sábado, 9 de septiembre de 2017

Breve historia del cine chileno

por PALOMA COMINETTI

El comienzo del cine chileno tuvo cita el 26 de mayo de 1902, fecha en la cual se estreno la filiación del "Ejercicio General de Bombas" (Cortometraje documental. Duración 3 minutos) grabado hace 3 semanas atrás en la plaza Aníbal Pinto de Santiago. Este acontecimiento dio inicio a la “industria cinematográfica nacional”, que ha tenido altos y bajos a lo largo de su historia.

Entre 1910 y 1931 se vivió la primera etapa del cine chileno, enmarcada en la mudez de la industria. En esta etapa se realizaron 78 filmes, destacando el año 1925 en el cual se llevaron a cabo 15 títulos.

Luego el cine nacional se reactiva bulliciosamente en 1934, luego de tres años de receso y a la película "Norte y Sur" como el inicio de la era. Las temáticas del cine en este periodo eran predecibles y con fórmulas importadas desde Norteamérica. La historia del huaso enamorado de la hija del patrón era tan típica como la trama del "rotito" y sus aventuras en la capital.

En 1942 el cine es empujado desde el gobierno, a través de la recién fundada CORFO, que dio nacimiento a Chile Films. Siete años más tarde los estudios presentaban un balance desolador en términos económicos y culturales.
En la década del '50 la producción fílmica decae notoriamente, con apenas trece películas. Sin embargo se deja entrever los que vendría mas adelante, que sería un cine de corte realista y social.

Cuando las universidades decidieron involucrarse en el cine, se comenzó a forjar el camino a lo que luego se denominaría el "Nuevo Cine Chileno". El Instituto Fílmico de la Universidad Católica (1955) y la incorporación del Centro del Cine Experimental a la Universidad de Chile (1959), impulsaron un género que hasta el momento no había sido explorado en profundidad: el documental.

El cine chileno comenzó a enfocarse en su mirada social, tendiendo hacia un cine de corte neorrealista, en el que los recursos no abundaban como en generaciones anteriores. La celebración del Primer Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, realizado en Viña del Mar en 1967, permitió a los autores nacionales tener una mirada panorámica del trabajo de sus pares continentales. Instancia que se repetiría en el año 1969, en donde chile ya tenía material para competir.

Desde 1973 y durante el gobierno militar, la producción fílmica desciende a los niveles históricos más bajos. Los principales representantes del cine nacional se dedican a trabajar fuera del país, haciendo un cine chileno tras sus fronteras. El único que permaneció en el país fue Silvio Caiozzi, quien logro sacar adelante películas como "A la sombra del sol" (1974) y "Julio comienza en Julio" (1979). Estos Films fueron un leve despertar en el profundo estado de sueño en el que se mantuvo la escena fílmica nacional hasta 1988.

Tras acabarse el gobierno militar vendría el despertar del cine chileno. Se crea el FONDART, quien juega un rol fundamental en el apoyo estatal a la industria nacional. Pero el hecho que sentó precedente fue la película "La Frontera" (1991), dirigida por Ricardo Larraín. Esta cinta cambió la percepción del cine local, debido a su gran factura técnica.

De ahí en adelante la industria cinematográfica nacional vio nacer películas que se han transformado en los iconos de esta ultima década del cine nacional. Decenio que demuestra los nuevos aires del cine chileno, que se atreve a superar “tabus” históricos y morales, a reírnos de nosotros mismos y a reflejar nuestra realidad social. Todo esto acompañado de una mejor calidad técnica, que le ha permitido al cine chileno abrirse más de una puerta, tanto a nivel nacional como internacional.

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