texto ANDREI MALDONADO
MUBI es una de las plataformas virtuales para ver cine con el contenido de mayor calidad en el mundo. En esta ocasión queremos hacer unas cuantas recomendaciones para que las puedan disfrutar en cualquier momento.
MARIANA, MARIANA (Alberto Isaac, 1987)
Una adaptación que no alcanza a hacerle justicia a la obra literaria.
UN CRIMEN COMÚN (Francisco Márquez, 2020)
Películas etéreas como estas nos enfrentan a las emociones más descarnadas. Son las emociones y no los personajes los verdaderos protagonistas. En este caso, la culpa, aquella que persigue a Cecilia todo el tiempo y, cuando por fin se despoja de ella, se libera con esos gritos, pese a tener que pasar por ese "Laberinto" del barrio bajo que es como emocionalmente se encuentra por dentro. A fin de cuentas, fue otra emoción desbocada, su miedo, quien la llevó a no ayudar a Kevin.
MANO DE OBRA (David Zonana, 2019)
Pese a las virtudes que posee en su realización, creo que esta película es condescendiente y propicia que continúen vigentes estereotipos hacia las clases sociales. Igual que Michel Franco en Nuevo orden, se dibuja al pobre, al vulnerable, como un ser sediento de venganza, que termina victimizando a quien se supone comete la injusticia.
ANTICRISTO (Lars Von Trier, 2009)
La primera historia de la trilogía “de la depresión”, Anticristo, con Charlotte Gainsbourg, la que a la larga se volvería una actriz fetiche. Las tres historias representan diversas manifestaciones de la tristeza, que llevan a sus personajes a tomar decisiones crudas, al límite de lo humano. En Anticristo somos testigos de la depresión tras la muerte de un hijo, en una secuencia en una cámara lenta en blanco y negro inolvidable.
LAS CINCO OBSTRUCCIONES (Lars Von Trier, 2003)
Lars lleva su admiración a Jorgen Leth, otro cineasta danés, y lo transforma en ser su jefe para mandarlo a hacer cinco versiones de un corto filmado treinta años atrás, todas de ellas con pautas casi arbitrarias generadas por Von Trier.
EL JEFE DE TODO (Lars Von Trier, 2006)
El danés juega con los elementos básicos de la comedia para desarrollar una situación de oficina estilo “The office”, pero al más puro estilo Von Trier.
LA CASA DE JACK (Lars Von Trier, 2018)
Von Trier abraza por completo el thriller para desarrollar una historia sobre un implacable asesino serial (Matt Dillon) donde de paso deja ver su peculiar forma de ver el mundo que le ha traído problemas.
EPIDEMIC, EUROPA Y EL ELEMENTO DEL CRIMEN (Lars Von Trier)
La primera trilogía es la conocida como “trilogía de Europa”, que enmarca el periodo comprendido entre 1984 y 1991, en la cual se encuentran su ópera prima El elemento del crimen, seguida de Epidemic y Europa. En esta trilogía encontramos las películas más “de género” de su filmografía, con un thriller policiaco, una cinta de ciencia ficción y una película bélica, las tres desarrolladas muy a su manera, y con estilos poco ortodoxos. Por ejemplo, en las tres tiene participación como actor (más notoriamente en Epidemic, cinta donde escribe la letra del tema de créditos).
LOS IDIOTAS, BREAKING THE WAVES Y DANCER IN THE DARK (Lars Von Trier)
Trilogía denominada “Golden hearth”, el cineasta danés pasa a abordar de manera más tajante los sentimientos humanos, que a la larga llegará a ser su sello distintivo en el resto de sus películas.
THE KINGDOM (Lars Von Trier)
La prestigiosa serie de TV Riget (The Kingdom), con elementos como lo es el manejo de tomas aéreas en tonos sepias, elementos fantasmagóricos, diálogos y personajes difíciles de analizar y un protagonismo notorio al aparecer como él mismo al final de cada capítulo.
De 1996 al 2000, Von Trier atraviesa filma la segunda parte de The Kingdom, pero la tercera temporada se cancela por la muerte de algunos de sus protagonistas, hasta que la puede retomar en 2022 bajo el título de Riget: Exodus.
MANDERLAY Y DOGVILLE (Lars Von Trier)
La inconclusa trilogía sobre Estados Unidos, con Dogville, Manderlay y Washington, esta última nunca se filmó. Aquí la crítica es evidente a la sociedad estadounidense, donde expone y casi se burla de los valores que ellos consideran más sagrados, como la democracia y la defensa de los derechos civiles.
Como plus para estas historias está la forma en que fueron producidas, montadas sobre un escenario teatral, donde los límites entre puesta de escena y espectador son casi nulos. Quizá el punto negativo sería el cambio de protagonista, donde se complica pensar que son el mismo personaje Nikole Kidman y Bryce Dallas Howard, aunque las dos den actuaciones increíbles. Lo mismo pasa con el personaje que en una es Udo Kier y en la otra Willem Defoe.
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