por DANIELA DEL PALACIO MONTIEL
Mucho podría decirse en referencia a tan pelicular documental, pero de algo no hay duda: Wolfpack es la historia de cómo el cine puede y salva vidas.
El documental cuenta la historia de los siete hermanos Angulo, quienes crecieron aislados del mundo en un departamento de New York; su padre, de origen latino, pretendió protegerlos de los peligros de la ciudad y les permitió conocer el mundo sólo a través del cine.
El principal acierto de la directora Crystal Moselle fue conseguir la participación de la familia Angulo después de toparlos por casualidad en la calle y quedar sorprendida por su peculiar apariencia, lo que la llevó a contactarlos. Otro acierto del documental es la edición; las secuencias se siguen de tal forma que Wolfpack define un sentido del humor peculiar, entretenido y bien logrado.
Uno de los hermanos Angulo expone en una de las escenas su lista de las mejores películas de la historia y los siete Angulo protagonizan, con un talento inesperado para el espectador, algunas de sus escenas preferidas de las que han escrito a mano el guion pausando una y otra vez la película. Su vestuario está hecho de los más sencillos elementos: cajas de cereal pintadas y recortadas; pistolas de cartón forradas de papel aluminio y otras simplezas. Los hermanos parecen tener un talento nato.
En suma, los Angulo mantuvieron un pie en la tierra durante su largo aislamiento porque se refugiaron en el cine y porque conocieron a través de él un mundo con el que no podían interactuar.
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