Uma & Haggen: la resistencia del cine animado mexicano

texto ANDREI MALDONADO

Para nadie es una sorpresa que el cine que se hace en México debe atravesar un sinnúmero de inconvenientes para poder concretarse, pero dichos inconvenientes se acrecientan si se trata de una producción animada. Ejemplos no faltan. El más conocido fue el de “Ana y Bruno”, que tomó más de 10 años poderse llevar a cabo. Una espera igual de larga fue la que tuvo “Uma & Haggen: princesa y Vikingo”, que finalmente se estrenará en pantallas el 4 de enero.

Sobre esto y otros detalles de esta película, entre los cuáles se encuentra el rechazo al uso de inteligencia artificial para terminarla, charlamos con su director Benito Fernández.

¿Cuéntanos de qué va la película?

Está ambientada en la civilización maya, pero una que ya alcanzó su revolución industrial, ya usan máquinas de vapor, combustibles fósiles, pirámides enormes, y ese mundo lo encabeza nuestra princesa Uma, porque nos dimos cuenta que todo mundo tenía su princesa, como Jazmín en Medio Oriente, pero no había una princesa mesoamericana. Es un mundo de ciencia ficción ambientado en el mundo precolombino.

El tercer elemento de esta historia es un personaje completamente opuesto, un niño rubio que viene del otro lado del mundo. Mezclamos todo esto en la licuadora y nos dio la historia de “Uma & Haggen”, que a final de cuentas es la historia de dos niños valerosos que entienden que para salvar al mundo tienen que dejar de lado sus diferencias.

¿Cuál fue el proceso que tuvo la película para su realización?

Fueron casi 13 años desde que la escribí. Es una película completamente independiente, con equipo completamente mexicano. Queríamos tener un producto con calidad de exportación, por lo que, trabajando independiente, el recurso siempre es un problema. El cine mexicano y más el cine de animación requiere de mucho tiempo, no es barato. Hubo muchos obstáculos, pero decidimos seguir adelante y ahora podremos estrenarla en 510 salas, que es un número muy importante para un estreno mexicano.

¿Qué hace falta para que hacer cine de animación en México no sea tan complicado?

Faltan mecanismos de financiamiento y recuperación, más eficiente, y no solo para el cine de animación, para el cine en general. Los cineastas cada vez se esfuerzan más para generar un producto de calidad. La competencia no es sencilla. Tenemos de vecino al país de mayor producción cinematográfica del mundo, con películas que superan fácilmente los 200 millones de dólares de presupuesto, cuando aquí hay películas que se hacen con 5 millones para bajo. 

De parte de la autoridad es generar los mecanismos que ayuden a las producciones nacionales a seguir adelante, y de parte de los cineastas está la obligación de entregar un producto de calidad. La gente reacciona a las películas que están hechas con calidad y conecta con ellas, y de parte del público que les dé su voto de confianza a las producciones locales.

¿Cómo es competir con un aparato mercadológico como lo es el de Hollywood?

Es ser inteligente, escoger buenas fechas. Agradecer a los cines y a nuestra distribuidora, KoolToon, que encontraron este espacio para 510 salas. Nosotros tuvimos que mover la fecha original para tener una mayor exposición posible. Los cines y las distribuidoras deben tener fe en los proyectos.

La invitación entonces para ver “Uma & Haggen”

“Uma & Haggen” se estrena este 4 de enero. Invitar a las familias, porque a veces existe el estigma de que las películas de animación son solo para niños y los adultos nos vamos a aburrir o hasta dormir. No es una película animada solo para niños, es una historia que está conectando con papás, abuelitos, adolescentes. La gente que la ha visto me lo ha externado, por lo que si les gustó recomiéndenla para que podamos seguir trabajando en generar más historias.