’Silvestre Revueltas’’ NAVAJAZO, la película ganadora no solo del VI Festival del Nuevo Cine Mexicano, sino también del Festival de Riviera Maya, FICUNAM, Locarno y Milán y seguro que muchos premios más le vendrán. Gracias a la productora Paulina Valencia y al director Ricardo Silva por permitirnos mostrar ésta cinta para cerrar con broche de oro un año que comenzamos éste experimento, pero estoy seguro que el próximo será mejor y mejor. La película comienza mañana sábado y estará por toda la semana, para horarios exactos, consulten la cartelera.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Abraham Escobedo: la juventud documental

por SETH ÁLVAREZ
fotografía PABLO ÁLVAREZ


Abraham Escobedo Salas es un joven director y guionista Zacatecano, residente en Guadalajara, que pertenece a la nueva generación del medio cinematográfico. Tuvimos una pequeña charla, donde nos platicó sobre su nominación del Ariel, sus inicios y sus proyectos futuros.

Desde la última vez que nos vimos en el festival Zanate del año pasado, donde recibiste el primer lugar como documental universitario, han pasado muchas cosas con tu documental B-boy ¿Qué nos puedes decir?
Pues creo que Zanate fue un cierre de esa racha increíble de pisar festival y ganar. El documental se exhibió en otros festivales y espacios como en Toronto o en el FICUNAM, pero recibir la noticia de la nominación del Ariel, esa fue una gran noticia, fue como la graduación del docu.

Si, te ha ido muy bien con B-boy, pero déjame preguntarte por tus inicios, ¿Cómo empieza tu interés por lo audiovisual?
Creo que es un interés que ha ido creciendo, a partir de otras actividades artísticas que hacía por hobbie. Cuando no estaba jugando fútbol, dibujaba, entonces vino la pintura, luego la fotografía; una cosa me llevó a la otra.

Pero, ¿tenías definido el cine?
No, pero curiosamente en la secundaria me junté con unos amigos y quería hacer una película de terror, nunca pensé en esto como una carrera, sólo sabía que quería hacer una película. No sabía cómo pero experimente el rol de director por primera vez con una cámara prestada y un guión de dos hojas escritas con lápiz.

Entonces ¿Cuándo te decides formalmente por esta carrera?
Formalmente lo pensé cuando estaba en la prepa, en cuarto semestre. Es cuando te empiezan a preguntar en la escuela y en tu casa ¿qué quieres hacer de tu vida? Yo quería ser futbolista, así que nunca había pensado en otra cosa.

¿Y tu familia te apoyo?
Fue difícil porque nadie en mi familia o alguien cercano se dedica al arte, entonces no es tan fácil que acepten la idea. Mis papás pensaban que yo iba a estudiar Arquitectura, pero las matemáticas y la física no se me daba mucho, entonces yo no lo consideré una opción.

Tú eres de Zacatecas, ¿Qué haces en Guadalajara?
No existe carrera de cine en Zacatecas, para estudiar cine hay que salir a las ciudades grandes.

¿Hiciste la carrera de cine?
Sí, en la Universidad de Guadalajara.

Entonces ¿cuál es tu fuerte: el guión, dirección, producción…?
Yo quiero dirigir. Y como Coppola le dijo alguna vez a George Lucas, "si quieres dirigir, tienes que aprender a escribir" me gustaría hacer las dos cosas.

¿Ficción o seguir con el documental?
Quiero hacer cine. No importa el género. Depende de mi interés en ese momento. Aunque creo que se resume un poco a... cuando tenga dinero para producir ficción lo haré, cuando no, haré documental.

¿Cuáles son tus referentes artísticos?
Vengo más de una generación que creció con animé japonés, sobre todo de series de televisión. Ya con el tiempo fui descubriendo maestros del cine, del arte, de la foto.

Tú que te vas más por la dirección, ¿quiénes son los directores que te han influido?

No sé si han influido de una manera que se note en mi trabajo, pero me gusta el trabajo de Fernando de Fuentes, José Padilla, Park Chan-Wook y Coppola.

Y ¿Documentalistas mexicanos?
Everardo González.

¿Cuál es el último documental que viste y que recomiendes?
Creo que el trabajo que realizaron en THE CRASH REEL es impresionante, entretenido, fuerte.

Sabes cual documental me latió mucho, Sugar Man.
Justamente lo vi ayer por tercera vez, muy chido, las buenas historias siempre son buenas para repetir.

Y ¿mexicano?
Quebranto, El Alcalde; aunque mi favorito: “Los que se quedan”, ese siempre se tiene que recomendar.

Dentro del trabajo que realizas ¿qué es lo que más disfrutas?
Aprender de todo y de todos. Soy como un niño curioso y este trabajo te permite eso, explorar el mundo exterior e interior del ser humano.

¿Para qué sirve el cine? ¿Cuál es tu opinión?
Es difícil definirlo, para mí el cine sirve para maravillarnos o aterrarnos del mundo, contar nuestras experiencias y hacerlas colectivas. Al momento, podría decir eso, es una invitación a vivir otras vidas.

Y buscar respuestas, reflexionar…
Claro, quién sabe si encuentres respuestas, pero por lo menos estas escarbando para encontrarlas.

Hablando de hacer documental, para platicar de algo en específico, ¿Cómo es tu proceso creativo?
Eso si no lo puedo definir, quizás cuando tenga más producciones terminadas podré tener un mapa sobre mi forma de trabajo, por ahora lo sigo descubriendo.

¿Con quién te gustaría trabajar en México?
Con quien se deje (ríe)

¿Hay algún director zacatecano?

Iván Ávila Dueñas.

Y con él, ¿No? de paisano a paisano
Pues me gustaría aprender de él, pero por ahora no se ha dado la oportunidad.

Algún libro que te gustaría adaptar al cine
Me gustaría adaptar algunos cuentos de Rulfo, ya escribí la adaptación de uno, pero quién sabe si llegué a tener los permisos algún día. De los contemporáneos, me gustaría adaptar algo de Villoro.

¿Como ves el cine mexicano actual?
Creo que el año pasado fue estupendo para las producciones nacionales, pero aún sigo pensando que los apoyos no se distribuyen como deberían.

¿Cómo te ves en un futuro, donde te gustaría llegar?
Ya veremos a donde me lleva mi trabajo, lo importante para mí es conseguir los apoyos para seguir produciendo cine.

¿Tus próximos proyectos?
Estoy finalizando mi tesis de ficción que se llama "El Barbero" y tengo otro proyecto documental que espero poder finalizar el próximo año.

Ya por ultimo háblame un poco más de B-boy.
El proyecto nace de la fascinación que tengo, primero por el baile, en especial por el breakin' que es como el fuego, siempre fluyendo, siempre cambiante, con mucho poder.

¿Ya conocías al protagonista?
No, pero todo fue muy orgánico, fue más el inicio de una amistad que una investigación, tanto así que me reúno con ellos cada que puedo.

¿Tenías idea a donde te llevaría este proyecto?
No, y eso es lo maravilloso del documental, muchas veces tú también te vas sorprendiendo con lo que sucede en el camino; ganó 2 premios y 4 menciones, mención en Morelia y en Short Shorts. En este último me dio mucho gusto porque entre el jurado estaba Everardo González, que es un gran ejemplo para mí. Todos estos premios te dan energía para seguir trabajando con más fuerza.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Jorge Russek, el actor que amó a Durango

por ERIC EDUARTE VILLA

Corría un Julio de 1998 cuando el actor sonorense Jorge Russek cayó accidentalmente en la calle principal del set cinematográfico de Durango “Chupaderos”, acompañado en ese entonces de su amigo el también finado Rodolfo de Anda. A él le pidió que se encargara de esparcir sus cenizas en esa calle de aquel pueblo western. Fue un momento para bromear sobre el incidente, sin pensar Rodolfo que después de 15 días de que Russek tropezó en ese sitio, se le estaría cumpliendo esa promesa.

Jorge Russek desde entonces se convirtió en una leyenda para la industria fílmica de la entidad duranguense, teniendo en su haber más de 70 producciones en cine y televisión, donde destacan filmes como: The Wild Bunch, Butch Cassidy and the Sundance Kid y Soldier Blue, Pat Garrett y Billy the Kid, The Return of the Man Called Horse, Missing, Licence to Kill, Ámbar, Pedro Páramo entre muchas más. Durango, una ciudad que lo adoptó y él mismo no sólo la convirtió en su nueva residencia donde filmó, actúo y fotografío gran parte de su vida artística, sino que aquí hizo su hogar de su eterno descanso.

Como fotógrafo, Russek manifestó su cariño por Durango capturando los parajes más bellos de este estado y creando desde su lente la famosa fotografía de dos jinetes en un atardecer a contraluz en El Arenal, Durango. Imagen que le dio la vuelta al mundo Hace algunos años a la telesecundaria de la comunidad de Chupaderos, se le otorgó el nombre de Jorge Russek en honor a su gran labor que heredó en esas tierras. En sus palmarés destacan dos Arieles, uno de ellos fue por su actuación en la película “De Todos Modos Juan te Llamas”, dirigida por Marcela Fernández Violante, y la segunda fue por su actuación en la película “La Última Batalla”, dirigida por el cineasta durangueño Juan Antonio de la Riva.

sábado, 1 de noviembre de 2014

El Gran Hotel Budapest: una cinta muy Anderson

texto FERNANDO TEODORO

En su octavo largometraje Wes Anderson (Moonrise Kingdom) nos muestra que está obsesionado con los detalles, por ello logra una obra del más alto nivel que las anteriores. El argumento del film se centra en la región de Zubrowka y narra cómo Zero Moustafa, quien inicia siendo botones, llega a ser dueño del Gran Hotel Budapest; ésta historia inicia en los años treinta y se desarrolla durante la primera y segunda mitad del siglo XX, con momentos tan irreverentes de comedia absoluta y acción plena e hilarante.

Lo que marca a esta película es la obsesión por la perfección en todos los sentidos. Wes Anderson pone en la mesa todos los elementos que antes ya había ejecutado en anteriores cintas pero ahora, tras algunos años de experiencia, pues recordemos que es un cineasta joven, pone de manifiesto todos esos elementos con un desarrollo estético pleno.

Lo que salta a la vista desde el primer momento son los encuadres. La búsqueda y ejecución del encuadre centrado impera; ya sea que el personaje esté en el centro de la escena o bien en eje “simétrico” a algún objeto se observan durante todo el metraje. Ya sea en escenas de planos abiertos o cerrados, en la acción o momentos de comicidad los encuadres están sumamente cuidados.

La imaginación de Anderson se desborda durante la cinta; es increíble la cantidad de detalles que podemos observar y que están insertos dentro de cada locación. Podemos hablar desde el diseño de interiores de cada mansión, hotel o monasterio; que van de la mano con un manejo de la cámara esplendido. El buen gusto por el arte se hace presente dentro del film. Con el uso de obras creadas específicamente para la cinta o bien arquitectura muy ad hoc al estilo del film.

Por si esto fuera poco aparte del desborde estilístico de Anderson hay un desborde de estrellas cinematográficas; entre las que podemos encontrar a Ralph Fiennes, Adrian Brody, Willem Dafoe, Jude Law y Edward Norton. Sobra decir que cada uno de estos probados actores cumple con su papel dentro de la cinta.

La obra de Anderson está basada en escritos de Stefan Zweig y tiene una narrativa sumamente fluida que logra enganchar al espectador desde las primeras escenas; para lograr dicho objetivo se utilizó una buena banda sonora de compañía que hace de cada secuencia segundos prodigiosos en el film. Si este fuese el último film del Anderson estaríamos ante su obra más grande.

De tal Padre Tal Hijo: la herencia y la familia

por FERNANDO TEODORO

Largometraje del director japonés Hirokazu Koreeda (Caminando aún, 2008) atraviesa el arco narrativo de un melodrama con arrojo y audacia. De tal padre, tal hijo, es una obra mayor.

La historia se centra en la familia Nonomiya conformada por tres integrantes: Ryota (Masaharu Fukuyama), padre dedicado al trabajo y al progreso personal a partir del esfuerzo y dedicación diaria. La madre Midori (Machiko Ono), mujer dedicada a las labores del hogar y a descargar el peso de la escuela que su hijo intenta sobrellevar. Y por último Keita (Keita Nonomiya), niño de seis años que a pesar de su corta edad es estrictamente influenciado por su padre a estudiar y realizar actividades extracurriculares, como lo es tocar el piano.

El argumento es quizá demasiado extraño de imaginar. Después de seis años el hospital en el que nació Keita hace una llamada a la familia Nonomiya para decirles que Keita no es su hijo biológico. El hospital acepta la responsabilidad de lo ocurrido y junta a las familias afectadas para en primera instancia proponer y si ambas deciden realizar un intercambio de niños.

Las disparidades son enormes; por un lado la familia Nonomiya es los que podemos considerar una familia con un alto poder adquisitivo, mientras que la otra parte afectada es más bien clase media; y es en este punto donde la confrontación del sentido de la naturaleza humana frente a la creación del vínculo social de convivencia -entiéndase afectivo, personal y cultural- se pone sobre la mesa para el debate.

Cuando Ryota se entera de que Keita no es su hijo biológico lo primero que dice es “Ahora lo entiendo”; así es, ahora entiende el por qué Keita no es un niño a semejanza propia, el cual le hace no tener la constancia en sus actividades, como tocar el piano ¿Qué es más importante aquí, seis años de convivencia diaria o la relación consanguínea? En una escena en la oficina el jefe de Ryota le dice “¿Tu sangre?, esa es una idea antigua” pues bien el director apunta a las tradiciones y formas de pensamiento que parecen hoy día han quedado atrás y para muestra lo siguiente:

En un fin de semana mientras las familias afectadas se unen para entablar relación con los niños Yudai, padre biológico de Keita, cuenta la anécdota de que su padre volaba cometas con él, y que hacerlos volar era muy difícil en aquellos días, a lo que Ryota responde “Mi padre no era de los que volaban cometas con sus hijos” y Yudai le contesta “Claro, pero nada te obliga a actuar como lo hizo tu padre”. El cambio de mentalidad y de concepto sobre la paternidad se ha establecido. Estos argumentos de la cinta adquieren mayor valor cuando se recuerda que la cultura nipona está arraigada a formas de pensamiento y tradiciones sumamente profundas.

Quizá para quienes piensen que el melodrama carece de hondura encuentren en esta cinta la perfecta refutación a esa premisa. Sin duda el arco narrativo va de “a” hacia “b” con suma delicadeza y audacia. En su sentido más primario y superficial, De tal Padre, tal hijo nos remite al significado de la paternidad; pero desde otro punto de vista es un ensayo sobre las formas culturales y de convivencia que imperan hoy en día y que en muchas situaciones rompen con lo establecido.

Quizá Hirokazu Koreeda no sea tan llamativo a la hora de filmar como lo es Wong Kar Wai, pero en términos cinematográficos la estética visual de ésta cinta es sobresaliente, con planos abiertos y movimientos de cámara perceptibles pero nada bruscos que son sin duda portentosos. Mayor aún es la proeza de que sin un clímax –quizá podemos considerar momento clave cuando Ryota observa el trabajo fotográfico que ha hecho Keita con la cámara, y éste estalla en llanto- Koreeda haga de su obra un filme que reflexiona sobre sí mismo. Y claro sobre nuestras prácticas socio-culturales.