jueves, 23 de mayo de 2019

Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango: una apuesta independiente exitosa

texto ERIC EDUARTE VILLA

Segundo año en ser realizado de manera independiente el Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango, festival que se separó de las instituciones culturales del mismo estado, emigrando al Centro Revueltas (Core) como sede oficial. La mutación lo llevó a ser un festival distinto, fuera de lo acostumbrado que nos tienen los festivales ya tradicionales.

En esta edición del 2019, continuando bajo la coordinación y dirección de Christian Sida-Valenzuela, se siguió con el formato ya presentado de la versión pasada; con el jurado Joven, el Hecho en Durango y la deliberación de la crítica en vivo en redes sociales que determina la mejor película del festival.

Las propuestas en largometraje han sido una de las más atractivas que se han presentado en el festival. Las producciones que llenaron de cine las pupilas de los asistentes fueron: La Camarista, de Lila Avilés, Leona, de Isaac Cherem, Asfixia, de Kenya Márquez, Antes del Olvido, de Iria Gómez Concheiro, Tio Yim, de Luna Marán, M, de Eva Villaseñor, y Luciérnagas, de Bani Khoshnoudi.

Entre las funciones fuera de competencia se apreciaron como estrenos en Durango la película Cómprame un Revólver, de Julio Hernández Cordón como función inaugural del festival, y como clausura se tuvo Nuestro Tiempo, de Carlos Reygadas.

A las actividades del festival se integró el actor Daniel Martínez, quien ofreció una charla sobre el cine que se ha filmado en Durango y lo que es filmar en la misma ciudad y estado que cumplen 65 años de producir cine.

Acompañado y teniendo la charla con Carlos Narro, quien también estuvo cada día del festival transmitiendo en su programa de radio desde temprano en la sede oficial, entrevistando a los directores, actores e invitados al festival. Entre estos estuvo presente el cine cubano, con una muestra de cortometrajes Realizados por estudiantes y realizadores de la Escuela Internacional de Cine y Televisión EICTV.


No todo fue el nuevo cine nacional, previo a la inauguración se proyectó la película Santo vs Cerebro del mal, la primera película del mítico enmascarado de plata y héroe de lucha libre mexicana, cinta donde fue por primera vez protagonista de una película. En una versión restaurada, la cual tuvo su estreno mundial en febrero pasado en el Festival de Cine de Berlín, como parte de la sección Fórum, una película con una gran historia, que fue filmada durante la Revolución Cubana y sacada de contrabando del país en un ataúd unos días antes de que Fidel Castro tomara el poder.

El festival fue cerrando con la incursión del canto cardenche, donde se proyectó el documental Más allá del agua, de Julio Quezada Orozco, que retrata la vida de los cardencheros de Sapioriz, un relato fílmico que nos lleva por distintos pasajes cinematográficos de Durango, con la presencia de los Cardencheros dieron al festival su toque musical con un pequeño recital al finalizar la función.

El festival se despedía con la deliberación de la crítica donde el cineasta Marcelo Tobar, la analista y crítica del cine mexicano Arantxa Luna, el editor e investigador Gonzalo Lira, debatieron sobre las películas en competencia donde al final decidieron otorgarle el premio a la película M, de la directora Eva Villaseñor; el jurado joven premió a Asfixia, de Kenya Márquez, que también se llevó el premio del público. Por parte del cine duranguense el cortometraje triunfante fue Enjaulados, de Pamela Velázquez, y fueron otorgadas dos menciones especiales a los cortometrajes Cortito, de Jesús Oswaldo Pérez, y Borrado, de Alberto Reza.

De esa manera se fue una edición más de un festival de cine en Durango. Que ya se puede decir; es una ciudad donde cada vez más fluye el cine, en la búsqueda del regreso a la época donde un día fue reconocida y lo sigue siendo para muchos “La Tierra del Cine”.

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