texto ANDREI MALDONADO
La Edad Media se concibe como el periodo comprendido entre los siglos V y XV, es decir, un lapso de mil años a los cuáles muchos historiados se refieren a él como “el oscurantismo”, por el supuesto retroceso que se tuvo en todas las áreas del conocimiento humano, que influyó en cómo vivía la sociedad en general.
En los últimos años, investigadores modernos han tratado de reivindicar esta etapa de la vida de la humanidad, destacando aquellos elementos que, pese a las restricciones ejecutadas por quienes ostentaban el poder, tuvieron elementos que los hacen notables, tal es el caso de las diferentes expresiones artísticas.
De esta etapa se rescatan grandes edificaciones religiosas, principalmente templos y monasterios, como prodigios de la arquitectura; frescos plasmados con pasajes bíblicos bajo encargo de las altas jerarcas de la iglesia católica en dichos templos; danza guiada de la tradición oral, el conocimiento de boca en boca.
En lo que respecta a la literatura, el objetivo fundamental del libro era espiritual, como un medio para la salvación del alma. La cultura se conservaba en los monasterios, con dominio del idioma culto, el latín. Sobresalen los libros teológicos, filosóficos y morales, escritos por los Padres y los Doctores de la Iglesia.
Entre los autores relevantes, principalmente desde la filosofía, considerada literatura religiosa, destaca San Agustín de Hipona, Santo Tomás de Aquino y San Isidoro de Sevilla; pero también hubo la llamada “literatura profana”, aquella que era laica y escrita en otras lenguas romances, de gran alcance mundial.
Al tratarse de uno de los periodos más extensos de la humanidad, durante el cual se desarrollaron guerras, cruzadas religiosas y cambios de toda índole en Europa, es entendible que mucho de lo que se generó en esos siglos hoy se encuentre perdido, más aún pues mucho se difundía de manera oral a través de juglares.
Otra característica es que la mayoría de las obras cumbres fueron firmadas de manera anónima, lo que hace complicado en nuestros días dar hasta el punto de origen de muchos de los textos considerados clásicos de la Edad Media, sus responsables; incluso mucho de lo creado en esos años se perdió con el tiempo.
En el siguiente texto trataré de reflejar la importancia que tuvo para el desarrollo de la humanidad, no solo desde el aspecto de la literatura y las artes, sino también para la construcción de las sociedades modernas, pues el legado de estos textos perdura hasta nuestros días: “La divina comedia” y “El Decamerón”.
SOBRE LA DIVINA COMEDIA
La Divina comedia, escrita por el florentino Dante Alighieri entre 1304 y 1321 aproximadamente, es un poema épico, género literario que consiste en la narración en verso de las hazañas de los héroes. Compendio de la cultura y el conocimiento medieval, tanto en lo religioso como en lo filosófico, científico y moral, en este poema se comenta acerca del viaje de Dante mediante los 3 reinos de los muertos el cual tiene una duración desde la noche del viernes santos hasta el miércoles después de la pascua en la primavera del año 1300
Dante en el momento de crear este poema lo nombró comedia, tomando en cuenta la estructura clásica de la literatura no era posible re nombrarlo tragedia ya que tiene un final feliz, algunos críticos comentan que se trata de una novela, otros, un poema, a pesar de que contienen conversaciones alegóricas y las representaciones místicas de algunas personas lo encuentran como una narración literal, por esta causa es bastante difícil dentro de una sola variedad.
El atributo de divina fue anexado por Giovanni Boccaccio durante la primordial edición; el idioma principal con el que fue realizado fue el toscano idioma italiano original. Entre su estructura y características encontramos que contiene un canto introductorio, tres capítulos llamados Infierno, Purgatorio y Paraíso. Cada capítulo está dividido en treinta y tres cantos. La obra suma cien cantos en total. El infierno está formado por nueve círculos.
El purgatorio está formado por nueve estancias divididas en: la antesala, los siete gradas y el paraíso terrenal. El paraíso está estructurado en nueve esferas y el empíreo. Todos los cantos están escritos en terza rima -verso creado por Dante- cuyas estrofas están compuestas por tercetos endecasílabos de rima entrelazada.
Contiene varios elementos simbólicos que la vinculan con la literatura religiosa, como lo es el número tres, símbolo de la perfección divina y de la Santísima Trinidad; el número cuatro, referido a los cuatro elementos, tierra, aire, agua y fuego; el número siete, símbolo de lo cabal, completo. Referido también a los pecados capitales; el número nueve, símbolo de la sabiduría y la búsqueda del sumo bien; el número cien, símbolo de la perfección.
Los personajes principales de la Divina comedia son Dante, el poeta peregrino, que representa la condición humana; Virgilio, poeta de la antigüedad clásica que representa el pensamiento racional y la virtud; y Beatriz, el amor adolescente de Dante, quien representa la fe, además de varios personajes, algunos de ellos reconocidos artistas de épocas antiguas, que Dante va relatando como inquilinos de los diferentes círculos del infierno.
La trascendencia hasta nuestros tiempos de esta obra sobre todas las bellas artes comenzó desde los primeros tiempos posteriores a su publicación, y tuvieron principalmente efecto sobre la pintura de artistas como Botticelli, Doré, Barceló y muchos otros.
En el cine, la película “El infierno”, de 1911, dirigida por Giuseppe de Liguoro, considerada el primer largometraje de la historia del séptimo arte, no solo toma como base los principales pasajes de la Divina Comedia, sino que en el trabajo de arte se aprecia la influencia de las pinturas que Doré hizo basándose en la obra de Alighieri.
Existen otras películas que han tomado parte de la trama o algunos personajes o, como en “El infierno”, pinturas basadas en la “Divina comedia” para hacer su propio arte. En ese apartado se encuentran “La casa de Jack”, de Lars Von Trier, donde el personaje principal es llevado por Virgilio al infierno, o en “Anticristo”, donde una de las escenas más impactantes tiene referencia a otra cinta basada en la obra de Dante: “La nave de Satán”; “Más allá de los sueños”, de Vincent Ward, donde el personaje es también guiado por diferentes partes del más allá en búsqueda de su esposa; “Alien Covenant” usó como parte de su campaña publicitaria la frase “El camino al paraíso comienza en el infierno”.
Existen muchas expresiones artísticas más influenciadas por la “Divina” de Dante: en “Infierno”, de Dan Brown, basa su trama en los misterios ocultos detrás de esta obra; “Dante´s Inferno” es un videojuego desarrollado en 2010 basándose en los personajes del poema; el anime “Saint Seiya” posee una etapa en la cual los protagonistas deben enfrentar a Hades en el inframundo, con muchos personajes y basados en los pasajes de Dante, nombre que incluso lleva un personaje de origen italiano; en su tema “Purgatorio”, la banda La Esfinge menciona a Dante y su descenso; la frase “abandonad toda esperanza el que entre por esta puerta” ha dado pie a reinterpretaciones desde la misma poesía hasta la parodia televisiva.
SOBRE EL DECAMERÓN
El Decamerón es catalogada como obra precursora del Renacimiento por la concepción profana del hombre, la ausencia de rasgos fantásticos o míticos y la burla de los ideales medievales, lo que dota a la obra de un carácter claramente antropocéntrico y humanista. La importancia del Decamerón estriba en gran parte en su muy cuidada y elegante prosa, que estableció un modelo a imitar para los futuros escritores del Renacimiento, pero también en haber constituido el molde genérico de la futura novela cortesana.
Este libro al igual que la "Divina Comedia" de Dante Alighieri o los escritos de Petrarca, anuncian ya lo que se llamó más tarde Renacimiento, rompe con la tradición de escritos místicos predominantes en la época, presentando al ser humano como lo que es, una persona con virtudes y defectos, con sus penas y sus glorias. Entre sus características principales se encuentra un subtitulado Príncipe Galeoto, es un libro constituido por cien cuentos, algunos de ellos novelas cortas, escritos por Giovanni Boccaccio entre 1351 y 1353. Desarrolla tres temas principales: el amor, la inteligencia humana y la fortuna.
La obra transcurre durante la epidemia de lepra en Europa, en un lapso de diez días y que son narrados por diez personas con el fin de ofrecerse consuelo mutuo, entretenimiento y educación. Su estructura incluye el Proemio (el autor), la introducción (presentación de los personajes en el contexto de la Florencia de 1348) y los cuentos por jornadas. Abarca los géneros de cuento, novela, ficción, narración enmarcada, sátira y novela rosa.
Entre sus referencias modernas la más recordada es la adaptación cinematográfica que realizó Pier Paolo Pasolini en 1971. Cada parte de la película se enfoco en uno de los cuentos que contiene el libro, principalmente aquellos que abordan temas obscenos o prohibidos. La obra es considerada cumbre en la historia del cine moderno y puso a su director en un lugar cumbre en la historia del cine.
CONCLUSIONES
El legado de la literatura de la Edad Media sigue vigente hasta nuestros días porque, en su pureza, ha conseguido rebasar las barreras que han generado los estigmas sobre que esta etapa de la historia del hombre fue de oscuridad e ignorancia que si bien, fue un rasgo de ella, no fue su totalidad.
Quizá ese desapego que tuvo con el resto de aspectos que conoce la mayoría de las personas con el Medievo (peste, enfermedades, malos hábitos de higiene, feudalismo, etc.) es lo que ha permitido que textos como El Mio Cid o La Divina comedia, sigan siendo utilizados como referencias.
Y así como estos, otros textos que se desprenden de este periodo han influido parcial o totalmente a autores modernos. Ejemplo de ello son obras como “El nombre de la rosa”, donde el escritor Umberto Eco hace énfasis en el tema de la religión como directora de la vida de los hombres.
Historias sobre la inquisición, los caballeros templarios, la mesa redonda del Rey Arturo, las cruzadas, la invasión árabe, por mencionar solo algunos tópicos, se manifiestan en libros, películas, series de televisión e incluso parodias, tanto para público infantil como para adultos.
A final de cuentas, mil años no pasan en balde, y la Edad Media, con sus evidentes contra venencias, posee, entre los escondrijos de la historia, interminables fuentes de inspiración desde sus relatos de juglares.
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