texto y fotografía ANDREI MALDONADO
El actor y cantante Eduardo Verástegui presentó ante medios de comunicación de la ciudad de Durango la película “Inesperado”, cinta en la que funge como productor ejecutivo y que narra la vida de Abby Johnson, una activista pro vida que durante años fue la directora del centro de abortos más exitoso de Estados Unidos.
Después de la proyección el también filántropo mencionó en rueda de prensa que lo que le motivó a producir esta película es la creciente tendencia de la cultura del aborto, cuestión que, aseguró, solo defiende una minoría en el país; “la cultura de la muerte se quiere apoderar de México. 250 mil bebés indefensos han sido asesinados en la Ciudad de México desde hace 10 años”, dijo.
Verástegui consideró que la promoción del aborto nada tiene que ver con una cuestión de derechos humanos, y sí más con un negocio; “el aborto son dos cosas: control de población y negocio. Todo lo demás es propaganda disfrazada de humanismo. Hay grandes intereses detrás de esto, que están perdiendo fondos en Estados Unidos y pretenden ganarlos en países como México”.
El entrevistado agregó también que se utilizan frases como llamar al bebé “producto”, o eufemismos como “interrupción del embarazo”, “salud reproductiva” o “derecho humano” al referirse al aborto para justificar algo que, para él, es un crimen; “el aborto no es saludable, ni para la madre y mucho menos para el bebé. Pero estos grupos usan esas frases para desensibilizar a la gente”.
Eduardo insistió que el tema que se defiende en “Inesperado” no es un tema religioso, pues existen defensas desde la ley, la ciencia y la filosofía para proteger la vida, por lo que se ha emprendido una campaña de difusión en los 32 estados, sosteniendo reuniones con empresarios y legisladores locales y federales, para que analicen con criterio las reformas que llevarían a despenalizar el aborto.
“Inesperado” estuvo en Durango dos semanas en cartelera en el mes de octubre, y en todo el país llegó a 250 salas; “es un tema de ética, no de credo. No solo los religiosos pueden defender la vida. Si le preguntas a un médico él te podrá decir que la vida se concibe desde la fecundación. El feto ya es un ser vivo, al cual le vas a parar el corazón, lo vas a matar”, finalizó.
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