La cinematografía mexicana ha tenido grandes épocas y hay géneros cinematográficos que han marcado esas épocas. La era de Oro sin duda tuvo como protagonista las películas rancheras y dramáticas; el cine de ficheras tuvo su auge entre los 80´s y 90´s; luego llegó a grandes taquillas el cine protagonizado por la política y las historias de narcotráfico; actualmente la taquilla se la están llevando las comedias románticas.
Pero si hablamos de la ciencia ficción son pocas las que se pueden contar en nuestro cine. Encontraremos algunos intentos que no prosperaron más, un ejemplo es 2033 y otras que se convirtieron en grandes referentes del cine nacional como los son El año de la peste de Felipe Cazals y La Invención de Cronos de Guillermo del Toro. En el último año dos películas intentan abrir el mercado de la ciencia ficción en México.
Cygnus de Hugo Félix
Si algo inquieta el descubrimiento de una señal del espacio es saber qué nos dice. No sabemos si es un mensaje pacífico o una amenaza, hay tantos misterios afuera de nuestra atmósfera, y el cine se ha encargado de llevar esa temática a las pantallas. Desde que existe el cine mexicano nunca se había interesado en buscar vida inteligente en estrellas lejanas. Si hay algo que nos hace ver la cinta son diversas cosas.
La primera: Que es posible la ciencia ficción en el cine nacional de una manera sutil sin necesidad de levantar grandes escenarios, como lo hace la industria Hollywoodense. Una forma de contar la película en un mayor de porcentaje en interiores y una locación que no requiere grandes traslados. Un enfoque en el guión.
La segunda: Que no sólo es ciencia ficción, sino que también se toca el género del horror, poco frecuentado en México, con toques de suspenso y un poco de Drama. La tercera: Que da pie al atrevimiento, a realizar guiones que pocas veces vemos en nuestra industria y la forma de llevarlos a cabo.
Una película en la que no hay que representar el miedo en un monstruo, sino en un evento y personajes que nos llevan a nuestros lados oscuros, violentos. Hay que seguir explorando esos géneros para ir construyendo un nuevo cine que hace falta mostrar, Cygnus ha dado un primer paso, es cuestión de seguirlo, puliendo y lograr nuevas cosas en el cine mexicano.
Silencio de Lorena Villarreal
Enfoca la trama en uno de los sitios más enigmáticos de nuestro país, La Zona del Silencio, la cual se ubica en la parte central del Bolsón de Mapimí, entre los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango.
La película nos lleva a un misterio que se inicia tras la caída del cohete Athena de la NASA en el año de 1970, siendo origen del misterio del sitio ahora famoso, un acontecimiento verídico y que ha sido llevado a la pantalla grande en varias ocasiones, recordando la película dirigida por Rodolfo de Anda y protagonizada por Mario Almada, después una realizada para la televisión de Marcos Almada llamada "Zona del Silencio: Paralelo 27".
Lorena nos hace llegar una de las muchas historias que se pueden lograr contar de ese lugar. Silencio demuestra que hace falta navegar por la ciencia ficción, una trama que no cae en espectacularidades del mismo género, combina el drama con sucesos fantásticos y que dejan una incógnita más sobre La zona del Silencio, entre alteraciones de tiempo, piedras con energías de gran fuerza, negocios sucios para hacer un mal con esos descubrimientos, llevándonos un poco a lo visto en Cronos de Guillermo del Toro.
Es una invitación al lugar y a seguir abriendo caminos hacia otras historias, buscando alternativas para la audiencia cinéfila de México. Un Co-producción México-Estados Unidos que tuvo como locación la misma región desértica del estado de Durango.
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