sábado, 17 de junio de 2017

Festival de Cine Todos Santos 2017

texto y fotografía JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ

Desde hace 14 años en el mes de marzo, llega a un pequeño pueblo del océano Pacifico una semana llena de fiesta, música, pero sobre todo, llena de cine. Este año, como desde hace dos años que cambió su nombre y comparte sede, el Festival de Cine Todos Santos - La Paz - Pescadero nos llenó con cinco días de cine de diferentes nacionalidades, con una carga de inclusión social, de temas de medio ambiente y con un arte como el que sólo brinda el pueblo por excelencia de los artistas de toda índole en el estado de Baja California Sur; además de merecidos homenajes para algunos de los mejores talentos nacionales que tiene precisamente nuestro cine.

La gala el primer día del festival fue el 1 de marzo en La Paz por la noche, con el documental de Discovery Channel Pancho Villa, se busca vivo o muerto (el cual por cierto fue realizado en Durango y mucha gente del mismo estado trabajando en él) con la presencia del director del documental Carlos Bolado y el protagonista del mismo, Enoc Leaño, destacado actor mexicano al cual se le rindió un merecido homenaje (el cual por cierto es oriundo del estado de Baja California Sur)

Pero el plato fuerte del festival no llegaría hasta la noche siguiente en la apertura del festival en el lugar que lo vio nacer gracias a la visión de los señores Leonardo y Sylvia Perel, amantes y conocedores de los mejores festivales de cine del mundo, que vieron en este lugar el sitio perfecto, un oasis en medio del desierto para poner la semilla de lo que hoy es una escuela de cine para los pequeños del lugar, esperando algún día todos lleguen a ser los futuros cineastas del mundo con una responsabilidad dentro de su sociedad.

La gala se realizó con la proyección de la película La Delgada Línea Amarilla que contó en la sala del pequeño pero hermoso Teatro Manuel Márquez de León con la presencia de su director Celso García, Enoc Huerta quien también actúa en la película y el protagonista principal de la misma, el actor Damián Alcázar, al cual se le rindió un más que merecido homenaje al galardonado actor. Entre otros importantes invitados se contó con la presencia de representantes de la Hollywood Foreign Press (Golden Globes).


La proyección de películas uruguayas como Las Toninas Van al Este, (que he de confesarles no tengo ningún precedente del cine uruguayo, pero esta película ha hecho que me guste su humor) españolas como La Carga, protagonizada por la famosa, joven y hermosa actriz María Valverde y el mexicano Gerardo Taracena que también fue invitado del festival. En la sección "Hecho en Baja" se contó entre otros trabajos con el documental Odile que fue quizá la proyección con más asistentes.

Dentro de la selección mexicana se proyectaron trabajos como El Charro de Toluquilla y Made in Bangkok entre otros, y como país invitado del festival, Argentina (cine por el cual la directora del festival tiene gran cariño por ser su madre patria). También se exhibieron los trabajos realizados por los niños y jóvenes de la escuela de cine "Leonardo Perel" en animación. La única competencia con la que cuenta el festival que es la de cortometrajes mexicanos, la cual se conformó con seis trabajos compitiendo, dentro de la cual se distinguieron como ganadores a los trabajos Luz de Día, de Mauricio Calderón en cortometraje de ficción, y Aurelia y Pedro de José Permar en la categoría de cortometraje documental, además de una mención honorífica para Atomik Francisco Bermúdez por su trabajo Feliz Cumpleaños.

Un festival que nos muestra documentales sobre medio ambiente, películas con temática gay, temas en el cine que nos invita a la reflexión y a la inclusión, la tolerancia y la responsabilidad que tenemos como sociedad para que nuestro país sea mejor. Un festival que utiliza todo lo recaudado para su escuela de cine y que al igual que muchos pequeños festivales de cine de nuestro país que están hechos con mucho amor, son muy poco o nulamente apoyados por las instancias gubernamentales, y que gracias a la visión de personas y empresarios que aman el lugar donde viven, aunque no hayan nacido en él, como la gente de Todos Santos que organiza el festival y que ama este pequeño paraíso del mundo, gracias a esa clase de personas podemos gozar de estos encuentros.

Quizá lo último como impresiones podría decir que los festivales de cine son para que nos llegue cine que en salas comerciales escasamente podríamos ver, y este festival cumple con esto, a los cual voy a mi siguiente punto, o no sé si los festivales de cine en México son "elitistas", o simple y sencillamente a la mayoría de nuestra sociedad no le gusta el cine, la cultura, el arte. Y me inclino por esta segunda razón, porque durante mi estancia en el festival me pude percatar que los organizadores y el staff del festival le regalaban algunos boletos para las funciones a jóvenes que estaban cerca del Teatro y querían entrar a ver películas y que no traían dinero. Las funciones tuvieron mucha afluencia, pero en su mayoría la gente era norteamericana y mayor (salvo en las funciones que se dieron en La Paz).

Un festival hecho para su gente joven, para sus niños en desarrollo, para una sociedad que en un futuro valorará más el arte, en un pueblo lleno de arte, y mientras este espacio sigua abriendo sus puertas a ese cine diferente que uno quiere ver, en este pueblo mágico, el mundo será un lugar mejor.

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