viernes, 3 de junio de 2022

Sin tiempo para morir: la gran despedida de Daniel Craig ¿Y el fin de la era Bond?

texto ERIC EDUARTE VILLA

Hace casi 60 años nació un ícono de la cinematografía. Al iniciar la película, un círculo blanco descubría a un hombre caminando con sombrero y smoking sin sospecha alguna. De pronto, de la nada, sacaba una pistola y disparaba hacía la cámara, hacía los espectadores, llenando de sangre la pantalla. James Bond se presentaba en el universo del cine con un tema musical que se volvería reconocido para siempre dentro del séptimo arte.

Pero en esta ocasión parece que Bond ha disparado su última bala. Esta vez no hubo sangre en el famoso Gunbarrel como ha marcado la tradición desde esa primera película (Dr. No) estrenada en 1962. Esta vez Bond, al disparar, se ha desvanecido hacía el fondo blanco de la escena inicial sin hacer derramar sangre de alguien que le apuntaba, como si ese alguien lograra dispararle primero a Bond haciendo que se fuera para siempre. 

Esa acción inicial y famosa nos llevaba a una señal que no desciframos en ese momento, pero el aviso estaba ahí para lo que no estábamos preparados para ver, algo que no imaginábamos en seis décadas. Los tiempos cambian, el mundo cambia, el cine y sus historias se transforman, para bien o para mal suceden esos cambios, como si la pandemia nos trajera todo lo que nunca creímos imaginar y ahora, tras ver el final de Daniel Craig como James Bond llega la incertidumbre de qué ocurrirá con la franquicia más longeva de la cinematografía comercial.

Cuando llegó el confinamiento obligó a No Time To die a retrasar su estreno en más de una ocasión, hasta que a finales de septiembre de este 2021 (un año y seis meses desde su fecha original) los productores nos dieron más de una razón de por qué era necesario que la entrega número 25 de la saga tenía que verse en las pantallas grandes, más allá de su gran costo que se posicionó como la cinta más costosa de 007 y que tenía que recuperar en taquilla su presupuesto invertido.

Era más bien lo que nos tenían preparado los productores y guionistas, ese as bajo la manga que nadie esperaba y que a muchos terminó gustando, aunque de la misma manera a otros le disgustó al grado de manifestarse diciendo que mataron la franquicia. Lo cierto es que esta película ha marcado toda la historia de James, tanto en la literatura como en el cine, provocando un análisis y cuestionamiento en cinéfilos y críticos de la cinematografía. La muerte se hizo presente y no para una chica Bond, como se venía dando desde Casino Royale (2006). La muerte nos ha arrebatado a un ícono del cine, nos ha quitado a James Bond.

¿Se imaginan un mundo sin Bond?

Siempre que terminaba una película de 007 sonaba ese tema musical de Bond (“James Bond Theme”) compuesto por Monthy Norman y reversionado por John Barry. Los hombres caminaban hacía la salida del cinema sintiéndose 007 y las mujeres deseando encontrar a su James. Ahora los sentimientos fueron distintos al ver la última escena y sonando el mítico tema de Louis Armstrong We Have All Time in The World (Tenemos todo el tiempo del mundo) mientras un legendario Aston Martin entra a un túnel y nos deja el sonido de su despedida con sus faros encendidos mirándonos por última vez. Quedábamos pasmados en los asientos, incrédulos, tristes y otros enojados.

Una Banda Sonora certera

La música jugó un papel importante, pues desde un principio causó polémica la incursión de Billie Eilish interpretando el tema principal, pero al ser escuchado después de la secuencia inicial (La de mayor duración con poco más de 20 minutos) y con lo visto a lo largo de las casi tres horas de película, da razón de esa forma de ser de la canción oficial, y no solo ella le dio el ingrediente que es parte de la trama, una pieza con una sensación casi depresiva pero sublime, el también reconocido compositor Hans Zimmer impregnó más aún ese sentimiento y emoción de la película con sus pistas "Matera", "Scape square" y "Home" que nos traslada al romance, a la melancolía y a la despedida de varios personajes representativos de la saga. 

Pero no solo hubo dolor y amor en la música. Las composiciones "Message From an Old Friend", así cómo parte de la ya mencionada "Scape Square", nos entrega los sonidos de los momentos de intriga y sobre la impactante escena de la muerte de Felix Leiter, otra de las sorpresas no solo de la película, sino de la saga. Y concluyendo el arco musical de la banda sonora nos llega el tema que quizá es el más triste en la historia del personaje y que se conecta con el tema de Eilish. Hans ha impactado con "Final Ascent", que llegó a sacar por primera vez lágrimas en los seguidores de Bond en una sala de cine en el momento de mayor asombro.

Parece que ha llegado a su fin una era con un drama de espionaje y hasta de romance, de un personaje que jamás creímos que tendría ese destino que ha sorprendido al mundo del cine. Pero no solo el drama y el amor caracterizaron la era Craig como Bond, en esta reciente y quizá última película como podría ser, el suspenso toma su lugar, así como el mismo terror que es un elemento inimaginable en una saga completamente de acción. 

Desde el comienzo el ver a un misterioso hombre caminando en la nieve con un arma de fuego y cubriendo su rostro con una máscara Noh, que proviene de la cultura teatral Kabuki de Japón. Una máscara que representa una historia profunda y aterradora que ha quedado justa para el personaje de Lyutsifer Safin, interpretado por Rami Malek, donde nos adentra a lo siniestro que es, peor aún que la misma organización de Spectre. Solo alguien así con un hambre de poder, de ser capaz de amenazar a una niña, sería alguien que marcara el destino de James.

Safin se presenta como si se tratara de una película de terror cuando llega a la casa de la familia de Madeleine; por momentos parece otra película y no una del agente secreto. El verdugo anunciaba su llegada como un espectro que no le importaba morir sabiendo que su legado perturbador continuaría tras su muerte. La evolución de la saga es acertada al presentar escenas así. Pero no es la única novedad, de pronto en la misma secuencia vemos a una niña (Madeleine) disparando un arma de fuego, una imagen que no tarda en ser cuestionada en futuras películas, incluso ajenas al agente británico, con la censura de escenas que se pudieran considerar vulnerables para infantes, una imagen que con el tiempo podría tener más valor. 

Al final esa escena demuestra parte de la esencia de este espía que es en verdad un asesino que trabaja para el gobierno de su majestad con máscara de héroe, que es lo que lo diferencia de otros personajes, por ejemplo, de los superhéroes. Donde la historia nos dice que los espías son meramente armas del gobierno para sus propósitos, que, si bien ven por la seguridad de la nación, también son usados para intereses oscuros de los propios gobiernos. 

Bond solo podría estar con una mujer con un pasado así de violento y desordenado igual que él. Parte de esa atmósfera que es notable en las novelas escritas de Ian Fleming, que aún muchos de sus lectores esperan ver a este tipo Bond en la pantalla a pesar de que Connery, Dalton y el mismo Craig se han acercado en algunos aspectos. Y al ser un personaje de espionaje, es notable el destino como agentes secretos. Daniel Craig desde su primera aparición como Bond en Casino Royale nos hizo saber lo que es un espía, un matón que asesina personas que alteran el orden público y causan miedo a la sociedad y que también representan obstáculos para intereses gubernamentales cual sea su fin, sea bueno o malo.

Un espía marca su destino para terminar de la misma manera que sus objetivos, y ahí estaban los mensajes subliminales que nunca vimos. Por ejemplo, cuando Bond ingresa a la casa de M, le dice que tras haber matado a un fabricante de bombas su expectativa de vida como agente doble cero es corta, que será un error breve. La violencia mostrada en Quantum of Solace hace entrever que no puede seguir dejando muertos como las chicas y su amigo Mathis, tarde o temprano, la muerte lo confrontará.  En Skyfall el soundtrack, así como en Quantum, nos habla de que 'Este es el fin' como lo dice la letra de la canción de Adele, y de 'Otras formas de morir' en el tema musical de Alicia Keys y Jack White. Las muertes de Vesper Lynd y de 'M' también fue un aviso para lo que se venía para nuestro protagonista, Bond se volvía más vulnerable, los sentimientos de amor a sus prójimos lo estaban debilitando.

En Spectre la muerte es el tema central de la primera secuencia y la canción de Sam Smith que lleva un sentido romántico por parte de Madeleine, "Writings on the wall". Lo que está escrito en la pared era el nombre de James Bond con letras en color rojo, entre todos los agentes caídos del MI6, siendo otro mensaje subliminal que no vimos, y ahora en Sin Tiempo Para Morir, el negarle tener una vida a lado de Madeleine y de Mathilde fue el gran tercer y último zarpazo a su corazón, que había dejado de ser frío al iniciar Casino Royale para volverse cálido en esta última película. No encontró otra vía de protección para ellas que tener que decidir renunciar a más que a su oficio, a tener un sacrificio de amor.

¿Bond Volverá?

Curiosamente el final puede ser un regreso. Ese final esconde un clave para un retorno por más que parezca increíble, tal vez haya sido un pretexto para volver a esa esencia del personaje. Para encontrar las buenas noticias de lo que podría ser en un futuro cercano y ver a un Bond vivo es regresar a las páginas de Fleming, no queda de otra. Para observarlo, primero hay que saber que Sin Tiempo para Morir tiene relación con la película Al Servicio Secreto de su Majestad (1969) la sexta cinta de 007, donde sucede la muerte de la amada de Bond, la Condesa Teresa de Vincenzo, dejando lo que era hasta antes de Sin Tiempo para Morir el único final triste dentro de todas las películas de la saga.

En la literatura de Fleming, la novela "Al servicio secreto de su Majestad" antecede a la novela "Sólo se vive dos veces", donde la trama sucede en Japón y Bond busca la venganza de la muerte de su querida Tracy Vincenzo. Es curioso que No Time To Die finaliza en una isla entre Rusia y Japón precisamente, como si ahora se esperaría una película similar a la novela "You Only Live Twice", bajo otro título y una historia no similar, pero sí con su base argumental. 

Es una teoría interesante, sobre todo por lo que significa y de donde fue extraído el título de dicha novela, que Fleming partió de un haiku escrito por el poeta japonés Matsuo Bashõ (1644-1694) el cual dice: "Sólo se vive dos veces, la primera cuando se nace y la segunda cuando se mira a la muerte cara a cara". James Bond miró a la muerte cara a cara en esta última película. Y hace más ruido una de las frases que ha representado la saga en cada película en los créditos finales "James Bond Will Return", lo que hace ver que seguirá Bond en este mundo del cine, pero ¿Cómo? Su final no encuentra maneras de regresar. Y ante tanto cambio social e inclusivo para el cine en general, lo más acertado sería este final y dejar al personaje en paz, antes de que sea modificado en diversos aspectos que romperían con lo que realmente es.

El mundo de Bond y el nuestro

Existe algo más que mueve a la película y es su reflejo de la realidad. Como ya sabemos, esta cinta pospuso su estreno por la pandemia y ya se encontraba terminada cuando todo comenzó a cerrarse. Cuando por fin vimos al agente en acción en los cines, la trama nos reveló algo que ha pasado casi desapercibido. Un arma letal a través del contacto humano es el elemento diabólico presentado, curioso que al finalizar la filmación pasaron tan solo cinco meses para que nuestro mundo se viera amenazado por un virus de fácil contagio sin cura. 

Imágenes similares tuvo la película con la pandemia: la muerte de varias personas al contagiarse del cadáver en un funeral, una animación por computadora simulaba la expansión de un virus a través de nanobots por todo el mundo similar a los noticieros que mostraban la propagación del Covid-19, y por supuesto no había manera que quitarse ese virus. Aunque eso no es lo que más llama la atención, la película nos hace otra siniestra revelación.

El gobierno se muestra en esta cinta como un enemigo más (no visto de esa manera en las anteriores películas de la saga), un director de la agencia de espionaje responde a los intereses de su gobierno, no a los de un agente que solo busca deshabilitar organizaciones criminales, en este caso la organización Spectre, así lo menciona Malory (M). Esa escena nos dice quiénes llegan a ser los verdaderos criminales, apegándose más a la realidad. 

Es aquí donde se podría pronunciar cuales serían las siguientes misiones de Bond, contra quienes. Son otros mensajes subliminales que buscan asomarse, es parte de ese trasfondo de la película. Esta vez Bond fue víctima de algo que creó su propio gobierno. Fueron más aterradores los hombres que dirigen agencias y naciones que un hombre que gusta de la extorsión y terrorismo mientras acaricia un gato blanco en su guarida en el cráter de un volcán.  Esto nos ha dejado Sin Tiempo para Morir. 

Nos queda esperar ver hacía dónde avanzará esta franquicia que nos ha quitado a quien se consideraba un héroe y nos ha dejado ver quiénes son los verdaderos enemigos de nuestro mundo. Contra inclusiones forzadas y amenazas de quienes nos deberían de proteger, James Bond tiene su misión más complicada: lograr una evolución sin adaptarse a lo que dicta una sociedad. Si no hay alternativa… habrá sido un gusto haber conocido a este personaje y solo quedará decir gracias Ian Fleming, gracias James Bond.

2 comentarios:

  1. En la última película 007 que tiene un final dramático, anuncian que 007 volverá. Esperemos que así sea, aún quedan interesantes lugares en el mundo para seguir las aventuras de este personaje.

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  2. Sin caer en tanto dramatismo, y ser claro,
    este fué un ciclo conectado en 5 films ...
    Algo poco usual. JAMES BOND REGRESARÁ ...
    Y seguirá, más allá de nuestras vidas.
    😎🍸

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