texto JUAN JOSÉ ANTUNA
La distribuidora Alfhaville Cinema, por tercer año consecutivo, lleva a cabo el proyecto cultural La Ruta del Talento, cuya finalidad es acercar al público a los creadores cinematográficos nacionales, con el objetivo de formar una mayor comprensión, sensibilidad e identificación con el cine producido en nuestro país.
La Ruta del Talento pretende acercar el cine nacional a la población mexicana y con especial interés en los y las jóvenes estudiantes de las carreras de comunicación, cine y carreras afines, con la intención de propiciar entre los estudiantes la interacción y diálogo con los creadores, para intercambiar ideas sobre la obra cinematográfica, los temas, la realización y los valores de producción.
En esta tercera edición, La Ruta del Talento exhibirá en total 21 largometrajes en 7 ciudades, que son Temascalcingo en el Estado de México; Cuernavaca, Morelos; Puebla, Puebla; Tlaxcala, Tlaxcala; Guadalajara, Jalisco; Pachuca, Hidalgo y Durango, Durango.
En su primera actividad, visitan la Filmoteca de la UJED en la Ciudad de Durango del 17 al 19 de agosto de 2023, donde se exhibirán tres largometrajes en retrospectiva al trabajo del director cinematográfico Juan Carlos Rulfo: Del olvido al no me acuerdo (1999), En el hoyo (2006) y Los que se quedan (2008). En la última sesión el cineasta, Juan Carlos Rulfo, dialogará presencialmente con el público sobre las películas que se exhibieron.
Juan Carlos Rulfo nació en la Ciudad de México. Es hijo del escritor mexicano Juan Rulfo y de Clara Aparicio. Estudió la licenciatura en Ciencias de la comunicación en la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco (UAM-X). Asimismo, realizó estudios en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) de la Ciudad de México, en donde se especializó en la creación cinematográfica, titulándose con una tesis sobre el trabajo cinematográfico de Andrei Tarkovsky. Es en esta etapa de su vida en donde descubrió la pasión por el cine documental.
Ha ejercido su profesión como autor, fotógrafo y guionista. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA y recibió recientemente la Beca Guggenheim para el desarrollo de su largometraje El Sonidero. Se ha destacado por su habilidad única para capturar la esencia de las historias humanas; ha demostrado su destreza en la dirección y producción de documentales que abordan temas profundos y conmovedores. Su enfoque sensible y su capacidad para conectar con sus sujetos y audiencia han hecho de él un cineasta respetado y reconocido en el ámbito cinematográfico. Su trabajo continúa inspirando y conmoviendo a personas en todo el mundo.
En días pasados tuvimos la oportunidad de charlar con él sobre este programa, sobre las películas que se mostrarán en la retrospectiva, y sobre otros temas igual de importantes como la vida, las películas, la cinefilia, las mujeres y la memoria como canal conductor de la creación de una obra personal y cine de autor.
Maestro Juan Carlos, es la primera vez que "La ruta del talento" llega a Durango, pero no es la primera vez que visita nuestra ciudad. Cuénteme, ¿cómo se siente de venir a Durango en el contexto de este programa tan valioso llamado "La ruta del talento"?
Pues muy honrado por la invitación. Hacen una selección de películas que no sólo es una, sino que hacen una retrospectiva, lo cual me da mucho gusto. Sí he estado en Durango, pero no presentando películas. He ido a trabajar o haciendo otras cosas, pero la posibilidad de conocer al público duranguense y estar en este foro de la universidad, me parece muy bonito. De modo que le agradezco a Alfonso López de Alfhaville [Cinema] que tengan estas iniciativas de poder jalar no solamente a las películas, sino también a tantos realizadores de distintas propuestas audiovisuales.
Porque hace mucha falta, porque no es usual que se den programas como este, digo está lo que hace Ambulante, viene la conmemoración del Día del Cine Mexicano, pero no sé si habrá actividades en todo el país, entonces, creo que muestras itinerantes no hay tantas, porque lo que hace Ambulante es más como un festival que es de lo mejor la selección particular que ellos hacen. Pero sí, lo que hace Alfhaville es muy importante, y más viniendo de la iniciativa privada y que llevan años acercándose y conociendo a las nuevas generaciones y no tan nuevas y su acercamiento al cine, y que sepa conectar eso a través de un programa como "La ruta del talento" me parece fantástico. Me encanta.
Desde su experiencia, ¿Cuál es la mayor inquietud que le han externado los jóvenes a un realizador como usted?
No sé [risas]. Va a estar interesante saber qué pasa allá, estando en Durango. Pero mira, yo intento ser lo más cercano a las nuevas generaciones porque yo me siento todavía, no me siento, digo, me siento de 20 años, todavía recuerdo lo que fue la proyección de la primer película, lo que cuesta levantar una película y el estar en contacto con las nuevas generaciones me llena un poco de luz y de claridad sobre sus intereses, qué les está pasando, qué les motiva, cuáles son sus dificultades, qué quisieran saber; esto de las nuevas tecnologías y las posibilidades de crear, y que es más rápido, también es fundamental, a mí no me tocó eso.
Entonces, lo primero que uno toca es: a ver, no se me atolondren, si pueden hacerlo, lo que pasa es que nada más vamos a buscar el tema, tratemos de encontrar una claridad narrativa, una educación audiovisual mucho más potente; de que ustedes son los únicos reyes y patrones de su localidad y que de eso depende que se conozca, de que se vea lo que hay en esta tierra; no se tiene que venir del centro del país ahora se habla mucho de ser incluyentes, de conectarnos con todo el país, de descentralizarnos, y pues bueno, eso es muy importante.
Y por ahí irían las inquietudes, supongo. Más las preguntas de las cuales haría yo, de las cuales estaría muy habido de saber sobre cuáles son sus intereses en estos momentos. Y pues bueno, por ahí va, además de saber cuál es su opinión de las películas que vamos a presentar, como te decía, pues son las primeras tres películas y por lo tanto, de una manera natural son como ese inicio, los tres primeros pasos de una filmografía con todos sus tropiezos, avances y virtudes, eso es muy bonito. Y poder regresar a ellas, es decir que, normalmente no las veo, no me siento a verlas. La retrospectiva te obliga a ver y a probarlas otra vez con público y allí es donde otra vez uno emprende. Entonces, es un ida y vuelta.
Concuerdo. Mi siguiente pregunta iba un poco a eso, porque este encuentro hace una retrospectiva con tres de sus películas, sus tres primeros documentales, pero que se llevan algunos años de diferencia, el tercero, que es el que se exhibirá el día que usted esté con nosotros, es el más reciente de estos tres.
Sí. Es "Los que se quedan" que es una película en creación compartida con otra persona que se llama Carlos Hagerman. Y pues bueno, digamos que es la tercera, pero mi primer película fue un cortometraje que se llama "El abuelo Cheno" que también es interesante compartirlo y hablar de esa primer tesis, de ese primer trabajo escolar, de que tuve la suerte de que me ayudara muchísimo y de que entendiera que era esta cosa del quehacer [cinematográfico] profesional, y de ahí naciera la posibilidad de hacer la segunda, mi primer largometraje: "Del olvido no me acuerdo", entonces digamos que esos fueron los dos primeros pasos, fue la escuela hacer esas dos películas, fue fundamental para saber de qué se trataba, y eso es lo que quiero compartir con todo el mundo.
En una entrevista anterior entendí una cosa que quisiera contarte, que tiene que ver con que tal vez la primera película, hermana del primer cortometraje; tenían que ver ambas dos con un trabajo personal, familiar, en una región conocida, amada, que es obviamente la tierra de mi padre, y que también sirvió de autoconocimiento y una serie de cosas que siento fundamentales en la carrera de cualquiera, hagas lo que hagas, de casarte, de convivir con alguien, de escribir tu primera novela, de hacer tu primer trabajo audiovisual, una película o lo que sea, que quiere decir que hay que conocer tus raíces, saber de dónde vienes, y conocerlas haciendo una película es fantástico, yo creo, es un agasajo y una verdadera oportunidad de autoconocimiento.
Pero luego viene una película que se llama "En el hoyo" que tiene que ver con el lugar en donde viví después, que es la Ciudad de México, y que de alguna manera es confrontarte con temas diferentes, aunque si se pone algo en práctica de lo que también quiero hablar en la charla, que es el lenguaje, la apreciación de las diferentes formas de narrar, de contar las cosas de cada persona, que son deliciosas, es decir, poder apreciar un personaje no sólo por su rostro o por su actitud, sino también por como habla, por como cuento, y eso se me hace muy interesante y muy importante de reconocer.
En el particular caso de "En el hoyo", de los albañiles y lo que era la CDMX son dos grandes temas que ahí han estado y que en ese momento se plantearon frente a mí para poder trabajar y la verdad fue fantástico, fue un agasajo y tuve un aprendizaje, es decir, ya no era la zona de confort, del lazo paterno y de las raíces personales, sino que ahora era del lugar en el que vivo y donde me tocó a mí construir mi vida, hablando de las cosas que me tocan en esta ciudad, y luego ya me tocó esta otra, la tercera que es de la que me comentabas.
"Los que se quedan", que fue como mi primer trabajo profesional (risas), por encargo, pero que de alguna manera tocaba poner en práctica estas cosas y todas estas cosas, es decir, el uso del lenguaje, el conocimiento de las formas narrativas de la gente y de aprender a escucharlos y del tipo de personajes que acompañan a la película, es decir, son documentales, pero no son documentales testimoniales por así decirlo, o donde se dan estadísticas, ni de problemas sociales de tipo televisivo, sino que son películas un tanto más complejas que hablan a través de estos elementos narrativos que están más presentes en la ficciones digamos, pero puestos en práctica, retratando estos personajes escogidos para eso, es decir, tienen un valor emocional muy especial y todo un trabajo de fraternidad con ellos, y al mismo tiempo hay esta apreciación en la forma de contar que hacen finalmente que el espectador se sienta partícipe de ellos, eso es muy bonito.
Y entonces pues ya, de alguna manera esas son las primeras películas para salir al mundo y eso fue muy interesante. Y ese caminito de las primeras películas se me hace muy importante porque creo que no falla, es parte del proceso, igual y puedes hacerlo a la primera, pero para mí ha sido muy importante, el camino y el trabajo de autoconocimiento, y más ahora, creo que las escuelas y la academia, cuando se trata de construir tu lenguaje, de ser consciente de tu narrativa personal, es muy importante que trabajes estos temas de auto conocerse, que te construyen, y que te van a dar de comer. Para mí esto fue la escuela, más que la propia escuela, que la propia academia.
Espero no ponerlo en un aprieto con la siguiente pregunta que le quiero hacer (risas) pero sí es una pregunta que tengo muchas ganas de poder hacerle, ¿qué tan cinéfilo es el maestro Juan Carlos Rulfo?
No tanto. Hago más otras cosas que ver cine. Me gusta estar con mis perros, me gusta estar en el campo, me gusta sembrar, me gusta estar con mi familia, me gusta andar de viaje, andar de pata de perro, me gusta mucho andar en bicicleta, me gusta mucho la música, y las cámaras y la fotografía; y ahí es donde nace el cine. De repente eso hace que uno piense y diga, bueno de aquí podría hacerse esto y así nacer ciertas propuestas, pero pues para hacer eso está toda la vida. Evidentemente más que ser cinéfilo, me gusta vivir.
¿Cómo ve el panorama en nuestros tiempos del cine documental mexicano, tanto en la figura de directores ya consagrados que llevan mucho tiempo picando piedra, como de las nuevas generaciones?
Creo que a mí me han enseñado mucho estas nuevas generaciones, sus posibilidades y demás, todo esto que viene, es más, yo siento que ya no tengo nada que hacer, me siento otra vez pequeño (risas). Duda mucho uno al momento de presentar cualquier cosa, porque seguramente hay, porque uno se siente un poco anticuado ya, pero esa es mi sensación al momento de admirar sobre todo lo que hacen los documentalistas, no tanto las ficciones la verdad, no me enfoco tanto a las ficciones mexicanas, si hay una que otra, no lo niego, sobre todo hablando de cortometrajes.
Pero sobre todo los documentalistas, por ejemplo, ahí está Yulene, que estará en Tlaxcala en este programa, que es una gran documentalista, y preferentemente son mujeres en las que yo veo más valía en su trabajo. Además de ser yo un admirador rotundo del género femenino al grado de decir, es que no puede haber versión humana más maravillosa que la mujer. Y la forma en que ellas se acercan a la realidad y los temas que tocan, son fundamentales. Está también Tatiana Huezo, que yo creo ahorita es la maestra de todos. Y por mencionar otras, está Marcela Arteaga, que no es de mi generación, está un año arriba de mí, pero, tiene dos documentales, pero cuando ha hecho algo, ¡uf!
Pero, por ejemplo, veo una película de un hombre y me da flojera, pero no tanto por la película, sino por el género (risas). Por ejemplo, me gustan los perros, pero me gustan más las perras, tengo esa preferencia. Igual me pasa en la fotografía, el ojo y la mirada de una mujer es increíble, en la edición, casi todas mis películas las ha editado mi esposa, su mirada es algo que no me deja de sorprender. Un viejo amor de hace muchos años, veo su trabajo y le digo, es que sigues mirando con esa misma mirada que no me deja de sorprender, y ya me desvié un poco del tema, pero estamos hablando de la vida otra vez, no necesariamente del cine.
Hay varias películas que uno admira, y las llevas en el corazón, por supuesto, pero no todo, yo no tengo el deseo de ver todo, porque es demasiado, se produce cine por todos lados todo el tiempo, ahora con las nuevas tecnologías te das cuenta que es demasiado, pero al mismo tiempo te das cuenta con asomarte un poco que está pasando con las nuevas generaciones, las herramientas y las redes sociales y eso se me hace importante, y de ahí también.
Ya me desvié muchísimo de lo que quería decir, pero también es importante y tiene que ver con que, ir a estos foros y platicar con los asistentes y con estas nuevas generaciones es la importancia de descubrir su lenguaje, que sean conscientes de su voz, no pueden, que no pueden ni deben estar repitiendo las voces de Hollywood, o de quien sea. Tienen que construirse, estos momentos de conocimiento es echar a perder, pero descubriéndote.
Iniciaste tu intervención con algo que me recuerda por ejemplo a "Blade runner", ese final. Y es un poco eso, hay películas fundamentales, que pueden ser cuatro o cinco, contadas con una sola mano que son las que llevas muy adentro, las que te conforman, y que no necesitas ser una videoteca. Habrá gente que sí lo es, y que se acuerda de todas las películas que ha visto en su vida, y es cuando te das cuenta cuando una persona sabe, pero yo no, soy un desastre en ese aspecto. Me acuerdo qué fue lo que sentí, y eso es lo que me quedo, y eso es lo que intento, pues de alguna manera transmitir, digo eso es lo que te construye para poder tener una perspectiva.
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