Durante décadas el cine nos ha entregado películas bajo la temática apocalíptica, muchas de ellas sobre algún virus que desata una pandemia e infecta a la mayor parte de la población mundial. En esta segunda entrega de Cinéfagos hablaremos sobre dos películas que llevan la temática y que también tienen una estructura de guion donde la película se lleva a cabo en lugares abiertos: las grandes metrópolis.
CONTAGIO (Contagion)
Estados Unidos, 2011
2011, año de la película. En su momento no la conocí, quizá muchas personas tampoco y quienes la vieron posiblemente sólo fue por algún momento de entretenimiento por un par horas. La cinta del director Steven Soderbergh nos coloca en la situación que hoy vivimos, el comportamiento de una sociedad, de cómo el miedo es el mayor enemigo de la gente. Mucho de lo que sucede en la película está volviéndose real, se dice que son películas de ciencia ficción, esta cinta con algunas otras le quitaría esa etiqueta ficticia, es un drama.
Es aquí donde la ficción del cine alcanzó a la realidad, o quizá nunca fue ficción simplemente le faltaba a la realidad mostrarnos más cosas de lo que es posible. La crisis Humanitaria lanza mensajes en la película y no fuimos capaces de ver esos mensajes, la cinta obviamente tiene final, aquí habrá algo de spoiler, la vacuna esperada surge sólo para unos cuantos ¿Quiénes son esos cuantos para la vida real? espero sean todos. Hay poca profundidad en la cuestión política, aunque lo deja entrever un poco, en estas situaciones siempre están presentes ambos lados de lo que se rige el ser humano. Aun así, trascendental lo que se muestra en pantalla.
EL AÑO DE LA PESTE
México, 1979
Si en 1979 (año en que se estrenó la película) nos hubieran dicho que iba a presentarse un virus sin cura que afectaría globalmente y paralizaría a la humanidad, pocos lo creerían y tomarían la película de Cazals como algo irreal. Sin Embargo, Felipe nos presenta una cinta completamente apegada a la realidad y no solo por el virus, sino por lo que hay detrás, los intereses gubernamentales donde afectan a millones de personas; y es que al mirar la cinta se descubre que es un reflejo de lo que ha sucedido en recientes administraciones presidenciales y cómo está sucediendo en la actualidad, en la que enfrentamos al Coronavirus.
Desde autoridades que no quieren alarmar a la población y se muestran ingenuos ante la posibilidad de una pandemia, hasta de médicos que no ven la posibilidad de una catástrofe, peor aún si tienen algún negocio ilícito con el gobierno. La película viene en una época después de una crisis que en México que acarreó graves problemas económicos; también se tenía menos de una década de los trágicos sucesos de Tlatelolco en el 68, por lo que Cazals introduce una escena similar donde se levantan cuerpos de la calle, evocando al momento en que el ejército hacía lo propio con los estudiantes caídos aquella vez.
La película sin duda tiene el toque del director, pero no hay que olvidar que el argumento de la historia fue escrito por Gabriel García Márquez, que basa a su vez en la novela "Diario del Año de la Peste", de Daniel Defoe. Es aquí donde el arte en la literatura y en la cinematografía nos entregan los manuales de los errores que no hay que realizar y muchos se han repetido a lo largo de la historia. Es momento de echarle un ojo a la película y ver cómo termina siendo un reflejo de lo político y social en la actualidad de este año 2020.
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