texto y fotografía ANDREI MALDONADO
La contingencia sanitaria por Covid-19 nos ha encerrado en cuatro paredes. En medio de ese aislamiento (a veces voluntario, muchas otras obligado) hemos tenido que buscar escapes a un confinamiento lapidario, y uno de ellos ha sido el arte en sus diferentes variantes. Ya sea leyendo un libro o viendo una película, el arte ha sido esa ventana abierta entre tanta oscuridad de meses.
Durante su visita a Durango, donde estuvo promocionando una de sus más recientes participaciones en teatro, la talentosa actriz de cine y televisión Ana Ciocceti conversó con los medios de comunicación. De esa charla informal se desprendió el siguiente texto, en donde Ana nos habla de sus proyectos, pero también de la trascendencia del arte en tiempos de pandemia.
¿Esta pandemia ha ayudado a revalorar el arte?
Yo creo que sí, y es necesario ¿Qué hubiéramos hecho sin un libro qué leer, sin una película qué ver, sin música qué escuchar? ¿Qué hubiéramos hecho? Se debe revalorar el lugar del arte y el valor de cada artista.
¿Tú como artista qué tuviste que hacer en esta pandemia? ¿Cómo te renovaste?
Este tiempo ha sido una bendición. La pandemia nos ha obligado a parar, a tomar un tiempo, y nos permite volver a nuestra naturaleza verdadera, descubrir nuestra esencia. Hay mucho en qué pensar, qué reflexionar. En mi caso leí mucho, pasé mucho tiempo con mi familia. Me di tiempo de revalorar muchas cosas y darme cuenta de que hay muchas posibilidades.
Una de esas posibilidades es el puente cultural que se está haciendo entre Ciudad de México y Durango a través del teatro. Son las cosas que debemos buscar, estas uniones, proyectos que nos hagan trabajar en conjunto, y qué mejor que a través del arte. El Covid nos ha hecho pausar todo, al menos la serie en la que yo estaba, “Sin miedo a la verdad”, cortaron grabaciones.
Yo soy fan de a serie “The black list”, y me conmovía ver cómo salieron los actores a decir “estamos enfrentando al rival más duro que hemos encontrado en seis temporadas: el Covid”, y todos comenzaron a platicar cómo la pandemia los había afectado, desde su casa, porque ya no podían salir. Les estaba pasando lo mismo que a nosotros y a muchos actores en el mundo.
¿Qué te gusta de Durango? ¿Qué te hace venir a trabajar aquí?
Tres cosas. Una de ellas, su gente. Ustedes conviven a diario y no lo notan, pero son gente muy hospitalaria, alegre y amable. El trato es sinigual. Dos, su cielo. Tampoco lo notan porque ya están acostumbrados a él (risas), pero es un cielo precioso, de colores únicos, por eso filman tanto por acá. Y el tercero es su arquitectura. Toda la ciudad, su centro, es bellísimo.
Y bueno, además ahora tengo amigos. He venido a filmar, a hacer teatro. Solo conozco el Ricardo Castro, no he estado en el Teatro Victoria. Y en esas visitas de trabajo he podido construir lazos de amistad, por lo que ahora cada vez que vengo a Durango aprovecho para verlos.
¿Alguna anécdota que tengas en Durango?
Hace muchos años vine a Durango, yo acababa de hacer una novela que fue “Nada personal”, que era muy abierta para su época. Yo hacia el papel de una mujer súper sexy, una “femme fatal”, que conseguía todo lo que quería a través de su sexualidad. Toda la novela me la pasé amamantando y cuidando a mi hijo mayor Franco en los campers, que aquel entonces tendría un año, año y medio.
Entonces se dio la posibilidad de hacer esta gira con la obra “Mujer burguesa busca novio”. Venía con José Ángel Llamas y entonces, después de una de las funciones, llegaron unos periodistas al camerino del Ricardo Castro, y lo primero que me preguntan es “¿Qué se siente ser un símbolo sexual?” y yo con Franco, vomitándome encima, a medio comer, con mi mamá regañándome no se ni por qué y yo con cara de “¿Qué se siente ser qué?” (risas).
Tengo muy bonitas experiencias en Durango. La más reciente fue cuando vine a filmar una película de zombis. Fue en el Club Campestre, en un fraccionamiento residencial, donde había vecinos muy enojados porque no los dejábamos pasar, decían que nos fuéramos a Hollywood, mientras yo estaba tirada en el piso y me comían los zombis (risas). Siempre es muy divertido venir a Durango.
¿No sabes cuándo se estrenará "Mexzombies"?
La verdad no sabría decirte, porque ni siquiera sé si ya está terminada, como se atravesó la pandemia. Yo espero que sí, que pronto se estrene, porque fue un trabajo muy arduo. Todos teníamos horas de caracterización, hay mucho actor de gran renombre involucrado, así que esperamos pronto tener noticias. El director Chava Cartas es un hombre muy responsable, así que ojalá pronto nos tenga la fecha del estreno.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Voy a estar en una serie llamada “Madre solo hay dos”, donde interpretaré a Patricia, una empresaria. Voy a empezar otra serie que se llama “Cecilia”, donde también tengo una participación especial. La primera temporada es muy cortita, tiene ocho capítulos. Es un proyecto muy bonito en donde van a estar Mariana Treviño y Diego Boneta.
Y de ahí a seguir haciendo teatro y estar abierta a nuevos proyectos. Seguiré haciendo televisión, en formato de series. No tengo proyecto de telenovelas por ahora, pero la lucecita está siempre encendida. No quiero hablar de más y espantar proyectos, pero seguro seguiré haciendo televisión, siempre haré televisión.
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