texto ANDREI MALDONADO
Dejando de lado las dudas e incertidumbres sobre el futuro, adentrémonos a análisis detallados sobre ciertos aspectos que comparten cada una de las películas, más allá de pertenecer todas a una misma saga. El primero de ellos es el peso que los personajes femeninos poseen. El más destacado es, obviamente, el de Ellen Ripley, pieza fundamental en el andamiaje de las primeras cuatro entregas.
En Alien: el octavo pasajero Ripley contrasta con la otra mujer de la tripulación: Lambert. Ella es presa fácil del pánico de la situación que se vive al interior de la Nostromo, en cambio Ellen busca sobrevivir a toda costa, y pasa de ser un miembro más de una obra coral a reclamar su puesto como amazona espacial, sitio que se ve reafirmado en la siguiente historia, Aliens.
En esta película Ripley es acompañada de otros personajes femeninos poderosos: Newt, una pequeña que ha sido la única sobreviviente de la colonia de humanos en LV426, y la soldado Vásquez, la cual es capaz de superar a sus compañeros marines en ferocidad y templanza. En palabras del crítico cubano Alberto Garrandés, Vásquez es, sexualmente, una Ripley masculina.
En Alien3 el rol femenino recae por completo en Ripley, reforzada a nivel imagen con el hecho de que se rapa completamente. En tanto en Alien: Resurrección, además de que su personalidad es aún más feroz al ser un clon híbrido, aparece el personaje de Cole, el androide “activista”, que busca salvar a los humanos de la amenaza que representa el xenomorfo.
En Prometeo el reto era continuar la saga sin la actuación de Sigourney Weaver. Se logró, pero el rol femenino era indispensable. Es así que aparece la doctora Elizabeth Shaw, no una guerrera, sino una mujer creyente y deseosa de encontrar la verdad. Su personalidad, alejada a la de Ripley, le permitió brillar con luz propia, incluso en Alien: Covenant, en donde sólo se le menciona.
En esta última película aparecería nuevamente la imagen de una amazona: Daniels, cuyo diseño de personaje a nivel imagen recuerda en mucho a la Ripley de 1979. Sin embargo, es un personaje mucho más desarrollado a nivel individual, muy similar al caso de Shaw, donde la vemos soñar con un nuevo mundo, sufrir por la pérdida de su esposo e incluso sentar amistad con un androide.
Mucho se ha criticado por parte de las feministas si la alegoría real de todo lo que rodea al mundo Alien no es si no una referencia al proceso de procreación desde la perspectiva de la mujer. En parte es cierto: lo que motiva a Ripley a salvar a Newt es la muerte de su hija Amanda, lo que mueve a Shaw es no poder dar a luz, y Daniels soñaba con tener una familia con su esposo.
Además, en Alien: Covenant quedó demostrado el fuerte papel que representa la mujer para engendrar una nueva especie. David ya había experimentado con Shaw en Prometeo el poder del vientre humano para crear con ayuda de la “sustancia negra”, razón por la cual usa sus órganos para crear los huevos Alien, cosa que pretende hacer con Daniels para obtener a su “reina”.
Otra cosa que tienen en común las mujeres de esta saga es el sufrimiento y la pérdida: todas dejan a un lado a seres queridos. Ripley despierta de un hipersueño de más de 50 años para descubrir que su pequeña, ya convertida en adulta mayor, ha muerto. Shaw pierde a su esposo, después de haber perdido a sus padres de pequeña; Daniels pierde a su marido a mitad del viaje.
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