miércoles, 31 de marzo de 2021

La visibilidad y valoración del director de cine

texto LUIS ABEL CHÁVEZ BERMÚDEZ

Un director de cine, el líder, encargado de dirigir un equipo creativo hacia el logro eficiente de un objetivo, el responsable de sacar el máximo potencial de un guion; el que tiene la idea de cómo debe ser contada una historia y cómo debe verse la película. Es quien dirige y organiza a las diferentes personas que trabajan en la realización de la película para lograr un producto final óptimo.

Como principal figura de autoridad en el proceso creativo, y como profesional del mundo audiovisual, debe participar en la selección de los actores, revisar y adaptar la redacción del guion, los diseños de la escenografía y vestuario, aspectos vinculados a la iluminación y el uso de las cámaras, todo lo referente a la producción, y la elaboración del guion técnico. Además, debe salir en la búsqueda y selección de locaciones, supervisar y dirigir a los profesionales de todas las áreas durante la creación de la película. En pocas palabras, es el responsable de la totalidad de la producción cinematográfica, el que sabe cómo quiere que se vea la película, cómo debe ser contada la historia.

En el pasado el nombre del director raras veces se mencionaba o era recordado. Por mucho tiempo se le consideró anónimo, subordinado al productor. La gente iba al cine por la temática de las películas o por las estrellas, pero se desconocía el nombre del director. Hoy en día, gracias a los festivales de cine que han proliferado por todo el mundo, a los medios de comunicación y a la creciente pasión cinéfila en las redes sociales, los directores de cine son cada vez más identificados y se reconoce su estilo.

El ascenso en la tendencia de estudios fílmicos en universidades o a través de plataformas, la labor de los cineclubes y la extensa información en los medios de comunicación van propiciando una cultura cinematográfica. Más allá de ser simples receptores, los diferentes públicos han ido desarrollando capacidades para reconocer otros elementos que conforman la presentación cinematográfica. 

Gracias a las nuevas tecnologías se tiene acceso a infinidad de información que ha permitido incrementar los conocimientos sobre cine; las redes sociales han jugado un papel crucial en la difusión de información; cada vez más circulan páginas con la temática del cine, que no sólo publican los rostros de actores y actrices, sino todo lo que involucra una realización, y, por supuesto, al director.

Los nuevos públicos se van familiarizando con los grandes directores del pasado como Sergei Eisenstein, Akira Kurosawa, Alfred Hitchcock, Luis Buñuel o Ingmar Bergman. En la actualidad el público hace referencia a la más reciente película de Guillermo del Toro, Woody Allen, Alejandro González Iñárritu, Christopher Nolan o Pedro Almodóvar; o al estilo cinematográfico de Tim Burton, Quentin Tarantino o Steven Spielberg. En pocas palabras, se menciona cada vez más el nombre del realizador y no precisamente el de los actores y actrices.

Casi desde la aparición del cine, realizadores de todo el mundo han llegado a buscar el éxito y la consagración en Hollywood: la industria más importante del mundo. Así podemos mencionar a los alemanes Ernst Lubitsch y F.W. Murnau, y al británico Charles Chaplin, que llegaron a Estados Unidos en los años 1920. Hasta cineastas como Alfred Hitchcock, Billy Wilder y Roman Polanski que llegaron después. 

De esta manera se ha ido nutriendo la industria cinematográfica que absorbe talentos de todos los rincones del mundo, que han aportado nuevas ideas y elementos para la configuración del séptimo arte. Al conocer y fascinarse con las películas de los grandes maestros de la cinematografía mundial los espectadores buscan ampliar su conocimientos y conocer más de su filmografía, tomando como referencia el nombre del realizador.

Hoy en día se va reconociendo el profesionalismo de un director de cine, se valora la enorme responsabilidad que trae a cuestas. La función más importante del director es la toma de decisiones debido a que él es el encargado de la filmación y quien debe tener el poder de decidir sobre cada detalle de la película, y sacar el máximo potencial de un guion; y si algo llegará a salir mal sería completamente su responsabilidad. Tiempo atrás, sobre todo en la cinematografía hollywoodense, cuando una película resultaba un éxito o un fracaso se hacía mención a los protagonistas. Cada vez más la persona más reconocida o criticada por el público y los medios de comunicación es el director de la obra cinematográfica.

En las muestras, festivales de cine o entrevistas, cuando se tiene un mayor acercamiento con realizadores se conoce la complejidad de la dirección cinematográfica y todo lo que ello implica; entre otras cosas, muchas veces hay que sobrevivir al caos cuando las cosas no suceden conforme al  plan de trabajo o las escenas no resultan como se escriben en el guion, ya ni hablar del caso específico de la cinematografía mexicana con los problemas que tienen que enfrentar para la distribución, llegar a las salas y que la película sea vista.

El papel que el director de cine juega va mucho más allá de la claqueta y dirección artística; como medio de comunicación social, el cine exige profesionales que asuman la responsabilidad de transmitir mensajes que respondan, contribuyan o, simplemente tengan alguna repercusión sobre el público. La importancia que el cineasta tiene en la sociedad no es solo la de producir entretenimiento, sino que también los posiciona como voceros, como agentes de cambio, dándoles la oportunidad de emitir lo que muchas veces no es posible por otros medios. 

No debemos olvidar que el cine también es una expresión artística, por tanto dichas repercusiones que éste pueda tener, social y culturalmente hablando, son meramente subjetivas y dependerán siempre de cómo perciban los espectadores los diferentes mensajes de los directores, impregnados con su estilo audiovisual único, que los caractericen e identifiquen de otros.  

En el caso del cine nacional Roberto Gavaldón, Emilio Fernández, Julio Bracho, Alejandro Galindo, Ismael Rodríguez, Chano Urueta, Juan Bustillo Oro, Fernando de Fuentes, entre otros, son considerados los pilares del cine de la época de oro. Gracias a lo que estos cineastas  plasmaron en pantalla, podemos conocer  un retrato fidedigno de una época, historia de las comunidades, propagación de la moda, una expresión de las mentalidades, cambios urbanísticos y la idiosincrasia de un pueblo: el retrato de la sociedad mexicana de toda una época.

Las creaciones fílmicas de estos cineastas han marcado un antes y un después, y se han convertido en iconos de la cultura popular mexicana. Hacer un visionado de toda la filmografía de estos directores es recorrer la historia. Es todo un aprendizaje de la evolución de la cinematografía mexicana, sus estilos narrativos y estética, dese los rasgos del cine de los grandes ídolos de la época de oro, hasta las películas de los setenta u ochenta, mientras estuvieron en activo; los cambios en la forma de contar las historias, las corrientes estilísticas, hasta la apertura con el uso de imágenes y vocabulario que en otros tiempos estuvieron prohibidos.

A través de sus realizaciones el director de cine nos sumerge en un museo interactivo donde se puede aprender de formas de pensar, de historia, de cultura, de la vida cotidiana, de arquitectura, de modas, de habla popular, de arquetipos y cambios urbanos; es un retrato de la sociedad que aporta fuentes invaluables para conocer el pasado y el presente de un lugar. 

La imagen estereotipada de un sujeto con chaleco, lentes oscuros y boina, sentado en una silla, cerrando una claqueta y gritando con un altavoz “¡acción!” o “¡corte!”, va quedando atrás. La constante información que circula en los medios va consolidando la cultura cinematográfica que se menciona líneas arriba, por lo que cada vez se visibiliza más y se revalora al realizador. 

1 comentario:

  1. y gritando con un altavoz “¡acción!” o “¡corte!”, va quedando atrás. La constante información

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