texto ERIC EDUARTE VILLA
El cine se convirtió en el arte de conservar los recuerdos del mundo una tarde en un café de París. Aquella vez aún nada existía de lo que hoy conocemos como el séptimo arte, simplemente se daba a conocer un aparato nunca antes visto que registraba el andar de las personas. Un registro que varios años después se le llamó Cine Documento.
Después de que las historias ficticias se apoderaban del cine, el documentar los acontecimientos diarios no dejó ser un atractivo para contar historias. La gente quería saber cómo era su mundo, había que seguir haciendo registros fílmicos de todo lo que se pudiera. Entonces los documentales nacían poco a poco, hasta llegar a ser un género cinematográfico de gran importancia y necesidad de saber como vivían las personas, como eran las ciudades, las historias que guardaban.
En 1922 nace el primer documental titulado Nanook of the North, traducido al español como Nanuk, el Esquimal, irigido por uno de los padres del documental, Robert Flaherty. Documental que fue dos veces filmado, ya que los primeros 10 mil metros de cinta con material ya capturado fueron destruidos por un incendio. Curiosamente fue algo que a Flaherty no le preocupó ya que todo lo que había registrado no le había gustado. Mucho tiempo después algunos especialistas del género no lo consideraron un documental ya que ciertas escenas se encontraban manipuladas por el mismo director, casi al grado de caer en algo de ficción. Un trabajo que sólo se enfocó a registrar la vida de un esquimal.
El segundo padre del documental, Dziga Vértov, llegaría a dejar un gran legado con su film El hombre de la cámara, que muestra la vida en día de un operador soviético, dedicado a filmar San Petersburgo desde el amanecer hasta el anochecer, relacionándose con la modalidad de documentales urbanos que tuvieron gran éxito en aquella época y de esa manera ir construyendo parte del lenguaje audiovisual.
Después de aquellos trabajos de Robert y de Vértov llegaron más creadores a seguir guardando la realidad como tal, el documental fue evolucionando hasta tener clasificaciones dentro del género. En esa evolución nuevos directores dejarían su huella en la historia del cine.
Uno que dejó una gran huella en la filmografía de México fue el ruso Serguéi Einseinstein con aquella excelsa obra fílmica inconclusa titulada ¡Viva México! que Serguéi nunca llegó a montar, y que durante mucho tiempo fue reconstruida por varios directores presentándola bajo diversos nombres: Thunder Over Mexico, Eisenstein in Mexico, Death Day y Time in the Sun. Y fue a finales de los 70´s que el compatriota de Einseinstein, Grigori Aleksándrov, tomó los story boards originales e hizo el montaje del documental, teniendo una aproximación a lo que Serguéi buscaba obtener, siendo esa edición la que se ha exhibido por todas partes.
Este trabajo no sólo ha pasado a la historia siendo una de las obras inconclusas de unos de los mejores directores rusos, sino también por ser la pionera en registrar monumentos arqueológicos de México, dándoles un aire cinematográfico, reflejando también el sincretismo de las distintas visiones que coexisten en México alrededor del tema de la muerte.
A lo largo de estos 120 años de cine, el documental ha dejado grandes trabajos por todo el mundo y registrando la historia diaria que se genera. A lo largo de ese tiempo han surgido diferentes tipos de documental; Centrado en un acontecimiento, De viaje, Ciudad amurallada, de carácter Histórico, El documental del absurdo, Película de tesis, La comedia excéntrica, Película biográfica, El documental negro, Documental cronista, Documental abogado y Documental explorador.
La ficción también se ha valido para mezclarse con el documental, creándose el llamado Falso documental, que de ser un experimento se ha convertido en género bien logrado, teniendo un recurso narrativo diferente tanto de la ficción como del documental mismo, una apuesta aceptable por la audiencias y que poco a poco ha obtenido excelentes resultados. Los primeros trabajos de los Falsos documentales incluye la obra fílmica de Woody Allen titulada Zelig, de 1983, que narra la vida de un hombre que adopta la apariencia de las personas que tiene alrededor. Han sido muchos los trabajos bajo este formato donde destacan las películas The Blair Witch Project, Rec, Alien Aduption, Noviembre, Un día sin mexicanos, The Fourth Kind, La verdadera historia del cine, entre otros. Algunos de ellos dentro del género del terror donde llevan al espectador a ser un protagonista más, teniéndolo en primer plano y experimentar la tensión y los miedos de forma casi real y personal de la forma más cercana posible.
Además de las películas ya mencionados les dejamos esta breve lista con 10 documentales recomendados.
1. Born into Brothels (Nacidos en el Burdel) Dir. Ross Kauffman & Zana Briski
2. Waltz With Bashir (Vals con Bashir) Dir. Ari Folman
3. 5 Broken Cameras (Cinco Cámaras rotas) Dir. Emad Burnat, Guy Davidi
4. Searching for Sugar man (Buscando a Sugarman) Dir. Malik Bendjelloul
5. War Photographer (Fotógrafo de Guerra) Dir. Christian Frei
6. The Imposter (El Impostor) Dir. Bart Layton
7. Quebranto – Dir. Roberto Fiesco
8. Let It Be - Michael Lindsay-Hogg
9. Pina – Dir. Wim Wenders
10. Suite Habana – Dir. Fernando Pérez
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