ElCecehachero7: El último acto

texto JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ

El mes de septiembre marcó la agenda de los festivales de cine en México por parte del que muchas y muchos de ustedes sabrán, es uno de los festivales favoritos de su servidor: el Festival Internacional de Cine de CCH de la UNAM. Y marcaron la agenda en esta séptima edición por varios detalles particulares que me gustará comentar a continuación. 

En primera instancia, algo que es innegable para los que siguen la historia de este festival desde el principio, o para los que lo hacemos en la época postpandemia, es el crecimiento que año con año tiene el festival. No solo hablo en la misión y visión, sino también en la extraordinaria labor que realizan en cuanto a la curaduría se refiere, y en el alcance que tienen para llegar y mostrar a nuevos públicos la mirada tan particular que tiene la organización del Cecehachero para formar exhibiciones en cuanto al séptimo arte y el gaming como obra audiovisual. 

En este año el alcance internacional se expandió y llegó mucho más lejos en comparación a su edición anterior. París (Francia), Lima (Perú), Tucson (EU), fueron las sedes del festival fuera de nuestras fronteras. En cuanto al alcance nacional, no solo tuvieron múltiples sedes como ya ha ocurrido en ediciones pasadas dentro de la CDMX, sino que también hubo sedes que se sumaron en el interior del país, como en el estado de Hidalgo y Sinaloa. 

Además, cabe destacar que en esta edición gracias a la alianza que hicieron con el IMSS a través de su Fideicomiso de Administración de Teatros y Salas de Espectáculos, el Cecehachero pudo realizar una muestra de los cortometrajes más destacados de la edición, que se pudieron presentar en ciudades como Durango, Guadalajara, Tepic, Morelia, Aguascalientes, Coahuila, Zacatecas, Tlaxcala, entre otras.

Debo decir, en palabras que su servidor se permite expresar en este sentido escrito, y tratando de hacer homenaje a todas las personas que han hecho posible el Cecehachero hasta esta séptima edición, que me hubiera gustado que la marca que deja el Cecehachero en este 2023 hubiera sido solo por todas las cosas que he comentado hasta ahora, pero desafortunadamente no es así. Gran parte del comité organizador de este festival, encabezados por su director y fundador, Brandon Ibarra, en la clausura del propio festival, han anunciado que el Cecehachero da por finalizada su labor, siendo pues esta edición la última. 

Las razones, las mismas que han hecho que en este año muchos festivales se dejen de hacer, la falta de apoyos por parte de instituciones gubernamentales, que no permiten hacer un festival tan grande y de tal envergadura como lo es el Cecehachero. Pero afortunadamente no nos quedamos tan tristes con la noticia, pues Brandon promete que volverán en algún momento con un esquema de reorganización que les permita seguir con la labor que fundaron y empezaron en el 2015, y si Brandon y su equipo lo prometen, yo les creo. 

El Cecehachero no solo ha sido el festival que más atenciones ha tenido en la historia de Cinéfagos desde que la revista se fundó, ni siquiera los de la ciudad o los que su servidor ha tenido la fortuna de cubrir de manera presencial nos han tratado como ellos, y aunque todos nos han tratado de maravilla, cabe aclarar que el Cecehachero nos ha hecho parte de su equipo, de su familia, y eso me ha permitido formar grandes lazos de amistad con muchos miembros de su comité organizador, además de que en esta edición me han hecho el honor de formar parte del jurado de una de sus secciones en competencia, lo cual me permitió ver de manera aún más responsable y comprometida la impecable selección de los trabajos que engalanaron la curaduría realizada este año.

En definitiva, será un hueco difícil de llenar para el nicho creado y la ventana que eran de recepción y muestra del apoyo hacia los nuevos realizadores, pero como dijera ese viejo dicho: este no es un adiós, sino un hasta luego. Que así sea pues, y celebremos que el Cecehachero culmina su labor hasta ahora de la manera más honrosa y vibrante posible, entregando la mejor de sus ediciones, con todas las complicaciones que pudieron tener en el camino, y saliendo por la puerta grande y dejando una historia y legado por demás rico y preponderante.