sábado, 7 de noviembre de 2020

Sandra Becerril, una mujer que nos quita el sueño

texto ALEJANDRA OCHOA

La “Escritora serial” que ha abierto puertas y nuevos caminos para que otras podamos animarnos a escribir de los géneros de terror y thriller.  

Sandra Becerril, comenzó muy chica, a los 16 años, adentrándose cada vez más en el género con novelas (que ahora suman 22 publicadas), enfrentando dificultades clásicas de México, como “las mujeres no hacen terror”, “no parece que escribas terror”, “las mujeres solo escriben cosas de amor y comedia”; las saltó publicando con editoriales de la talla de Alfaguara, Random House Mondadori, Beek o Camelot. De ahí, el paso natural fue brincar al cine, donde Alfredo Gurrola la apoyó para desarrollar su carrera como guionista, de la que suman la impresionante cantidad de 65 guiones de largometraje y series, de las cuales 30 han sido realizados.  

Sandra no parece detenerse por nada y lo que más ha influenciado en otras generaciones es el valor y la destreza que ha tenido para que sus letras sean reconocidas a nivel mundial. Es la primera – y única – mexicana en escribir para los maestros del terror de Hollywood. Sus guiones han sido dirigidos por aquellos que nos enseñaron a hacer cine de terror en los ochenta: Stephen King, Mick Garris, Joe Dante, Richard Matheson.  

Ella lo narra con naturalidad, “Son mis amigos y estaré por siempre agradecida en que hayan confiado en mí”. Sin embargo, esto no es todo, ha abierto caminos que parecían cerrados para las mujeres en México, dándonos la oportunidad de participar en festivales de género con guiones, dirección y otras ramas del arte del terror, que sí, siempre ha existido, pero de forma más velada. Sandra grita a los cuatro vientos que disfruta quitar el sueño y espantar a la gente. 

Y cómo no van a estar espantados los productores si tiene nueve series completamente escritas por ella y dirigidas por el gran Alfredo Gurrola, si ha adaptado algunas de sus novelas y han sido filmadas por directores como Alan Coton y Juan Carlos Rulfo, mundo de hombres donde además ella ha dirigido ya tres largometrajes; si su voz ha llegado a lugares tan remotos como la India o películas de su autoría exhibidas en Japón.  

Es importante aquí hacer un paréntesis: entre su vertiginosa producción de tres novelas (al menos), publicadas cada año y de dos a tres guiones también filmados cada año, es la única mujer que este 2020 logró estar nominada al codiciado Premio Ariel en la categoría de Mejor Guion Adaptado por el guion que ella misma adaptó de su novela Desde tu infierno, donde, como cereza del pastel, su hijo es el protagonista.  

Porque sí, Sandra es mamá soltera, mujer en un país de hombres, escribe terror, imparte clases de género (algunas gratuitas), asesora guiones, los cuales han ganado premios por todo el mundo, y esta nominación en el rubro de guion donde (Mejor Guion y Guion Adaptado), es su nombre, el de la única mujer, el que suena más fuerte. Porque inspira saber que sí se puede, porque la hemos visto luchar para que no le roben sus créditos en pantalla por sus creaciones… y ha ganado. 

Porque además este año (además de sus 40 premios internacionales de guion y novela), ganó en el premio DEMAC en relatos contra la violencia contra las mujeres, narrando su propia historia. Porque para escribir terror no basta con escribir bien, hay que ser valientes, hay que tener algo qué narrar y Sandra nos ha guiado a través de sus personajes femeninos, fuertes, que buscan la verdad.  

Su presencia ya es esencial en los festivales de género del país y del mundo. Es la única escritora mexicana representada por United Talent Agency, la misma de Al Pacino y Guns & Roses. El mundo parece comenzar a quedarle chico para narrar sus pesadillas. Y eso no sólo nos anima a hacerlo como guionistas, también, gracias a ella, sabemos que sí se puede, que no importan las circunstancias “un buen personaje funciona en todas las historias y en todos los géneros”, según sus propias palabras, en sus mundos donde “todo el terror debe ser políticamente incorrecto para funcionar”.  

El terror contemporáneo no sería lo mismo sin ella que, además siempre está dispuesta a ayudar a nuevas cineastas y guionistas. Hay en el medio varias anécdotas de que gracias a ella han surgido diferentes directoras del género, nuevas historias y más atrevidos gritos de las mujeres en el género de terror, antes considerado casi exclusivamente para los hombres.  

Es interesante conocer la visión de la mujer en el género de terror, donde la pantalla grande apenas abre paso para evitar el racismo, machismo y misoginia que lo ha llegado a caracterizar. Más allá de la sangre, sus historias son psicológicas, juega con nuestra mente y, en efecto, nos quita el sueño.  

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