jueves, 11 de septiembre de 2014

El Cuarto Desnudo: El médico y el periodista

texto por CARLOS QUETZAL

El Cuarto Desnudo es un documental dirigido por Nuria Ibáñez que refleja los problemas de la psicología humana y la vida en sociedad a partir de diversos conflictos que se presentan actualmente en México.

Esta propuesta nos introduce a través de sus encuadres de forma directa a las historias de las víctimas más no nos muestra la profundidad de los conflictos de sus protagonistas, no habla de las causas ni soluciones, retrata una verdad fragmentada que obedece a la edición profesional y a la coincidencia. Los casos presentados están llenos de sufrimiento y emociones tangibles como la falta de atención y la demanda de afecto, sensaciones coherentes con la situación vulnerable por la que atraviesan los infantes y adolescentes a quienes se entrevista a lo largo del documental, la crudeza de las vivencias es aprovechada por los realizadores puesto que podrían lograr en el espectador conmoción, proyección psicológica y polémica de unos que admiran el filme y otros que descalifican la ética médica y la moral periodística.

Entre las víctimas podemos distinguir claramente conflictos propios de nuestra época como la disfunción familiar, los trastornos psicológicos que se generan después de un secuestro, la autolesión, anorexia y otros no tan definidos como los efectos de intento suicida y el impacto de la violencia doméstica. Se nombra a los casos como “no definidos” debido a que las terapias registradas se encuentran en la etapa inicial de valoración de los pacientes y para un diagnostico médico, psiquiátrico o psicológico se requiere de un proceso completo y específico.

En términos periodísticos el documental es una denuncia social con base en la evidencia, los realizadores han sido cuidadosos y respetuosos para solicitar los permisos jurídicos necesarios para mostrar la privacidad de cada historia, sin embargo, estas imágenes podrían tener efectos consecuentes de los cuales jamás nos enteraremos. En el sentido médico la ética transgrede al paciente y agrede los aspectos más valiosos de la naturaleza humana. Al periodista le falto documentarse y al médico sensibilizarse. Los jóvenes fueron víctimas no sólo de su situación vulnerable sino también de la suerte, el espacio y la cámara.

El documental se desarrolla en un espacio único, el Hospital Psiquiátrico Infantil de la Ciudad de México que ha sido llamado poéticamente el cuarto desnudo, sin embargo, el lugar es totalmente intrascendente ya que para la obtención de historias que nos lleven a una reflexión de la situación vulnerable y las carencias que tiene nuestra sociedad podríamos recurrir prácticamente a cualquier consultorio mexicano. Asimismo, este documental, sin pretenderlo, nos refleja un sistema de salud nacional ligero, irresponsable, poco funcional y con una gran necesidad de ser renovado a través de la capacitación, profesionalización y humanización de sus agremiados.

El beneficio radica en la reflexión que Ibáñez propone y nos debería motivar para llegar a la acción colectiva y al despertar de conciencia que nos permita alcanzar una vida más plena y equilibrada. Retratar la fragilidad humana no es suficiente si no se logra humanizar al espectador, al médico y al periodista, el interés de cada caso en particular no radica en el individuo que es protagonista de su historia, sino en las consecuencias generales que son el reflejo total de la sociedad que estamos formando; el cuarto desnudo podría ser tu cuarto, mi cuarto.

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