por ERIC EDUARTE VILLA
Todas las mañanas al despertar veo al fondo de mi habitación un televisor que no recuerdo cuándo fue la última vez que lo encendí. Debajo está mi vieja videocasetera de cuatro cabezas. A las nuevas generaciones les parecerá raro esos términos, pero nada tienen de culpa, la tecnología avanza y les es más familiar los megas, los píxeles de una cámara, etc. Tendrán que saber que a partir de este año se va a echar de menos por quienes nos consideramos mayores o “rucos” los formatos analógicos del cine.
No hace mucho la empresa Kodak decía adiós a la fabricación de sus cintas de celuloide y la demolición del icónico edificio donde se fabricaban. Sí, esas cintas que muchos grandes directores de cine se inmortalizaron en grandiosas fotografías.
Este año también le decimos adiós al legendario formato casero de cine VHS. Ese enorme cassette negro que nos entregó fantásticas tardes de película en familia pero que también nos dieron más de un dolor de cabeza cuando estas quedaban atascadas dentro del aparato. La cinta en ocasiones tenía que romperse para poder sacarla de ahí, a pesar de eso es inminente la nostalgia que queda. La única empresa en electrónica que los fabricaba en el mundo la Funai Corporation, con sede en Japón, dejará de fabricar de forma definitiva el reproductor para el VHS (Vídeo Home System).
También nos dice adiós el mundo de los video-clubs, donde se podía alquilar películas. En México predominaron primeramente los clubes privados, después llegaron las cadenas de Videocentro y Blockbuster. Su disolución marca el desenlace de la hegemonía de llevar cine a casa temporalmente. Las nuevas plataformas digitales de cine por internet comienzan a desplazar los formatos como el DVD y el mismo Blu-ray que parecía ser el nuevo rey del 'Home Video'.
No quisiéramos que se fueran todos los formatos de cine en físico y que se nos regresarán los sistemas de 35 mm y el VHS. Quedarán para los museos y para los libros de historia pero siempre se agradecerá que un cine-club o cinema proyecte una vez más el cine como lo fue durante más de un siglo, ver esos defectos de cinta, las famosas quemadas de cigarro y escuchar ese pequeño claqueteo continuo de la cinta mientras corría a través del enorme proyector, si sucede o no, al menos puedo garantizar que en la casa de su servidor aún habrá cine en VHS.
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