En 2013 inicié dos proyectos de cine que no esperaba realizar el día que decidí dedicarme a esta labor, uno de ellos fue esta revista en la cual les escribo, y el otro fue un cine club, el Cine Club Korova.
Empezaron nuevos ciclos en mi vida, la cual había cambiado drásticamente desde que dije “¡Acción!” por primera vez. Desde entonces han pasado muchísimas cosas, conocí gente que se volvieron parte fundamental en mi desarrollo, algunas las llegué a querer tanto, y también conocí gente famosa, actores, actrices, directores de cine, pero sobre todo conocí personas que me enseñaron a crecer y más que nada a vivir, a que yo fuera alguien, ese que seré hasta el día que dé mi último suspiro.
En poco más de 8 años todo eso me ha pasado, cosas que no viví en mis primeros 22 años de vida. A partir de un día de octubre comencé ciclos de arte, uno de ellos llegó un 16 de mayo de 2013, en un pequeño café coloqué una pantalla y un proyector enfrente de ella, hacia honores a los inicios de la cinematografía cuando los Lumiere proyectaron por primera vez el cine en un café Parisino.
Fueron casi tres años compartiendo las películas de mi agrado, las cintas que forjaron el mundo del cine en 12 décadas, pero también a la humanidad, porque el cine sí cambio este mundo. Todo lo que me llegó durante el lapso de Korova sería una charla extensa, no me alcanzarían estas líneas para contarlo, pero les puedo decir que fueron cosas que me han marcado para siempre… Después de 31 ciclos y 180 películas proyectadas más horas y horas de charla sobre las cintas, Cineclub Korova llegó a su fin, un ciclo más se ha cerrado en mi existir, el primero que se cierra dentro de mi profesión cinematográfica, una decisión nada fácil pero necesaria.
Ahora en adelante hay que continuar con lo que realmente sueña un amante del séptimo arte, materializar en películas todos esos sueños y experiencias que forman a una persona, ver esos mundos y universos imaginarios vueltos físicos en una pantalla. Aquí en esta revista prometo que me seguirán leyendo por mucho tiempo más, quien les escribe por primera vez en la editorial, su servidor, el coordinador editorial de Cinéfagos.
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