martes, 2 de octubre de 2018

El arte cinematográfico después de la Segunda Guerra Mundial: Neorrealismo italiano

texto LUIS ABEL CHÁVEZ BERMÚDEZ

El neorrealismo italiano fue un movimiento cinematográfico que surgió en Italia durante la primera mitad del siglo XX como una reacción a la Posguerra. Tuvo como objetivo mostrar condiciones sociales más auténticas y humanas, como reacción al régimen fascista de Benito Mussolini que Italia vivió de 1922 a 1945. El término fue acuñado por el crítico Umberto Barbaro y se considera la primera película de este género a Roma ciudad abierta de Roberto Rossellini.

Los movimientos culturales italianos y el “nuevo cine italiano” se enfocaron en retratar la realidad humana, emergiendo como respuesta a las condiciones políticas, sociales y económicas que asolaban al país en aquellos años. Por ello tomó una estética totalmente distinta a lo establecido en el período fascista; se pretendía transmitir una cercanía familiar y aspectos de la vida cotidiana.

Es importante entender que el prefijo "neo" no se refiere a las obras nuevas del cine italiano en relación a las del período anterior a la guerra, sino a la nueva realidad (quizá antigua como la vida misma, pero sin los edulcorantes de los fascios de combattimento) de la vida nacional que se convirtió en el tema por excelencia de esta corriente cinematográfica.

Este movimiento cinematográfico cambia la visión del cine como mera forma de entretenimiento para convertirse en una herramienta de expresión, de crítica social ante la situación de posguerra que vivía Italia. Como toda dictadura el cine anterior al neorrealismo no podía mostrar la pobreza o los problemas sociales. La censura estuvo presente en todo momento con el régimen fascista que pretendía mostrar una Italia perfecta, por lo que las películas eran prácticamente un instrumento de propaganda.


Los directores más representativos de este movimiento fueron Roberto Rossellini, Vittorio De Sica y Luchino Visconti, trío estandarte del neorrealismo, quienes retrataron personajes reales y usaron locaciones naturales para hacer filmes de bajo presupuesto. El comienzo del neorrealismo cinematográfico italiano se marca en 1945, fecha de estreno de Roma, cittá aperta, de Rossellini.

Gracias a los filmes de Rossellini como Alemania año cero podemos aprender sobre la fatalidad que dejó la Segunda Guerra Mundial; ciudades históricas devastadas, pobreza extrema y sufrimiento. Una de las características más peculiares del neorrealismo es que no utiliza actores profesionales y trata de eliminar los estándares de “estrellas de cine”. Como se menciona líneas arriba muestra hombres y mujeres capaces de representarse a sí mismos, que no actúen, sino que se comporten como son.

No se trata de actuar, sino que cada quien debe ser el intérprete de sí mismo y mostrarse como es y lo que vive; para los directores de este movimiento el querer que un hombre recite lo que experimenta otro es falsear la realidad. Por ello la improvisación es un recurso recurrente al no haber rigidez, todo es flexible y cambiante. Se otorga mucha importancia al guion, los diálogos es una parte fundamental para mostrar una mayor autenticidad con la idea de retratar la realidad tal y como es. Durante los últimos años de la guerra, el cine contaba con pocas mujeres y niños, por lo que en el cine neorrealista vuelven a incluirse.

Al estudiar la historia de este movimiento y después del visionado de sus filmes más representativos, se viene a la mente la película mexicana Redes. En este filme bajo la dirección del austriaco Fred Zinnemann y el mexicano Emilio Gómez Muriel se muestra la crisis de pobreza, desigualdad, y explotación de un pueblo veracruzano. A través de la cinta se hace una denuncia social, que nos habla acerca de la lucha de un grupo de pescadores que sufren los estragos de la pobreza y de una marcada injusticia social. La película fue rodada casi en su totalidad con pescadores reales, en escenarios naturales para mostrar una verdadera autenticidad.


Tales características nos remiten a la película de Luchino Visconti La terra trema, que también es una denuncia social. En ambas películas se advierte que fueron rodadas con la gente de esos poblados, sin recurrir a actores profesionales ni a sets cinematográficos, y las dos hacen una fuerte crítica social. Si Redes fue estrenada en 1936, anterior al surgimiento del neorrealismo italiano (1945), ¿se puede hablar de un neorrealismo mexicano?

Posteriormente el cineasta aragonés Luis Buñuel retoma los elementos del neorrealismo italiano con la película Los olvidados (1950), en donde plasma la realidad de barrios marginales de la Ciudad de México. No hay espacio para composiciones estéticas paisajísticas, al estilo del fotógrafo Gabriel Figueroa, que pudieran distraer de la esencia del guion; los personajes en su mayoría es gente de esos mismo barrios atrapados en la miseria.

La reconstrucción de universos que plasman los acontecimientos históricos y la ficción permite que las obras del Neorrealismo italiano cuenten historias que superan lo narrativo, transforma en discursos universales las películas que resultaron fuertes influencias para directores que encontraron diferentes formas de expresar el sentimiento humano. Definitivamente este fue un movimiento que abrió las puertas para la creación de narrativas modernas y redescubrir otras formas de expresión en el séptimo arte.

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