texto ANDREI MALDONADO
Rosy u Ofelia, como usted guste mencionarla. Titiritera o teatrera, como usted la disfrute más. La realidad es que a la joven Montiel, a la cual para esta ocasión bastará llamarla mi amiga, es una emprendedora tenaz, con gran talento, que se ha explayado en las artes escénicas con gran maestría. Su esfuerzo y determinación la llevó recientemente, junto a los miembros del colectivo Cuerda Floja, hasta el Medio Oriente con el proyecto “Cajas Mágicas”. De esto y de su carrera nos platicó un poco en una amena charla, la cual hoy les compartimos en las páginas de Cinéfagos.
Cuéntanos ¿cuánto llevas haciendo teatro?
Llevo 10 años en el arte escénico, 18 en el ambiente cultural ya que también soy diseñadora y me dedico a la fotografía. En el teatro yo inicié con Producciones Faro, de Fátima del Rosario. Estuve un tiempo en el estado de Oaxaca donde tuve la suerte de trabajar con directores y directoras de talla nacional. Después regresé a Durango para estar en Cuerda Floja y he podido participar también en producciones, talleres y capacitaciones sobre cine. Desde 2016 trabajo con Cuerda Floja. Aquel año fue con una obra llamada “Madre Coraje”, para la temporada de teatro escolar.
Ahora platícanos sobre tu experiencia en Arabia Saudita
Participé en el Festival Cultural Tanween, en la ciudad de Dhahran, en Arabia Saudita, siendo invitados por la empresa Saudi Aramco, en un periodo del 7 al 15 de octubre del presente año. Dicha participación la desarrollé junto con mis compañeros del colectivo Cuerda Floja en una sede de arquitectura magistral, llamada The King Abdulaziz, Center for World Culture, la cual goza de áreas donde puedes llevar a cabo distintas actividades como leer de forma interactiva en la excelsa biblioteca con la que cuenta dicho recinto, hasta ver un musical, entre otras.
¿Con qué proyecto participaron?
Nos tocó trabajar con Cajas Mágicas, un show con títeres llamado “Vincent”, el cual nos cuenta la historia de un científico que trata de revivir a su gatito y del cual te percatas, cuando espías hacia el interior de dicha caja, como espectador, su historia. En la foto pueden ver a Mohamad Aljarrah como espectador, y a quien estoy agradecida por sus atenciones y excelente conversación, es una excelente persona de cultura.
¿Cómo calificas esta experiencia?
El público, principalmente niños, aceptó ampliamente, gustosos y maravillados, nuestro trabajo. Fue un placer contar con la oportunidad de formar parte de dicha aventura. Deseo agradecer a todos aquellos que formaron parte de este reto, para que se consolidara, y en específico a mi compañera, actriz, titiritera y diseñadora de vestuario Ana Laura Herrera, quien como siempre, es toda una guerrera del arte y cruza fronteras. Así como al director José Ángel Soto, maestro y amigo, y a mis compañeros del colectivo Cuerda floja, quienes fueron incondicionales en este viaje.
¿En qué más estás trabajando? ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Estoy trabajando en un unipersonal con Ana Herrera llamado “Carlota”, unipersonal porque el actor es una sola marioneta, un títere de tamaño de una persona, completamente antropomórfico. Ya se ha presentado en unas 10 o 12 funciones y la gente lo ha aceptado muy bien y estoy trabajando además en un monólogo bajo la dirección de Macario Rueda Lozano.
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