por ERIC EDUARTE VILLA
Existen los coches famosos del cine y existen los autos Bond. Más que un medio de transporte son un arma más para enfrentar las arduas misiones a las que se aventura el 007. Estos coches deben cumplir con ciertas características: deben ser elegantes, veloces y tener bajo el capó un arsenal capaz de sustituir a un tanque de guerra. A lo largo de 24 películas se han utilizado un centenar de vehículos para Bond y para sus villanos.
Las marcas más famosas han sido la inglesa Aston Martin y la alemana BMW, siendo la marca británica considerada como la pionera en estos coches del agente 007, aunque en la primera novela el espía maneja un Bentley de 1931. Pero la fama de estos coches se inició con la película Goldfinger, donde se presentó el ahora famoso Aston Martin DB5, que había sido modificado para incorporarle armamento militar, que incluía detrás de sus faros principales metralletas, en su parte trasera se podía elevar la lamina de acero para detener impactos de bala y proteger a sus ocupantes, cerca de su escape se incluyen unos tubos para derramar aceite o bien expulsar humo blanco para que sus perseguidores perdieran de vista el camino por delante.
En su interior existe un radar y sobre la palanca de velocidades se esconde un botón rojo y al ser presionado este eyecta el asiento del copiloto fuera del vehículo, para así deshacerse de pasajeros incómodos (¿Quién no quisiera tener uno incorporado en su auto?) A lo largo de las películas se han llegado otros modelos de la Aston Martin y de otras marcas donde se le han agregado múltiples dispositivos que han salvado en más de una ocasión la vida del agente 007, algunos incluso para una emergencia se les añadió el circuito para autodestrucción. Los otros autos Bond que más se recuerdan son: El Lotus Spirit S1 (Transformable a submarino en la película Spy Who Loved Me); Aston Martin V8 Vantage (The Living Daylights, 1987); BMW Z3 Roadster (Goldeneye, 1995); BMW 750iL (Tomorrow Never Dies, 1997); BMW Z8 (The World is not Enough, 1999); Aston Martin V12 Vanquish (Die Another Day, 2002); Aston Martin DBS (Casino Royale, 2006) y para Spectre hace su presentación el Aston Martin DB10, modelo fabricado exclusivo para la película.
GADJET´S
Si los autos no bastasen, Bond se ha hecho de piezas y artilugios que le ayudan a abrir puertas, paredes para salvar su vida o hasta para bajar el cierre del vestido de una chica mientras la besa, con un delicado toque magnético de uno de sus relojes de pulsera. Se ha hecho de todo tipo de artefactos, desde muy pequeños para rastrear el desplazamiento de algún vehículo o para que lo rastreé su propia agencia y hasta grandes vehículos; como la lancha de velocidad para perseguir a una francotirador por el río Támesis, en una de las persecuciones más asombrosas que tiene la saga.
Todos estos instrumentos o armas de espionaje son elaborados en el departamento de Q, quien así se hace llamar el jefe del mismo departamento. A la vez que este personaje es de lo más icónicos de la serie, apareciendo desde la primera película ‘Dr. No’ haciéndose llamar el Mayor Boothroyd por el actor Peter Burton, el primer “Gadjet” que le entregó a Bond fue una Walther PPK sustituyendo a la tradicional Beretta. Para la segunda entrega de la franquicia, Desde Rusia con Amor, llegó el actor Galés Desmond Llewelyn y fue el único que nunca fue remplazado para su papel. Estuvo en 17 films del 007 hasta El mundo no basta. En la única película que no estuvo presente fue en Live and Let Die, donde simplemente el personaje no tuvo participación.
La última vez que vimos a Desmond en pantalla fue en la escena de El mundo no Basta cuando le entrega a Bond la mejor estrategia de Q: "Siempre quise enseñarte dos cosas... la primera: Nunca dejes que te vean sangrar" –dijo Q. "¿Y la segunda?" , preguntó Bond: "Siempre ten un plan de escape". Con esas palabras se despedía del 007. Al acabar el rodaje Desmond falleció en un accidente automovilístico, no alcanzó a ver el estreno de lo que fue su última interpretación como Q. El personaje volvió en Skyfall ahora bajo la actuación del actor Ben Whishaw.
LOCACIONES EXÓTICAS
Las películas de Bond van y vienen por el globo, buscando siempre los rincones más extraños y hasta surrealistas para filmarse. Desde sus inicios se demostró que no sólo es una producción Británica, sino una producción mundial. Sus locaciones incluyen el Caribe, el Mediterráneo, ciudades europeas, de América, así como islas extravagantes al sur de Asía, llegando incluso a los lagos congelados de Islandia, restaurantes en la cumbre de los Alpes suizos y las profundidades del océano. La variedad de lugares donde ha estado el 007 es inmensa, hasta en sus tramas incluye una visita al espacio exterior en Moonraker. No ha habido película de Bond que solo esté filmada en territorio Británico. Mientras exista Bond, seguiremos deleitándonos con la cultura de otros países.
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