Bajo el nombre de La verdad sospechosa Luis Estrada trajo al estado una producción ambiciosa con un elenco imperdible: Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Silvia Navarro, Tony Dalton, Alfonso Herrera, Osvaldo Benavides, Saúl Lisazo, Arath de la Torre y Sergio Mayer. Hoy, a más de un año de que terminó su filmación y con el título de La dictadura perfecta, la más reciente obra del polémico director de El Infierno y La ley de Herodes fue estrenada en Durango.
La cinta gira entorno a Carmelo Vargas, un gobernador de un estado cualquiera de nuestro país, el cual debe recurrir a la ayuda de la televisora más grande de México para salvarse de los golpes mediáticos realizados por sus opositores, pues de darse a difundir podrían verse cortadas sus aspiraciones políticas rumbo a la presidencia. Escándalos televisivos, corrupción, asesinatos y mucha sátira es el hilo argumental de la hoy candidata a los premios Goya 2015.
Estrada se ayuda de parajes muy “del norte” para envolver al espectador en la trama, desde el mítico rancho La Joya donde John Wayne filmara tantas historias, hasta sitios plenamente identificables para los duranguenses como el teatro Ricardo Castro y el Palacio de Zambrano, hoy Museo Francisco Villa. Dos horas en las cuales el público se debatió entre soltar la carcajada y reflexionar ante una realidad incómoda.
Y es que quizá el motivo de la risa sea el nerviosismo de ver retratada una ficción que no es muy ajena a nuestra vida diaria, más aún de los que vivimos en el norte del país y nos hemos enfrentado a ejecuciones a plena luz del día y en lugares públicos. Sin duda alguna Luis Estrada consigue criticar de manera irónica la situación del país, y depende del espectador delimitar en donde la risa termina su frontera con la reflexión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario