martes, 28 de mayo de 2019

Crear algo de la nada: una entrevista con Jesús Osvaldo Pérez Andrade

texto RAFAEL RENTERÍA

Todos nacemos como novatos, pero lo que nos gusta hacer, lo que nos atrae, nos crea nuevas experiencias. Y, con el paso del tiempo, estos gustos nos pueden animar a probar cosas interesantes o en grande, como en el caso de Jesús Osvaldo Pérez Andrade, un admirador del mundo del cine que ha incursionado en este ámbito.

Con 43 años de edad, no fue sino hace dos años que tomó la decisión de convertirse en creador. Su primer paso fue el curso de capacitación de la Red Nacional de Polos Audiovisuales que, por coincidencia, era la primera vez que se realizaría en Durango. Esa capacitación lo preparó para realizar su primer cortometraje, Tras bambalinas, y su trabajo más reciente, Cortito.

El trabajo, para muchos, puede ser complejo, pero para Jesús no es así. Si bien tiene claro sus puntos débiles, que son conseguir a la gente y equipo, al momento de tenerlos cubiertos disfruta de todo lo que implica realizar algún cortometraje. Pero ¿qué es lo que más le gusta? Ser director.

El rol de director es un cargo importante, cada uno tiene un estilo propio. El estilo es ese toque que caracteriza a tus creaciones, algo que el espectador pueda recordar, ya sea desde un momento agradable que generó la obra, o la técnica con la que se elaboró.

Si bien Jesús busca presentar un producto con calidad, no le da tanta importancia al momento de crear un nuevo corto: si bien no se ha preparado teóricamente, trabaja con toda la experiencia que ha obtenido observando, pensando; su objetivo es darle al espectador algo que todos puedan disfrutar, sin meterse en aspectos complejos, busca generar un entretenimiento atractivo para todos.

La mayoría de sus trabajos provienen de la realidad y la observación, pues su entorno le da muchos temas interesantes, incluso superiores que la ficción. En algunos casos, toma un argumento simple y agrega ese detonante que provoca un “boom”.

Para la edición más reciente del Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango, Jesús presentó Cortito, un cortometraje basado en un hecho real. Cuando le platicaron la historia, inmediatamente visualizó lo que sería el cortometraje, por lo que salió de una forma rápida y natural, pero al momento de empezar la producción se presentaron distintas problemáticas, y habló en especial de una, con uno de los personajes principales, que no tiene piernas.

Jesús platica que el actor ya no quería aparecer en escena, lo cual amenazaba todo el proyecto debido a la dificultad para encontrar a una persona con esas características, y aunque afortunadamente lograron llegar a un acuerdo, la producción se retrasó de dos a seis días.

La post-producción fue otro proceso que les tomó más tiempo del planeado, ya que al no ser algo pagado se realizó poco a poco, finalizando el proyecto hasta octubre. Jesús, que se quedó con un sinfín de aprendizajes de Cortito, está preparándose para su nuevo proyecto que asegura que será una producción sin contratiempos. Cortito es su primer paso formalmente en el mundo del cine, y considera que, si él no hubiera creado el corto, a nadie le hubiera interesado.

El director declara que su formación ha sido el cine, y aunque no sabe que pueda venir a futuro, se dedica a sus próximos proyectos un paso a la vez. Para Jesús Osvaldo Pérez Andrade, este ámbito funciona creando algo de donde no hay nada.

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