texto y fotografía JUAN JOSÉ ANTUNA ORTIZ
La primera fiesta del cine que se lleva este año en la ciudad y el estado de Durango fue el Festival Internacional de Cine de Durango, certamen que, al igual que otros festivales (no solo de cine), como el Cecehachero en México, o de talla internacional como el mismísimo Cannes, decidió en vez de hacer una versión online de su festival, postergar su edición hasta que hubiera las condiciones para volver a las actividades presenciales.
En más de un sentido esto fue arriesgado, y una decisión por demás valiente de los organizadores de estas competencias, ya que volver a posicionarse en el mapa de ruta de festivales, luego de no realizarse en un año, es muy complicado, sobre todo cuando no tienes la antigüedad que tiene Cannes, como es el caso del FICDU.
Si bien con tres ediciones realizadas con un éxito por demás reconocido, en las cuales ya se tenía cierta distinción, volver a empezar de nuevo en una cuarta edición no era para nada fácil, pero, aun con los tiempos difíciles que vive cultura en todo el país, el festival no perdió su esencia.
Si por un lado la selección de largometrajes ha sido menos numerosa que ediciones pasadas, fue una selección muy bien curada, empezando por películas mexicanas distinguidas y destacadas como la multi galardonada La paloma y el lobo, del muy interesante realizador Carlos Lenin, la recién exhibida en el FICUNAM Ricochet, de Rodrigo Fiallega, y la premier del potente documental Tolvanera, de Ángel R. Melgoza, en cuya proyección se contó con la presencia también de la productora del documental y el protagonista del mismo.
Uno de los platos fuertes del festival fue sin lugar a dudas el homenaje realizado a Luis Buñuel al exhibirse dos largometrajes cuya trama giraban en torno a la figura del mítico realizador español. Buñuel en el laberinto de las tortugas, película animada del director Salvador Simó, y el documental Un Buñuel mexicano, de Emilio Maillé, fueron los trabajos proyectados.
La selección internacional también tuvo un par de largometrajes más que interesantes. Por un lado, está el documental griego Los tomates escuchan Wagner, de la directora Marianna Economou, y la interesante película alemana El despertar de Nora, de la directora Leonie Krippendorff.
Las personas homenajeadas y honradas en esta edición con el nuevo galardón del festival, “La Pluma Blanca”, fue para el reconocido productor Alfonso Rosas Priego y la actriz Sylvia Pasquel, además de reconocimientos a invitadas especiales como lo fue la actriz Nora Velázquez y Stephanie Salas.
En cuanto a las preseas Julio Bracho, las cuales se concedieron a los ganadores a mejor cortometraje y mejor guion, fueron para Efímero, de Gahel Casillas y “La liga de los Godínez”, de Alberto Reyes y David Salas, respectivamente; además de algunas menciones honoríficas. El cortometraje resultó ser el ganador de los cinco que se pudieron ver en las dos funciones de proyección, entre los más de 200 que fueron recibidos por el festival, y el guion se coronó por encima de 78 enviados.
Dentro de los talleres y las conferencias que se llevaron a cabo, pudimos tener la charla sobre derechos de autor por parte de Carlos Gómez, CEO de EGEDA México, y Eduardo de la Parra, reconocido asesor jurídico especializado en derechos de autor. Otra charla fue la impartida por Adriana Castillo sobre el cine en la educación, a través de la plataforma “Platino Educa”.
El propio Carlos Gómez impartió la charla sobre los Premios Platino e Iber Series, además de las iniciativas impulsadas por la Red Iberoamericana de Festivales. Otras charlas por demás importantes fueron “El arte de la producción de cine y series”, “El cine de Buñuel” y “De pixeles a voxeles”.
Sin lugar a dudas es un festival que vuelve a empezar y que está creciendo, el tiempo y la voluntad de los organizadores y el apoyo tanto de instituciones, medios y el gran público, son los que determinarán qué tan lejos podrá llegar. El límite es el bello cielo de esta hermosa ciudad.
Le agradecemos a CINÉFAGOS la reseña. Consideramos que recoge de manera justa el ánimo de quienes estamos en la organización, pues luego de un año de pandemia y con la incertidumbre de si se iba a poder realizar este año o no, es, como lo dice Juan José, cómo volver a empezar.
ResponderEliminarGracias.