martes, 24 de noviembre de 2015

Carlos Virgilio Mendoza: siempre he visto a la música como algo superior en mi vida

Por SETH ÁLVAREZ

Tuve una pequeña charla con Carlos Virgilio Mendoza, un joven colimense con un futuro muy prometedor en el medio musical cinematográfico. Actualmente estudia música y ha participado en dos de los proyectos audiovisuales más importantes del estado.

Virgilio, platícame ¿Cómo llegaste a la música?
Todo surgió desde que era pequeño. Mi abuelo siempre ha sido un melómano y desde que era un niño estuve rodeado de un ambiente musical vivo. Aunque ninguno de mis familiares cercanos es músico, todos en mi familia aprecian la música y la viven a diario.

¿Y cómo empezaste? ¿le dijiste a tus padres “quiero ser músico”?
Cuando tenía 10 u 11 años mi abuela me compró una guitarra. Entonces, de manera natural y por mi cuenta, comencé a aprender a tocarla; es algo que se me dio muy bien. Cuando cumplí 15 años decidí decirles a mis papás que quería hacer esto de por vida, que me quería dedicar a esto. Para mi sorpresa ambos me apoyaron sin dudarlo. Así fue que a esa edad entré al Instituto Universitario de Bellas Artes de la Universidad de Colima, para hacer el bachillerato especializado en música, estudiando guitarra clásica con el compositor y guitarrista Simone Lannarelli.

¿Y ahora qué haces?
Estudio en Boston, en Berklee College of Music. Fui aceptado este año y gané una beca para poder estudiar ahí.

Felicidades ¿Fue difícil?
Si, fue un proceso largo y de muchos sacrificios. Para obtener la beca tuve que preparar un portafolio de trabajos que me tomó bastante tiempo completar. Esto significa que muchos fines de semana no salí a divertirme como muchos de mis amigos lo hacían. Es difícil cuando tienes 18 años, pero tenía que seguir trabajando. Al final, todo ese esfuerzo valió la pena.

¿Qué es lo que más te gusta de la música?
Me gusta mucho en lo que trabajo, como a un escritor le gustan las palabras y la prosa o a un artista plástico, el mármol o la pintura. Pero siempre he pensado que la música significa algo más trascendental para el ser humano. Es algo intangible e invisible. Sin embargo cuando la escuchas, sientes cosas, y algunas veces, también, hasta las visualizas. La armonía crea sensaciones en el cuerpo humano que sólo la física explica. Una obra musical puede expresar cosas que ningún libro podría, y esto sin decir una sola palabra. La verdad, siempre he visto a la música, como algo superior en mi vida. Para mí, es una alegría infinita poder vivir de ella y dedicarle mi vida entera.

¿Cuál es tu proceso creativo?
Bueno, para trabajar trato de ser lo más organizado posible. Siempre procuro tener una taza de café en la mano. Por escrito planteo todos los objetivos que tengo que hacer por semana, para cualquier obra en particular. Para cuando se trata de editar las partituras, escucho música de otros compositores. Es algo que siempre hago, me pone de buen humor. Generalmente trabajo de 4 a 6 horas, luego descanso un poco para no forzar el proceso de creación de la obra. En realidad es un trabajo arduo, que lleva tiempo y que no tiene que presionarse.

¿Tienes algún tema recurrente?
En los últimos años, me ha llamado mucho la atención, los temas relacionados con el terror; ya sean películas o libros. Y como parte de mi objetivo como compositor es hacer música para cine, me sirve mucho hacer obras, tratando de representar momentos o historias específicas de terror. He trabajo mucho con historias de mi escritor favorito Howard Phillips Lovecraft.

¿Qué me dices del cine? ¿Cuál es tu peli mexicana que más te gusta?
Admiro mucho el trabajo de Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro Gonzales Iñárritu. Pero Rudo y Cursi fue algo que disfrute bastante. Esa película es de mis favoritas

¿Y cómo fue que entraste al mundo audiovisual, a crear música para cortometrajes?
La música para imagen siempre llamó mi atención. Hoy en día la veo como la última frontera de la música sinfónica. No digo que la música sinfónica ya no exista, pero su popularidad es menor, en comparación a la del cine. Por lo tanto, la música de películas tiene un consumo bastante amplio. Compositores como John Williams, Hans Zimmer o Danny Elfman han popularizado bastante el género con sus temas. Todo esto captó bastante mi atención y en el 2014 conocí a Omar Juárez, quien después de escuchar unas de mis obras, me invito a trabajar en el cortometraje TV Boy. Fue una experiencia increíble que marcó un cambio en el camino de mi carrera. Fue lo que me hizo tomar la decisión de estudiar música para cine como una carrera formal.

Excelente. También trabajaste en El Ocaso de Juan ¿No?
Así es. Como te comenté Omar Juárez me invitó a seguir trabajando con él. Su último corto fue El Ocaso de Juan donde, por cierto, tú participas como guionista. Es un proyecto del que estoy seguro dejará una marca en la historia cinematográfica de Colima, ya que cuenta con un elenco de la talla de Kristyan Ferrer y Alberto Trujillo. En verdad no lo pensé dos veces para sumarme al equipo. En este momento el cortometraje se encuentra en post producción y ahí es donde entra la musicalización. Pronto se verá el resultado final. Estoy seguro que será del agrado de todos y que pondrá el nombre de Colima en los reflectores del ámbito cinematográfico de México.

Seguramente, ya que se hizo con mucho esfuerzo y con gente de Colima quienes no dudaron en apoyar la grabación.
A mí me llena de orgullo poder ser parte de todos estos proyectos de mi ciudad. Aunque yo esté tan lejos, gracias a la tecnología de estos días, yo puedo seguir en contacto con mucha gente de colima para poder seguir trabajando.

¿Y qué sigue?
Bueno, acabo de ganar la beca jóvenes creadores que ofrece el PECDA en Colima. Presenté el proyecto para hacer tres obras para diferentes instrumentaciones durante un año. Todas basadas en historias de Lovecraft. De hecho en este momento estoy trabajando en ello. Aparte tengo la invitación a participar en algunos proyectos. El hecho de haber colaborado en la música para TV Boy me abrió las puertas para conocer mucha gente y preparar nuevos trabajos.

Ahora estoy en pláticas para musicalizar Polvo Blanco, corto colimense que este año ganó el primer Concurso de apoyo a la producción de cortometraje de ficción en los Estados del IMCINE y del cual, por cierto, tú realizaste el guión. Bueno, también, por otro lado, están mis estudios. Tengo mucho que aprender en Berklee. El camino es largo, pero sé que con paciencia y mucho esfuerzo al final todo dará frutos. Siempre valdrá la pena el esfuerzo.

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