Por SETH ÁLVAREZ
Tuve una pequeña e interesante charla con Cristina Michaus, actriz ganadora de un premio Ariel y de infinidad de reconocimiento por su trabajo actoral. Ella también es productora, guionista, poeta y activista social, entre otras muchas de cosas.
Michaus, platícame un poco sobre tus inicios en el medio cinematográfico.
Pues empecé haciendo algo que ya desapareció como tal y que nosotros le llamábamos Narco-cine. Era curioso, porque eran películas producidas al vapor, nunca se sabía mucho de los productores pero trabajabas con gente como Sergio Goyri y el "Flaco" Guzmán... había muchos balazos, locura y chicas guapas. A pesar de ser toda una egresada de la Universidad de Veracruz, con título y cédula profesional, me moría de hambre (literal y escénica), así que con cierta guapura y veinticuatro años, encajé perfecto. Después me volví guionista y hasta semi-productora ejecutiva. A la par, (como todo en mi carrera), apoyaba a los alumnos del CCC y del CUEC ¡malditos ingratos! porque cuando se volvieron famosos ya no se acordaron de mí.
(Risas) Suele pasar, pero mejor cuéntame alguna anécdota de esa época.
Recuerdo un guión impresionante que afirmaba que el famoso agente de la DEA, asesinado por Caro Quintero, el tal “Kikis” Camarena ¡estaba vivo! En ése momento estaba yo trabajando en una serie de Televisa que se llamaba La Hora Marcada dirigida por el señor Baledón y también estaba en temporada de Teatro en la UNAM con un clásico de Calderón de la Barca.
Entonces, sucedió lo que todo actor teme: ¡se me juntaron los llamados! El mismo día tuve que hacer malabares para poder cumplir con mi llamado de la peli en Cuernavaca, mi llamado con Televisa y llegar al teatro a tiempo. Fue terrible y casi acabo con una carrera que empezaba a levantar el vuelo. Muchas veces tuve situaciones así pero creo que esta fue de las peores. Cuando le rogué al señor Baledón para que “acomodara” las escenas del llamado de tele, le dije estúpidamente: “le prometo que no volverá a suceder”, entonces, con su enorme simpatía, me dijo: “pos claro que no, porque no creo que te vuelvan a contratar”. Curiosamente trabajé muchas veces más con él y ése día logré hacer teatro, tele y cine en menos de 22 horas.
Todo un maratón. Dime ¿Qué fue lo que te atrajo de la actuación?
La verdad nunca me interesó ser actriz, lo que yo quería era algo más simple: “Hacer una Revolución que de verdad transformara este país”. Así vi en el teatro un instrumento perfecto para generar conciencia. Jamás pensé como piensan ahora los chavos motivados por la pésima imagen que generan los medios. Cuando decidí a los 13 años convertirme en actriz esa era una profesión deleznable, prostitución pura, y me costó caro la elección.
¿Cómo es tu proceso creativo como actriz?
En el cine siempre siento que estoy ganando dinero fácil. Me refiero a que en teatro ensayas meses o años y te pones unas jodas infames para ganar muy poco o salir poniendo. En cine siempre me han tratado como reina, voluntaria o involuntariamente, y el "esfuerzo" actoral es (para mí) mínimo. Inclusive cuando haces tus escenas de acción. No hay cosa más falsa, artificial y cuidada que el cine. Si me preguntas por mi proceso de construcción de personaje, es el mismo para una obra infantil que para una tragedia griega. No hay personajes pequeños, hay actores torpes. Trato de ser lo menos torpe posible, apegándome a lo que aprendí en la Facultad de Teatro de la U.V. un método sólido, heredado de la grandiosa tradición del teatro y la cinematografía de la ex-Unión Soviética.
¿Cuáles son tus actores mexicanos favoritos?
Disfruto con muchos, sobre todo de los ya fallecidos como Inclán (el ciego de Los Olvidados). De los vivos me siguen gustando mucho mis compañeros Daniel Giménez Cacho, Álvaro Guerrero, Alonso Echánove y de las actrices tengo muchísimas favoritas. Alguien a quien admiro y me parece una flama es Silvia Pinal (cuando estaba viva…alguien avísele que ya no está). (Risas) Entre más buceo en el cine, más me encanta.
¿Y directores?
¿Nacionales? soy fan de Cuarón, del Negro, de Aguirre, de Tort y del genial Alejandro Gamboa. Respeto mucho a los directores mexicanos porque sé lo que tienen qué hacer para levantar un proyecto. De los clásicos me gusta mucho el Buñuel de México, Cazals; aunque mi director absoluto no es mexicano: Andrei Tarkovski. Para mí su trabajo es la esencia del cine. En México es imposible tratar de arañar en estos tiempos el gran arte del cine. Es triste, pero real. No en películas comerciales, no para sobrevivir. Sin embargo hay directores mexicanos que no paran de luchar por ello.
A ver, dime ¿La peli mexicana que hay que ver cuanto antes?
Pues para hacer "conciencia", de algo que los que estamos en el "ajo", siempre hemos sabido: La dictadura perfecta. Para ser mexicanos humanos, libres, enaltecidos, hay que ver todas las películas fotografiadas por Gabriel Figueroa. Si no te llenas la cabeza con "nubes de Figueroa", mejor rompe tu acta de nacimiento, tu pasaporte y siéntate a esperar a Donald Trump.
Y pasando a otra cosa, sé que no te gusta hablar de tus premios pero ¿De cuáles te sientes más orgullosa?
Pues la verdad el premio ha sido cada día, cada segundo pasado en un set. Indudablemente las tres nominaciones al Ariel y el Ariel mismo por De La Calle; por todo lo que significa, por todo el trabajo de miles de compañeros del Staff. Sobre todo del staff ya que son los que hacen el cine, los que en realidad me impulsaron para que finalmente mi carota estuviera ahí. Mi insignificante trabajo enaltecido por el trabajo silencioso y callado de ellos. Ése es el premio. La recompensa es el camino que se recorre. Yo no soy absolutamente nada, un grano de arena en el mar del celuloide. Por ello estoy agradecidísima de poder pertenecer al selecto "club" de los que pueden vibrar con el arte de hacer imágenes. Otros premios: tu amistad, me la dio el cine, y estoy orgullosa de ese premio.
Gracias Michaus, igualmente correspondida. Pero, cuéntame sobre el éxito de tu obra de teatro en el extranjero.
Es un texto sobre las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. Fue escrito originalmente para que lo representara esta servidora, años después, y debido a la enorme oleada de clamor popular que levantamos con obra, video y trabajo político con relación a los feminicidios, fue publicada en una antología que llegó a las manos de un director de origen mexicano que es maestro en College of Wooster, en Ohio: Jimmy Noriega. Jimmy se decidió a montarla y después dieron una gira espectacular por más de veinte universidades de Estados Unidos. Finalmente fueron seleccionados como una de las cinco mejores puestas universitarias el año pasado. Para mí fue un gran honor asistir a Ohio y dar unas conferencias sobre el tema, la obra y el teatro en esa Universidad. Hoy estamos en pláticas para generar un nuevo proyecto.
¿Cuáles son los tips para lograr lo que tú has logrado?
Mantenerte con hambre. (Risas). Hambre de hacer, decir, ayudar, transformar, servir. Hace cinco años estaba perdiendo el hambre, me empecé a morir y afortunadamente encontré un lugar en el universo donde pude lamerme las heridas y ahora vuelvo poco a poco a estar en pie. Ése lugar es tu tierra Seth: tu bendito Manzanillo, tesoro nacional y que un día de éstos y gracias a ti, tendrá su muestra de cine.
Ojalá. Y hablando de Manzanillo ¿Qué es lo que más extrañas?
Nunca había extrañado tanto un lugar. Extraño todo. A las personas maravillosas como tú, tu hermana, el mar que es energía pura, el imponente puerto, la honestidad de las personas y su deliciosa sal, el chocolate, las tostadas, los cocos, la comida de mar, las clases de arte y salud, La alegre vitalidad, la exuberancia de sus contrastados paisajes. Nunca en mi vida había podido tener amigos y amigas, y ahí los encontré. SPA quiere decir: Salute Per Aqua, Sanar por medio del Agua, pues bien, Manzanillo es un enorme SPA. Así lo fue para mí.
Ya nos sufras más, Regrésate, (Risas) ¿Y qué haces ahora? como van los proyectos, tu asociación Tenzin ¿Qué planes tienes?
Proyectos con Tenzin. Estamos haciendo una campaña para prevenir y atender víctimas de bullying en las escuelas públicas del DF. Terminamos un proyecto muy hermoso de atención a mujeres víctimas de violencia. Fue un proyecto muy largo. Tres años consecutivos atendiendo mujeres de las delegaciones más conflictivas: Iztapalapa e Iztacalco. Además tenemos becada a una chica en Querétaro que va para diseñadora gráfica, se salvó de ser "vendida" en Estados Unidos y bueno, el proyecto de obra para Wooster.
Están mis eternos planes de la edición digital de mis cuentos, obras de teatro y poesía (que ya casi se concretan). Alguna peliculilla y una sorpresota en la que vuelvo a las andadas como actriz, espero que todo salga bien. Por cierto, una primicia, también estoy preparando un documental sobre el maestro Artemio Sepúlveda, pintor mexicano, colaborador de Siqueiros, quien presentará una exposición de gran formato sobre los mineros de Pasta de Conchos.
Muy interesante y toda la suerte del mundo con eso. Ahora, dime, eres actriz, guionista, activista, poeta, directora, etcétera, etcétera. Pero ¿Quién es en realidad Cristina Michaus?
Una niña asustada. Una huérfana, una gitana. Un paria del sistema que sigue en pie, sólo para apuntarle con el dedo y molestarlo.
(Risas) Y una excelente mujer tratando de sacar adelante a su cachorro.
Lo intento pero fallo... total, ésa sí es la peor chamba del planeta, siempre la riegas cuando eres mamá.
(Risas). No te preocupes, así pasa. Y ¿Qué ha aprendido Michaus de la vida?
De la vida he aprendido poco, soy muy mala alumna, y ella es tan dulce como los brazos de mi madre; en ella me solazo, me recreo, me consuelo. ¡Ah! Pero de la muerte he aprendido mucho. En primer lugar a esquivarla, a tomar muy en serio sus lecciones, sus advertencias, su voz poderosa, su inconmovible paso; he aprendido a estar alerta y no dormirme. No temo morir por mí, sino por los que dependen de mí, tú como padre sabes a qué me refiero.
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