texto ANDREI MALDONADO
Durante la pandemia la industria del cine se ha visto, como casi todas, severamente golpeada. Producciones pospuestas, estrenos retrasados o definitivamente cancelados, festivales de cine mudados a plataformas digitales, etcétera. Dentro de todas estas pérdidas la más cruel es, quizá, el estar lejos de la experiencia de ver una película en una tradicional sala de cine.
En eso no solo salen perdiendo los grandes complejos multisalas, sino también aquellas salas alternativas y cineclubes, muchos de los cuales lamentablemente no podrán volver a abrir sus puertas. Eso es algo en lo que concuerda Gabriel Mariño, director de la película Ayer Maravilla Fui, la cual se estrenó en abril en salas alternativas alrededor del país.
Sobre el privilegio de ir al cine en medio de una pandemia mundial, así como defender la existencia de las cinetecas y cineclubes en el país frente al duopolio cinematográfico de exhibición en México hablamos en una amena charla en exclusiva para Cinéfagos donde, obviamente, también platicamos sobre los temas que aborda Ayer Maravilla Fui.
¿De que va Ayer maravilla fui?
Ayer maravilla fui aborda la pregunta ¿es posible enamorarnos de la esencia de una persona y no tanto de su físico o de su sexo, sino trascender la esencia de alguien más?
¿Quiénes integran la producción y quiénes encabezan los protagónicos de la película?
La película es escrita y dirigida por mí. La fotografía es de Iván Hernández, la produce Gabriela Gavica junto conmigo y Eduardo Verástegui. Las casas productoras son Un Mundo y Mandarina Cine. Los protagonistas son Siouzana Melikián, Sonia Franco, Rubén Cristiani y Hoze Meléndez.
Tuve la oportunidad de verla en 2019 en el Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango y me recordó, a nivel fotografía, a Gabriel Figueroa, en el tratamiento a Ingmar Berman y en la historia a La Sangre Iluminada, de Iván Ávila ¿Qué historias te inspiraron para crear esta historia?
Pue sí, como tú dices, mucho fue el cine de Berman, las historias de ficción, desde La invasión de los usurpadores de cuerpos. Por supuesto identifico La Sangre Iluminada, de hecho edité el tráiler. Hay muchas películas que abordan el cambio de cuerpos, la mayoría en tono de comedia, y justo La sangre iluminada no, por eso me parecía muy interesante, aunque el tema hacia donde va es muy distinto al que aborda Ayer Maravilla Fui. Para editar el tráiler la vi varias veces, así que fue una buena inspiración para después.
Ya tuvo su recorrido por festivales ¿Cómo le fue?
Bien. Estrenamos en el Festival de Morelia y ahí ganamos el premio para Mejor primera o segunda película y el premio a Mejor Actriz para Sonia Franco. Después fue al Festival de Los Cabos y ahí ganó mejor película, el premio de la crítica especializada. Se ha presentado en Lima, La Habana, Berlín, en Suecia, en fin, ha tenido su buen recorrido.
Ahora estás con el tema de la distribución y exhibición ¿Cómo se está dando esto, en estos tiempos tan difíciles?
La distribución para este tipo de películas ya era complicado desde antes. Las películas mexicanas independientes sufren mucho en la distribución. Te voy a ser sincero, no extraño los grandes complejos de cine. No extraño al duopolio, porque las películas independientes rara vez están ahí y cuando están son bastante maltratadas. Lo que extraño son los espacios que ya estaban establecidos como salas alternativas, cinetecas y cineclubes, muchos que han tenido que cerrar de manera definitiva.
¿Cómo es la interacción que tiene el público de estas salas con las películas independientes?
Es gente que tiene ganas de ver historias mexicanas en el cine con propuestas diferentes. Quieren ver historias que reflejen lo que viven, que sean menos superficiales a lo que nos presentan las comedias románticas, con personajes casi como caricaturas. Cada vez hay más de este público inteligente, que ha educado su sensibilidad y sus ojos. Simplemente hay que hacerles llegar estas propuestas y ellos responden muy bien.
¿Cómo hacerle entender a quienes financian las películas que existe un mercado potencial para este tipo de películas?
Algo que teníamos muy bien afianzado era esta red de cineclubes y salas alternativas, algo que la pandemia lo ha afectado bastante. Esperemos que la gente se dé cuenta que ir al cine en estas condiciones es un privilegio. Pensemos que con todas las plataformas los blockbuster, películas como Batman, Spiderman o Avengers van a estar ahí, y este otro tipo de películas no llegan a esas plataformas, y si lo hacen bien hubiera valido la pena verlas en el cine. Ahora que el cine se ha vuelto un privilegio la gente puede valorar más la experiencia cinematográfica.
Y a todo esto ¿Cómo fue que te decidiste a hacer cine?
Mi papá estudió cine en el extinto CUEC. Mi hermano y yo crecimos muy unidos al cine y mi papá cuidaba mucho el cine que veíamos, aunque no dejamos de ver películas como Terminator o Volver al futuro. Son historias con las que crecí y significan mucho para mí. Hasta cierto punto fue un paso lógico decir “a esto me voy a dedicar” o “por ahí va mi destino”. Me gustaba todo lo que tenía que ver con el cine: actores, directores, en todo eso me fijaba.
Luego fui a hacer mi examen al CUEC, no quedé, luego fui al CCC y sí quedé, ahí estudié, y el resto es historia. De hecho yo estudié antes historia, pero no terminé por una crisis vocacional, aunque quizá ya traía el interés por el cine, porque hubo amigos que me decían “deja ya de hacerte pato y ve a estudiar cine, ¿Qué estás haciendo aquí?” y pues así lo hice, tal cual (risas).
¿Qué proyectos vienen para ti?
Tengo dos proyectos, uno más maduro que otro. Uno es para filmarse en México el año que entra y el otro es un documental que ahorita está en etapa de investigación.
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