texto JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ
Si una tendencia se ha visto al alza en los últimos años en la industria cinematográfica, en concreto en la industria de Hollywood, es volver a realizar versiones de películas hechas en décadas pasadas.
Esto en particular en los años 80's y 90's, ya sea de manera idéntica, o casi idéntica, hasta historias desarrolladas en torno a ciertas películas de esta época sin ser de manera directa, o con temáticas que evoquen al tiempo pasado en el cine, o incluso continuaciones.
No habría problema alguno si las películas realizadas estuvieran justificadas, o hubiera una propuesta interesante detrás de estos proyectos que se amolden a nuestros tiempos, pero cuando el proyecto se hace solo para ensanchar aún más la cartera de los grandes emporios, ahí es donde viene el problema.
En el siguiente texto trataré de mencionar algunas de estas películas y cuales a mi parecer están hechas para acercar a nuevos públicos su contenido, cuales pueden tener alguna propuesta interesante acorde nuestro tiempo o justificada razón para volver a la pantalla y cuales son en realidad sólo con afán de vender.
Si bien muchos cinéfilos podrían creer que el tema de la nostalgia en el cine hoy día bien podría tener cabida como un género más en la industria del cine, yo me permitiría decir lo contrario: para mí ni es un género, ni un tema, es meramente un producto que se utiliza para meternos a las salas de cine y hacer a estas películas tema de tendencia mediática y difícilmente trascendentales.
Pertinente sería empezar a hablar de las películas hechas por la compañía Disney, sus clásicos dibujos animados ahora realizadas en live-action. Películas como La bella y la bestia, La Cenicienta, El libro de la selva, Dumbo, Aladdin, y la más reciente, El rey león; películas que de no ser solo por la gran tecnología y el CGI, no tendrían gran valor para el cine.
Otras películas que emulan esta fórmula en la que sólo buscan vender entradas de cine y hacer ganar millones a las distribuidoras son películas hechas por los grandes estudios, como el caso Chip's, Cementerio de mascotas, incluso podríamos incluir a películas como Ghostbusters, Ghost in the Shell, Los 7 magníficos, Hombres de negro Internacional, entre otras, que sólo por el afán de mostrarse ante la industria como películas valiosas por el gran aporte que hacen a la “inclusión de género".
No es sorpresa de que algunas de estas películas hayan sido un fracaso en taquilla, incluso el espectador promedio se está cansando de ciertas formulas gastadas por la industria, pues en realidad lo único que les interesa es ganar dinero, a costa de malas películas que son olvidables por sus guiones mal hechos.
El cine mexicano no está curado de esta malaria por parte de las compañías que no quieren apostar a nuevos contenidos y se conforman con revivir historias que sabrán al menos no les causarán pérdidas, porque al fin de cuentas, ni siquiera se puede asumir que hay un valor adicional cuando reinterpretan alguna historia.
Películas como Hasta el viento tiene miedo, que aluden a propias películas del cine mexicano sin claro afán de hacerlo por homenaje o propuesta empleada a nuestro siglo, o películas como Rumbos paralelos, donde se atrevieron a reversionar la extraordinaria De tal padre, tal hijo del gran Hirokazu Koreeda.
En esta lista también hay otras películas que si bien llaman la atención y hacen que la gente se amotine en los cines por la nostalgia que crea ver la continuación de una película que vimos en nuestra juventud, una película de culto o el desenlace luego de décadas de la primera película, aunque no haya necesidad de la realización.
Es el trabajo de ciertos directores que estos productos si vayan enfocados de buena manera y creen algo más que sólo la nostalgia y las ganancias. Quizá el caso más mediático sea la más reciente película de Toy Story, que luego de un buen final para la franquicia, vuelven con un tema que se amolda y adecua a nuestro tiempo y el consumidor al que quería llegar, si esto es bueno o malo, lo dejo a su criterio, pero se nota que este proyecto quería algo más que la venta fácil, y se nota en la historia bien estructurada y el desenlace.
Quizá mi película favorita en este departamento sería Trainspotting 2, pues si bien la historia pareciera innecesaria y podría habernos ahorrado el discurso motivacional, a la película se le puede dar una lectura más allá de esto y más profunda en el sentido que vemos el pasar de los años de estos jóvenes al igual que pasó con nosotros, es más fácil identificarnos ahora con ellos, que con la revolucionaria primera parte en su tiempo.
Otra película que es adaptada a mi parecer de manera brillante es la continuación que hace Richard Linklater de la película de 1973, The last detail; en la cual Linklater recrea un viaje muy similar al que hicieron los tres personajes protagónicos en la primera parte, y que de alguna manera se reivindican con uno de ellos, que fue el agraviado en aquella primera entrega y ese final agridulce.
Otras películas como Blade Runner 2049 (continuación), Suspiria (remake), de igual manera exploran otra visión de las películas originales y salen ante los ojos de la crítica en cuanto a contenido y propuesta bien libradas.
La tendencia dice que este problema de falta de creatividad y oportunidad a nuevos escritores, guionistas e historias en el cine se seguirá dando, al menos en la gran industria, con estrenos ya anunciados hasta para los próximos cinco años por parte de Disney y el gran brazo del que se ha hecho con la adquisición de empresas.
Fox y todo su contenido, películas derivadas del universo Marvel, con una gastada fórmula que esperemos le den un aire fresco o el espectador terminará cansándose de ella, incluso el espectador promedio, al que claramente estas compañías subestiman mucho, hasta clásicos de sus películas que lo hicieron brillar como La sirenita, La dama y el vagabundo y Mulan, que se nos vienen en corto tiempo.
Finalizo escribiendo que es en las productoras independientes en donde se ve refugiado el futuro de la cinematografía como arte en sí, con producciones que muchas veces resuelven a pesar de las adversidades económicas, de la forma más imprescindible: las ideas. Las películas que se están haciendo por estas nuevas productoras llevan consigo el estandarte de hacer cine de ideas nuevas y revitalizadoras en la industria, algunas con un compromiso social incluso, sean del género cinematográfico que sean.
Y en cuanto a la manera en que estos trabajos se distribuyen, y donde es que el cinéfilo hoy día se refugia ante la inclemencia de los grandes exhibidores del mundo que sólo velan por las ventas en volumen, he de decir que a mí me gusta mucho la realidad que hoy nos atañe en este departamento: el cine como arte, los cinéfilos que buscan espacios para aprender y compartir sus pensamientos que se suscitan luego de ver una película, este volviendo al lugar donde se crearon las primeras proyecciones de cine en la historia: a los cafés y los espacios públicos, trabajo que hacen con mucho amor los que se dedican a la exhibición alternativa de cine.
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