domingo, 6 de enero de 2019

Mauricio Riveros: lo que nos tienen que contar los huesos

texto ANDREI MALDONADO

“En los huesos descansa la carne, como sobre las palabras descansa la poesía”
-A.M.-


No recuerdo a bien cómo es que, hace ya más de cinco años atrás, di con la música de Mauricio Riveros. Quizá, como en muchos de los casos en lo que he conocido a artistas nuevos, la primera cercanía que tuve con él haya sido por su nacionalidad. Tengo una conexión con el mundo chileno desde muy chico.

Desde que comencé a escucharlo noté una vena poética muy poderosa en todas sus letras. Después lo entendí: no sólo se trataba de un cantautor dotado de una poderosa lírica, sino que era un poeta en toda la extensión de la palabra: en sus continuas búsquedas, sus múltiples encuentros e incluso en sus desencuentros. Todo lo que gira en torno y desde de él.

A partir de entonces he estado muy atento a lo que Mauricio hace desde la trinchera de la música, pero también desde la trinchera de las letras. Para alguien tan visual como yo es muy grato el que Riveros acompañe cada una de sus publicaciones con un videopoemario. Y el reciente “Los huesos ciertos” tiene aún más un lado “film” muy extremo, mayor que los anteriores.

En su inicio se nos avecina como una poderosa película. La voz que todo lo domina nos inunda con su “declaración insolente”, imágenes de un Mauricio que no sabes de qué época proviene (presente, futura, pasada o ninguna), se mezclan con los textos contenidos en su más reciente libro “Los huesos ciertos”, y vamos entendiendo de qué nos hablan esos huesos.

Nos hablan de distancias, de amores, de búsqueda de sí mismo, de la defensa de la razón. Nos habla también del punto geográfico en el cual se posiciona el poeta. Mauricio, avecindado desde hace tiempo en corazón y alma en nuestro México, regala el poderoso poema “En la esquina de siempre”, inspirado en el terrible sismo del 19 de septiembre en la Ciudad de México.

El poeta habla, y lo hace también a través de otros. Manuel Cuautle, Cynthia Franco, Andrés Castuera-Micher, Tilo Nurmi e incluso el propio Alan Boguslasvsky, ex miembro de Héroes del Silencio, prestan su voz a las palabras que Riveros, desde su nación, nos envía como cartas: río, distancia, mar, amor, puente… bellas por sí mismas, bellas aún más después de decirlas.

Entender la poesía de Mauricio Riveros a partir de su música sería un error, como querer definir su música por lo que nos dice su poesía resultaría aberrante. Abracemos simplemente al artista que nos abre su corazón y nos regala esas palabras que, como los huesos, sostienen la existencia de un hombre, y que cercan la distancia con el lector, hasta desaparecerla.

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