texto ANDREI MALDONADO
fotografía LEONEL ZÚÑIGA
Durante el Festival del Nuevo Cine Mexicano, en el mes de junio, Durango conoció a Morganna Love a través del documental Made in Bangkok, del director argentino Flavio Florencio. Ha sido tal el carisma de su protagonista que esta tierra la ha acogido casi como si fuera una reina.
En esta ocasión Cinéfagos pudo charlar con la responsable del “amorganamiento” que se vive en la Tierra del Cine acerca de su vida, su transformación como mujer transexual y los retos que vienen en su carrera como cantante de ópera.
¿POR QUÉ EL NOMBRE DE MORGANNA LOVE?
Morganna es el nombre de una bruja que conocí de niña a través de las películas de Hollywood sobre el mago Merlín y el Rey Arturo, pero además significa “nacida del mar”, y a mí siempre me han gustado las sirenas. Investigando más descubrí también que en realidad no se trataba de una bruja sino de la reina de las hadas, por lo que me gustó aún más, y como sonaba fuerte quise combinarlo con el sentimiento más fuerte, que es el amor. Por eso Morgana Love.
¿Y MORGANNA TIENE UN LADO DE BRUJA? ¿CÓMO SE MANIFIESTA?
(Risas) Creo que toda mujer lo tiene. Yo lo manifiesto con la música, porque es magia. La vida tiene mucha magia y la decisión es usar esa magia para bien o para mal.
¿DESDE CUÁNDO TE INICIASTE EN LA MÚSICA?
Desde los 4 años. Muy joven ingresé al Conservatorio Nacional de Música y terminé la licenciatura en Cantante de Ópera. Fui clasificada como hombre por lo que me dieron el título de contratenor, el tono más agudo en voces masculinas, y ahora que soy mujer soy soprano.
¿CÓMO HA SIDO TU VIDA A PARTIR DE MADE IN BANGKOK?
La verdad me ha cambiado mucho. Acaba de presentarse en París y hubo buena respuesta, creo que en México nos falta mucho sobre respeto y aceptación. Este documental me ha permitido ahora enfocarme en lo que me gusta, que es el canto y la música.
¿CUÁL HA SIDO LA RECEPCIÓN EN MÉXICO DE ESTE DOCUMENTAL?
Ha sido muy buena, afortunadamente es un trabajo hecho desde el corazón que ha vencido el morbo. Aquí en Durango se llevó el Premio del Público y una Mención Honorífica del jurado, en Guanajuato fue premiado como mejor documental y en Guadalajara recibimos el premio de la prensa.
CUÉNTANOS, ¿CUÁNDO Y CÓMO DECIDISTE SOMETERTE A ESTA TRANSFORMACIÓN?
Yo lo decidí cuando tenía 28 años, cuando caí en una profunda depresión. Yo no sabía qué era lo que me pasaba, sólo sabía que era una mujer atrapada en un cuerpo de hombre. Entonces comencé a informarme y cuando supe de este procedimiento decidí someterme a él, pues si iba a ayudarme a tener una vida plena valía la pena.
¿Y CÓMO FUERON ESOS PRIMEROS 28 AÑOS PARA TI?
Muy difíciles pues sufrí mucho bullying. Los demás chavitos no sabían qué era yo y ni yo sabía qué onda conmigo y es una situación que sufren actualmente muchas personas. Yo soy de San Miguel de Allende, un pueblito muy tradicionalista de Guanajuato, por lo que incluso ha habido muchos suicidios de chavos de 15 que sufren bullying. En ese sentido ceo que me fue bien, porque me agarré de la música para seguir.
¿CUÁNTAS CIRUGÍAS SE NECESITAN PARA CONVERTIRSE EN MUJER?
Realmente no te conviertes en mujer, naces mujer y sabes que hay algo en ti que está demás. Yo solo me sometí a una intervención que fue la cirugía de reasignación sexual. Es una cirugía que cuesta hasta 10 mil dólares. Me la hice en Tailandia por cuestión de la música, pues había entrado a un concurso para ganar el premio y operarme. No gané el premio, pero el médico comparte mi gusto por la ópera y al enterarse de mi caso decidió ayudarme con los gastos. A final de cuentas el universo se alineó para que la cirugía fuera una realidad y ahora pueda enfocarme en lo que realmente deseo.
¿QUÉ REACCIONES HA HABIDO CON TU FAMILIA Y AMIGOS?
Mis amigos siempre me han apoyado, igual mis hermanos. Creo que en eso he sido muy afortunada. Mis papás no tanto, les cayó el mundo encima cuando se enteraron, hay que entenderlo, son de un pueblo costumbrista, pero terminaron entendiéndolo, sabiendo que era para bien mío. Hoy mi madre me dice “eres mi hijo hija, no sé bien lo que eres, pero te quiero a mi lado”.
TÚ YA TE ASUMISTE COMO MUJER ¿PERO LOS DEMÁS TAMBIÉN LO HACEN?
La verdad no me interesa mucho si me asumen o no, algunos sí lo hacen y otros no, pero cada quién piensa como quiera, yo creo que mucho tiene que ver con el rol que tú asumas de ti mismo.
¿TE HA SERVIDO DE PUBLICIDAD TODO ESTE PROCESO?
(Risas) quizá sí porque vivimos en un país con mucho morbo, pero yo no lo hice por eso, lo hice para solucionar la distancia que tenía con mis padres, porque es lo que más me dolió todo este tiempo. Creo que algo en lo que tú no tuviste la culpa no debe hacer tanto daño, y no solo hablo de las personas transexuales, hablo de todo aquél que quiere hacer cosas diferentes y que muchas veces son contrarias a lo que nuestros padres quieren para nosotros.
¿NO TEMES QUE LA ESPECTACIÓN HACIA TI DISMINUYA CONFORME EL MORBO DESAPAREZCA?
No porque ante todo no me considero una mujer transexual, antes de todo soy una cantante, tengo diez años de formación. Creo que lo del documental fue una circunstancia como toda persona está llena de circunstancias.
¿QUÉ HA CAMBIADO A PARTIR DEL PROCESO AL QUE TE SOMETISTE?
Creo que me ha dado mucha confianza. Antes de las cirugías sí me faltaba mucha confianza, la cual ahora tengo. Creo que cuando haces las cosas por convicción y con amor la gente te va respetando.
¿QUÉ SIGUE PARA MORGANNA?
Tengo en puerta mi primer disco como solista y la publicación de un libro con lo que ha sido este viaje y mi vida.
¿AHORA CON EL DOCUMENTAL INGRESAR AL MUNDO DEL CINE COMO ACTRIZ NO LLAMA TU ATENCIÓN?
La verdad es que sí, les tengo mucho respeto a los actores de verdad que llevan años de formación, pero la verdad es que sí me gustaría. Platicando con Arcelia Ramírez me dijo que no estaba tan distante, pues como cantante de ópera llevé clases de teatro. No es lo mismo, pero puede ayudar, quizá en un futuro.
¿QUÉ CREES QUE HACE FALTA EN MÉXICO PARA RESPETAR A LAS PERSONAS DE LA DIVERSIDAD Y QUÉ RIESGOS CREES QUE ENFRENTAN?
Creo que la base de todo está en la educación y en los niños. Tenemos que educar a los niños en el respeto, y no hablo solo de las personas de la diversidad, sino a todas las personas que parecen “diferentes”. Tenemos en este país una gran diversidad que debemos preservar. En cuanto a los riesgos creo que todos los corremos cuando luchamos en lo que creemos. Quiero pensar que las autoridades trabajan en ello, pero lo que sí veo es que cada vez más la sociedad mexicana se va abriendo a esos temas.
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