texto ERIC VILLA
No solo ha habido vigilantes varones en el espionaje, las mujeres han jugado un papel importante tanto en la ficción como en la realidad, y una de ellas es de las pocas damas que dedicaron su vida al trabajo de campo de las agencias secretas, se trata de la primera mujer espía que se habría hecho famosa. Su nombre era Margaretha Geertruida Zelle, mejor conocida como Mata Hari, una exótica bailarina neerlandesa que con su encantador y seductor trabajo tuvo que aceptar el servicio para la inteligencia alemana durante la I Guerra Mundial.
Al estar obteniendo información de los franceses, fue vigilada por la misma inteligencia de Francia tras sospechar de ella como infiltrada y utilizaron el mismo método para tenerla de aliada. Mientras trabajaba para ambos bandos al mismo tiempo y bajo la presión de los dos países, cargó con una terrible angustia, estaba encadenada por dos naciones y no podía decirle a nadie de su sentir y sobre todo no encontraba la salida de ese trabajo de espía que la torturaba cada vez más, la acercaba a una muerte segura y tanto alemanes como franceses la terminaron traicionando. Los franceses no confiaban en ella y la ejecutaron el 15 de octubre de 1917.
En 1931 su vida fue llevada al cine por vez primera en la película Mata Hari, dirigida por George Fitzmaurice y protagonizada por la reconocida Greta Garbo, en dicha película tuvo como coprotagónico al actor duranguense Ramón Novarro. En 1985 se realizó una segunda película dirigida por Curtis Harrington y protagonizada por Sylvia Kristel, también bajo el nombre de Mata Hari. Un par de décadas atrás, el personaje de Hari apareció en la película española La reina del Chantecle, protagonizada por Sara Montiel y dirigida por Rafael Hil.
La más reciente aparición de Mata Hari se ha dado en la película King's Man: El origen (2021) donde vemos a la espía seduciendo al presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, quien fuera mandatario del país norteamericano durante la I Guerra Mundial, en la película, Wilson y Mata Hari son filmados a escondidas dentro de la trama, al ser proyectado el metraje en una secuencia, evoca a las primeras cintas mudas. Durante la época del cine de Hitchcock, el mismo director Londinense siempre hacía acompañar a sus espías de una mujer que servía de aliada.
Para la década de los noventa llegaba el director francés Luc Besson, que ha dejado una de las mujeres espías más reconocidas del celuloide, Nikita, bajo el protagonismo de la actriz francesa Anne Parillaud. Un guion del mismo director donde se nos adentra a un oscuro drama policíaco de una delincuente adicta a las drogas, y tras haber matado a un policía, es condenada a cadena perpetua, pero el gobierno francés ve algo más que una asesina que debe pagar por sus actos, ven un arma a favor de sus intereses gubernamentales, un chantaje que pone en conflicto a la propia joven asesina, una manera de aprovecharse de ella.
Con esta película Anne se valió de un Premio César, que es el equivalente a los Premios Oscar para el cine francés. Nikita pasó de la pantalla grande a la televisión, donde se han adaptado dos series; la primera producida entre 1997 y 2001 en Canadá, protagonizada por la actriz australiana Peta Wilson, y la segunda hecha por la CBS en 2010 con la actriz estadounidense Maggie Q.
Luc Besson regresaría en 2019 con otra película de mujeres espías, Anna, donde la tragedia femenina vuelve a una mujer un arma del gobierno. Suena muy siniestro el asunto que una mujer abusada por hombres tenga como única salida el dar su vida al servicio secreto, pero parte de ello es algo que también sucede con los varones que son reclutados para el trabajo de espía, solo personas con una vida y un pasado atormentado sin familia son las calificadas para dicha labor, ya que son enviados para propósitos diversos donde pueden ser descubiertos o capturados y, en caso que así suceda, tendrán que negar información y pueden ser asesinados por ese motivo, nadie los reclamaría.
Y con Anna, Luc nos lleva a la "madre Rusia" para presentarnos una espía igual de letal que Nikita, donde sus encantos como una mujer la vuelven peligrosa para un hombre que la acompañe y este busque mentirle. El protagonismo cae en la actriz Sasha Luss. El cineasta francés logra un par de películas donde posiciona a la mujer en un buen espacio para el cine de espías como lo son para los hombres.
Sobre ese espacio, se empieza a vislumbrar más películas de espionaje con mujeres espías como protagonistas. The 355 (Agentes 355), donde un grupo de mujeres combaten a un ciberterrorista. Protagonizada y coproducida por Jessica Chastain, quien le propuso la idea de la película al director Simon Kinberg, con la intención de realizar una película con el mismo espíritu de sagas como Misión Imposible y James Bond, solo que impulsadas y protagonizadas por mujeres, teniendo el resultado que se exhibe en este 2022 en pantallas de cine. En el elenco destacan actrices como la española Penélope Cruz y la mexicana Lupita Nyong'o. Recordar que anteriormente se han producido las películas de la franquicia Los Ángeles de Charlie.
Y para culminar esta parte de las mujeres espías, no podemos olvidar que en todas las regiones del mundo las espías son ya parte esencial de este género. El director Ang Lee le dio vida a una de las novelas de la escritora de origen chino, Chiang Ai-Ling, mejor conocida como Eileen Chang, que escribió la historia de Zheng Pingru, una espía y socialité china que reunía información sobre el Ejercito Imperial Japonés durante la segunda guerra sino-japonesa desarrollada entre 1937 y 1945 en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Zheng fue considerada como la Mata Hari de China. Su vida fue llevada a la pantalla grande con Lust, Caution (Deseo, Peligro) en 2007.
No hay comentarios:
Publicar un comentario