por CHRISTIAN SIDA-VALENZUELA
Este año me propuse, y lo he logrado, dejar de ir a Cinemex, la razón que me motivó fue la segunda vez que le levanté la voz a los jóvenes que ahí trabajan, porque en sus horarios en Internet y el periódico tienen uno y, al llegar al cine, resulta que decidieron cambiarlos. Esto notablemente pasa con las muy buenas películas mexicanas, me sucedió las últimas dos veces con las cintas ‘’César Chávez’’ y con ‘’Narcocultura’’ (ésta última realizada en México pero no mexicana). La última vez creo que grité un poco de más, así que ya es preferible no regresar, a parte de por mis gritos, de por la falta de respeto hacia el cine nacional, y no digo a cualquier cine nacional, me refiero a grandes películas que pudieran tener una oportunidad en taquilla y hacer que el dueño de Cinemex, Germán Larrea, gane más dinero, pero ni siquiera la oportunidad a estas películas se les da.
Ingenuamente, las últimas veces que visitaba Cinemex, no entendía porque había anuncios en la pantalla hablando de las bondades de Grupo México, compañía de Larrea, la cual es una de las principales mineras del país y una de las mayoras productoras de cobre en el mundo. Pero recién recordé que hacia el año 2009, Grupo México adquirió Cinemex, y en el 2010, el festival internacional de cine de la Ciudad de México, que era patrocinado por Cinemex, había sido cancelado cuando Germán Larrea compró dicha cadena de cines, una noticia que en su momento causo furor en el medio, al dejar de existir así como así una joya de festival.
Grupo México opera la mina de Pasta de Conchos en Cananea, Sonora, donde en el 2006, 63 mineros quedaron enterrados y nunca la compañía trato realmente de salvar los cuerpos para entregárselos a sus familias, en lo que ha sido uno de los más terribles accidentes industriales en la historia reciente de México o, un homicidio industrial, como muchos lo califican. Hace unos días, en la misma mina, Grupo México ocultó el derrame de más de 40 mil metros cúbicos de solución de ácido sulfúrico en el río Sonora. Días después, se reportó una emergencia ambiental generada por el derrame de 2 mil metros cúbicos de solución cianurada en la mina Proyecto Magistral, propiedad del mismo grupo, ubicado en el municipio El Oro, Durango, afectando 400 metros cuadrados de suelo natural.
A principios de año, mi amor y respeto por el cine mexicano, me hicieron tomar la decisión personal, práctica y simbólica decisión, de no regresar más a Cinemex, pero éstos datos son mínimos, si vemos los trágicos datos humanos y ambientales, que me refuerzan la idea de no regresar a la compañía de uno de los hombres más ricos y con menos escrúpulos en México, depredador ambiental y de una noción nula del sufrimiento de los familiares, de esos 63 cuerpos que siguen enterrados en Sonora. Por dignidad, todos los mexicanos a Cinemex no deberíamos de entrar nunca más.
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