miércoles, 25 de noviembre de 2015

Multifamiliar Francisco Zarco, una historia ligada al cine

texto ANDREI MALDONADO
fotografía LEONEL ZÚÑIGA


A casi 60 años de haber sido inaugurado el multifamiliar Francisco Zarco se haya prácticamente en el abandono. Aún con poco más de 90 familias radicando en él, y con la sentencia de ser derruido para construir ahí un nuevo espacio turístico, el edificio cuenta una historia por la cual pretende permanecer en el recuerdo de los duranguenses, una historia vinculada al cine.

El multifamiliar, que se hiciera a semejanza de la unidad habitacional Benito Juárez de la Ciudad de México, fue entregado a la ciudadanía el 1 de febrero de 1956 por el presidente Adolfo López Mateos como parte de los proyectos de urbanización que se realizaron en diversas partes del país con desarrollos habitacionales de vivienda vertical.

Anteriormente en el lugar se hallaba el templo de San Francisco, el cual contaba con un convento y un jardín que daban hacia la calle de 5 de febrero. Dicho templo fue derruido en 1917 por el general Gabriel Gavira, quien en aras de la modernización derribó algunos edificios más como el antiguo Palacio Municipal, el Hotel Richeliu y algunos solares que obstruían la continuidad de las calles.

Es en ese sentido que, desde hace un par de años, se ha planteado la posibilidad de parte del Gobierno del Estado de derribar el multifamiliar en el entendido que se trata de la mayor intervención hecha en el primer cuadro de la capital, y que su estructura, junto a la de otros edificios contiguos de la manzana, alteran la imagen urbana colonial propicia para el turismo.

Es por ello que los vecinos de esta zona defienden su derecho de permanecer en el Centro Histórico, pero demandan también la atención de las autoridades ante un edificio que día con día siente más y más el peso de los años. Silvia Díaz, habitante del Multifamiliar, señaló que las fachadas llevan años sin remozarse y la instalación eléctrica y de agua está en circunstancias reprobables.

Por su parte Patricia Medina, quien lleva radicando en el lugar más de 50 años, reclamó que es más importante pensar en salvaguardar la historia de este recinto y el lugar donde viven tantas familias que pensar en construir una plaza; “si está en malas condiciones el edificio es porque no hay apoyo. No solo nos afecta a nosotros, también a más de 20 locatarios de alrededor”, dijo.

Y es aquí donde el Francisco Zarco encuentra liga con el cine: a decir de las vecinas las personas que pasaban por el lugar no sabían qué era ahí, más aún las generaciones jóvenes; “nos preguntaban si era un internado, una cárcel o un prostíbulo. Yo creo que creían que éramos indigentes porque nos veían con rechazo y hasta nos ofrecían comida”.

Fue a partir de la filmación de Suave Patria, con Omar Chaparro y Adrián Uribe, que la percepción hasta de los niños fue diferente; “pasan los niños y reconocen el edificio por la película. Deberían aprovechar eso las autoridades para mejorarlo. En el Hotel Reforma de aquí a lado se llegó a hospedar John Wayne, pocos lo saben y también lo quieren tumbar”.

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