viernes, 17 de abril de 2020

Virus y pandemias en el cine - primera parte: aislamiento

texto ERIC EDUARTE VILLA

Durante décadas el cine nos ha entregado películas bajo la temática apocalíptica, muchas de ellas sobre algún virus que desata una pandemia e infecta a la mayor parte de la población mundial. En esta primera entrega de Cinéfagos hablaremos sobre tres películas que llevan la temática de aislamiento y que también tienen una estructura de guion donde la película se lleva a cabo en lugares de encierro.

TRAIN TO BUSAN (Estación Zombie)
Corea del sur, 2016

Dirigida por Yeon Sang Ho, esta cinta nos adentra a la supervivencia de un grupo de ciudadanos coreanos a través de un tren en marcha que atraviesa distintas ciudades, sin saber qué sucede fuera de los vagones. La trama nos lleva al encierro de este medio de transporte, donde en un espacio reducido el director es capaz de entregarnos una tensión, un terror y sobre todo un dramatismo tremendo. Nos muestra que no es necesario mirar ciudades destruidas o ver al ejército combatir el virus a través de sus infectados para sentir dramatismo y emoción.

Yeon cuida mucho los personajes que no sean simples protagonistas del suceso, sino que tengan una historia y arco dramático; a la vez introduce en cada uno la representación de cómo los gobiernos llegan a trabajar indebidamente las contingencias. Algo también interesante es cómo mueve a través de una sola línea de escape a los personajes; en un vagón en movimiento no hay más a dónde ir. El peligro está fuera, pero también dentro, haciendo una película inquietante y desesperante y más aún para los que sufren de claustrofobia. Por momentos se vuelve un drama, englobando el trasfondo de la película, aparte de espantarte, seguro puede sacarte una lágrima.


REC
España, 2007

Cuando casi todo el cine de zombies y de virus se concentraba en la industria Hollywoodense, de pronto aparecen un par de cineastas españoles, Paco Plaza y Jaume Balagueró, que lanzan un día el promocional de una película llamada REC. Lo que nos presentan en su primera entrega del 2007 fue algo que no se había visto antes, un falso documental donde una reportera de una canal de televisión de Barcelona acude una noche a realizar un reportaje de cómo viven los bomberos de la ciudad e incluso los acompañan a un recorrido de una emergencia. Pero es ahí donde todo cambia y comienzan una serie de sucesos aterradores que nadie entiende por qué están pasando.

Surgen infectados que de manera violenta atacan a las personas sanas, infectándolos al mismo tiempo. La oscuridad, el espacio reducido de un edificio de departamentos donde la trama se vuelve un arma para llevar al extremo las sensaciones y emociones del espectador, sin nada de soundtrack durante toda la película y solo escuchando los sonidos y diálogos generados casi desde su improvisación, algo con lo que estuvieron casados los dos directores de la película. Buscaban generar un miedo real a los actores para hacer que sus interpretaciones tuvieran esa naturalidad al momento de que sucedieran las manifestaciones aterradoras.

Se optó por buscar gente con poca o nada de experiencia, hasta los castings realizados generaban esa intensidad: existía un guion, pero muchas cosas no fueron dichas a los actores. Y para no caer en lo típico de un virus, al final nos introducen a la última habitación, la más pequeña de todas donde nos cambia todo y lo vuelve más espeluznante, resultando ser una posesión demoniaca que se va contagiando. Salir de esa función del cine provocó que esa noche muchos cinéfilos no durmieran.

REC reinventó las cintas de terror, antes de ello las bases ya la había colocado La Bruja de Blair. Pero muy alejada de las películas norteamericanas bajo este tema, REC nos introduce a la angustia y el miedo por los eventos que suceden sin explicación. El encierro y aislamiento en cuarentena de los personajes empiezan a llevar a los espectadores a esa incertidumbre de lo que ocurre, y gracias a la técnica de falso documental, nos hace un personaje más.


I'M LEGEND (Soy Leyenda)
Estados Unidos, 2007

Una película de aislamiento, un virus que devora la humanidad y que nos presenta a la única persona sobreviviente del planeta es Soy Leyenda, protagonizada por Will Smith y dirigida por Francis Lawrence. La cinta nos lleva a la vida de un hombre, de cómo vive en la soledad de la gran manzana, solo acompañado de su perrita Sam. que si no fuera por ella quizá el científico Robert Neville (Will Smith) habría entrado en la locura y la perdición. La película está basada en la novela homónima de 1954 escrita por Richard Mathenson, que con esta termina siendo la tercera adaptación que se le hace, las dos anteriores son The Last Man on Earth (1964) de Ubaldo Ragona, y Sídney Salkow, y The Omega Man (1971), de Boris Sagal.

La cinta de Lawrence nos lleva también a esa reflexión de como la naturaleza comienza invadir todo lo que el hombre construyó. Después que un virus se convirtiera en una pandemia, contagiando a la totalidad de la población mundial. En la soledad de Robert solo le queda mirar en el televisor a través de VHS y DVD lo que la humanidad un día fue, cuando aún existían habitantes en el planeta. Cayendo poco a poco en la locura habla con maniquíes que él mismo ha colocado en diversos puntos de la ciudad, mientras busca alimento para sobrevivir. Si bien no tiene alternativa, acude a la caza de diversas especies de animales para su supervivencia.

Un virus que arrasó con la humanidad ha convertido a las personas en seres nocturnos, con características vampirianas, que de alguna manera no son zombies, ya que hasta cierto punto siguen teniendo un razonamiento e incluso sentimientos, pero con una actitud hostil. El objetivo de Neville es encontrar una cura para volver a la normalidad a todos los infectados, prácticamente a todos los humanos del mundo. Una película por momentos con una esencia de terror, ya que la cinta va más enfocada hacia la ciencia ficción y con características del drama. La banda sonora compuesta por James Newton Howard nos lleva la conexión de esos arcos de tensión hacía los instantes de mayor drama y, sobre todo, de la soledad del personaje.

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