texto y fotografía por ERIC EDUARTE VILLA
Recientemente arribó a tierras duranguenses la cineasta originaria de Guadalajara Isabel Cristina Fregoso para impartir un taller de cine documental, así como inaugurar la edición 2015 de la gira DOCTUBRE en Durango. Durante su estancia compartió y enseñó a un grupo de jóvenes que se inician en el ambiente cinematográfico el quehacer en el cine documental. En esta oportunidad Isabel nos compartió un poco de su visión cinematográfica.
¿Cómo viste la participación de los jóvenes duranguenses en el taller?
Vi una participación muy nutrida, muy entusiasta, de quienes tomaron el taller e incluso llegó más gente conforme pasaban los días. Al ser una semana de curso abarcábamos los temas muy rápido, pero el propósito era en realidad una reflexión respecto al cine documental. Me dieron gusto los comentarios que escuché, pues fue que se habían descubierto nuevas miradas, con una aproximación al documental, una mayor apertura, en términos de lenguaje, de la preparación y de los alcances que puede tener nuestra creatividad en el cine documental.
¿Cómo has visto el ambiente cinematográfico en Durango?
Es la segunda vez que estoy aquí, ya había venido a acompañar a Felipe Cazals cuando hizo Chicogrande, estuve como tres días porque en ese tiempo yo trabajaba en la Universidad de Guadalajara y fuimos co-productores de su película, y ahí vi muchos jóvenes con muchas ganas de aprender del cine y de otras artes.
¿Crees que haya una diferencia en lo que cuenta una película de ficción y un documental?
Pues son dos géneros distintos, partiendo de que en el cine de ficción se plantea un guión y una creación del cien por ciento. Claro que también hay una investigación para tener la verosimilitud en las películas, ya sea de época o de ciencia ficción o de lo que sea, y también debe tener un planteamiento estético, pero que al final es eso, cien por ciento ficción en alguna forma. Y el documental lo que tiene es que retoma o cosecha de la realidad muchos elementos para construir un nuevo relato, como una adaptación de la realidad, que nos ayude a mirarla con mayor detalle, esa es la idea. Y por supuesto que permite al ser humano trascender las ideas y las creencias. Permite además evocar: nuevos paisajes y nuevos retos de la persona. Para eso son los dos, tanto para ficción como para el documental. No creo que uno sea menor que el otro, al contrario, los dos pueden desplegarse y ser buenas o malas películas, simplemente.
Para finalizar Isabel nos comentó que se encuentra en la preparación de dos largometrajes de documental, el primero de ellos es sobre la remediación ambiental de una mina, siendo un proyecto al que fue invitada por parte de la empresa en cuestión. Y el otro trabajo que prepara en más personal que conlleva la relación de tres binomios compuesto de persona y caballo, donde busca descubrir a través de estos personajes detalles de sus subconscientes.
En su filmografía se encuentran dos largometrajes documentales: Chenalho, el corazón de los altos y Aliento de dios, así como un cortometraje titulado Cristeros y Federales. Los tres trabajos se encuentran disponibles en la web.
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