domingo, 19 de marzo de 2017

Oliver Rendón: hacer cine en el desierto

por SETH ÁLVAREZ

Platiqué con Oliver Rendón, cineasta y director de Festival Internacional de Cine del Desierto. En octubre pasado fuimos parte de la residencia de guionistas: visiones del desierto, que se llevó a cabo en Magdalena de Kino, Sonora.

Platícame un poquito cómo llegaste a esto del cine.
Se abrió un diplomado en Hermosillo de cine documental en el que premiarían a las mejores carpetas de producción con su financiamiento para producirlos. Mi proyecto resultó ganador y fue así que hice mi primer documental llamado En tierra de vaqueros. Así empecé en el mundo del cine.

¿Pero ya habías pensado en dedicarte a esto? ¿Siempre te gustó el cine?
Había estado siempre alrededor del cine, pero no pensaba en dedicarme a esto. Ósea, trabaje de creativo en agencias de publicidad, de copywriter, de locutor de radio, de conductor y productor de Tv. Estudié comunicación y luego arte dramático y aunque fantaseaba con el cine porque me gustaba mucho, nunca pensé que lo haría.

Qué te gusta más ¿el documental o la ficción?
La verdad me gustan ambos por igual.

¿Guionista o director?
Director

Trabajas con guiones propios o utilizas algún guionista.
Siempre propios

¿Cómo es tu proceso creativo a la hora de escribir?
No sé (risas) no lo tengo claro, ha sido diferente siempre. Me obsesiono con alguna historia y me siento a escribir. Debido a que las convocatorias para conseguir apoyos te piden ciertos pasos, como el argumento desarrollado, etc. etc. Pues así lo hago, pero si fuera por mí solo me sentaría a escribir directamente el guión. Disfruto inventarme los perfiles sociológicos y biografías de mis personajes. Lo hago porque me divierte más que por pensar que es una herramienta útil para el desarrollo del guión. No me voy a escribir frente al mar, ni aislado en una cabaña, ni nada de eso, sólo me pongo a escribir donde me agarre la inspiración.

Ahora estás promocionando un nuevo proyecto, ¿podrías hablar de él?
Mi nuevo cortometraje se llama Loving South. Lo hice con el Fondo de Apoyo para la Producción de Cortometrajes de Sonora (FAPS). Es un guión que trabajé en el Shortfilm Station de la Berlinale pero que no había podido producir por falta de lana.

Exelente ¿Cuánto tiempo duró el rodaje? ¿Quiénes participaron? ¿Cómo te sentiste con este proyecto?
Trata sobre un Minuteman, que son estos guardianes civiles que tienen como cometido el resguardar la frontera de Estados Unidos del paso de los migrantes. Lo hacen por su patriotismo exacerbado, no porque trabajen para el gobierno. Este minuteman de nuestra historia se ha enamorado de uno de los migrantes a los que atrapa y sufre al tenerlo que dejar ir. El rodaje duró 2 días y ha sido el trabajo fílmico que más me ha emocionado hasta hoy.

Trabajé con puro chingón. Gente de la que aprendí mucho, casi como si fueran clases de cine. El productor fue Fernando Álvarez Rebeil que en realidad es actor de oficio, pero descubrimos que es el mejor de los productores, riguroso y detallista. El actor protagónico es un norteamericano que vino desde Nueva York. Se llama John Adams, un súper ser humano; comprometido, humilde, chambeador y un actorazo. El director de foto un español del cual me he enamorado para siempre; se llama Julio Llorente y a él le debo yo creo que más del 50 por ciento de lo logrado en este corto.

¿Y ya anda en los festivales?
Estamos ahora comenzándolo a mover en festivales, aun esperando resultados.

Hablando de pelis, alguna que recomiendes.
Te diría que Los reyes del pueblo que no existe. Es un documental hermoso de Betzabe García.

No lo he visto, pero he escuchado muy buenas críticas; habrá que verla. En octubre pasado se llevó a cabo la residencia de guionistas: Visiones del desierto, que gracias a Mónica Luna, Gabriela Vidal, Ximena Escalante y Gibrán Pórtela resultó uno de los proyectos más interesantes del medio cinematográfico. ¿Sabes cómo nació este evento?
Híjole, en ese evento sólo fui un alumno. Quiero decir, no formé parte de su organización ni de su gestión ni de su nacimiento. Hice el mismo proceso que todos los alumnos para ser seleccionado. La residencia de guionistas en Magdalena de Kino fue algo que levantaron entre Mónica Luna y Gaby Vidal y que me parece que repetirá para 2017.

Genial. ¿Y cómo viste toda experiencia de la residencia?
Fenomenal. En lo personal me ayudó un montón para continuar escribiendo lo que será mi primer largometraje, no solo por la instrucción recibida de Gaby, Ximena y Gibrán que ya de por sí es un lujo, sino por la retroalimentación con los compañeros.

Estoy completamente de acuerdo, fueron dos semanas muy intensas y productivas. ¿Y del Festival Internacional de Cine del Desierto qué nos puedes decir?
La convocatoria está abierta hasta el 3 marzo y es para corto documental latinoamericano, corto de ficción latinoamericano, corto sonorense y guión de corto de ficción latinoamericano.

Y por último, ¿qué planes hay para más adelante?
Por ahora terminar el guión de esa misma película que fui a trabajar a la residencia, seguir planeando el FIC Desierto de 2017 y gozar la vida (risas).

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