por ERIC VILLA
foto ANDREI MALDONADO
Cuando hablamos de cine mexicano siempre nos imaginamos sus temáticas que nos conducen a un cierto morbo, problema social o reflejo de una realidad del momento que se vive en el país. Durante un tiempo llegamos a caer en un cliché de nuestra misma industria, una costumbre nacida en los años 90´s. Pocos fueron los directores que atrevieron a ir mucho más allá de ese simple morbo de nuestro cine. Y aunque lo parezca extraño fue suficiente para que más realizadores mexicanos quisieran y voltearán a romper un tabú y mostrar en pantalla lo más cruel y duro que existe a diario en nuestras vidas, como dicen por ahí “Crudo y sin anestesia”.
Así de fuerte es el trabajo de uno de los nuevos directores del cine nacional, que destapa todo el mal que nuestra nación viene arrastrando desde hace casi media década. Trabajo que le ha valido para que se le otorgue el premio en dirección en el que es considerado el mejor festival de cine a nivel mundial, Amat Escalante empieza a buscar un lugar dentro de los mejores artífices de nuestra industria cinematográfica, sin miedos logró reflejar de una manera artística y soberbia al demonio que castiga a México desde hace seis años.
‘HELI’ su tercer largometraje nos lleva a ese infierno que nos hostiga diariamente (secuestros, levantones, asesinatos, violación, pornografía infantil, etc.) pero más de pensar que se trata de otro film donde enseña al diablo como intruso de la misma realidad vista mil veces en nuestro cine, Amat toma todo esto y lo lleva aún más allá, la crudeza y la tortura de las imágenes mostradas son auténticas obras de arte. Con un final más que un buen drama y triste es algo estremecedor, como su comienzo gráficamente desgarrador.
Durante la premier de HELI en Durango, el equipo de Cinéfagos tuvo la oportunidad de obtener una exclusiva con Amat Escalante para que nos hablase un poco de esta producción que ha conmovido y causado controversia a los cinéfilos, y que le hizo merecedor de uno de los mejores galardones en el festival de Cannes en edición del 2013.
¿Consideras que la violencia ya es parte del arte?
“Yo creo que siempre el drama está basado casi en la muerte, en la violencia. Desde un inicio lo que es la dramática que hace siglos empezó siempre fue de cabezas cortadas, de un hermano que mata a su hermano, engaños, muertes, todo eso como que es parte importante del drama y por eso está el cine, por eso está la música, en la literatura. Hay una forma ahora de filmarlo que yo trato, que tal vez se aleja del estilo hollywoodense que es más espectacular, que casi quieres ver a quien más van a matar, yo quería hacer la sensación de no ver cuándo van a matar a alguien, en vez de querer verlo como en otras películas”.
Sobre la actuación de la pequeña Andrea Vergara (Estela) y como la tocan ¿Cuál fue la postura de los padres ante esta situación de que su hija pasara por esto dentro del film?
“Realmente no la tocan mucho, hay unos besos ahí medio fingidos entre Beto y Estela. Pero aparte de eso todo hace en el coche y es más bien con sonido (sobre expuesto a la escena) Si, realmente no sufrió nada, se les explicó todo muy claramente antes del rodaje a su mamá y a su familia, y ahí estaba toda su familia presente, no hubo gran problema, ella es muy inteligente y puede diferenciar entre la fantasía y la realidad”.
De la escena donde uno de los personajes sufre la quemadura de sus partes íntimas y al preguntarle cómo se realizó y sus dificultades de hacerla, nos comentó:
“Pues es la tecnología de ahora (Ríe) se pueden hacer ese tipo de imágenes y no es real, así como los peritos que matan nada es real, todo es un truco”.
¿Filmarías algo más fuerte todavía?
“Pues lo que sea necesario para la sensación, para la historia que se quiera contar. Yo creo que en ‘Los Bastardos’ se filma algo ya más fuerte todavía, me parece. En ese film hay una escena más fuerte de lo que hize aquí”.
Cada cineasta mexicano, con cada nueva película, de alguna manera se está introduciendo a la historia del cine mexicano, en tu particular opinión ¿Cuál sería tu aporte al cine mexicano?
“Podría no haber tenido una repercusión, como la mayoría de las películas que se hacen en México que son alrededor de cien al año y muy pocas llegan al público desafortunadamente, y fue una película hecha con la mitad con el presupuesto promedio que hay para hacer cine en México, que es un promedio de 20 millones de pesos y nosotros la hicimos con la mitad de eso y no tenemos la mercadotecnia de películas mexicanas como ‘Nosotros los nobles’ por ejemplo, y pues ha habido un interés, mucha curiosidad. Y es una película que gusta y que la vez causa reacciones violentas desde el público. No sé, el tiempo dirá si se mantiene relevante la película”.
Una cinta que nos adentra a todo aquello por lo que jamás nos gustaría pasar, por ese tipo de experiencias, y que gracias a esta magia del séptimo arte podemos decir que aceptamos esta violencia, esta vivencia a través de una pantalla. Nos encontramos ante quizá de uno de los nuevos directores que más que polémico, un creador visual que transgrede esas historias de pesadillas para convertirla en grandes obras de la cinematografía.
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