Hay imágenes bonitas, y luego está la de la función de “Roma” en Los Pinos. Independientemente si simpatizan con el actual Gobierno Federal o no, o si les gustó Roma o no, deben aceptar que el hecho de que 3 mil personas como ustedes o como yo puedan entrar por primera vez a la sede de la opulencia de los presidentes, a ver una película que le habla al corazón, es simplemente mágico.
El mensaje que se le da a la ciudadanía –y de paso a los funcionarios- es claro: las cosas están por cambiar, es tiempo de la gente. Es tiempo que se abran los espacios culturales por donde la gente común ande, disfrute del arte y conozca. Se acabaron los tiempos de la opulencia, del derroche y del despilfarro. Es tiempo de las cuentas claras, las acciones concretas y la transparencia.
Sí, mucho es lo que se ha rumorado entorno a la administración que tendrá el Imcine a partir de este sexenio: que si se va Filmin Latino, que si ya no habrá Eficine. Es necesario entender que toda propuesta está sujeta a análisis, a comprobar su efectividad, y a reorientar recursos hacia fines más productivos. Habrá que esperar, ya que no solo dependen de quién esté en cultura, sino en finanzas.
De entrada, es positivo saber que el tan criticado Sergio Mayer –aún sin darle beneficio de la duda- ya se reunió con los directores de los principales festivales de cine del país (Feratum, Morelia. Shorts México) para garantizar no solo su continuidad, sino que además crezcan, entendiendo la importancia de estos foros para que la industria cinematográfica dé a conocer sus productos.
Ojalá esta vía de entendimiento sea aprovechada por los gerentes de la cultura en Durango para que los festivales que se desarrollan en nuestra entidad crezcan y que nunca le falte cine a Durango. Aprovecho también para lanzar una pregunta al aire ¿cuándo veremos el Bicentenario abierto al público para ver “Roma” como ocurrió en Los Pinos, y no a Plácido Domingo con elevados costos?
“Roma” ha significado una nueva forma de proyectar películas, llevando por primera vez una premier de una película candidata al Oscar a salas alternativas, cineclubes, universidades y espacios culturales. Llega justo en el proceso de transformación política que vive el país, mandando un fuerte mensaje incluso al extranjero. Por más cine hoy, mañana y siempre ¡en todos lados!
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