texto MAIRELY YARESI MURO MONTES
En días pasados se filmó en la ciudad de Durango el cortometraje Sweet Potatoes, producción realizada por estudiantes de la University of Southern California (USC). La historia, basada en hechos reales, nos habla de la vida de Luis Miramontes, científico mexicano que sintetizó la noretisterona, el químico que permitió que la píldora anticonceptiva oral hiciera su trabajo en 1951.
Rommel Villa, originario de Bolivia, escribió y dirigió con éxito el proyecto, los productores fueron Andrea Porras Madero, nacida en Torreón, Coahuila, y Damon Laguna, de California. El actor Jorge Adrian Espíndola, que dentro de su trayectoria cuenta con premios de festivales a nivel internacional, interpreta a Luis Miramontes y nos muestra cómo enfrenta una serie de eventos familiares y religiosos que surgieron a partir de su trabajo para la compañía Syntex.
El proyecto cinematográfico contó con la colaboración de duranguenses, que unieron sus talentos con los chicos de la USC, para la realización de Sweet Potatoes; una de las metas de la productora Andrea Porras Madero es abrir puertas para trabajar con gente de los dos países y mostrar el talento tan grande que existe en México. El extraordinario desarrollo de la píldora anticonceptiva, es de los mayores beneficios que tiene la humanidad.
“Vengo de una familia numerosa. Mi padre tiene doce hermanos, mi madre tiene catorce. Los bautismos ocurrían con más frecuencia que los cumpleaños, mientras que las reuniones familiares estaban más ocupadas que las iglesias en domingo. Éramos más de cincuenta personas sentadas alrededor de una mesa infinita comiendo, riendo y jugando juntos. Todo parecía estar bien en la superficie”, comenta el director.
“Una familia feliz hace felices a sus familiares, pero lo que no noté fueron los sacrificios que las personas tuvieron que hacer para mantener a sus familias. Mi tío Carlos trabaja como maestro, carpintero y DJ para ganar dinero para sus seis hijos; mi abuela pasa días preparando comidas para reuniones familiares, y mi mamá, dejó su carrera como enfermera para cuidarnos, todo porque no había acceso a métodos de control de la natalidad en Bolivia”.
Es una historia sobre las rivalidades de la vida. Luis es un hombre introvertido que sólo abre su corazón al sacerdote en su parroquia. Se preocupa por su esposa, sus hijos y su futuro, trabaja arduamente para conseguir dinero para mantener a su familia y escribe sobre sus sentimientos mientras desarrolla la progesterona sintética. A medida que la historia se desarrolla, seguimos una amistad estable entre Luis y Alfonso, el sacerdote. Sin embargo, cuando Alfonso descubre que las acciones de Luis van en contra de su religión, los conflictos internos dl protagonista se vuelven realidad.
Creo que esta es una buena oportunidad para mostrar la humanidad detrás del joven científico latino que no fue reconocido por el mundo por su mente brillante, pero que fue amado y apreciado por aquellos a quienes más amaba, su familia. Creo que muchos podemos simpatizar con la idea de sentir que el mundo está sobre tus hombros y, al decidir compartirlo con tus amigos en lugar de con tu familia, terminas rechazándolos.
El desarrollo de la píldora para su distribución comercial se dio posteriormente en Estados Unidos y Puerto Rico y salió a la venta en 1960. La trascendencia de su hallazgo se dejó sentir sólo cuatro años después de que saliera al mercado, cuando en 1964, el Departamento de Patentes de Estados Unidos eligió a la píldora anticonceptiva como uno de los 40 inventos más importantes registrados entre 1794 y 1964 y fue considerado uno de los tres químicos mexicanos de trascendencia mundial.
Me parece de suma importancia que conozcamos a los mexicanos que han aportado grandes avances científicos a la humanidad, y es el principal objetivo de dicho proyecto, conocer los aportes a la ciencia de Luis Miramontes, qué dificultades paso al realizar su descubrimiento, y cómo la falta de información de la época provocó eventos inesperados en su vida familiar.
El cortometraje se presentará en la ciudad de Durango en los próximos meses, ya que está entrando en su etapa de postproducción. Esperamos sigan trayendo a nuestro estado proyectos tan importantes como Sweet Potatoes, que cuentan con una excelente historia y tienen la finalidad de reconocer el talento mexicano en varios ámbitos, no sólo en el medio artístico, sino también de la comunidad científica que tanto ayudan a la sociedad. Deseamos el mayor de los éxitos para tan buena causa.
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